Advertencia
Parte uno

— que tanto balbuceas olvia.

Asustada alzó su mirada para encontrarse a sanemi quien la veía con semblante serio.

— ah es usted shinazugawa-sensei.— suspiro de alivio.— no es nada la verdad.

— entonces que haces aún en la escuela?.— mencionó con obviedad.— deberías de haberte ido a tu casa ya.

— exacto.— afirmo.— debería pero no quiero.

— esta tu papá en casa, no?.

El semblante de la menor cambio ante la mención de su padre, fruncio el seño y apretó sus puños.

— quieres que te acompañe a casa, sabes que no tengo problemas y genya tampoco.

Olvia sonrió agradecida y nego, se levantó de las escaleras.

— agradezco lo que hacen por mi ustedes pero no puede cuidarme por siempre sensei.— hizo una reverencia.— ¡ah! Y dígale a genya que mi mamá le preparó esos dulces que tanto les gustan a ustedes.— se despide para ir a su casa dejando a sanemi ahí.

Shinazugawa suspiro preocupado.

— esa era Tanaka?.

— si porqué?.— le respondió al maestro de artes.

— se le quedaron sus materiales de dibujo así que pensé en dárselo, pero ya se marchó.— inventó una excusa al maestro de matemáticas.

Shinazugawa lo miro con obviedad haciendo sudar nervioso a tengen, rendido finalmente suspira.

— esta bien.— aceptó.— ella tiene problemas en su casa, su padre la hostiga?.

Sanemi se acerca a el amenazante y lo señala.— más te vale no ir a su casa ni preguntarle nada oíste!?.— le advirtió.— su padre es un imbécil y si te metes con el te hará trocitos.— finaliza para marcharse.

Uzui quedó de pie en la entrada de la escuela pensando en aquella amenaza, conocía más o menos a sanemi y sabía que cuando le advertía sobre algo o alguien era por un motivo en particular.