Autora: Taiwan (@PelucheTaiwan)

Título: Dentro de ese corazón

Género: Ficción general (en proceso)

Sinopsis: Quería que lo ayudara a dejar de pensar, con sus besos, su amor y con todo lo que podía ofrecerle, que sacaran de su mente a ese niño que le rezaba todas las noches a un Dios y unos ángeles, que nunca aparecieron.

En palabras de la autora: «Sinceramente, simplemente salió. No soy de esas personas que necesitan planificar una idea, los personajes, sus características, ¡para nada! Se me hace imposible. La verdad es que escribo cuando estoy muy deprimida, aunque no suene (ni se vea bonito), en cada uno de mis trabajos hay una porción de lo que sentía en ese momento en particular, todas se caracterizan por tener esa "raíz", por decirlo de alguna manera. Así que cuando los lectores dejan comentarios como "bonito", "bellísimo" o que simplemente les gusto, es como que me conmuevo y siento que hasta esos pensamientos tristes se vuelven hermosos en la escritura. Capaz que es muy cursi (es MUY cursi), pero no se como explicarlo de otra forma. Por está razón dejó a todos mis trabajos sin finalizar, porque la inspiración puede salir de todos lados, en particular, tomando de ejemplo a Dentro de ese corazón, salió de una situación vivida en el colectivo de camino a mi trabajo, que nada tiene que ver con la historia, pero se originó de un cúmulo de sensaciones y pensamientos, que tomaron forma de palabras y bueno, surgió xD»

Reseña hecha por Aladeriva-

Taiwan es argentina, aunque el usuario te diga otra cosa. Taiwan en realidad es una canción y también es arte. La conocí hace bastante. En una página mucho más oscura que esta. Ah, mejor no hablar de ciertas cosas, como dice Luca. Sin embargo, por ella, podría decirse, conocí Wattpad. Todavía no sé si agradecerte o qué, boluda. Aunque hubo otros factores, Taiwan fue de las primeras que me dio a conocer la existencia de esta plataforma naranja que a veces dan ganas de prender fuego. Sobre todo cuando historias como la de ella, pasan desapercibidas. Tirate un pedo, Wattpad.

Creo que desde que nos empezamos a leer, mutuamente, pegamos onda. Al menos, a mí me ponía re contenta recibir sus comentarios. En una página a punto de explotar de españoles y mexicanos, resultaba de lo más copado encontrarte con una voz similar a la tuya. Y que se hiciera escuchar. Porque también había argentinas que preferían usar el español neutral. Alguien que me lo explique, por favor, que no lo voy a entender nunca. Nuestra deformación del lenguaje es tan hermosa la concha de la lora.

Pero lo que quiero decir es que de repente leer un «che, boluda, me encantó» te roba una sonrisa enorme. Otro cuento a destacar de Taiwan, que te llega en serio, no sólo por el lunfardo, sino también por lo sincero, es Hasta las bolas. No sabía cuál de los dos elegir cuando me planteé hacer la reseña. Si este o el otro. Pero al final me quedé con este y voy a intentar explicar por qué.

Taiwan escribe sobre la comunidad LGBT, principalmente. Pero casi nadie lee cuentos y menos si son realistas y hablan de la identidad de género. Es el colmo de la impopularidad en Wattpad.

¿Encima de cuento, realista y con una marcada conciencia social?

Pfff~ Dejá que me voy a buscar sobre bad boys y chicas sexys.

Taiwan yo te leo, seguí así. Aunque no pueda llenarte el tablero de estrellas. Pero a quién le importa. Hacés lo que te gusta y hablás de lo que querés. Pero dentro de una comunidad llena de historias masticadas y repetidas hasta no decir basta, va a ser difícil encontrarte. Que no te tiren abajo los leídos. Todos buscan y consumen lo mismo y sino te lo meten a la fuerza. La popularidad no es garantía de calidad en un texto, ni mucho menos. No tiene nada que ver esto con la esencia de un escrito.

Ya lo dijo Daniel Mantovani, cuando ganó el Premio Nobel de Literatura, y cito:

«Hablaré en castellano (...) Por un lado, me siento halagado, muy halagado. Pero por otro lado, y esta es la amarga sensación que prevalece en mí, tengo la convicción de que este tipo de reconocimiento unánime, tiene que ver, directa y inequívocamente, con el ocaso de un artista. Este galardón revela que mi obra coincide con los gustos y las necesidades de jurados, especialistas, académicos y reyes. Evidentemente, yo soy el artista más cómodo para ustedes y esa comodidad tiene muy poco que ver con el espíritu que debe tener todo hecho artístico».

—El ciudadano ilustre (fragmento)

La recomiendo. Es alta película. Y no, el tipo no existe. Y aún así lo que dice es muy cierto.

Retomando, ya mencioné que valoro lo personalidad de un texto y la sinceridad, sobre todo, de las palabras. Espero que se entienda que no tiene nada que ver con el estilo realista en sí. Podés hablar de la realidad de una manera superflua y vacía y cuadrada. No es el caso de Taiwan. Ella transforma letras en sentimientos. Ha encontrado su propia voz y desea hacerse escuchar.

Lo primero que me llamó la atención en Dentro de ese corazón es la sinopsis y el hecho de que me conmueva al mencionar un Dios en el que no creo. Existe algo, sí. Pero elijo otras palabras para denominarlo. No importa. El punto es que me llegó. Porque el chico está rezando por su libertad. Así de fuerte es el deseo de ser aceptado y lo sufre. Esto me duele mucho. Muchísimo. Ni siquiera es necesario darle un nombre al protagonista. El Derecho a la Identidad existe y es general y abstracto. Todos lo tenemos y no nos puede ser arrebatado.

No estoy a favor de las etiquetas. En lo particular, no les veo mucho sentido. Es largo el tema. Pero acá lo que se plantea es que el chico está atrapado en un cuerpo que no siente suyo. Que se mira al espejo y no se reconoce. Que no es lo que el resto le pide que sea y mucho menos aquello que ven. Lo encierran y lo condenan y es terrible. Entonces sí, cuando es así, es re importante romper con todo esto y decir quién sos en realidad. Y acá nace la etiqueta. La etiqueta que no discrimina, ni encasilla, sino que intenta restablecer un orden.

¿Quién sos?

Él era una mujer. Así se sentía y así se lo gritó al cielo. Por eso deseaba la libertad de vestir lo que quisiera y maquillarse los ojos y acostarte con quien se le dé la gana. Con un hombre que desnudara su cuerpo y también su alma y lo aceptara por sobre todo. Es lo que todos deseamos.

Dentro de ese corazón es un cuento corto. Taiwan en orden cronológico narra los berrinches que los padres no toleraban, ocultos tras el verdadero problema que jamás pudieron aceptar, y el dolor que esto le causa al chico. Porque no era un juego, sino una decisión personal, y cito:

«Ni Dios ni los ángeles lo volvieron mujer, ni la mirada de decepción de su madre y los golpes de su padre hicieron que ocultara lo que quería ser».

—Dentro de ese corazón (fragmento)

Acá se habla de lo que el resto calla y se avergüenza. No hay autores que defiendan estos temas. Deben ser muy muy pocos. Hasta ahora acá, vi sólo tres y una es Taiwan.

De hecho, las veces que yo escribí sobre el tema, como pude, los lectores me dijeron que esto no suele verse. Y no, no se ve. Y de lo que no se ve, no se habla y se estigmatiza. Por eso es importante sacarlo a la luz. Y no, necesariamente, como dicen por ahí, tenés que padecer, vivir, experimentar esta situación. Existe la empatía y la libertad de expresión. Taiwan, yo, y cualquiera, puede hablar y dar su opinión. Esta es la suya y ustedes también tendrán su postura.

Dentro de ese corazón es un título más que adecuado. Porque nos revela el interior de un ser cuyo físico no delata su esencia. No es tan obvio a simple vista. Es necesario ir mucho más allá. Lo esencial es invisible a los ojos, dicen algunos. Pero la gran mayoría de las veces es sólo de la boca para afuera. Es mucho más común ver en sociedad el rechazo a lo diferente y la discriminación. No todos somos iguales. Es más, si se quiere crear una sociedad igualitaria, aunque suene contradictorio, es necesario respetar las diferencias.

A mí me gustó mucho la historia (y hace poco subió un segundo capítulo). El ritmo me parece el adecuado y la ortografía es buena. Dentro de ese corazón es un llamado de atención, un mensaje y una crítica y si te digo más te cago el final. Sí, se lee de un tirón.

Ha sido un gusto encontrarme con ella. Porque representa lo que yo defiendo y lo que creo más loable: la escritura hecha de sentimientos, no palabras arrancadas del cementerio de un diccionario.