22 | Desvanecerse por completo

Este capítulo es un poco duro por cierta escena que se narra, de ahí que haya decidido poner este aviso al principio. Además, de ninguna manera justifico lo que ocurre y si alguna persona pasa por una situación similar, recordad pedir ayuda de manera inmediata. Nunca os calléis ni os sintáis culpables 💙

Siempre he tenido el firme pensamiento de que si algo puede empeorar, lo hará.

La conversación con Baylee y Ralen sigue dando vueltas en mi cabeza, y aunque por momentos intento mentalizarme de que todo ha sido un mal sueño, no sirve de nada porque cada palabra que recuerdo se clava aún más en mi corazón a pesar de que han pasado un par de semanas. Justo ahora todas las advertencias que me dio Ralen sobre Elijah tienen sentido.

Me siento una completa idiota.

Mi móvil vibra por tercera vez en menos de quince minutos y apuesto lo que sea a que se trata de un mensaje del chico de ojos verdes. Sé que no puedo pasarme el mes que queda de curso sin enfrentar la situación, pero no me siento capaz de verle a la cara. Todavía estoy dolida por su mentira.

Alzo la cabeza mirando al techo y suspiro.

—¿Siena? —La voz de Lorie me trae de vuelta a la realidad—. ¿Estás bien?

Niego con la cabeza.

No lo estoy en absoluto, porque el nudo en el corazón sigue ahí. Y por momentos las ganas de llorar no se van.

—Odio sentirme así, ¿sabes? —pronuncio casi en un susurro.

Noto como se hunde el colchón y veo a Lorie sentarse al borde de mi cama. Durante los siguientes segundos no dice ninguna palabra. Pasa su mano por mi pelo y cierro los ojos disfrutando de sus caricias. A veces el silencio habla por sí solo.

—Es normal que ahora mismo tengas una mezcla de sentimientos dentro de ti y no pasa nada —dice, después de unos minutos.

—No soporto que la gente me mienta, Lorie.

Me duele que las cosas con Elijah no hayan salido bien, pero me molesta aún más la manera en que ha terminado todo. ¿Cuál era su intención desde el principio? ¿Reírse a mi costa? ¿O a costa de Baylee? Si no quería estar con ninguna, que hubiera ido con la verdad por delante. Al final ha demostrado ser un completo capullo y yo me siento mal por haber creído en sus palabras.

Él no está interesado en ti.

—Lo sé, y es una putada... La cuestión es... ¿Y ahora qué? Aunque no quieras, debes hablar con él.

Asiento.

Mi amiga tiene razón, no quiero pasarme el tiempo que me queda en Londres hecha una mierda por culpa de Elijah. Para avanzar, primero tengo que cerrar esta etapa. El móvil vuelve a sonar en mi mesilla. Giro la cabeza y estiro la mano para cogerlo. En la pantalla de bloqueo veo varias notificaciones de mensajes recientes. La mayoría de ellos provienen de mi conversación con Elijah.

Suspiro y entro en el chat que tenemos en común. Gran parte de los mensajes son preguntándome dónde estoy y por qué no doy señales de vida. Cierro los ojos por un segundo y me atrevo a mandarle un tenemos que hablar. Su respuesta llega de manera inmediata, como si estuviera esperando mi mensaje desde hace un buen rato.

—Ya está —contesto, bloqueando el móvil—. Hemos quedado en su casa en un par de horas.

—Perfecto. —Sonríe levemente—. En cuanto mandes a la mierda a ese capullo, tú y yo nos vamos de fiesta para despejarnos.

Vuelvo a recostarme en mi cama y miro al techo de la habitación. Quiero llorar porque lo necesito, pero tampoco quiero darle el gusto a Elijah por lo que me ha hecho. No se merece ninguna de mis lágrimas.

—¿Crees que estaré bien? —pregunto casi en un susurro.

Lorie agarra mi mano y me da un leve apretón.

—Lo estarás. Eres una persona increíblemente fuerte, Siena.

Froto mis manos por el pantalón antes de llamar al telefonillo. Durante el trayecto en autobús estaba tranquila, pero ahora mismo los nervios me recorren el cuerpo.

"Todo estará bien", me digo.

Una vez entro al portal, me lo pienso mucho antes de subir las escaleras. Después comprendo que no he llegado aquí para nada y que debo cerrar esta etapa. No puedo huir aunque lo que me apetezca sea estar en mi cama viendo cualquier película que me ayude a olvidarme un poco de todo.

Mi mano roza el timbre de su casa y me obligo a forzar una sonrisa.

En cuanto se abre la puerta no me da tiempo a reaccionar, porque Elijah se abalanza sobre mí y me rodea en un profundo abrazo. Me tenso en sus brazos, pero al final le correspondo. "Recuerda el plan, Siena", digo para mí misma.

—Has venido... —habla, como si no se creyera del todo que estoy en su casa.

Pasa una mano por mi pelo y me obligo a no apartarme.

Me encojo de hombros.

—¿Por qué no iba a hacerlo?

—No contestabas mis mensajes... Estaba preocupado. —Suspira.

"Sí claro", pienso, y a punto estoy de decirlo en voz alta, pero enseguida me arrepiento. Me quedo en silencio durante varios segundos, sin saber muy bien qué contestarle. Elijah aprovecha para tomar mi mano y guiarnos por toda la casa hasta la que imagino que es su habitación. Aprieto el puño, de manera disimulada, de la mano que tengo libre. Esto me está costando más de lo que pensaba.

Desliza su mano por mi espalda, acariciando mi piel desnuda. Un escalofrío me recorre el cuerpo, y no por placer, sino por asco.

—Te he echado de menos...

—Yo... —Intento encontrar las palabras, pero se han quedado atoradas en mi garganta.

Nos empuja hasta su cama y se coloca sobre mí. Esta situación no me gusta nada. Las cosas se están volviendo intensas y cuando en los ojos de Elijah veo brotar lujuria, siento que es momento de mandar el plan a tomar por culo y exigirle respuestas.

—Baylee me ha hablado de ti —suelto sin pensar.

Sus manos se detienen justo en mis caderas. En sus ojos veo confusión.

—¿Disculpa?

No me gusta nada el tono de voz.

—Sí —repito—. Tu otra novia. Bueno, ex-novia.

Niega con la cabeza.

—No sé qué cojones dices, Siena.

—¿Te ha divertido jugar con las dos? —pregunto con cierta rabia.

Por un segundo pienso que va a disculparse, pero entonces en su cara se dibuja una amplia sonrisa. No es lo que esperaba. Sus manos aprietan aún más mis caderas y el corazón comienza a latirme a gran velocidad. Este no era el plan. Intento alejarme, pero su agarre es firme y me cuesta moverme.

—Creí que te gustaba acostarte conmigo.

Su voz me hiela la sangre.

Vuelvo a hacer el esfuerzo de levantarme y salir de ahí, pero sigo atrapada. Entonces se me ocurre darle una patada en los huevos para ganar algo de tiempo. La idea funciona bastante bien, al menos eso creo, porque cuando estoy a punto de abrir la puerta de su casa, noto como Elijah me agarra del brazo con fuerza. Volteo en su dirección y abro los ojos de par en par cuando veo que en su mano derecha hay un pequeño cuchillo de cocina.

Trago saliva con miedo.

Lo siguiente sucede demasiado rápido. De pronto siento el filo del cuchillo rozar mi espalda y me cuesta procesar que Elijah acaba de hacerme un corte. Grito de dolor y mi reacción le pilla desprevenido, así que como puedo aprovecho para huir de su casa. Tengo ganas de llorar, pero lo primero es buscar un sitio seguro. La espalda me arde y a pesar de no ver la herida, sé que estoy sangrando. Camino apresuradamente sin mirar atrás hasta que me termino topando con una mujer de mediana edad.

—¿Qué sucede, joven?

En su cara vislumbro preocupación y eso me da aún más ganas de llorar. Volteo y le muestro mi espalda sin emitir ninguna palabra. Un grito ahogado escapa de su boca. Cierro los ojos deseando que todo sea una pesadilla, pero cuando la mujer rodea mi brazo con delicadeza, comprendo que no estoy soñando. Me guía hasta un estacionamiento y me indica que me suba al coche. Dudo, pero no tengo otra opción. Me siento muy cansada para caminar y tampoco me apetece pillar el autobús.

Saca una toalla del maletero y la coloca sobre el asiento del copiloto.

—Ahora vamos a ir al hospital, ¿vale? Tienen que verte esa herida.

Asiento.

Me recuesto en el asiento y cierro los ojos durante el viaje para tratar de olvidarme de todo.

Mi mirada se halla fija en un punto de la habitación.

Nunca me han gustado los hospitales. Pese a que están repletos de gente, desprenden mucha soledad.

—¿Cómo te encuentras?

La enfermera que me atendió hace unos minutos aparece en mi campo de visión.

Debe rondar los cuarenta años. Me mira igual que la mujer que me trajo hasta el hospital, con cierta pena, y eso tan sólo me hace sentir más culpable. Siento que la he cagado y que he hecho las cosas mal. Agacho la cabeza.

—No lo sé...

Y es cierto. Dentro de mí hay una mezcla de sentimientos que ni yo misma sé explicar. Tengo rabia acumulada, odio e impotencia. Mucha impotencia. Me siento idiota y culpable porque creo que podría haber evitado la situación.

Camina hasta mí y dejo que me tome la mano.

—No te conozco, pero puedo intuir que eres una chica muy valiente.

Suspiro.

Me gustaría decirle que tiene razón, pero yo no me siento así. Si me mirara al espejo, vería el reflejo de una chica débil con una herida en la espalda que me va a acompañar el resto de mi existencia, recordándome que confié en la persona incorrecta.

—¿Puedo quedarme un rato aquí? —pregunto señalando la cama.

No quiero volver a mi habitación y preocupar a mi amiga.

La mujer asiente con una leve sonrisa y me deja descansar.

Cuando vuelvo a quedarme sola, me recuesto en la cama. Fijo la vista en el techo y entonces un recuerdo viene a mi cabeza. La noche donde Elijah y yo visitamos el planetario de Londres. Ante nosotros se alzaba un cielo repleto de estrellas. Siento las lágrimas recorrer mis mejillas. Sus palabras sobre las enanas rojas tienen más sentido en este instante.

Me siento insignificante, pero a diferencia de esas estrellas, noto como algo me está consumiendo por dentro a la velocidad de la luz y que en cualquier momento me desvaneceré por completo sin que nadie pueda evitarlo.

¡Hola!

Ha pasado una eternidad desde que actualicé esta historia, pero la inspiración no me ha acompañado estos últimos meses. Después de mucho, he logrado escribir el capítulo final.

¿Qué os ha parecido?

¿Esperabais que la relación entre Siena y Elijah terminara de esta forma?

¿Qué hará Siena cuando vuelva a Moonlight? ¿Contará lo que sucedió en Londres?

¿Y qué será de Elijah?

Todas estas preguntas y más se resuelven en Bajo el Lucero del alba, novela completa que podréis desbloquear por 74 monedas y que me hará muy feliz si lo hacéis 🥺💙

Gracias por llegar hasta aquí y nos vemos pronto con el epílogo de esta historia 💫


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top