Capítulo 2

Ya habían pasado varias horas, estaba empezando a anochecer. Todos los habitantes de la ciudad estaban yendo a sus casas y se preparaban para dormir... Bueno, salvo algunos.

Gru junto con su familia se habían hospedado en un hotel, aunque el primero parecía estar muy concentrado en algo. Y eso finalmente obtuvo respuesta.

El rastreador, en el cual Gru estuvo trabajando por mucho tiempo, finalmente funcionó. Por esa misma razón, después de acostar a las niñas, Gru junto con su esposa Lucy y su hermano Dru salieron justo en el atardecer y caminaron por las calles, siendo guiados por el rastreador.

Después de caminar por unos largos minutos, llegaron a un lugar que el rastreador había marcado. El parque de la ciudad.

Gru: Ya llegamos. Deben estar aquí, lo sé.

Lucy: Gru, dijiste eso hace dos horas. -*Dijo apoyando sus manos en sus rodillas*

Gru: Esta vez es verdad, Lucy... Lo puedo sentir, deben estar aquí.

Dru: Hermano, jurame. Jurame que si no los encontramos hoy, volveremos al hotel. No me siento seguro de dejar a las niñas solas.

Gru parecía no haber escuchado las palabras de su hermano, ya que abrió a la entrada del parque y se adentró aún más en este. Lucy y Dru rápidamente le siguieron el paso, estando justo detrás de este mientras se dirigía a una parte más alejada del parque.

Pasaron alrededor de dos horas, ya casi era de noche. La luna no estaba tardando en aparecer. El viento soplaba con mucha fuerza, haciendo que las hojas de los árboles hicieran un ruido que parecía ser sacado de una película de terror.

Gru seguía caminando por el oscuro bosque, mirando a los alrededores del lugar. Tenía una cierta mirada de esperanza en su rostro. No se iba a rendir hasta encontrar lo que buscaba. No se iba a detener hasta encontrarlos.

Lucy y Dru le seguían el paso lo mejor que podían. El clima, para ellos, se estaba volviendo pesado. El viento soplaba con mucha fuerza, y el aire frío ya los estaba congelando. Querían volver.

Lucy: Gru... Creo que ya debemos volver. El clima está empeorando.

Gru: No, están cerca. Lo sé. Puedo sentir que están aquí.

Dru: Gru, por favor. No deberíamos haber dejado a las niñas solas en el hotel. Con este clima, creo que se avecina una tormenta. Y Agnes le teme a los truenos.

Gru: No me iré hasta encontrarlos...

Lucy: Sé que los extrañas, Gru. Yo también los extraño. Pero ya se hace tarde y creo que tenemos que...

Gru: -*Voltea a verlos*- ¡¡¡NO ME IRÉ SIN MIS MINIONS!!! ¡¡¡LOS PERDÍ UNA VEZ, Y NO LO HARÉ DOS VECES!!!

La expresión de Gru mostraba una mirada de frustración. Pero, lentamente fue cambiada a una de tristeza. Unas lágrimas comenzaron a aparecer en sus ojos. Sí, su verdadera intención era encontrar a aquellos a quiénes perdió hace dos años. Desde entonces, dedicó todo su tiempo a encontrarlos, sin importar lo que cueste.

Lucy: Gru... -*Dijo tomando sus manos*- Escucha. Yo sé que es difícil para ti el que ellos no entendieran que tuviste que cambiar. Te comprendo. Yo también extraño a esos amiguitos. Pero, ya es tarde. Si quieres, podemos continuar buscando mañana por la mañana. ¿Sí?

Gru: Está... Está bien... -*Dijo secándose las lágrimas con su bufanda a la vez que formaba una sonrisa*

Dru: Sé fuerte, hermano. Créeme. Los vamos a encontrar mañana. Seguro que ellos finalmente te entenderán.

Finalmente, los tres se dispusieron a salir de ahí y regresar al hotel. Pero, algo ocurrió... Un fuerte ruido de pisadas los alertó. Parecían venir de todos lados, como si fueran múltiples personas caminando a los alrededores... Hasta que, en un momento, se detuvieron.

De pronto, algo o alguien que estaba detrás de unos árboles amarró unas cadenas alrededor de los cuellos de Lucy y Dru. Ambos calleron al suelo, siendo arrastrados por las cadenas hasta que chocaron con los árboles. Gru estaba sorprendido y horrorizado al ver esa escena, pero su sorpresa aumentó cuando vio al responsable.

Gru: ¡¡¡BOB!!! ¡¡¡BOB, ALTO!!!

Gru corrió hacia el minion para detenerlo, pero este simplemente lo empujó a un lado. Bob ahora lucía muy diferente a como Gru lo recordaba. Ahora tenía puesto una camisa de vestir de color negro y muy desgastada. También tenía unos pantalones azules algo rotos, y unos zapatos de constructor muy deteriodados.

Lucy/Dru: ¡¡¡G-GRU...!!!

Gru: ¡¡¡BOB, BASTA!!! ¡¡¡POR FAVOR!!!

Nuevamente, Gru intentó alejar al minion de su esposa y de su hermano, pero este lo hizo a un lado. Era como si Bob hubiera obtenido más fuerza.

Gru: ¡¡¡BOB, POR FAVOR!!! ¡¡¡ALTO!!! ¡¡¡BOB, POR FAVOR!!! ¡¡¡BASTA!!!

Bob ignoraba los gritos de Gru, y simplemente seguía ahorcando a Lucy y Dru con la cadena, mientras estos tocian por la falta de oxígeno.

Gru: ¡¡¡BASTA, POR FAVOR!!! ¡¡¡DEJALOS!!! ¡¡¡BOB, NOOOO!!!

Finalmente, Dru y Lucy cayeron al suelo. Sus ojos quedaron abiertos, mirando fijamente a Gru con una expresión de horror. No tenían señales de vida. Estaban muertos.

Gru rápidamente se levantó y salió corriendo a toda prisa. Sin embargo, Bob comenzó a seguirlo lentamente, pisando los dedos de los ya fallecidos Lucy y Dru en el proceso, y arrastrando sus cadenas en el suelo.

Gru se apoyó en un árbol. Miró detrás de él para asegurarse de que no lo siguieran. Empezó a llorar. Se sentía horrorizado y triste al ver como uno de sus viejos amigos había matado a su esposa y a su hermano a sangre fría.

De repente, un trueno iluminó el área. Gru pudo observar algo por la esquina de su ojo. Volteó rápidamente, y ahí lo vio. El líder de los minions, Kevin, parado en la oscuridad..

Gru: Kevin... Kevin, tienes que ayudarme, por favor. Algo le pasa a Bob. Él mató a mi esposa y a mi hermano. Por favor...

Kevin no dijo ni una sola palabra, solo miraba fijamente a Gru con un destello rojo en sus ojos. Él ahora se veía muy diferente. Debajo de su overol azul, traía puesto una camiseta a cuadros de color rojo. El silencio del minion hizo que Gru se diera cuenta de las verdaderas intenciones del minion.

Gru: No... No, ¿por qué haces esto, Kevin? Éramos amigos. ¿Por qué me haces esto a mí?

Gru nuevamente trató de huir a otro lado, pero se detuvo cuando, de repente, Bob apareció caminando hacia él. Sin embargo, no venía sólo. A un lado de él, estaba el minion de un solo ojo, Stuart. Este traía puesto una camisa de rayas verdes claras y oscuras debajo de su overol azul.

Gru: Bob, lo lamento tanto. No creí que esto les pasaría. Yo... Yo solo quise formar una familia.

Los tres minions simplemente permanecieron callados, caminando lentamente hacia Gru. Los truenos de la tormenta iluminaban todo el entorno, dejando ver un poco las apariencias de los minions.

Gru: ¿Por qué hacen esto? Solíamos ser amigos. ¡Basta! Por favor, se los ruego... En verdad no quería hacerlos de lado, lo juro. Solíamos divertirnos como amigos. Recuerda cuando éramos criminales, Kevin, cuando eramos villanos.

Los tres minions ignoraban las palabras de Gru, solo se acercaban a el de una forma amenazante. Gru retrocedió unos metros y chocó contra el árbol en el que estaba apoyado, sentándose lentamente mientras miraba a los minions con lágrimas en los ojos.

Gru: ¿Por qué me hacen esto? Nunca quise dejarlos de lado, lo juro. Recuerda cuando todos éramos amigos. Kevin, por favor... Basta.

Los minions miraron fijamente a Gru, sus ojos brillaban con un rojo intenso. Entre los tres, se agacharon a Gru y extendieron sus manos hacia él.

Gru: ¡No, por favor! ¡¡¡NOOOOOOO!!!

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Margo, Edith y Agnes caminaban por e bosque. El ambiente oscuro, junto con el ruido de las hojas moviéndose, hacían que las tres niñas se sintieran inseguras. Era como estar en una película de terror.

Agnes: Tal vez debimos esperar a que los adultos regresarán.

Edith: Iban a tardar de todos modos. Además, Gru siempre anduvo obsesionado con encontrar a ya saben quiénes.

Margo: ¡Sh! ¿No oyen eso?

Habían parado en un río. Unos pasos se escuchaban a los alrededores. Parecía que alguien las seguía de cerca, y esperaba por atacar en cualquier momento... Y pasó.

Justo al instante, alguien tomó del brazo a Agnes y la arrojó al río. Otra persona apareció detrás de Margo y Edith y las golpeó con un mazo en la cabeza. Mientras, Agnes trataba de nadar a la orilla, pero sólo vio una silueta amarilla pequeña con ojos rojos.

Bob se metió al agua, alzó su martillo... Y lo estrelló contra el cráneo de Agnes. La sangre no tardó en salpicar todo el alrededor.

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<Reportera 1: Conocidos como los Monstruos del parque de Tarabiscoville.>

<Reportero 1: Continúan las desapariciones...>

¿Horror o engaño? Las monstruos del parque de Tarabiscoville.

Múltiples recortes de periódicos mostraban diferentes noticias de desapariciones en el parque de la ciudad. Varias fotos, algunas con buena o mala calidad, parecían revelar a unas criaturas amarillas con ojos rojos brillantes.

<Reportera 1: Otra desaparición en el parque el día de hoy. Un cuerpo mutilado fue encontrado.>

Desaparecido

<Reportero 1: Conocidos como los Monstruos del parque de la ciudad. Tarabiscoville no te salvará.>

¡Monstruos en el parque!

<Reportera 2: Un cuerpo mutilado fue encontrado.>

Las autoridades habían colocado un cartel de "No pasar" en la entrada del parque, pues sabían que ya no era un lugar seguro gracias a todas las desapariciones y asesinatos ocurridas en ese lugar.

<Reportero 1: Otra desaparición en el parque...>

<Reportera 1: Se recomienda no visitar el parque hoy.>

<Reportero 1: Un cuerpo mutilado fue encontrado.>

<Reportera 2: Se recomienda no visitar el parque hoy.>

<Reportero 1: Nuevos asesinatos en el parque de Tarabiscoville.>

Los monstruos del parque de Tarabiscoville

<Reportera 1: Tarabiscoville no te salvará.>

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