Capítulo 14- Ciudad de la furia

Úrsula:

—Que linda te ves, Úrsula— susurra Matthew volviendo hacia arriba, sin dejar de observarme con profunda atención.

Me sonrojo ante su comentario, prosigo sujetando una sábana que se encuentra a mi lado para taparme y recostarme junto a él.

—Te diré que follas increíble, Matthew Stone— suspiro acomodando mi desordenado cabello.

Él sonríe mordiéndose el labio inferior. Maldita imagen hermosa de su rostro.

—No me sobrevalores tanto, Úrsula. Me siento extraño. Y tú también follas increíble, el sexo es de a dos. No como los imbéciles que afirman son los únicos que pueden lograr que las mujeres sientan placer ¿No es una declaración muy inútil?

—Oh claro que sí, sé de eso.

—Las mujeres son mejores, además de multi orgásmicas. Los hombres liberamos muy rápido, ustedes son únicas sexualmente, eso me fascina.

Río en bajo ante su comentario

— ¿Cómo follo, Matthew Stone? — prosigo melosa. Ya estoy fuera de mí completamente.

—Puro instinto, tus caderas moviéndose y buscando más habla de mucho fuego, Lee. Y debes fantasear mucho más. Lo puedo ver y percibir.

Río nuevamente, siento mis mejillas cálidas y sus ojos brillosos observándome.

Suspiro otra vez reacomodando la sabana mientras dedico la mirada hacia arriba.

—Lo único cuando te dije que estabas ideal para pintarte, te intimidaste o avergonzaste un poco ¿Puedo saber por qué? — cuestiona curioso.

Oh, Matthew. Esa es una larga historia.

—Soy algo insegura con mi cuerpo, a veces. De adolescente mucho más, pero poco a poco lo fui superando. En el sexo simplemente me dejo llevar sin que ese pensamiento me carcoma, el placer me gana por goleada.

—Me parece perfecto que te dejes disfrutar en lo sexual, pero debes aprender del amor propio, Lee. Los humanos somos distintos y los detalles que no nos gustan nos hacen únicos.

—Claro, pero también existe el dolor interno, las emociones, los sentimientos, la mente.

—La mente es infernal— su mirada se pierde hacia arriba con cierta nostalgia y dolor. Pocos segundos donde puedo percibir claramente de que algo muy grande oculta. Algo que muero por saber pero que sé uno debe contar cuando lo sienta. — pero para eso existe el arte, para despedir la mente al carajo y llevarla a una fantasía eterna.

—Admiro tu capacidad de ver la vida, Matthew. No sé qué te habrá ocurrido pero, es increíble que puedas apreciar las cosas buenas.

—Tú también deberías, Úrsula.

—Lo intento todos los días, de a poco lo iré logrando. ¿Sabes que eres muy sabio, Matt? Pareces tener una sabiduría única. De verdad, déjame decirte que nadie me encandilo en todos los sentidos como lo estás haciendo tú.

Sonríe algo tímido dedicándome una mirada llena de ternura.

—Oh carajo... ¿Acabo de intimidar a Matthew Stone?

—Sh— susurra riéndose— es que me recuerdas mucho a mi abuela, Lee. Ella siempre admiraba todo lo que era y lo que fui formando desde pequeño. En parte me haces revivir lo lindo de que le importes a una persona.

¿Quién fue tan inútil de no querer a este hombre?

—Lo mereces. Quiero aprender más de ti, del arte, de todas las reflexiones que liberas y...— pauso.

— ¿Y? — susurra mirándome perverso. Carajo, Matt.

—Es que cualquiera pensaría que soy una zorra, pero las experiencias sexuales que me estas brindando son únicas, que seas artista erótico, no lo sé, Matt. Tienes como algo adictivo y provocativo en tu persona...

—No eres ninguna zorra, Lee. Eres una chica que simplemente se deja ser y vivenciar en el cuerpo. Créeme que para personas como yo, es demasiado provocativo y encantador encontrar a alguien como tú. Pero si, la sociedad es una mierda, lo habíamos hablado. Te criticaran por todo...

Jodido artista. No hay un puto momento en que no sienta una chispa de fuego por ti, Matthew Stone.

—Exacto, debe ser porque tuve malas experiencias y a causa de eso quedé con el dolor de cómo me juzgaron...

—Lo iras superando, de verdad. Cuando te hablo de amor propio no es solo autoestima, es aceptar lo que ocurrió, soltar y no dejar que nunca nada ni nadie más te provoque un estado bajo de energía.

—Claro...— suspiro viéndome hoy, introspeccionando mi interior.

—Lo importante es que nadie apague tu fuego nunca, Lee. No te hablo en términos sexuales, te hablo en todos los sentidos. Debes brillar y arder en la vida con lo que se te cante. La libertad es el regalo más valioso. Y respecto al sexo, es un arte encantador. Pero pocos le dan el verdadero valor que se merece, pocos desmenuzan los sentimientos y lo que puede despertar en tanta conexión de dos cuerpos...

—Sera que el sexo contigo es espectacular, Matt.

—Aventura artística— continúa mirándome nuevamente con una sonrisa de costado. Se acerca brindando besos húmedos en mi cuello, lo que me paraliza otra vez.

— ¿Te acuerdas cuando te dije que eres como una maldita droga que quiero experimentar? — suspiro con los ojos cerrados. Él gime en afirmación mientras sus manos tocan apreciadamente mi cintura— definitivamente te volverás la droga más fuerte de mi vida.

—Eres tan tierna, Lee— besa mi abdomen, mis pechos y sube nuevamente a mi cara. Lo apretujo suavemente con las palmas de mis manos.

—Tu también— le sonrío dándole un beso intenso.

Nos separamos un pequeño instante. Él toma un cigarrillo de la mesa para deleitarse en su aroma y gusto. Lo observo fascinada, como cada vez que fuma.

— ¿Te gusta mucho, verdad?

Exhala el humo levantando sus cejas y aprobando lo que sea que esté pensando.

—Me gusta mucho, pero es una adicción mala. No soy tan perfecto como crees, Úrsula.

—A veces lo prohibido es demasiado provocativo.

—Tal cual.

—De todas maneras me encanta verte fumar...

Gira su cabeza mirándome con una sonrisa perversa.

— ¿Ah, sí? ¿Qué te llama la atención de un adicto fumando?

Río por su comentario.

—Oh, Matthew. Eres muy atractivo, debes reconocerlo. Fumar te da un aire de sensualidad, no lo sé.

— ¿La pitada en la boca? ¿La forma de succionar?

Carajo, ya está provocándome otra vez.

—Puede ser— relamo mis labios nerviosa. Sonríe volviendo a mirar hacia arriba. Observo mi celular para ver la hora.

Doce de la noche. Once de agosto.

—Hoy es once de agosto, Matthew Stone ¿Te suena?

Su mirada se pierde en las estrellas, pensativa.

—Carajo— refriega su mano libre en el rostro— su cumpleaños.

—Su cumpleaños— sonrío afirmativa.

Es tan genial que con Matthew tengamos un fanatismo en común.

—Cerati— susurra observándome.

—Tan solo él...

—Recitemos frases de Soda Stereo, entonces. Acuéstate. Mira el cielo con atención, él está en una de esas estrellas, como el ángel eterno que siempre fue y será.

Me acuesto otra vez junto a él. Su cabeza posa en mi busto, mis dedos juegan rebeldemente con su cabello.

—La ciudad de la furia...Buenos Aires.

—Qué tema

—Sublime.

Suspiro mirando atentamente las estrellas, sin dejar de observarlas con atención.

—Buenos Aires se ve, tan susceptible... es el destino de furia...lo que en sus caras persiste.

—Me...— susurro débil— dejarás dormir al amanecer...

—Entre tus piernas, entre tus piernas— tararea en una voz completamente suave— sabrás ocultarme bien y desaparecer... entre la niebla.

Silencio. Comodidad. Confort en nuestros cuerpos juntos, descansando uno sobre el otro, recordando un poco de la magia de un cantante que amamos.

— ¿Tienes creencias del más allá, Úrsula Lee?

—Sí, me fascinan esos temas. No soy de investigarlos, pero me gustan las personas que hablan de sus creencias.

—Dicen que Cerati era un alma eterna, que vivió de demonio y ángel, que transcurrió años y años de historias espirituales, hasta que pudo conservar esta vida en la tierra con su cuerpo pero que tenía un claro objetivo: llegar a la humanidad de alguna manera. Y fue a través de la música.

Quedo paralizada ante sus palabras.

— ¿De verdad? — pregunto curiosa.

Él se levanta despacio de mi busto para dedicarme una mirada profunda.

—No lo sé, pero se trata de creencia. Si lo crees es algo mágico ¿Verdad? —reflexiona. Mi mano se dirige a su marcado rostro, apreciándolo.

—Es hermoso. Sus letras son muy profundas.

Vuelve a acostarse sobre mí, deleitándose en mi perfume. Abre la mirada pensativa.

—Cada una de sus letras te transmiten un sentimiento y una reflexión inexplicable, por ejemplo, ciudad de la furia habla sobre Buenos Aires. La letra presenta a un personaje alado que sobrevuela Buenos Aires por la noche, en una actividad solitaria que a la vez siente que lo une con los demás. Con la llegada del día, llega el descanso entre las tinieblas y el refugio de la luz solar, ante el riesgo de que el sol derrita sus alas. Esta descripción de "personaje que vive de noche y le huye al día" también fue interpretado por varios como una concatenación de la vida rápida en los 80: se extrañaba a la tierra, el día a día, pero se vivía indefectiblemente de noche. Se vivía indefectiblemente de noche.

—Oh, Matthew. Que increíble reflexión.

—La noche, la noche es tan mágica.

—Con la luz del sol, se derriten mis alas... solo encuentro en la oscuridad, lo que me une con la ciudad de la furia— tarareo finalizando. Sus manos se dirigen a mi cintura, tomándome con fuerza para abrazarme.

—Él me enseñó mucho con sus canciones. Yo sí creo que es un alma eterna, su experiencia y sabiduría es única.

—Él también me enseñó mucho— beso su cabello volviendo atrás, relajándome otra vez con la cabeza apoyada.

—Por Cerati— susurra débil.

—Por Cerati— finalizo cerrando los ojos e imaginando la ciudad de la furia.

Soda Stereo- Ciudad de la furia

Me verás volar

Por la ciudad de la furia

Donde nadie sabe de mí

Y yo soy parte de todos

Nada cambiará

Con un aviso de curva

En sus caras veo el temor

Ya no hay fábulas en la ciudad de la furia

Me verás caer

Como un ave de presa

Me verás caer

Sobre terrazas desiertas, oh

Te desnudaré

Por las calles azules

Me refugiaré

Antes que todos despierten

Me dejarás dormir al amanecer

Entre tus piernas, entre tus piernas

Sabrás ocultarme bien y desaparecer

Entre la niebla, entre la niebla

Un hombre alado extraña la tierra

Me verás volar

Por la ciudad de la furia

Donde nadie sabe de mí

Y yo soy parte de todos

Con la luz del sol

Se derriten mis alas

Solo encuentro en la oscuridad

Lo que me une con la ciudad de la furia

Me verás caer

Como una flecha salvaje

Me verás caer

Entre vuelos fugaces, oh

Buenos Aires se ve

Tan susceptible

Es el destino de furia, es

Lo que en sus caras persiste

Me dejarás dormir al amanecer

Entre tus piernas, entre tus piernas

Sabrás ocultarme bien y desaparecer

Entre la niebla, entre la niebla

Un hombre alado extraña la tierra

Me verás volver

Me verás volver

A la ciudad de la furia

A la ciudad de la furia

https://youtu.be/KJErovbo2Hs

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