7. La esperanza es peligrosa
Entré y subí las escaleras hácia su escritorio, donde siempre recibía las visitas.
Cuando llegué a la entrada dos guardias me esperaban.
-Tengo que hablar con el governador.-Les dije.
Ellos se miraron y luego me miraron a mi.
Entonces abrieron la puerta y ví al governador Hans escribiendo con una pluma en su escritorio.
Se cerraron las puertas detrás de mí.
-Oh, no sea tímida, siéntese.-Dijo mientras me mostraba la silla de delante de su escritorio.
Yo me senté nerviosa.
-He oído que quería hablar conmigo, ¿A que se debe ésta visita?-Me dijo acomodándose en la silla.
-Necesito un barco.-Dije un poco nerviosa.
-No tendrá nada que ver con su amigo pirata, ¿Verdad?-Entonces yo me estremecí.-Mire, Señorita Turner, usted, más que nadie, debería saber que los piratas están prohibidos en Port Royal.
-¿Si están prohibidos, entonces que hace mi padre aquí?-Dije seria.
-Le recuerdo que tenemos un trato con vuestro padre, él me dio parte de su botín, si no le castigábamos ni a el, ni a su madre.-Hizo una pausa.-¿Para qué necesita el barco, Señorita Turner?
-Jack Sparrow, mi hermano y yo, tenemos una misión que hacer y necesitamos un barco para hacerla. Y ese pirata, es el que salvó a mi padre. Le debo la vida, por eso lo acompaño, cómo un favor.
-Me lo habría esperado de usted, pero núnca de su hermano.-Dijo serio mientras se volvía a acomodar.-Usted sabe que las amistades con piratas tienen un castigo, ¿Verdad?.
-Sí, lo sé.-Dije seria.
-¿Y quiere dar su vida por un pirata? És un poco estúpido, ¿No cree?-Me dijo con una pequeña sonrisa, un poco maligna.
-Entonces, ¿Me matará?-Le dije seria.
-No veo la razón de no hacerlo, usted está inflingiendo las normas, otra vez, Señorita Turner.-Me dijo. Yo tragué la saliba.-¿De verdad cree usted que no sé todo lo que hace?-Soltó una pequeña carcajada.
-¿Cómo lo sabe?-Dije, con la voz un poco rota, entonces pensé en Eragon, él también me ayudaba.
-No tema por su amigo, señorita, tampoco debe temer por su hermano. Ellos carecen de importáncia para mí. Desde que vuestra madre murió, la he estado vigilando, señorita. Yo siempre he sabido todo lo que hacía. Siempre he sabido que se relacionaba con los salvajes de los subterráneos. Siempre he sabido que infringía las leyes. Sabía que cantaba. Pero núnca dije nada, quería saber hasta dónde llegaría.
-No tenía dinero, mi padre le entregó gran parte a usted, y todo lo que le quedaba lo gastó buscando a mi madre. Tenía que llevar dinero de alguna forma o habríamos muerto de hambre, ¿Eso lo sabía usted?-Dije seria.
-Oh, claro que lo sabía. Por eso tampoco dije nada, sabía que si no hacia eso morirían de hambre.-DIjo él.
-¿Por qué me cuenta todo eso, governador?-Le dije con miedo.
-Gracias a inflingir las leyes y las normas, le ha dado esperanza a la gente. Si una simple niña podía enfrentarse a mí y no salir herida, ¿Entonces por qué no iban a salir sin estar castigados ellos?. Les ha dado esperanza, Señorita Turner. Y debe saber, que la esperanza es peligrosa.-Hizo una pausa.-Los subterráneos quieren matarme, porque usted les ha dado esperanza.
-Yo núnca quise darles esperanza, sólo quería , mantener a mi família con vida.-Dije con la voz cada vez más rota.
-Lo sé, pero ellos no entienden ese acto como un acto de amor hácia la familia, lo entienden como un acto de rebeldía hácia mí.-Hizo una pausa.-Han habido levantamientos, han querido atacarme, señorita Turner. Pero no sólo los subterráneos, también gente del pueblo.-Hizo otra pausa-Les ha dado una chispa de esperanza, y no deseo que esa chispa se convierta en un fuego, señorita Turner.
-¿Por qué no me mata, y ya está?-Le dije seria y con la voz un poco rota.
-Porque yo deseo que seamos amigos, señorita.-DIjo abalanzándose hácia mí. Apoyó sus codos en la mesa y me miró con una sonrisa.-Le daré un barco y su amigo, su hermano y su padre quedarán inmunes de todos sus castigos. Le daré dinero a su familia y a su amigo. Si usted me da algo a cambio.
-¿Qué tengo que hacer?-Le dije seria.
-Enseñales que usted está de mi lado. Tiene que ser mi aliada, debe mostrarse agradecida por todo lo que he hecho por usted.-Me dijo.
-Debo convencérlos de que estoy de su lado.-Dije.
-No trate de convencerlos a ellos, covénceme a mí.-Me dijo serio.
-Lo haré.-DIje seria.
-Así me gusta, Señorita Turner.-Hizo una pausa.-¿Cuándo partirán?
-Mañana por la mañana.-Le dije.
-Mañana irá a la plaza y ahí dará un discurso, agradeciéndome todas mis ayudas.-Me dijo. Yo asentí.
-Gracias por todo, Governador Hans.-Me levanté y me dirigí hasta la puerta.
-Ah, y controle a su amigo, o tendré que acabar con él.-Me dijo.
Yo asentí y salí por la puerta.
No fui corriendo hácia casa, iba caminando a mi paso. Perdida en mis pensamientos.
Cuándo llegué, llamé a la puerta de casa. Will me abrió con una sonrisa, pero se le desvaneció al ver lo pálida que estaba.
Fui corriendo hácia Eragon y lo abrazé.
Empezé a temblar y a llorar.
-La esperanza es peligrosa...-Le susurré.
-¿Qué?-Me dijo él.
-Tenemos que estar de su parte. O nos matará. A todos.-Le dije mirándolo a los ojos.
-No podemos hacer eso.-Me Dijo.
-Me ha amenazado con castigarte, a tí, a mi padre, a mi hermano, a Jack.-Le susurré.-Nos ha dado un barco. Él nos dará dinero, para que os cuideis tú y papá. Ahora debemos estar de su parte, Eragon.
-No pienso aceptar su dinero. No estaré núnca de su parte.
-¡Te matará! ¡Nos matará a todos!-Hice una pausa.-Ahora debemos hacer entender a la gente lo agradecidos que estamos del governador.
-De acuerdo.-Me dijo serio. Pero parecía enfadado y molesto.
-Eragon... Nos torturará a todos si no nos ponemos de su parte,...-Le dije.
-Sé que no quieres que mate a tu familia, sé que la quieres proteger, ¿Pero quién les protege a ellos?-Hizo una pausa.-¡Les has dado una oportunidad, Elanor! ¡Ahora tienen que tener el valor de aprovecharla!-Hizo una pausa.-¡Todos dependemos de tí!
-¡Yo no quiero que nadie dependa de mí!-Le grité.-Ojalá estuviera muerta,...-Le susurré mientras me bajaban lágrimas.
Eragon cerró los ojos con fuerza.
-¿Qué tenemos que hacer?-Me dijo.
Entonces miré a mi hermano, mi padre y a Jack.
-Todos nosotros. El governador es nuestro aliado, él nos ha salvado la vida, y nosotros debemos mostrarnos agradecidos.-Dije.
-¿De verdad quieres hacer esto?-Me dijo Eragon pensativa.
-No me queda otra opción...-Susurré con los ojos llorosos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top