Capitulo 7
Los personajes de Naruto, no me pertenecen yo solo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro.
—¿Que tal si Tobirama es quien pide tu mano? Piénsalo, pertenece a un clan muy poderoso además muere por ti.
—Tenten tiene razón Hinata, estoy segura que él es quien pedirá tu mano—aseguró Sakura tratando de darle ánimos a la morena.
—Él no te dejará escapar. Te vamos a ayudar en esto Hina y si tenemos que obligarlo a que se case contigo, lo haremos—afirmo Ino con tono de triunfo.
—Yo-yo no creo que él este interesado en mi—las chicas rodaron los ojos, Hinata podía ser tan despistada y tan inocente para algunas cosas.
Una luz de esperanza ilumino el adolorido corazón de la Hyuga. ¿Sería posible pasar el resto de su vida junto a él? Lo respetaba y admiraba tanto. Con ese semblante serio y sin emociones, pero cuando sonreía iluminaba todo, incluso su alma, que aveces se sentía tan oscura por falta de cariño. Recordó que en el hospital, estuvieron a punto de besarse y no pudo evitar sonreír al mismo tiempo que se sonrojó, solo por pensar en él.
Después de la conversación sobre Tobirama, el ánimo de la ojiperla aumentó. Las cuatro chicas se despidieron y las tres aseguraron a Hinata, que no la dejarían sola. Ella sintió su corazón calentarse por contar con amigas como ellas.
[...]
Los días avanzaron hasta que ya faltaba una semana y dos días, para la boda de Hinata con el Uchiha. Tobirama ya había mandado su petición al clan Hyuga, pero aún no recibía respuesta y eso lo tenía algo inseguro. Hashirama le dijo que todavía no se hacía público lo del matrimonio y que ese era el motivo de no obtener respuesta, pero sus dudas sólo aumentaron, puesto que la información no coincidió con lo que habló con Kurenai.
Ahora encontraba en la cascada esperando por ella. Esa mañana envío un halcón con una nota para Hinata... Hashirama le ordenó una misión que duraría alrededor de dos semanas y no podía partir sin antes verla. Tenía mucho sin hablar con ella debido a las misiones que cada vez se hacían mas frecuentes, al parecer, algunas princesas de las otras naciones estaban desapareciendo y los familiares, estaban desesperados por obtener información. Esta vez fue Mei Terumi, la Mizukage de la niebla, quien pidió ayuda a Konoha. Partiría por la mañana junto a Kakashi y Anko, sólo esperaba que a su regreso, ya estuviera la respuesta a su petición. De pronto la miró avanzando hacia él y sonrió de medio lado sin poder evitarlo. Se veía hermosa, vestía un vestido color violeta, con flores negras, el cabello estaba atado en una coleta alta y desde lo lejos la miró sonreírle sólo a él. Todas sus dudas y ansiedades, desaparecieron sólo con tenerla cerca.
Hinata vio a lo lejos a su sensei. El corazón latía rápido y las mariposas en su estómago no se detenían. Esa mañana recibió un mensaje en su ventana, se sorprendió cuando lo leyó, pero se apresuró a terminar con sus pendientes y poder estar lista para la hora marcada en el mensaje. Tenía muchas ganas de verlo, quería hablar con él, tenía la esperanza que él comentará algo acerca de su próximo matrimonio, aunque su padre no volvió a tocar el tema, lo cual agradeció.
Llegó hasta dónde esperaba y la sorprendió al tomarla en un abrazo, ella se sintió derretida en ese pecho cálido y con ese olor tan varonil que sólo él poseía.
Tobirama la apretó fuerte, sin llegar a ser mucho como para lastimarla, no quería que ese momento terminara, los dos se separaron y se sentaron juntos a las orillas del lago.
La notó algo inquieta, así que se posicionó frente a ella y levantó su barbilla para mirarla a los ojos—¿Que te pasa pequeña?—preguntó con su vos tan seductora, que Hinata tuvo que tragar saliva.
—Es yo-yo...—trató de hablar, pero no sabía como decirle sobre el futuro matrimonio, se sentía tan avergonzada.
—Sabes que puedes confiar en mi ¿verdad? —preguntó el Senju para tranquilizarla y ella asintió dispuesta a contarle todo.
El Senju la miró derramando lágrimas de esas perlas que tanto le gustaban. Sin poder soportar un minuto mas, la tomó en sus brazos sorprendiéndola al sentir su boca sobre la de ella. Hinata abrió mucho los ojos, pero conforme el beso fue avanzado, se dejó llevar por la pasión del momento. Tobirama la beso despacio, sintiendo como abrió su boca para dar acceso a su lengua, se sintió en el más puro y exquisito placer.
Se separaron por falta de aire y permanecieron con sus frentes unidas y los ojos cerrados—¡Te casaras conmigo bonita! —afirmó él con absoluta seguridad.
—Pe-pero usted—Hinata de nuevo perdió las palabras y Tobirama sonrió.
—Mande mi petición hace unos días—ella lo miró sin dar crédito a las palabras—Posiblemente te parezca que soy un aprovechado, debido a la diferencia de edades, pero estoy enamorado de ti—confesó al ya no poder mas con ese sentimiento.
Ella abrió la boca... para ese momento los dos estaban de pie y él la sostenía de la cintura con uno de sus brazos de manera posesiva.
—Yo-yo también siento que lo amo sensei—él le acarició las mejillas para limpiar el rastro de lágrimas que aún permanecía en ellas.
Los dos se sintieron dentro de su propia burbuja, se besaron de nuevo... y por alguna extraña razón, no se querían despedir el uno del otro. Tobirama le dijo que a su regreso hablarían con todos de su matrimonio, ella estaba de acuerdo, pero se negaba a dejarlo ir, aún sabiendo que ella también tenía que volver al complejo, o estaría en problemas.
El Senju no recordaba cuando fue la última vez que se sintió tan feliz. Sabía por Kurenai, que ella sentía algo por él, pero escucharlo de sus labios fue surrealista. Su boca era tan dulce, tan adictiva, que mejor uso su autocontrol para separarse y regresar a sus hogares.
—Vamos bonita, no quiero que té reprendan por mi culpa—la animó a caminar.
Hinata sonrió y se sonrojó por las palabras y su preocupación hacia ella, aún no se lo podía creer. Los dos caminaban tomados de la mano, puesto que todavía estaban lejos de las personas. Cuando llegaron a dónde se despedirían, Tobirama la atrajo hacia él para otro beso. En el momento en que estaban por pegar los labios, decenas de cuervos comenzaron a rodearlos haciendo un gran escándalo. El Senju, los observó con el ceño fruncido. Había algo extraño en esas aves, pues así como llegaron, también se esfumaron. Ambos optaron por despedirse con un emotivo beso del Senju en la frente de Hinata y cada uno tomó caminos distintos, para llegar a sus viviendas.
[...]
El lider Uchiha estaba muy impredecible desde que firmó el contrato, pues no tenía el poder para controlar los movimientos de su prometida. Los días que siguieron fueron frustrantes para él. Una tarde se dirigió hacia el cuartel Anbu, para que Itachi firmara unos documentos relacionados con el clan Uchiha. Podría mandar a alguien mas, pero quería cerciorarse por si mismo, que su "novia" se mantenía lejos del Senju.
En el momento en que estaba a punto de llegar, la miró, ella no se percató de su presencia, llevaba una bolsa con lo que parecía ser bentos de comida. Vestida con ropa ninja, la cual resaltó todas sus curvas, se adentró en la edificación. La siguió tratando de no ser notado.
Apenas entró en el cuartel y las miradas masculinas, no se hicieron esperar y para colmo, ella les sonreía a todos, incluyendo a las mujeres. Al llegar cerca de la oficina de Itachi, dos Anbus la retuvieron para conversar con ella, o eso era lo que la Hyuga creía, porque para Madara, fue mas que obvio, que solo la querían cerca, para pasar sus miradas llenas de lujuria sobre Hinata.
Estaba tan enojado con los dos tipos y también con ella ¿que acaso esa mujer no sabe lo que ocasiona en los hombres? Se pregunto negando con la cabeza. De pronto salió el mismo Hyuga del festival, miró a los Anbus con molestia y rápidamente tomó a la niña de la cintura, para colocarla por detrás de él y así evitar que continuaran mirándola. Itachi también salió con expresión desaprobadora hacia sus compañeros. El Hyuga le quitó la bolsa a la joven y se la entregó a Itachi. Tomó a Hinata con ambos brazos y desapareció con ella en una nube de humo.
—¿Que pasa Itachi-San ? Parece, que Neji te contagió lo celoso—preguntaron con malicia.
—Les advertí que no molesten a Hinata-San y siguen haciéndolo.
—Solo queríamos saludarla, ella si es amable, no como el amargado de Neji.
—Suficiente Genma, será mejor que se marchen, ustedes no trabajan en esta área—Hayate y Genma desaparecieron al igual que Neji, pero antes gritaron divertidos
—"CELOSOS "
Itachi entró a la oficina y se dispuso a comer su bento, pero la presencia de su tío lo estaba fastidiando, pues ya lo había notado desde que llegó—¿Piensas entrar o seguirás espiando desde las sombras? —preguntó con indiferencia. Madara se paró frente al escritorio de Itachi y lo miró comer sin prestarle atención—¿Que se te ofrece?—el azabache mayor sacó los documentos y se los lanzó, para que los firmara. Itachi se apresuró hacerlo y seguir con su comida. El lider Uchiha permaneció parado frente a él, estaba cabreado por el Hyuga y su cercanía con su prometida.
—¿Que le pasa a ese tipo se cree el dueño de la Hyuga? —preguntó sin querer sonar muy interesado. Itachi continuó comiendo con el rostro sin expresiones.
—¿Te refieres a Neji?—el Uchiha mayor asintió ante lo obvio.
—Él es el protector de Hinata-san, él nació para cuidar de ella.
—¿Que quieres decir? —inquirió el mayor.
—Neji es hijo de Hizashi Hyuga, el hermano menor de Hiashi ¿Entiendes ahora? —cuestionó el joven y Madara se sorprendió, pues mucho se hablaba del sello maldito de los Hyugas—él siente adoración por ella, no permite que nadie la moleste o se pasen de listos, como sucedió ahora mismo. Neji morirá por defenderla, porque él es mas que un protector que lo hace por obligación, él lo hace por devoción, ella se lo ha ganado, puesto que jamás activaría el sello para dañarlo—concluyó Itachi.
Madara apretó la mandíbula, odio saber que eran tan cercanos. Cuando llegó al distrito Uchiha, invocó un cuervo y lo mandó a espiarla. El ave mandaría información de Hinata. Esa fue la única manera que encontró, ya que él no podía estar tan cerca, sin ser detectado.
Los días continuaron y el cuervo seguía con su encargo. No pasó nada importante, hasta ese día, día en que el cuervo envió lo que veía. Ella estaba con el Senju.
Grito como poseído y rompió todo a su paso. Solo dos días... dos malditos días faltaban para que se mudara cerca de él.
Hizo uso de todo su auto control, puesto que no podía mostrase. Las imágenes de los dos juntos, confesando sus sentimientos lo enloquecieron a tal grado, que no les permitió acercarse de nuevo y mandó una parvada de cuervos hacia su dirección para impedirlo.
La siguió en las sombras de la noche, hasta que entró en el complejo Hyuga. Sabía que no era buena idea llegar así a su casa y mejor se fue a entrenar en lo profundo del bosque de la muerte, de lo contrario, no estaba seguro de poder controlarse. Nunca antes sintió lo que estaba sintiendo en ese momento, verla tan feliz, después de besarse y confesar que también ella lo amaba, causó en él algo que no sabía que era, solo sentía dolor en su pecho. Corrió lo mas rápido que pudo para tratar de sacar esa sensación.
[...]
El día en que la Hyuga se mudaría al distrito Uchiha llegó. Madara entró en la habitación de Izuna. Lo miró sentado al lado de la ventana, se acercó a él poniendo la mano derecha sobre su hombro y dijo—Me voy a casar hermano—eso de inmediato, atrajo la atención de Izuna, pero, no dijo nada para que su hermano continuara—me casare en una semana, aquí dentro del distrito Uchiha, ella debe llegar hoy vivirá en la casa que está frente al jardín en medio de nosotros y de Shisui y Obito. Después del matrimonio, la traeré a vivir conmigo.
—¿Quien es la novia? —preguntó Izuna.
—Te mencioné unas semanas atrás, que pronto podría vengarme de lo que te hizo el Senju.
—¿Que tiene eso que ver?—cuestionó Izuna.
—Pues, que la mujer con quien me caso, no es otra que la princesa Hyuga, la misma mujer, de quién esta enamorado Tobirama Senju y que incluso, mando petición para pedir su mano, sin embargo, fui mas rápido y la pedí primero—Izuna se quedó pasmado. El plan de su hermano siempre fue vengarse, pero no penso que llegará a suceder. Conocía al Senju y nunca lo miró interesado en alguna mujer, a pesar de siempre estar rodeado de ellas, al igual que los Uchihas ¿Quien podría ser ella para atrapar su atención y ahora amar a Madara?
—¿Como lograste enamorarla y quitársela en tan poco tiempo? —preguntó con curiosidad.
Madara se sintió molesto. Ella no lo amaba, a quien amaba era al Senju—Bueno...ella aún no sabe que yo soy el novio, ella piensa que se casara con ese imbecil. Hoy le dirán que su prometido es un Uchiha, sin embargo, no le dirán quien es, no lo sabrá hasta la ceremonia.
—¿Como hiciste para lograrlo? —el más joven aún estaba sorprendido.
—Me basé en las antiguas costumbres del los Hyugas, obtuve información, e hice algunas amenazas para que me aceptaran. ¡La verdad! No se cómo la convencieron a ella, pero no me importa. Lo que importa, es que el Senju se quede sin la mujer que ama mientras soy yo quien la tiene.
—¿Pero y si no le agradas a ella?
—Esa mocosa no es importante para mí, hermano, sus sentimientos no me interesan en lo mas mínimo, ella será la pieza de venganza, que estuve buscando todo este tiempo. No será un matrimonio como los demás, ya que no hay amor de mi parte—aseguró Madara.
Izuna observó a su hermano hablar con despreció de la prometida, luego recordó que el lider Hyuga, solo tenía dos hijas y eran menores que Sasuke—¿Estas seguro que Tobirama la ama? Solo debe ser una niña con escasos dieciocho años.
—Lo estoy... Deberías escucharlo hablar de ella, es como si describiera a un ángel... y en cuanto a su edad, aún no ha cumplido los dieciocho, los cumplirá pronto—respondió Madara.
—Entonces si mal no recuerdo, ella es la misma Hyuga a la que Mikoto le tiene tanto cariño, recuerdo que siempre hablaba de ella y como cocinaban juntas, incluso, mostró interés en que terminara con Itachi... Mikoto se molestara Madara—advirtió Izuna.
—Lo se y hoy mismo se los haré saber a todos durante la cena—salió de la habitación de Izuna, algo animado, pues su hermano habló con él, mas de lo que hablaba en todo un año. Con eso estuvo seguro, de haber tomado la decisión correcta.
[...]
Hinata les contó a sus amigos sobre el matrimonio. Kiba enloqueció diciendo que patearía el trasero de los ancianos. Shino se mantuvo sereno, pero por dentro estaba que se lo llevaba el diablo. Naruto hizo casi lo mismo que Kiba y los demás se mantuvieron serios.
...
Hinata estaba terminando de peinarse después de un baño, cuando llamaron a su puerta, al abrir miró a Neji frente a ella—¡Nii san!—le pareció raro verlo a esa hora, dados sus horarios de trabajo en Anbu.
—Hiashi Sama nos mando llamar, nos espera en su oficina—le informó Neji.
Hinata sitio el corazón acelerado, estaba segura que se trataba de su matrimonio con Tobirama. Cuándo llegaron, Hanabi ya estaba en la oficina y no perdió tiempo en mirar a Hinata con despreció, pero esta vez la ojiperla no le prestó atención, ella solo quería saber sobre su sensei.
Hiashi, miró a sus dos hijas y a su sobrino. Neji se mostraba serio, pero se notaba impaciente y con la mirada fría. Hinata permaneció sonrojada y nerviosa sin tener idea de como su vida iba a cambiar drásticamente... Sintió un nudo en la garganta, su primogénita se iría para siempre, esa misma tarde.
—¡Bien! Los mande llamar a los tres, para ponerlos al tanto de los acontecimientos que ocurrirán a partir de hoy...¡Hinata!—la llamó, para atraer su total atención—Como te informé unas semanas atrás, tendrás que casarte—Neji abrió mucho los ojos y se puso rígido, Hanabi se sobresaltó, pero guardó silencio.
—Si padre—contestó la Hyuga mayor.
—Entonces, debo rebelarte que ya fuiste prometida para alguien—hizo una pausa antes de continuar—esa persona pertenece a Konoha. Hinata no pudo evitar una sonrisa de alivio y alegría, sus mejillas se sonrojaron y casi pensó que lloraría de tanta felicidad. Si, era él, era Tobirama, no había nadie mas, solo él—Hoy mismo abandonarás el complejo Hyuga. Vivirás una semana en el clan de tu prometido, y al terminar la semana, se celebrará tu matrimonio.
—Hiashi Sama ¿De que se trata todo esto? —cuestionó Neji furioso y tratando de contener la creciente ira... eso no podía estar pasando.
—Hinata acepto casarse y renunció al liderazgo del clan, para evitar que sellen a Hanabi y la manden a la rama secundaria—reveló el patriarca.
—Pero Hiashi-Sama debe haber otra solución— Neji trató de buscar alguna alternativa.
—Créeme Neji, no la hay... busque todas las maneras, estudie pergaminos y no encontré ninguna forma que no fuera, la ya mencionada.
—Basta de drama, mejor dinos ¿quién es el prometido ? —pregunto Hanabi con burla. Lo que hizo que tanto Hiashi, como Neji, la miraran de con desaprobación.
La mente de Hinata era un caos ¿Cómo podía casarse en una semana? Eso no podía ser, dado que su sensei, no regresaría hasta en dos semanas.
—¡Hinata!—la llamó su padre de nuevo para obtener su atención, pues la noto perdida. Ella levantó el rostro inseguro hacia él—tu prometido es un Uchiha—eso fue todo lo que necesito para ponerse pálida, sintió como si la atacaran con decenas de kunais a la misma vez y comenzó a respirar con dificultad.
—P-padre ¿como que un Uchiha? —preguntó en un murmullo apenas audible.
—¿Que Uchiha? —inquirió Neji, con los puños apretados.
—Lo siento, no puedo revelar esa información. El prometido de Hinata, quiere permanecer sin mostrarse hasta el dia de la boda, la cual se celebrará en el distrito Uchiha.
—P-padre por favor ¿como puede ser? —la vos se quebró y no le importaba—¿Acaso no hay mas propuestas?—Hiashi miró como su hija mayor empezó a quebrarse. Claro que hubo otra propuesta, pero llegó después que la petición del Uchiha y ya no se pudo hacer nada.
—Hinata te dije que la primer petición es la que se tomaría en cuenta y tu futuro esposo, fue quien primero la entregó—Hiashi se estaba derrumbando al mirar a su hija así. No soportaba la culpa, otra vez le fallaba y estaba seguro, que si ella se echaba a llorar, él también se derrumbaría junto a ella, así que hizo lo mejor que sabía hacer,cuando la miró tratar de argumentar—BASTA HINATA —le grito ganando la atención de los tres —será mejor que té hagas a la idea de una vez... si te niegas, es posible que sobrevenga una guerra entre clanes y tu no mereces ni siquiera un enfrentamiento, mucho menos una guerra.
—Hiashi-Sama...por favor—reprochó Neji.
—Suficiente Neji! Ella debe entender de una buena vez—Hinata no supo que dolió mas, si enterarse que no se casaría con Tobirama, o las duras palabras de su padre... Con el orgullo Hyuga que aún poseía, hizo una reverencia.
—Lo ciento padre no sucederá de nuevo, ahora me retiro, con permiso—Hiashi miró el cambio de su hija y supo que sus palabras la habían herido, pero según él, esa era la única manera de mantenerla fuerte.
Neji quería golpear a su tío. Él sabía que Hinata era inalcanzable, nunca le confesó lo que sentía por ella, sin embargo, siempre conservo una pequeña luz de esperanza, sobre todo, cuando ella dejó de interesarse en Naruto ¿Y ahora? Ahora no tenía ninguna esperanza y lo peor, estaba seguro que el prometido de su prima no era Itachi, que era el único Uchiha en el que podía confiar, para que la cuidara.
—Ustedes también pueden retirarse—les indico el lider Hyuga.
Neji salió sin decir ni una palabra, pero Hanabi permaneció en su lugar sin moverse, hasta quedar a solas con su padre.
—¿Cuando me nombrarán heredera?—Hiashi miró a su hija muy molesto. Ella estaba con expresión de burla, parecía no entender el gran sacrificio que su hermana estaba haciendo por ella.
—¡Hanabi! Este no es el momento para hablar de ese asunto, deberías ayudar a tu hermana a empacar sus pertenencias.
Hanabi chasqueó la lengua—Tiene a todos los criados que la adoran, que ellos la ayuden—dicho esto, salió de la oficina de su padre.
...
Hinata trataba torpemente de sacar sus cosas de los cajones, pero no podía, estaba temblando por el llanto. Su puerta se abrió, ella ni siquiera lo notó y cuando sintió que no podía más, los cálidos brazos de su primo la sostuvieron dándole ánimo, de donde ya no quedaba nada.
Se dejó guiar hasta la cama, sentándose los dos sin romper el abrazo hundió su rostro en el pecho de Neji y se dedicó a llorar sin esperanza, ya no le importaba quebrarse frente a todos. Neji la abrazó con ternura, le dolía tanto verla así, pero no dijo nada, solo la dejó desahogarse. Él sólo le acariciaba el cabello y palmeaba su espalda. No supo cuándo tiempo pasó, hasta que alguien toco la puerta, Neji, pidió pasar a quien fuera que toco. El Hyuga observó a Kurenai frente a él y llamó suavemente a su prima para atraer su atención. Hinata reacciono y se puso de pie con el rostro lloroso, Kurenai extendió los brazos para recibirla en un abrazo maternal y Neji salió, para darles privacidad.
—¡Sensei!—la llamó Hinata mientras Kurenai, continuó tratando de calmarla.
—Lo siento tanto mi niña—le dijo con dolor.
—¿U-usted ya lo sabe?—cuestionó incrédula.
—Tu padre me mando llamar, dijo que me necesitarías, también me puso al tanto del clan de tu prometido—la Hyuga lloró de nuevo— tranquila inata ya no llores así, recuerda que tú eres muy fuerte, siempre me he sentido orgullosa de ti y se que esto no te vencerá. Piensa que tal vez tu futuro esposo, sea un buen hombre y llegues a sentir cariño por él—Hinata se paralizó.
—No creó, no lo creo sensei, pero trataré de ser una buena esposa—aseguró limpiando las lágrimas. Kurenai le dio un beso en la frente y entre las dos terminaron de empacar todo. Hinata se dio un baño rápido y Kurenai la ayudó a vestirse, para partir a su nuevo hogar.
[...]
Todos los Uchihas se reunieron en el comedor de la mansión del líder, como todas las semanas. Suki trajo unas copas y una botella de vino, todos se sorprendieron porque en ninguna ocasión usaron copas, ni tampoco vino, a lo mucho, tomaban sake de vez en cuando. Suki sirvió el vino en las copas y en cuanto terminó, se retiró hacia la cocina.
—¡Bien! Ya que estamos todos reunidos, quiero que hagamos un brindis para celebrar que en una semana me caso—anuncio el lider Uchiha.
—¿Que? —Sasuke y Shisui, gritaron al mismo tiempo. Tobi se puso de pie y comenzó a brincar alrededor de la mesa, derramando líquido de su copa por todos lados.
—Tobi es un buen chico, Tobi tendrá una tia, Tobi esta muy feliz.
Mikoto y Fugaku, miraron al líder esperando mas información. Itachi sólo quería que no fuera lo que estaba pensando.
—Así es, me caso en una semana, de hecho mi prometida debe estar llegando a la casa que ocupará estos días, hasta que llegue la boda.
—¿Quien es tu prometida?—finalmente preguntó Itachi, en tono serio. Madara sonrió con suficiente hacía su sobrino.
—Es Hyuga Hinata—Mikoto se levantó de la silla, Sasuke percibió el aura oscura que provenía de su hermano, Fugaku y Shisui, permanecieron en shock y Tobi, paro de brincar.
—¿Que te pasa Madara? ¿Que broma de mal gusto es esta?
—Ninguna broma Mikoto, pedi su mano hace tres semanas y el consejo Hyuga, me la concedió en ausencia del líder... a decir verdad, tampoco tuvieron opción de negarse—añadió sonriendo.
—Es una niña Madara, ella es incluso menor que Sasuke—reprochó Mikoto desesperada.
—Hmph el Senju, es dos años menor que yo y con él, no te parecía algo mal. Además, la edad no cambia nada lo que está por suceder.
—No es lo mismo Madara, ella no te ama, ella siente algo por Tobirama, todos nos dimos cuenta en el festival. Por favor hermano, no hagas eso, es una canallada—Madara se levantó golpeando la mesa, Akuma que estaba a sus píes, se irguió junto a su amo, lanzando un gruñido de advertencia.
—Esta decidido y no pienso retroceder, la Hyuga será mi esposa, les guste o no...Otra cosa, no quiero que nadie se acerque a ella mientras permanezca en el distrito Uchiha. La chica no sabe que soy su prometido, lo sabrá el día de la boda—dicho esto, salió de la mansión llevándose a Akuma con él.
Tobi, salió corriendo sin que nadie se diera cuenta. Itachi chasqueó la lengua, Mikoto, comenzó a llorar y se fue rápido del comedor, subió las escaleras y entró en la habitación de Izuna.
—Tú eres el único que puede detenerlo, Izuna por favor, convence a Madara para que no se case con Hinata Hyuga—Izuna miró a su hermana mayor, la cual, lloraba muy alterada.
—¿Porque tendría yo que intervenir en las desiciones de Madara? —cuestionó desinteresado.
—Porque lo que está haciendo, no lo haría, si no fuera por ti, por vengarse de Tobirama Senju, la joven no tiene nada que ver en eso... por favor, intercede por ella, Hinata ama Senju-san y él a ella—Izuna se sorprendió, pues Madara le dijo que el Senju amaba a la chica, pero no mencionó que también ella lo amaba.
—No tengo ningún interés en lo que pasé con esa mujer. Si ella ama al Senju, debe ser igual de despreciable que él—Mikoto, comprendió que fue un error pedirle ayuda a Izuna, él también odiaba a Tobirama y si Hinata lo amaba, él también la odiaría a ella. Derrotada se marchó sin decir nada mas.
Suki escuchó todo y las lágrimas no se hicieron esperar ¿Como podía ser posible que su líder se casara con otra? Con alguien, que ni siquiera pertenece al clan Uchiha. Ella fue quien mas compartió intimidad con Madara, pensó que él había empezado a sentir algo por ella ¿ahora esto?—Maldita mujer—susurró cuando se fue a la cocina.
[...]
Hinata avanzaba por las calles del distrito Uchiha, junto a dos guardias que la fueron a escoltar desde el complejo Hyuga. Se despidió de Ko llorando, él también lloraba. Neji, la abrazó fuerte, tratando de calmarla, al igual que Kurenai. Miró a su padre y a Hanabi y no se acercó a ellos, solo les hizo una reverencia. Los criados la despidieron con bendiciones y lágrimas, ella les agradeció sus muestras de cariño y se marchó junto a los guardias Uchiha. Camino en silencio, con sus ojos puestos en el suelo. Las personas la miraron, algunas con curiosidad otras con miradas hostiles, pero a ella no le importó, no ahora que su corazón se estaba partiendo a la mitad. Su Sensei y ella ya nunca mas podrían estar juntos.
Llegó a la casa donde viviría y antes de entrar, un miembro del consejo Uchiha, la esperaba. Le dio la bienvenida y le entregó las llaves, junto a un pergamino con las reglas que debía seguir. Se despidió del Uchiha, quien se marchó llevándose los guardias. La chica abrió la puerta de la casa, observó, que no era muy grande, pero era realmente bonita y acogedora. La cocina estaba equipada con todo lo necesario para cocinar. A la derecha se encontraba una mesa con cuatro sillas de madera oscura y un poco mas a la izquierda, se hallaba una sala de estar, que contaba con tres bonitos sofás de cuero negro. Las paredes eran grises, ni oscuras ni muy claras, dándole un contraste agradable al amueblado. Salió, de la cocina y camino por un pasillo, que contaba con tres puertas, dos de ellas eran habitaciones y la otra un baño con un lavabo y un espejo que ocupaba toda la pared. La tina era lo bastante grande como para caberle tres personas de su tamaño, las paredes eran blancas al igual que el piso de cerámica. Abrió las dos puertas de las habitaciones, una de ellas estaba completamente vacía, pero la otra tenía una gran cama, con sábanas azules al igual que las cortinas, la cama era de madera y contaba con dos cajoneras a los lados y sobre ellas había unas lámparas. De frente a la cama, permanecía un peinador del mismo color que la cama y las cajoneras. Por último, dos puertas, una de ellas era un armario y la otra un baño, igual de grande y lujoso que el otro. Se sintió tan sola, tan perdida, no tenía ánimo ni para desempacar su mochila que trajo con ella, ya que el resto de sus cosas las traerían mas tarde, se fue hacia la cocina y se asustó, cuando miró que alguien esperaba por ella.
—Tobi es un buen chico, Tobi quiere darle la bienvenida a Hime-chan—Hinata lo miró, sin decir nada. El intruso llevaba puesta una máscara naranja con espirales, donde se podía mirar solo un ojo, estaba vestido completamente de negro y portaba una capa también negra pero con el logo del clan Uchiha. Estaba segura de haberlo visto antes
—Tobi esta triste, Hime-chan no lo recuerda, a Tobi le gusta la comida que Hime-chan cocinaba—entonces lo recordó.
—Eres el sobrino de Mikoto-san ¿verdad?—Tobi comenzó a brincar asintiendo. Ella nunca antes hablo con él, sólo lo miró algunas tres veces, pero Mikoto le dijo que Tobi amaba sus dangos y rollos de canela, así que siempre los hacía pensando en él. No obstante, ahora se sintió rara frente a él. Ella no estaba acostumbrada a desenvolverse fácilmente frente a los hombres, aunque si Tobi era sobrino de Mikoto no debía temer ¿verdad?. Tobi dejo de brincar y la miró fijamente, Hinata se sonrojó y comenzó a juntar sus dedos índices, lo que hacía cuando estaba nerviosa.
—¿Porque Hime-chan esta triste ¿Porqué sus ojos están hinchados de llorar?— pregunto con voz preocupada.
—No-no es nada, e es sólo que, deje a todos para venir aquí y me siento sola—lo dijo con una sonrisa amarga.
—Tobi es un buen chico, Tobi quiere ser tu amigo ¿me aceptas?—lo pidió tendiendo su mano. Hinata lo miró y extendió su mano también para saludar. Ella se sintió bien al tomar la mano de Tobi y se relajó—¿Entonces ya somos amigos? —preguntó Tobi con sus manos juntas, a la altura de su pecho, como niño rogando por un dulce. Ella asintió y le sonrió con sinceridad, pues algo en él le inspiró confianza.
—Si Tobi, ya somos amigos—remarco la ojiperla.
—Tobi es un buen chico, Tobi quiere dangos, Tobi quiere que Hime-chan lo enseñe a preparar rollos de canela—Hinata lo vio y sonrió de nuevo, miró hacia la cocina y decidió que era una buena manera de no pensar, haciendo una de las actividades que mas disfruta. Los dos entraron en la cocina y comenzaron a buscar lo que usarían.
[...]
Madara paseaba con Akuma por el distrito Uchiha. De pronto notó al perro ponerse algo ansioso y lo supo, ella ya estaba dentro de sus dominios, pues Akuma percibía el olor de extraños a muchos kilómetros de distancia. Siguió caminando por todas las calles, hasta que ya no quedó luz del día, así que decidió mirar que estaba haciendo su "prometida ".
...
Hinata preparó comida para ella y también para su "nuevo amigo"Se sorprendió al mirar, todo lo que comió Tobi, no supo dónde le cabía tanto. Cuando los dangos estuvieron listos, preparó dos tazas de té para ambos. Estuvo segura que él ya no podría comer mas, pero de nuevo se equivocó, pues Tobi comió todos los dangos que sirvió para él y además, comió los que quedaron en la cocina, diciendo que eran los mejores que probó en si vida. Ella le sonrió, como a un niño pequeño.
—Tobi es un buen chico, Tobi dejara a Hime-chan descansar—los dos se dirigieron afuera, ella lo acompañó hasta el jardín frente a la casa y se quedó observando su alrededor. Miró una casa muy grande, a la derecha de donde estaba ella. La propiedad , contaba con un gran jardín y con la poca visibilidad, pudo divisar unas fuentes. Si activaba el Byakugan, le sería fácil escudriñar el entorno, sin embargo, optó por no usarlo en una muestra de respeto a las personas que residían allí. A la izquierda había otra casa, donde Tobi dijo que vivía. La casa de Mikoto se miraba al frente, de donde se hallaba ella, lo supo, porque la visitó, muchas veces, años atrás.
En lugar de entrar a la propiedad, la rodeó por afuera para ver como era el patio. Al llegar, se encontró con un pequeño estanque. Fascinada camino hacia él y observó peces de diferentes colores. Se veía relajante apreciarlos mientras se movían y brillaban a la luz de la luna. Suspiro cuando enfoco los bonitos árboles de cerezo que rodeaban el lugar, sin embargo, al final del jardín, ya no quedaba nada, solo los grandes árboles del bosque, que al parecer, empezaba al final del patio de las tres casas. La oscuridad era completa no había ni una sola luz. Se sintió intimidada y con miedo por estar sola tan cerca del basto bosque. Por alguna razón, no podía dejar de mirar hacia los árboles, cuando escuchó un gruñido fuerte, era algo que nunca antes escuchó. Con mucho miedo, dio unos pasos hacia atrás y corrió dentro de la casa, cerró con llave y se fue hacia la habitación, para meterse a la cama. No tenía idea, que animal fue el que hizo ese gruñido, pero no quería averiguarlo.
...
El lider Uchiha subió a uno de los árboles junto a Akuma y desde ahí observó la casa, donde estaba la chica. Un rato después, ella salió junto a (Obito Tobi) ¿pero que hace él aquí? Se pregunto así mismo, mirando al perro. Se tomó el puente de la nariz con impotencia. Solo esperaba que Obito, no hubiera hablado de mas. Los miró hablando de forma amable, luego él se fue dejándola sola. Ella se dedicó a observar sus alrededores, estuvo un rato mirando hacia su mansión, luego a la de Shisui y Obito. Ella caminó hacia el patio trasero de la casa, estuvo mirando el estanque por un rato. De pronto su vista se dirigió hacia el bosque, donde él y su perro la observaban. Estaba seguro que ella no lo podía ver, pero si activaba su Byakugan, no habría forma de esconderse.
Akuma se puso tenso y gruñó fuerte, en forma de amenaza, estaba listo para saltar hacia ella, pero pudo detenerlo antes. La Hyuga se asustó y corrió dentro de la casa para ya no salir—Al parecer, a ti tampoco te engaña la mocosa—le dijo a su perro mientras le acariciaba la cabeza.
Continuara.
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