Problema

Finalmente había llegado a la cafetería, al entrar buscaba con la mirada a su extravagante maestro de artes pero no hubo éxito, ofuscada se marchaba pero fue detenida por su alegre y carismático profesor de historia.

— ¡buenos días joven tanaka!.— exclama con alegría asustando a la menor.

— ¡rengoku-sensei, no me asuste así!.— dice asustada por su repentina aparición.

— disculpame, hace un rato me encontré con uzui en los pasillos.— mencionó.— esta todo bien entre ustedes dos?.— pregunta preocupado.

Olvia desvía la mirada y rengoku comprendió de inmediato, le acarició la cabeza y le sonrió con alegría.

— date prisa, esta rondando por los pasillos cerca del patio principal.

— gracias rengoku-sensei.— agradeció con una reverencia para acelerar el paso.

Agitada caminaba por los pasillos, ya no quería correr más, como envidiaba la condición física de otros en este momento. Hasta que finalmente lo encontró, estaba de pie mirando por la ventana hacia el patio principal.

La curiosidad le había ganado así que decidió mirar también, habían muchos estudiantes reunidos y miraban a la azotea de la escuela.

— que horror.— murmura siendo escuchada por tengen.

— que esta pasando, sabes algo?.

Tanaka miro a su lado para notar que uzui estaba cerca de ella, la menor volvió a dirigir su vista al patio.

— todos están jugando grita tu pasión, quiere ir a ver?.

Tengen la observa confundido.

— qué, acaso no conoce el juego?.— el albino negó.— Es cuando los estudiantes confiesan su amor o algún secreto gritandolo desde la azotea.

— ¡¡Nezuko-chan te amo!!.— grita un rubio de voz graciosa desde la azotea.

— ¡hay no, zenitsu!.— le respondió tanjiro por su hermana.

El patio estalló en carcajadas al igual que olvia y tengen al escuchar aquel rechazo.

— uzui-sensei porque esta evitandome, acaso hice algo mál?.— se acarició asi misma el hombro en consuelo.

— no, no hiciste nada malo.

— entonces cual es el problema?.

<<tu padre es el problema>> pensó para si mismo.