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Llevaba cuatro días, largos y desesperantes sin ver a mi pesadilla castaña y sin darle una respuesta a su propuesta de vernos esa noche porque había salido huyendo de la universidad ante algunas miradas un tanto críticas que nos observaban ese día.

Falté a finanzas el jueves y no fui a mi otra clase el viernes, sentía mi cabeza dar vueltas toda la noche de forma incesante buscando respuestas donde la única respuesta era que yo, Helena Rutilia De Franco era una zorra.

Alguien a quien todas las personas que me rodeaban consideraban prácticamente una santa, católica devota, no había faltado a una sola misa. Si, soy fiel creyente, de eso no hay duda, pero lo que la gente no entiende, en especial mi madre es que necesito vivir, equivocarme, caer y volverme a levantarme porque de eso se trata la vida, es lo que nos hace humanos.

Desde muy corta edad mi madre trató de encerrarme en una burbuja, cosa que permití hasta que entré a la universidad y empecé a protestar por obtener un poco de la libertad que toda muchacha de mi edad goza.

Las razones que me da mi madre para sobreprotegerme es que teme que alguien me haga lo mismo que mi padre a ella. No la juzgo, pero no voy a detenerme en mi aventura con Federico por los problemas cardiacos que ella padece.

Aunque no lo crean, mi primer y único novio ha sido Emmanuel, mi madre lo permitió porque al igual que nosotras es católico, menos devoto pero lo es, fuimos novios a escondidas durante un año solo por mi miedo de contarle a mi madre.

Gran parte de mis avances hacia mi libertad es haber conseguido que me diera permiso de ir al bar, apesar que Javier le cae muy bien porque le canta cuando ha venido de visita, las primeras veces que iba a mi noche felíz me hacia unos dramas dignos de novela, me esperaba hasta la medianoche y me reprochaba que no la quería y se moriría por mi causa.

Al principio me pesaban sus reclamos, lloraba hasta la madrugada sin conciliar el sueño castigándome por ser una mala hija, pero me preguntaba si las otras muchachas que iban a fiestas y fornicaban también eran consideradas malas hijas por sus madres.

Los golpes en mi puerta me sacaron de mi ensimismamiento, hablando del rey de Roma.

- Cariño, ¿iremos a misa de 11am o 5pm? - dijo mi madre ya arreglada, con el rostro ovalado que denotaba estres, quizás por su trabajo.

- Si mamá, solo haré mis oraciones y me baño - contesté sin ánimos, a lo que ella solo se limitó a cerrar la puerta.

Parecerá increíble, pero mis oraciones dominicales duran una hora, era una costumbre que tenía ya hace un tiempo y para serles sincera me sentía muy bien haciéndola, liberaba un poco todas mis cargas contarle a ese ser celestial mis secretos sin ser juzgada.

Tomé un vestido blanco sencillo de mi guardarropa, hoy era un día importante para mi ya que soy parte del coro de la Iglesia, el Coro Monte Sinaí. Dejé mi cabello suelto y lo acomodé para usar una diadema negra que hacía juego con mis tacones.

El mismo trayecto de siempre, íbamos a pie y entre los halagos de mi madre y sus amigas devotas que nos encontramos en el camino llegamos a nuestro destino. El estómago se me hacía un nudo cuando decían "pero que hija tan linda tienes, tan buena muchacha, inmaculada y con un novio decente, puro como ella" ,ganas de vomitar es poco.

En la puerta de la iglesia pude observar a Emmanuel, cuando yo iba a cantar acostumbraba a llevarme una rosa blanca, hoy tenía las manos grandes y morenas vacías para mí, ni siquiera me regaló una mirada. Eso me creaba un mar de sentimientos porque lo último que quise fue hacerle daño y cuando la gente chismosa se enterara que terminamos, solo espero que él no me delate; aunque después de todo no tiene pruebas.

Mi madre tomó asiento en la primera banca junto a la crema y nata de la comunidad, vaya sorpresa. Jamás superará la vida de lujos y ajetreo social que nos daba mi padre.

Yo estaba al lado izquierdo donde tenía lugar el coro, eramos 7, siendo yo la corista principal. Emmanuel me observaba haciéndome sentir una corriente por todo el cuerpo, me regañé por pensar en cosas lujuriosas justamente en ese momento.

El chico que nos dirige, rubio como una moneda de oro resplandeciente nos dió la señal para empezar a cantar al son de su guitarra. Canción que ya me sabía, siempre la misma cuando el Padre hacía su entrada.

Luego de ya todos los requerimientos que ya sabemos y que me quiero reservar por respeto, el Padre se puso de pie y comenzó a dar el sermón.

¿Adivinen de que trataba el sermón con pedrada incluida para mí? Infidelidad y sexo prematrimonial.

- Hermanos creo que todos alguna vez de nuestras vidas nos hemos hecho un exámen de conciencia y hemos puesto nuestro corazón, los pecados frente a Dios, nos arrepentimos de nuestros actos, pero la verdadera recompensa está en no repetirlos, pues ya conociendo que es pecado y seguirlo haciendo, el perdón difícilmente nos será otorgado.

De los presentes muchos tienen novio y novia, la hermanos Helena y Emmanuel son claro ejemplo de como debe ser un noviazgo, puro y consagrado.

El noviazgo es algo puro y sagrado, es el primer paso para algo más sagrado aún, el matrimonio. Algo hermoso que si se cuida como debe ser, con amor, paciencia y sobre todo FIDELIDAD da como resultado la familia.

No hay nada más hermoso que la honestidad y es precisamente ese el vínculo que deben crear con su pareja, no el sexo pre matrimonial que es algo sucio, pecaminoso y que quien nos observa desde arriba no lo aprueba en absoluto.

A mi no me crean si no quieren, lean la Biblia y se darán cuenta que no simplemente es mi sentir, sino también el de Dios - continuaba el Padre.

Mi madre me sonreía complacida, mi ex novio moreno me lanzó una que otra mirada ante los comentarios del sacerdote. Habían momentos donde creí que le caería un rayo a ese cura por estar hablando de sexo prematrimonial, doble moral. Él debía sentirse peor que yo.

Sentí vibrar mi celular varias veces, la taquicardia vaginal volvió, ¿podrá ser él? y sonreí ante esa posibilidad.

En efecto, era él y decidí responder rápido, no había manera de negarme ante su insistencia tan excitante.

Este hombre era todo un papasito, mejor de lo que alguna vez soñé, le dije a la chica que era segunda corista que me cubriera y salí a su encuentro.

Quería correr, volar hasta sus brazos tan bien trabajados, ese rostro un tanto alargado me esperaba reclinado en la pared como un bad Boy cliché de wattpad, sonriendo de oreja a oreja pervertidamente solo para mi, dejando esos dientes de conejo al desnudo que tanto había extrañado ver y rozar mi piel.

Llevaba una camisa blanca, símbolo de una pureza inexistente para él y para mi, pantalón gris y zapatos a juego, lo nuevo que podía observar era que ahora llevaba lentes, de esos cuadrados que están de moda, se le veían tan bien.

- ¿Me veo sexy? - preguntó.

- ¿Qué estás haciendo aquí? Estoy en misa - traté de fruncir el ceño ante mi felicidad tan inminente.

- Es obvio que vine por una respuesta - acarició su mentón y avanzó hacia mi.

- Te dije que estoy en misa y no soy cualquier feligrés, soy parte del coro - me atreví a presumir tocando mi cabello.

- Lo sé, y no canta muy bien para mi gusto. La preferiría gimiendo encima mío, ese tipo de canto le debe salir mejor, mucho mejor - me susurró al oído, guiñandome un ojo y creando en mi un orgasmo auditivo.

Si, quería dentro de mi a este hombre y no me importan las consecuencias .

- Aún no me queda claro lo de su supuesta hermana - exclamo con ironía, quizás celos ridículos - Se lo explicaré esta noche, ¿nos veremos o no? - contestó tajante.

- Si - alcancé a decir cuando me tomó la mano y me puso contra la pared para besarme de una forma tan caliente que no tiene descripción, introduciendo su lengua en mi como le venía en gana y a lo que yo feliz accedía.

No me preocupaba que alguien nos encontrará, aún así fuera mi madre.

Pasó su nariz absorbiendo el olor de cada rincón de mi cuerpo, depositando un eso húmedo en mis pechos por encima de mi vestido blanco que delataba mis pezones que se habían excitado también.

- Helena, este vestido de color tan puro me excita al saber que usted no lo es, pero lo parece y eso hace que yo me vuelva loco - dijo con la respiración entre cortada.

Mis piernas estaban prácticamente dormidas de placer por escucharlo, con una mano suya en mis muslos nos seguimos besando, siendo él quien llevaba la batuta. Su amigo que ya había despertado entre sus pantalones exigía un poco de mimos dentro de mi boca y eso es lo que iba a hacer, me puse de rodillas y él se bajó la cremallera.

- Señorita Helena, ¿qué está pasando aquí? Mejor le preguntaré, ¿acaso no les da vergüenza? - gritó el sacerdote.

El Padre Tomás Valencia que iba junto a Emmanuel nos habían encontrado con las manos en la masa.

- Y yo como un estúpido creyendo que te había difamado al pensar que eras la amante de este tipo. Eres una zorra, los dos son basura y se merecen, por eso están juntos. Me arrepiento del día en que te conocí y de amarte como te amo. Solo espero que cuando este tipo te use y te abandone no regreses a mi llorando porque te juro que jamás te voy a perdonar - dijo el moreno entre lágrimas y formando un puño con su mano derecha.

Emmanuel quiso ir contra Federico, pero el Padre Tomás que era más alto que cualquiera de los dos lo detuvo.

Mi ex novio simplemente se fue, me sentía mal, pero más me preocupaba que hiciera un escándalo y se enteraran todos.

- Jamás lo creí de usted Helena, siempre tan correcta, destacada y pura. Que engañados estábamos todos, en especial su madre que va a sufrir si se llega a enterar. En este mismo momento te vas a confesar conmigo y usted, hombre pecador y lujurioso, ¡lárguese de aquí y no vuelva! - gritó mirando a Federico con asco.

- Usted que sabe Padre, seguro es virgen y nunca ha tenido el placer de estar con una mujer que lo vuelva loco. Me voy, Helena ya sabes en que quedamos - dijo arreglándose la ropa y el cabello.

- Sígame Helena, su madre aún está rezando y la iglesia está casi vacía, ni cuenta se dió que la misa llegó a su fin por estar en pecado -

Ya no soporté la mirada acusadora del Padre Tomás.

- La confesión le servirá para limpiar ese pecado, aunque su cuerpo estará sucio siempre. El sexo prematrimonial no es bueno, es un gran pecado. Nuestro cuerpo es templo de Cristo y como tal hay que cuidarlo, usted lo ha profanado con lujuria, pero si se arrepiente y no vuelve a ver a ese tipo tal vez consiga el perdón. Aunque su reputación era como ese vestido que lleva puesto y ahora está manchada, esas manchas no se quitan jamás. ¿Comprende lo que digo? -

- Sabe que comprendo, usted Padre se da muchos golpes de pecho juzgándome. Pero usted tiene su propio pecado, su reputación también está manchada y ese pecado tiene nombre y apellido, Amelia Von Brooke. Lo sé todo Padre, ella es mi prima, porque la quiero y sé que está felíz a su lado jamás diré nada. Pero no vuelva a juzgarme con sus estúpidas clases de moral, váyase a la mierda con eso. ¿Comprende lo que digo? - le devolví la jugada.

El Padre Tomás se quedó callado, sudaba frío, pálido como el papel se puso y sus ojos me miraban con terror indescriptible.

- No digas nada por favor, no me juzgues. ¡Yo amo a ese ángel! - replicó entrecortado.

- Eso espero, ella se merece lo mejor. Y repito, jamás diré nada y le propongo que ambos guardemos nuestro secreto. ¿Le propongo algo? -

No sé porque, pero más que amor veo un poco de obsesión en los ojos del Padre Tomás hacia mi prima, percepción mía quizás porque estoy alterada.

Él guardó silencio.

- Guardemos nuestros secretos, solo prométame que si alguna vez necesitan ayuda pueden contar conmigo. - propuse para calmarlo y era verdad.

- Gracias Helena, discúlpeme si la hice sentir mal, creo que yo merezco lo peor, estoy mas sucio que usted, no me importa sabe y cuente conmigo también - me dió un abrazo cálido, como el que quisiera me diera mi padre biológico.

Me separé de él y me fui en busca de mi madre, mientras pensaba en mis expectativas de la cita que tenía con Federico esta noche.

Apesar que Emmanuel ya lo sabía, no me sentía culpable, al contrario, me sentía libre y capaz de cualquier cosa, incluso de volar con mis propias alas que sentía acababa de adquirir.

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Capítulo dedicado a la otra parte del duo dinamita y amiga del alma por prestarme a Tommy y aportarle algunas ideas ❤❤❤

AnnStein5

Muchas gracias por leer y su paciencia, he estado en parciales y un poco enferma, por eso no había podido actualizar.

¿Qué les pareció el capítulo?

Les agradecería si comentaran y votarán, gracias de nuevo ❤❤❤❤

Pd: ¿Alguien me podría hacer un booktrailer? Daré créditos.

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