4- Tres iris rosadas más.


Lentamente Ike apoyo a su pareja, para que el monarca de Altea quedará sentado en uno de los tapetes del gimnasio, sutilmente dejó caer su peso para pregúntale:

-¿Ya estás mejor?-

-Si, sólo me arden un poco los ojos- Contestó Marth tallandose los dichos, manteniendolos cerrados.

-Menos mal- Soltó aliviado el mercenario, a pesar de la seriedad que siempre portaba en su mirada, tenía que admitir que por dentro la angustia por su pareja lo consumiría si algo malo le ocurriera. -Y tu ¿En qué crees que estabas pensando para golpear a Marth así?

Roy palideció al instante, pensaba que Ike no notaba su presencia y mucho menos se había dado cuenta de que el fue quien golpeó a Marth. Además el tono tan autoritario del más alto le daba un poco de nervios.

-¡Perdón! Juro que no quería hacerlo, sólo quería mirar como entrenaban tu y el príncipe. Alguien me arrojó una bola de energía, intente desviarla pe-

-Que excusa más estupida es esa ¡Di la verdad Roy!- Interrumpió Ike al pelirrojo perdiendo la paciencia.

-¡Hablo enserio!-

-Ike, si Roy dice que habla enserio es porque no esta mintiendo, hay que creerle- Mencionó tranquilamente Marth, mientras dejaba de tallarse los ojos y poco a poco los abría en dirección del espadachin que portaba una cinta azul en el cabello. Aunque había algo diferente en ellos, sus iris en vez de ser azules, de la nada eran rosados.

-¿Puedes pararte?- Cuestionó el pelirrojo, que por cierto estaba algo extrañado por la mirada tan directa de Marth hacia el. -¿Marth?-

-¿Cariño?- Volvió a llamarlo Ike. Marth siempre mantenía el porte y educación que conlleva ser parte de la realeza, que no le contestará a Roy le parecía muy impropio de su común actitud.

Después de varios intentos, llamar una y otra vez al monarca, uno les resultó. Aunque no del todo, el único avance que tuvieron fue que se dignara a hablar.

Marth curveo sus labios y soltó una sonora risa burlona. Desconcertado a sus dos espadachines acompañantes.

¿Como era posible que hace unos instantes el joven de la tiara se encontrara sin siquiera poder abrir sus ojos, y de la nada se estuviera riendo?

-Roy salgamos de este lugar, es hora de que descansemos- Dijo Marth tironeando de la manga del mencionado. Ike y Roy no podían estar más extrañados por su comportamiento.

-¡Ahh y casi lo olvidó! Ike, tu y yo no somos nada-


Si Pit se ponía a pensar, en realidad si notaba el cambio de actitud de su "hermano" azabache.

Desde que salieron del gimnasio hasta llegar a la cocina, milagrosamente habían establecido una cómoda conversación llena de risas, chistes y de temas triviales cualquieras.

-¿Desde cuándo se llevan tan bien?- Se preguntó mentalmente una extrañada Palutena al verlos de reojo al pasar.

Llegando a la cocina, está estaba vacía, sólo había un pequeño Kirby metiendo unas galletas al horno, con unos lindos guantesitos morados y estampado de estrellas color amarillo.

Al notar la presencia del par de ángeles les sonrió y les pidió que las sacasen en 20 minutos ya que tenía unos asuntos pendientes de atender, y no quería que se quemaran.

Ambos asistieron mientras Pit se sentaba en uno de los bancos de la barra y Dark Pit comenzaba a sacar lo necesario de los cajones, para hacerle algo al castaño.

-¿Alguna vez te conté que amo cocinar espagueti?-

-No nunca me contaste, comúnmente me ignoras o me dices que me calle- Dijo el guardia del ejército de Palutena, bajando el volumen notablemente de su voz, como si se tratase de un comentario que fuera para si mismo, volviendo el ambiente algo incómodo.

Pudiera considerarse algo imprudente decir las verdades del azabache en su misma cara, más para el inocente ángel de ojos azules no era más que ser sincero.

- ¡No, no, no! ¡Quita esa cara!¡Te haré mi especialidad!- Habló rápidamente Dark Pit al sentir el aura incómoda que emanaba la risa nerviosa del castaño. Lo tomó de los cachetes y los presionó en un tierno contacto.

Luego que lo soltó Dark Pit le sonrió para voltearse a comenzar a hervir la pasta y sacar varios ingredientes.

Todas estas acciones y palabras dejaron completamente perplejo a Pit. El se esperaba como respuesta recibir una burla o un comentario frío y sumamente hiriente, como era de costumbre.

Pero, por el contrario, el ángel oscuro le había dado una tierna y linda respuesta.

Era sumamente extraño, aunque en vez de molestarle, Pit se sentía feliz, ¿La actitud de su contrario se debería a su cambio de color de ojos? ¿La esfera rosa brillante le había afectado en algo?

"-Nah, seguramente sólo me está jugando una broma, el nunca sería bueno conmigo por su propia voluntad-" Pensó el castaño intentando no confiarse de más en Dark Pit.

Ya que cada vez que lo hacía terminaba depresivo por sólo haber sido engañado. Como en navidad, que le había dicho que le daría un gran regalo excepcional, cuando en realidad lo único que había recibido por parte del azabache fue..........pues...nada.

¡Ah! ¡No! Si había recibido un: -"¿Enserio pensaste que te daría algo estúpido? ¿Porque gastaría en una copia como tu?"- Fueron las hirientes palabras que, aunque Pit no lo quisiera admitir, le habían hechado ese día a perder su animo.

En resumen, el angel de ojos azules sabía que para confiar en Dark Pit, tenias que estar listo para salir desilucionado.

Pit poco a poco se perdió tan profundo en sus pensamientos que ni se dio cuenta del momento en el que dejo de eschar el vote del aceite del espagueti, o del cronómetro del horno.

Una mano revolviendo su cabello suavemente lo saco del mar de pensamientos.

-Oye, al espagueti le falta todavía cocerse, pero las galletas de Kirby ya están listas. ¿Te parece si probamos unas?- Desconfiado Pit miró a su "hermano" sin aprobar su propuesta. Sin embargo al dedicarle la mirada a aquellas galletas, quiso cambiar rotundamente opinión.

Su aroma era sumamente delicioso y estar viendo tan fijamente las chispas de chocolate junto con la esponjosa textura, lo volverían loco.

El ángel más bajo negó con la cabeza, las galletas no estaban hechas por Dark Pit, no sería bueno tomar algo que no era suyo.

El de ahora iris rosadas soltó una sonora risita y tomó una galleta entre sus manos para ponersela en la boca a Pit. -Anda, se que quieres una, no le diré a nadie-

¿Cómo podría el ángel más puro e inocente negarse a unas deliciosas galletas? Además que el tono de voz que Dark Pit estaba usando y como le había guiñado el ojo mientras tomaba la galleta, por alguna razón, le daba la impresión a Pit que por una vez podría confiar de nuevo en su contrario.

Abrió la boca y tímidamente le dio una pequeña mordida. Sus ojos azules se iluminaron ante la consistencia y sabor perfecto. A veces se preguntaba porque Kirby no entraba a "Master Chef Smash" si cocinaba de lo mejor.

Cerró los ojos y abrió la boca de nuevo, con intención de devorar lo que quedaba de la galleta en la mano de su hermano, pero terminó mordiendo el aire, encontrándose con la sorpresa que la galleta ya no estaba ahí.

Pit batió las pestañas para enfocar y dedicarle una mirada enojada al azabache, sabía que no podía confiar en el tan fácilmente.

Más por otra parte, Dark Pit no había quitado la galleta de su alcance, si no su mejor amigo, Link, se la había arrebatado de las manos a su hermano, quien se encontraba con el ceño fruncido y molesto.

-Pit puede comer sólo, no es necesario que le des comida en la boca- Le habló fríamente el hylian al angel oscuro, justificando sus actos anteriores. -Toma Pit- Le dijo amablemente, con un fugas tono carmín apareciendo en sus mejillas, poniéndola en los labios del castaño, quien está vez si terminó de comersela.

Tanto ángel oscuro como el héroe de Hyrule se mantenían en silencio, llegandose a dirigir apenas la mirada. Posiblemente si las miradas hablasen se estuviera diciendo palabras para nada bonitas.

Pit los miraba inocente, sin percatarse lo tenso y seco que se estaba haciendo el ambiente segundo a segundo.

-¿Qué estás celoso, duende?- Se dignó a hablar primero Dark Pit.

-¿Por qué debería de estarlo?-

-Porque estoy con Pit y comunmente tu estas con el- Contestó el azabache con desdén.

-¿Y? Ustedes son hermanos, no tiene nada de malo-

-Aja, ¡Por eso quiere más a mi!-

-¿A ti? Tu ni pasas tiempo con el, ¡Me quiere más a mi!- Dijo el rubio, comenzando a fastidiarse ¿Cómo podia decir Dark Pit que el castaño lo quería más a el? Si lo trataba como si fuera la peor escoria del mundo, a pesar que Pit era un amor con todos.

-¿Pit a quién quieres más?- Reclamaron al mismo tiempo, mirando a el banco donde estaba sentado el castaño, encontrándose con un banco vacío.

-¿Se fue?- Preguntó lo obvio Link, se sentía atónito Pit no era del tipo de persona que te dejaría hablando sólo. Aúnque no lo culpaba, porque sabía que también odiaba las ofensas o peleas sin sentido alguno. Posiblemente esa era la razón por la que se había ido.

-Mira lo que hiciste idiota, se fue en cuanto llegaste- Renegó Dark Pit con desprecio.

-Pit se debió de agobiar con nuestros gritos- Reflexionó el espadachin en voz alta, ignorando olímpicamente las palabras de su acompañante. -Iré a buscarlo-

El ángel oscuro caraspeó su garganta antes que Link pudiese dignarse a salir de aquella habitación.

-No creo que debas ir-

-Es mi amigo, me preocupa- Confesó el de ojos azules, seguro de sus palabras.

-Si, se que lo aprecias mucho, pero al ser su igual, la mayoría del tiempo puedo saber lo que el piensa- Mencionó más tranquilo Dark Pit, dejando pensativo a Link, tanto por sus palabras como por el tono que usaba en ellas. Todo este tiempo, desde que estaban en el gimnasio, el azabache había actuado 100% preocupado por Pit.

-Okey, si eso hace que el se sienta mejor........ en ese caso, por favor dile que mañana practicaremos arquería, para que descanse hoy- Concluyó resignandose el rubio mientras apretaba los puños. Nunca se hubiera imaginado que Pit a veces sentía ganas de estar sólo. Se sentía un fracaso como mejor amigo.

-Claro, yo le diré, sólo quería saber algo. Hace unos momentos dijiste que Pit era tu amigo, ¿Estas seguro que no lo consideras como algo más?-

Los ojos del héroe de Hyrule se abrieron impresionados, sus mejillas se tiñeron de un suave color carmín y alterado desvío la mirada. No sabía ni porque se ponía nervioso, pero lo estaba y mucho.

-N-no se a que te refieres- Contestó Link sintiendo como millones de mariposas se devolvía en su estómago. Más el era muy bueno disimulando y tras desviar la mirada pudo regresarsela al ángel como si no hubiese sentido nada con escuchar su pregunta.

-Me alegra, entonces no serás un obstáculo entre el y yo- Dijo con simpleza Dark Pit, para salir y dedicarle una última mirada seria al rubio.

Link se quedó helado, ¿Acaso era una especie de declaración de guerra por Pit? Ese comportamiento del azabache era demasiado extraño para ser normal. De un día de odiarlo para al siguiente estar enamorado del castaño. Algo tenía que haberle pasado.

Hasta que recordó, la mirada de Dark Pit al salir de la cocina. Sus iris llenas de decisión al hablarle eran rosados aún. Tal como se le habían teñido al tocar la esfera que lo había debilitado cuando por su necedad tocó en el gimnasio.

"-¿Será que esa esfera tiene el poder de alterar el comportamiento de una persona?-" Se cuestionó Link mentalmente analizando lo ocurrido, tanto como en el gimnasio como en la cocina. Cuando otro de sus pensamientos llegó repentinamente a su cabeza, provocando que su sonrojo y la sensacion extraña en su estómago regresara.

-Y aun más importante Pit enserio......................¿M-me gusta?


Bañarse y cambiarse no había sido una tarea tardada para los pequeños smashers. En un abrir y cerrar de ojos un grupo de niños se dedicaban a invadir la sala principal de la inmensa mansión.

-¡Quítate Ness! ¡El primer lugar es mío!- Exclamaba un rubio de sombrero verde, torciendo sus brazos a más no poder, para girar el volante del swich.

-Ohh ni lo creas estorbo, ¡Te ganaré y por mucho!- Contestó burlón el mencionado de ojos morados, intentando mantener tanto su cordura como el primer lugar de la carrera.

-¡No! ¡No! ya casi los arrebaso y a los dos- Soltó animado Villager.

-¡Yey una bala!- Dijo alegre Nana, la única que no formaba parte de la tan reñida competencia por el primer lugar. La castaña uso el power-up dicho y felizmente en la última vuelta los arrebaso, llevándose la gloria consigo y la dignidad de los 3 chicos, que se quedaron en shock por su derrota.

Después de esa partida Ness, Toon, Nana y Villager continuaron jugando Mario Kart Deluxe, llenando la habitación de gritos, maldiciones, festejos y demás estupideces que se les salían de la boca en media de la carrera. Pero no los culpo ¿Quién no grita y dice cualquier tontera mientras juega Mario Kart? Tengo que admitir que hasta yo lo hago.

Nuestros dos pequeños faltantes, Lucas y Popo, observaban como jugaban los demás sentados en el sofá, mientras hablaban juntos.

-Necesito mejorar mi control de esta energía- Dijo Lucas, formando varias esféras rosadas, una tras otra, y poniendolas entre sus piernas.

-¿Todavía no tienes idea de para que sirven?-

-Lamentablemente no Popo, sólo pude aprender a crearlas, pero no se como manejar el tamaño ni la fuerza que usar en cada una- Le confesó el rubio continuando su labor de formarlas. -Y también quiero saber si tienen un límite o las puedo crear infinitamente-

-¡Ya entiendo! Por eso estas haciendo tantas- Mencionó Popo recibiendo un asentimiento de respuesta.

Entre tantos gritos que los otros 4 tenían jugando un sin fin de partidas, en unos de los reniegos de Nana, Lucas se exaltó y por accidente, una de las esféras rosadas volaron de las piernas del rubio.

El psiquico de Tazmaly y Popo rieron un poco, y el segundo se ofreció a levantarla del suelo para ayudar a su amigo.

Pero al momento de tocarla, la esfera se deshizo y el castaño perdió el equilibrio cayendo directo a estamparse la cara al suelo. Si no hubiera sido por los rápidos reflejos del pequeño hylian, que actuó veloz atrapandolo como apenas pudo en sus brazos.

-¿Qué demonios te pasa Popo?, me hiciste perder la carrera por agarrarte- Se quejó indignado Toon, pues había soltado el volante al ver de reojo como poco a poco caía el castaño de la parka azul. -¿Popo?-

Al ver que el rubio había abandonado la partida Ness, Villager y Nana miraron extrañados a su dirección encontrándose con que cargaba el cuerpo del castaño. Soltando inmediatamente sus controles y acercándose a ayudarlo.

-¿Qué tiene?-

-¿Estás bien?-

-¿Hermano?-

Un llamado tras otro, todos eran inútiles, Popo estaba inconsciente.

Ante la preocupación de los demás Ness tomó la iniciativa, poniendo sus dedos en el cuello de Popo para tomar el pulso. Al ver como le tocaba Toon le reclamó enojado:

-¿¡Qué piensas que estas haciendo!? ¡No lo toques así!-

-Solo le tomo el pulso genio- Contestó el azabache con sarcasmo, dándose con su palma en la cara, ¿Cómo se le podía ocurrir al hylian sacar sus celitos en un momento así? En fin, la prioridad era el bienestar de su amigo castaño y tranquilizar a los otros. -Esta estable, simplemente debió de haberse debilitado por el entrenamiento o otra cosa-

-¿Qué hacemos?- Objetó algo nervioso Villager.

-Llevemoslo con el Dr. Mario y pronto- Afirmó, o más dicho ordenó Nana.

Entre Toon Link y Villager comenzaron a cargarlo hacía el consultorio del doctor aludido. Este se encontraba a escasos pasillos de la sala principal, llevar a Popo no sería un trabajo muy difícil.

Ness pensó en seguir a sus amigos, sin embargo al mirar a Lucas, que había empezado a desaparecer las esferas brillantes, decidió esperarlo unos segundos para después dirigirse los dos juntos camino al consultorio.

La sala quedó vacía por completo, sólo yacían los controles que acaban de dejar en el suelo regados por toda la habitación.

Unos segundos despues del pequeño incidente, la princesa de Hyrule entró tranquilamente, a paso corto, sentándose relajada con intención de leer por unos minutos en el sofá, disfrutando del silencio y de las bellas palabras que leía mientras hojeaba dicho objeto.

Un peculiar brillo la saco de sus concentración con su lectura. Se trataba de una de las esferas de luz, que sin notar el psiquico de Tazmaly había olvidado ahí.

A consecuencia de que Zelda no sabía ni de quien era, ni que hacía, sin duda alguna la tomo en sus manos pensando.

"-Seguramente es una pelota anti-estrés-"

En el mismo instanque que la tocó, la esferas se esfumó repentinamente. Dejando desorientada a la princesa, con un horrible dolor de cabeza y vista borrosa.

Sintió que su teléfono sonaba, y al tomarlo se llevó la sorpresa que era una llamada de la diosa de la luz, pero en vez de contestar, por alguna extraña razón no pudo hacer nada, más que quedarse enbobada con la foto de Palutena mientras sus ojos hiban perdiendo su color azul y se teñían rosados.

Zelda se había auto metido en graves problemas, sin siquiera darse cuenta.

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¡Hi! ¡Es un milagro! ¡Actualicé en menos de un mes! Xdxdxd

¡Dios! Vi que el fanfic de repente comenzaba a ganar apoyo y votos por lo que me sentí culpable de actualizar cada mil lunas como siempre así que  ¡Tachan! ¡Aquí está el capítulo 4!

Por cierto, ¿ya vieron los separadores? Quise agregarle algo para agradecerles el apoyo y los hice. Se que no es tan perfectos porque estas hechos en el teléfono, dibujados con el dedito xdxd pero me pareció que eran un buen detalle.

Posiblemente en el siguiente haga separador de otro personaje, si quieren díganme a cual sugieren, me encantaría saber.

En fin ¡Los amo!! ¡Gracias por leer amores! 💜💙💚💛❤

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