Daba un pequeño paseo, estaba algo aburrida y quería desocupar su mente con cualquier cosa que quitara su aburrimiento

Se sorprendió de ver frente a ella al espadachín que había derrotado a Poseidón, el la miraba con molestia, una ceja alzada con una mueca en su labio inferior

—Estoy muy molesto con usted— escupió adoptando una pose recta  —señorita Alana— Sasaki la señaló —usted me ha robado algo que me pertenecía, quiero devuelta lo que me pertenece—

—¿Pero que le he robado yo, según usted?— Alana ladeó confundida su cabeza

—Mi corazón— cambió su expresión de molestia a una sonrisa cálida con un toque coqueto, llevó su mano al pecho, específicamente a la zona del corazón —usted me ha robado el corazón de una manera hermosa—

Sus mejillas se tiñeron de un adorable carmín, cubrió con sus manos su colorado rostro

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Ahora era Poseidón quien estaba adelante de ella, tenía su típica expresión seria sin mirarla a los ojos, Alana estaba confundida, ¿que quería Poseidón con ella?, ¿matarla?

Adiós mundo cruel, le iría mejor en el inframundo, ¡per hey!, ya tenía escrito su testamento por si llegaba a pasar algo como esto

—¿En que puedo ayudarte Poseidón?— preguntó con una sonrisa

Poseidón seguía con su expresión seria, no mostraba sentimiento alguno o eso parecía a simple vista

La miraba como la mayor basura que era, lo normal

—Prefiero un minuto a tu lado que una vida sin ti— dijo con firmeza

Confundida quiso preguntarle que significaba porque no entendió, después su boca se abrió en una perfecta "O" de la enorme sorpresa

¡Toma eso Anfirite!, en tu cara perra

—¿Entonces sigue en pie lo de la cita con tus...—

—Vete antes de que me arrepienta—

—Ok—

No tuvo que pedírselo dos veces, volando «de manera literal» se había ido feliz