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FEDERICO POV.
"Hay muchos tipos de amores, esos que duran por siempre y son recíprocos, los que están de paso, pero te marcan de por vida y aquellos donde solo un corazón ama por ambos y que al final no le queda más remedio que romperse en mil pedazos por que no tiene sentido que uno de los corazones sea indiferente al fuego del otro."
Si algo había aprendido es que hay cosas en la vida que son negadas y otras que no, lamentablemente el amor es una de ellas y encaja en ambas categorías. En este caso, en la primera.
Tenía frente a mi a aquella alumna de sonrisa amplia, cabello azabache como las noches de penumbra que había vivido los últimos días y objeto de mis más podridos deseos desde que la conocí.
Sus ojos me suplicaban una respuesta que hiciera suspirar a su corazón de felicidad.
No la amaba, pero necesitaba seguirla teniendo a mi lado, poseer su cuerpo y esa devoción tan desmesurada que siente hacia mí, cosa que ni siquiera Isabel me ha dado alguna vez o quizás no lo noté, con lo malagradecido que yo era.
- Creo que por el momento es mejor dejar que las cosas fluyan, ¿no cree? - sentí que me quité un gran peso de encima, pero algo no estaba bien, su rostro pasó de la felicidad producto del acto sexual al de la decepción, tristeza, como las rosas que se marchitan con la llegada del invierno en el viejo continente.
- Entiendo - pronunció con un tono apenas audible, aunque según ella no me daba cuenta, era muy obvio que estaba conteniendo las lágrimas, de hecho, se le escapó una que me apresuré a limpiar.
- No merezco eso mi dulce morena, creo que estaremos bien juntos, no te preocupes - traté de consolarla.
- Disculpame, es que soy una tonta. Quizás por que estoy acostumbrada a otra clase de amor - se excusó.
Eso me hirió en lo más profundo de mi orgullo, ¿cómo se atreve a compararme con el pendejo ese de López? si no fuera por mí, seguiría manoseandose por las noches sin saber que es un hombre de verdad, aunque al menos el otro tipo si la merece.
- Cambiando de tema, estoy casi seguro que su ex novio envió las fotos - dije tajante mientras quitaba mi mano de su rostro, tan aterciopelado como siempre y con el brillo característico de la piel morena.
Aquella sala era totalmente consumida por la pasión entre un profesor con aires de perfección, gusto excesivo por las relaciones prohibidas con alumnas, infiel que estaba a punto de ser padre y aquella alumna ingenua que dejó atrás el verdadero amor, cálido e incondicional para abrirle la puerta al fulgor, a la obsesión, adrenalina de hacer lo incorrecto y lamentablemente al dolor de no ser correspondida, ese sería su castigo.
- ¿Tienes pruebas? Yo no creo que Emmanuel sea capaz de hacer algo así por que él me ama - respondió.
- ¿Y usted a él? - me atreví a preguntar, la verdad me molestaría compartir su cuerpo y sobre todo su atención, quería que todo su tiempo, sus ganas, gestos, miradas fueran exclusivas para mi, aunque yo no fuese capaz de lo mismo.
- No, yo te quiero a ti - me abrazó.
La verdad empezaban a irritarme sus demostraciones de amor tan galopantes y frecuentes, no soy el hombre que ella necesita. Me encanta que se desviva por mí, pero que me lo demuestre cuando se entrega a mi, cuando me acaricia y grita mi nombre en cada orgasmo, cuando me confirma que solo yo puedo hacerla felíz en la cama.
Por mi lado, le demuestro mi cariño dañando a terceros, poniendo en un hilo mi reputación y empleo, que conseguí gracias a las influencias de la futura madre de mi hijo, luego del incidente ningún otro colegio se atrevió a contratarme.
Todos creen que he cambiado, que pasé de ser un tipo lleno de fetiches dominados por lindas señoritas en faldas escolares a un hombre responsable con valores infundados en el corazón. Como un homicida que ha aprendido de sus errores, yo también lo creía, aunque en teoría cambié las faldas escolares por unos jeans que esconden fuego y ardor bajo sus gruesas telas, aunque no le he arrebatado la vida física a nadie, he matado almas, dejándolas como una concha vacía, existiendo por inercia y eso es mucho peor.
Para soltarme un poco, le pedí prestado el baño, además siempre después del acto sexual, me asaltan las ganas de orinar.
Subí las escaleras, habían tres cuartos, el primero bastante sencillo, sin estilo propio, bastante aburrido, definitivamente ese no era el cuarto de Helena y menos el baño.
El pasillo me produjo una serie de escalofríos, tres crucifijos de madera de un tamaño bastante considerable, una virgen incrustada en la pared que me miraba fijamente como si quisiera aumentar el peso de mis pecados o simplemente hacerme sentir que sabe que soy un maldito y me iré al infierno, a eso también le agregaré las múltiples fotos en blanco y negro, serpia que desfilaban por toda la pared sin dejar casi ningún espacio entre ellas.
Sin duda, Helena y su madre eran personas muy raras en mi opinión, debo confesar que la gente devota en demasía me asusta.
La curiosidad por ahondar en esa rareza que me atraía tanto de ella me hizo querer perpetrar en su habitación, algo más debía haber ahí.
Las ganas de ir al baño se fueron totalmente y me animé a abrir la segunda puerta.
El segundo más pequeño, era el baño al que no entré por que lógicamente el tercero pertenecía a mi alumna favorita y quería saber si en su cuarto había algo que me pudiera ayudar a descubrir quién envió las fotos.
Con mucho cuidado y tentando a la suerte que no estuviera bajo llave, abrí la puerta.
Para mí sorpresa me encontré un cuarto con un tinte infantil increíble, me hizo cuestionarme si era realmente el cuarto de la azabache o si por otro lado ocultaba una hija o algo similar y yo era el estúpido que no lo sabía, fruncí el ceño y una vez dentro, volví a cerrar la puerta.
Tono rosa pastel, justo en medio de la pared una pancarta gigante con el dibujo a lápiz de un tipo japonés por lo que pude deducir, cejas gruesas, con el ceño fruncido en extremo, musculoso y de baja estatura, pero no tenía un nombre.
¿Acaso tenía otro amante? Tomé nota mental, tenía que preguntarselo.
Sus cajones no tenían nada interesante, fotos con el pendejo, sus amigas incluyendo la difunta y otra que me hizo cagar de risa, era ella con un vestido blanco con encajes ridículos que la hacían parecer una cucaracha reprimida y santa, a su lado el pendejo otra vez y un sacerdote. Calzones de anciana y escondidos bajo ellos tangas color rojo y negro.
Sin duda, ella era tan doble cara como yo, recordé el incidente con aquel sacerdote y a mi mente vino la idea de pedirle a Helena que usara ese mismo vestido para otro de nuestros encuentros.
Ya que está tan afanada con la religión, la haré sentir como una virgen, que alcance el cielo sin haber muerto para después arder juntos en el infierno disfrutando de nuestro pecado.
Nunca me imaginé que fuera tan religiosa De Franco...
Múltiples páginas llenas de oraciones, unas para dar gracias, otras para pedir salud, paz, armonía y otra para... mantenernos juntos Emmanuel y yo. Las oraciones eran más largas que mis guiones de clase, pensé en tirarlas, pero eso me delataria.
¡Vaya tonta!
Estaba totalmente irritado, deseaba tener un cincho y castigarla hasta que cambiara de ideas, no entiendo cómo alguien que vive por y para la iglesia ha aceptado tener una aventura con su profesor, tener sexo antes del matrimonio y estar dispuesta a que su reputación se vea quebrada por una simple calentura.
Hasta parece vírgen en la foto, la idea me excitó demasiado, ya vería como sacarle provecho.
Quizás de ahí viene el enamoramiento de Helena tan apresurado hacía mi, está acostumbrada al noviazgo formal, con un tonto que no sabía ni meterle los dedos y de pronto aparece algo prohibido que la invita a perderse y a podrir el alma por unas horas.
Busqué en el siguiente cajón, estaba vacío a excepción de un cuaderno también rosa ridículo pastel, en la primera página había una advertencia que recitaba
" Hey tú, abusivo/a. NO LEER o sufrirás las consecuencias, las palabras de este diario pueden ser letales.
Veneno tan mortal, como la serpiente que sedujo a Eva en el paraíso."
No pude evitar reírme, en verdad esta mujer tenía un trauma con la religión.
Así que era un diario, la curiosidad por saber que había escrito sobre mi fue inevitable, una corriente excitante corría por todo mi cuerpo y me emociona la adrenalina de ser descubierto, si me sorprendía, simplemente la seduciría y se le olvidaría.
" 1
Quizás sea un poco infantil escribir un diario a mis 24 años, pero quizás sea mi único medio de escape al aburrimiento que vivo cada día y me aleja de lo que espero de la vida realmente.
Me rodean personas maravillosas, pero no es suficiente, aún así me siento sola y aunque traté de disimular, la ausencia de mi padre sigue pisando fuerte.
Tengo una madre maravillosa, con la que comparto absolutamente todos mis secretos, un novio que estaría dispuesto a matar por mí, quizás no lo amo y le pido perdón a Dios por eso, pero estoy segura que terminaremos casados, lo quiero a mi manera, aunque no sienta la emoción que se describe en un libro cuando ves a tu alma gemela, sé que él es el indicado para mi, lo que Dios escogió para mi y no reprocho, es solo que a veces siento envidia de esos amores que te hacen perder la cabeza, que te despegan los pies del suelo con un beso.
Pero quizás yo no lo merecía... "
Un sentimiento de lástima y quizás remordimiento me invadió el corazón al pensar que un hijo de puta como era yo se había metido en las sábanas y el corazón de una mujer que en el fondo no era más que una niña asustada, ingenua y con las mismas carencias emocionales que yo, una niña a la que yo inevitablemente iba a destruir.
Seguí pasando las páginas hasta encontrar mi nombre, necesitaba saciar la curiosidad que me embargaba, así finalmente descubriría que tanta importancia le daba ella, a lo que yo simplemente consideraba una aventura, aunque especial, pero no dejaba de ser algo pasajero.
" 33
Hoy tuve un día de mierda.
Estoy hasta el culo que Aly siendo una mujer tan bonita y dulce, soporte al patán de su marido, ayer la golpeó otra vez y ella le lleva flores...
Flores por las que fuimos castigadas por un cátedratico nuevo, un hijo de puta que piensa que solo por saber finanzas puede venir a joderle la moral y como es obvio que ya le cai mal, me costaría trabajo aprobar sus exámenes.
Además soy un culo para los números, ni Julio Profe me ayuda, así soy de pendeja, tengo que ver menos Yaoi.
Pero eso sí, el tipo está que se parte de bueno, delicioso, riquísimo. Esos ojos cafés que me invitan a mirarlo por horas aunque no entienda ni mierda de su clase, ropa formal como me gusta, su maldito cabello que... acá entre nos me gustaría jalar, pero es un pendejo arrogante.
Seguro ni su novia o esposa lo aguantan o quizás no se lo cogen bien y le ponen los cuernos, por eso es tan amargado, eso debe ser."
Para mi sorpresa, ella se había fijado en mi desde el primer día. Si lo hubiera sabido en aquel momento, juro que la hubiera metido en mi cama esa misma noche. Aunque para ser sincero, el primer día la odié por cagar mi clase con su presencia tardía y esa excusa tan barata y de mal gusto.
La consideré tonta hasta que ví su expediente académico, era la segunda estudiante más destacada de la facultad y por eso deseché la idea de ir tras su amiga ojiazul. Más allá de la belleza física, no hay nada que me excite más que la inteligencia de una mujer.
Muchas veces, las mujeres inteligentes suelen tener ese estereotipo de nerd, cohibidas y sin duda fue el punto clave para fijarme en ella, quería arrastrarla a mi mundo de depravación y enseñarle cosas nuevas que la hagan recordarme de por vida.
Me desanimé un poco al enterarme que tenía novio, observé cómo se desenvolvían juntos durante días y eso me llevó a la conclusión que ella estaba incomoda, que indirectamente me pedía a gritos que la rescatara de semejante sujeto tonto, aburrido y soso.
Tenía el diario entre mis manos y estaba dispuesto a seguir leyendo, seguro ella pensaría que estaba mal en el baño, pero no importa.
- Federico, ¿estás bien, necesitas algo? - escuché que golpeó la otra puerta, el baño donde supuestamente me encontraba.
¿Qué debía hacer? Tengo que pensar rápido antes que ella me descubra y ponga a volar su imaginación.
Estaba a punto de poner el diario de vuelta en el cajón, pero me se me ocurrió una idea mejor.
¿Y si me robo el diario? Así seguiría descubriendo otros secretos mejor guardados de la alumna enamorada de un hombre que no pensaba darle nunca un lugar en su vida, pues ya estaba más que hecha.
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¿Qué les pareció el capítulo?
Como siempre, espero les haya gustado, espero sus votos y comentarios pues me motivan aún más a continuar la historia.
Muchas gracias por leer, sin su apoyo está historia no sería nada ❤
Pregunta random: ¿Qué edad tienen? 😏
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Los amo ❤
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