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POV Helena

Como el pasar de la juventud llegó el tan preciado jueves, no había pasado mucho desde aquel viernes que había peleado con el tarado de Emmanuel.

¿Saben lo peor? Era la primera vez que no me sentía mal por haber peleado con él, estaba sentado en la fila junto a la que yo estaba, pero no me dirigía la palabra. Se notaba frustrado, cansado y suspiraba como si llevara un gran peso encima, incluso vestía de negro, algo muy raro en él.

El Señor Rivelles no nos dió clase el martes, nos avisaron que por motivos personales y sinceramente vine a clase solo para verlo a pesar de la ausencia de Aly y Angelique.

Malditas haraganas que me habían dejado sola hoy, pero en fin, ya saben el motivo por el que vine. Ni siquiera yo entiendo mis estados de ánimo, estaba triste, luego enojada y ahora estoy en modo super perra tirando las bragas al aire por ese profesor castaño, desde que me dijo lo de mi supuesto parecido con Mía Khalifa me tenía derramando saliva por él.

Había llegado vestida de manera muy provocativa, un vestido azul tres dedos arriba de la rodilla y tacones a juego que hicieron a más de uno de mis compañeros desvestirme con la mirada, justo lo que necesitaba.

Finalmente pude vislumbrar a ese monumental hombre, vestido de saco negro, tan misterioso y seguro de si mismo. Se notaba más serio de lo habitual y pude notar que me observo un momento y luego bajó la mirada, ¿por qué?

Emmanuel me sorprendió viendo a Rivelles, pero me valió mil de hectáreas de verga la verdad, solo pude sentir su mirada marrón llena de odio hirviente clavada en mi.

Entre las explicaciones acerca de las partidas dobles y las NIIF, la hora cuarenta minutos pasó como si de una caricia del viento se tratara.

Esperé disimuladamente a que todos salieran mientras me daba el último retoque de maquillaje. Mi novio se quedó en la entrada del salón, quizás esperando a que yo saliera, pero de nuevo no me importó.

Me aproximé a Federico caminando de manera coqueta, aunque me costaba mucho usar tacones. El tipo simplemente me vió de pies a cabeza, por sus gestos no pude adivinar su sentir, era tan bueno ocultando sus emociones.

- Señor Rivelles, ¿cómo está? Lo pregunto porque nos dijeron que había tenido problemas el martes -

- Así es Señorita De Franco, que tenga buen día - contestó con una indiferencia tan marcada que me hizo sentir mal -

- ¿Hice algo mal? - pregunté mientras el tipo empezaba a ordenar su computadora en un pequeño maletín.

Simplemente negó con la cabeza, y si malinterpreté las cosas el otro día, ahora debe pensar que soy una zorra.

¡Dios mío, que barbaridad!

- Está bien. Disculpe, ¿irá hoy al bar en la noche? - me atreví a preguntar ya sabiendo su respuesta negativa.

- Probablemente, escríbame a este número para confirmar. Me hará bien platicar un rato - me extendió un papel.

No supe que responder, simplemente lo vi salir por la puerta, tan seductor como siempre, pero había algo raro en él y yo iba a averiguar que era.

Guardé el papel en mi cartera, sin duda la escribiría al llegar a casa. Al salir, ahí seguía ese moreno excitante, Emmanuel.

- Helena, espera - dijo tomándome del brazo.

- Dime - contesté indiferente, quería llegar pronto a mi casa y chatear con Rivelles.

- Antes que nada, ¿qué es ese papel que te dió el tipo ese de finanzas? -

- El link de un tutorial de partidas. Ahora dime que quieres decirme, tengo algo de prisa - exclamé tajante.

- No te creo nada, muéstramelo ya. Ese tipo es un mujeriego, lo sé, es un perro con las mujeres y tú serás su siguiente trofeo -

- No sé de qué rayos hablas. ¡Estás loco! Ves fantasmas donde no los hay-

- Sé lo que veo, ese tipo está interesado en ti. Te apuesto mi brazo a que quiere acostarse contigo -

- Eres un estúpido ¿lo sabías? Mejor, deja todo aquí, me tengo que ir. Adiós -

Caminé a toda prisa, bajando con dificultad las escaleras de la universidad, ni sentí el trayecto del autobús cuando ya estaba en mi cama esperando la respuesta de Rivelles que al cabo de unos minutos llegó, dandome un toque de electricidad y no precisamente en el corazón.

Sin duda, este juego iba a ser muy excitante. Este hombre tenía algo que me hacía derretirme y mojar los calzones.

Tenía que buscar algo lindo para usar, llamaré a Angelique para que me ayude a maquillarme.

Me esperaba una gran noche con usted Señor Rivelles.

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Muchas gracias por esperar la actualización y ser fieles a esta historia ❤

Agradeceré infinitamente si votan y comentan, cualquier sugerencia es bienvenida.

Pronto habrá una sorpresa que les hemos preparado con mi amiga @AnnStein5 😏😏

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