Capitulo 6

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, sólo los uso para crear esta historia.

Hinata llegó al cementerio, colocó las flores en la tumba de su madre, estuvo un rato limpio el polvo y se despidió para asistir al almuerzo.

Cuándo llegó a Ichiraku Ramen. Kiba y Shino la esperaban en la entrada, minutos después llegaron Sasuke junto a Sakura. Naruto, Gaara, Kankuro y RockLee ya estaban adentro con Shikamaru y Temari. Tomaron acierto quedando Hinata frente al Kasekage un poco alejados de los demás, ella dirigió su mirada hacia la entrada y miró a Choji y Tenten. Ahora sólo faltaba Ino, que aseguró su asistencia.
Gaara miró a Hinata sin disimular, era tan linda pensó el pelirrojo, estaba nerviosa y sonrojada. Sonriendo ligeramente, decidió empezar una conversación con ella.

—Felicidades Hyuga-San. No pude felicitarla ayer debido a asuntos diplomáticos, de los que no me fue posible escapar—Hinata levantó la mirada encontrando esas orbes, tan penetrantes fijos en ella.

—G-grasias Kasekage-Sama, es usted muy amable, yo entiendo que su tiempo es limitado—agradeció con torpeza, debido a los nervios de estar frente a él.

—Por favor no me llame así, no sea tan formal, sólo llámeme Gaara, al igual que todos—ella le dio una sonrisa y se sintió un poco mas relajada junto a él.

—Entonces usted también me puede llamar sólo Hinata—se atrevió a pedir y Gaara, asintió con un semblante amable hacía ella.

Estaban todos conversando, mientras ordenaban su comida cuando llegó Ino corriendo. —Empezaron sin mi ¿he..?—cuestionó molesta.

—Ino cerda ¿Donde demonios te metiste?  No sabes cuanto te buscamos anoche—reclamo Sakura disgustada.

—Fuiste la única que no estuvo en el hospital con Hina-chan—añadió Tenten.

Ino se sorprendió al escuchar a Tenten.
—¡Hinata..! ¿Estas bien? ¿Que paso, porque fuiste al hospital?—preguntó angustiada frente a la joven mencionada.

—E-estoy bien Ino, no fue nada de cuidado, sólo fue un desmayo—respondió restándole importancia.

—¡Si un desmayo! El cual casi hace que Tobirama-San, destruya el hospital para que se dieran prisa en atenderte—se burló Tenten, poniendo a la Hyuga roja como un tomate, ante la mirada divertida de todos.

—¡Tenten!—la reprendió la ojiluna, aún sonrojada.

—Pero es verdad, tendrías que haber visto, el hombre casi enloquece—agregó de nuevo Tenten.

—Así es, corrió contigo con toda la llama de la juventud—reiteró Rock Lee con sus pulgares hacia arriba.

Para alivio de la Hyuga, todos comenzaron a reír, pero Sakura insistió con el interrogatorio hacia la rubia—¿Donde diablos estabas Ino?

—Yo puedo contestar a eso—ofreció una voz seria.

—No te atrevas Uchiha. No se te ocurra abrir la boca—amenazo Ino, irritada al mirar la expresión neutra de Sasuke.

—¿Que? ¿Acaso es lo que estoy pensando? ¿Estabas  con Shisui?—preguntó Sakura con una sonrisa burlona. 

Ino fulminó a Sasuke, con la mirada.  El Uchiha, la ignoró y continuó con su rostro neutro. Sonrió en su interior al recordar como la Yamanaka salió corriendo de casa de sus primos, mientras Shisui la observaba desde la ventana y Tobi se llevó las manos a su máscara avergonzado, cuando la vio salir de su casa.

...

El almuerzo continuó, Hinata y Gaara, conversaban del clima de Konoha y de Suna.
Al terminar, Naruto se ofreció para acompañar a la morena, argumentando que debería reparar el error por dejarla sola la noche anterior. Gaara, también se ofreció para ir con ellos.

Todos se despidieron, pero Sakura, acordó una reunión de chicas en unos días. Ellas estuvieron de acuerdo y se marcharon.

[...]

Madara caminaba por los terrenos del complejo Hyuga, miró los hermosos jardines llenos de flores. Nunca antes estuvo en ese lugar, era muy diferente al distrito Uchiha, se preguntó cómo pasaba los días Hinata en ese lugar ¿Donde estaría su habitación?
Una y mil cosas que le gustaría saber acerca de la joven.

Caminaron tras el guardia, hasta que llegaron a una gran sala, la cual contaba con algunas fotografías, se detuvo por un momento a observar una de ellas en la que se encontraba una pequeña niña al lado de un niño, por las características de ambos, era claro que se trataba de Hinata y del Hyuga que estaba junto a ella la noche anterior. Dirigió su mirada a la adorable niña con con cabello corto y sonrió para si, pues desde niña fue hermosa... pensó el azabache para sí mismo.

—Pueden pasar—Informo el guardia sacándolo de sus pensamientos.

Entraron en una gran habitación, donde los esperaban los miembros del consejo.
El Uchiha los miró y saludó con una reverencia al igual que sus acompañantes, los Hyugas respondieron el saludo y pidieron a los visitantes, tomar asiento.

—Bien Uchiha-Sama ¿a que debemos su visita?—preguntó Iroha, con algo de curiosidad. Madara, se aclaró la garganta y dirigió su mirada a uno de los Uchiha que sostenía uno de los pergaminos, para que lo entregara a los Hyugas—¡Esto es una petición de matrimonio! —aclaró el anciano muy sorprendido.

—Así es, me enteré de muy buena fuente que pronto ofrecerán la mano de la primogénita Hyuga y decidí que la quiero, para convertirla en mi esposa—afirmó el Uchiha con superioridad. Los miembros del consejo se miraron unos a otros, sin comprender cómo pudo filtrarse esa información. El Uchiha, se apresuró para hablar—Se que la primera petición que se presente, será la que se tome en cuenta y también que tiene que ser de alguien con clan de prestigio. Así que no aceptaré una negativa.

—Pero nuestro líder no está presente—declaró uno de los ancianos.

—Lo se... pero también se, que el consejo puede tomar decisiones en ausencia del líder—añadió el azabache.

—Los dos clanes nunca antes se han unido, no sabemos los resultados que se obtengan de dicha unión—expuso visiblemente preocupado Hirochi uno de los miembros, ganando una fulminante mirada de Iroha.

—¿Están rechazado mi petición?—inquirió Madara visiblemente molesto.

—De ninguna manera Uhiha-Sama, no nos malinterprete, es sólo que nos ha tomado por sorpresa que sea usted, quien solicite la mano de la primogénita Hyuga—aclararon rápidamente.

—Bien... como ya saben, Uchiha Madara nunca se ha casado, él no estuvo en Konoha, por largo tiempo y ahora decidió buscar una mujer digna de ser su esposa y al saber que la primogénita del clan Hyuga será ofrecida en matrimonio, decidió que ya no tenía que seguir buscando—afirmó Jiro, uno de los dos miembros del consejo Uchiha.

—Si soy rechazado, me voy a sentir sumamente ofendido. Los Uchihas y los Hyugas, nunca han tenido conflictos en el pasado... sería una lástima que las cosas cambiaran—expuso Madara en tono de amenaza.

—Por favor, no se ponga así Uchiha-Sama, no lo estamos rechazado—aseguraron los ancianos.

—Entonces díganme ¿Alguien mas pidió la mano de la primogénita?—preguntó casi sonriendo con malicia.

—No, hasta ahora nadie a mandado petición, pues no es del conocimiento publico que ella esta disponible para contraer matrimonio—respondieron los ancianos Hyuga.

—¡Miren! Investigue todas las reglas de los clanes pertenecientes a Konoha, incluyendo el Hyuga. No estaría aquí, si no supiera que puedo casarme con ella, yo nunca pierdo mi tiempo—aseguró sin dejar de intimidarlos con sus penetrantes orbes.

—De verdad, estamos sorprendidos, pues no pensamos que alguien de Konoha, pidiera la mano de Hinata-San. Nuestro candidato para ella es el Kasekage de Suna, pero él no pertenece a Konoha y estando alguien de la aldea interesado en ella, él ya no cuenta como candidato—los  ancianos estaban tensos, por la actitud desafiante del líder Uchiha—¡Bien...! Al no contar con otras propuestas y ser la suya la primera, no podemos negarnos a su petición, sin embargo, solamente Hiashi-Sama, puede redactar el contrato matrimonial con las cláusulas correspondientes, de manera que usted debe reunirse con él para firmar los documentos—le aclaro el el miembro más viejo del clan.

—Esta bien, pero desde ahora, quiero que se firme, que no aceptaré ningún tipo de negación y que desde hoy mismo, las propuestas que se lleguen a recibir, no contaran con ningún tipo de valor, no importa de quién mas sean. Hoy mismo ella es mi prometida y ni yo mismo, puedo retroceder a mi palabra, como tampoco el clan Hyuga—ordenó el Uchiha—En los documentos que se les entregó, están mis peticiones, las cuales incluyen, que esta información permanecerá en secreto, nadie mas que los aquí reunidos, tendremos conocimiento de este acuerdo. También, quiero que la boda se lleve a cabo en el distrito Uchiha, en un mes a partir de hoy—concluyó Madara.

—Pero Uchiha-Sama, un mes es muy poco tiempo para planear una boda de dos, de los clanes mas importantes de Konoha—protestó Hirochi.

—Mphm... tonterías, un mes es más que suficiente—intervino Madara, puesto que ya no quería esperar mas. Después de firmar los documentos y sellar con sangre los pergaminos, los Uchihas se retiraron, dejando a los miembros del consejo. Algunos discutían si eso era lo correcto.

—¿Que acaso no se dan cuenta? Ese tipo es un psicopata ¿cuanto tiempo creen que la inútil de Hinata dure con vida siendo la esposa de ese asesino?  Piénsenlo, esto fue lo mejor que nos pudo pasar—les aclaro Iroha, con una sonrisa de maldad y triunfo, todos estuvieron de acuerdo. Definitivamente el Uchiha, se encargará del problema.

Madara le pidió a sus acompañantes que se adelantaran, tenia que pensar y le gustaba hacerlo a solas. Avanzó en silencio, cuando una melodiosa risa atrapó sus sentidos.

[...]

Hinata caminaba en medio de Naruto y de Gaara. Era extraño, pues nunca antes mantuvo una conversación con el pelirrojo, que no fuera estrictamente de trabajo y asuntos relacionados con las dos aldeas.

—¡Mira Gaara! Ahora también puedo hacer esto... ¡mini rasenshuriken!—Naruto formó unas pequeñas manitas que creaban un rasenshuriken en miniatura—Muetrale a Hina-chan como haces tus figuras de arena—ánimo Naruto, aún emocionado con lo que creó.

Hinata miró a Gaara que se encogió de hombros. Formo fascinantes mariposas, pájaros y una gran variedad de figuras que parecían tener vida propia. Casi  a las puertas del complejo Hyuga, Gaara formo un remolino de arena, que la envolvió suavemente causándole cosquillas, ella comenzó a reír y recordó que esa fue la misma arena con la que asesinó aquellos ninjas en el pasado, del cual ahora sólo quedaba el recuerdo.

Gaara hizo una figura de Naruto y una de el mismo, donde se saludaban, luego se desmoronaron—¡Oye! Dejalos por mas tiempo tebayo—grito Naruto molestó y Gaara las formó de nuevo, para calmar la molestia del rubio.

Gaara y Naruto eran amigos desde los exámenes Chunnin. Ambos eran portadores de los Bijus las bestias con colas. Naruto peleó con Gaara por ayudar a Sasuke, ya que Gaara estaba fuera de control, esos eran los tiempos mas sanguinarios del pelirrojo.
Naruto lo hizo entender que no estaba solo y fue así, como regresó al buen camino, pidió perdón a sus hermanos y al mismo Naruto. Después de ese insistente, ellos quedaron como grandes amigos.

Gaara hizo explotar la figura de Naruto, causando gritos de molestia en el rubio y una risa fuerte, la cual causó que ambos voltearan a mirar en dirección a Hinata.
Ella no se pudo contener cuando miró la figura de Naruto explotar, soltó una ligera carcajada que los hizo reír a ellos también.

—Grasias, por acompañarme—Hinata les sonrió a los dos amigos.

—No es nada, mas bien discúlpame por dejarte sola anoche y todavía te debo unos  rollos de canela—añadió el rubio guiñándole un ojo y la ojiperla asintió.

—Fue un placer conocerla mejor y poder hablar con usted Hinata-San, además de limpiar un poco mi imagen ante usted—Gaara tendiendo la mano, para tomar la mano de Hinata.

—El placer es todo mío Gaara-San y no se preocupe, todos cometemos errores, es así como se forja nuestro carácter—Gaara beso el dorso de su mano e hizo una reverencia y dijo—Espero volver a verla pronto... recuerde que en Suna tiene mi humilde casa, que también es suya.

Hinata se sonrojó y regresó la reverencia—Gracias también espero verlo mas a menudo.

Se despidieron de ella y se dirigieron a las puertas de la aldea, donde Gaara se reuniría con sus hermanos. Hinata entro al complejo sonrojada, pero sonriendo, sin percatarse de los ojos negros que observaron todo con odio.

...

Madara volteó para mirar de donde provenía la risa. Entonces la miro junto al imperativo amigo de Sasuke y al Kasekage. Se percató de dos cosas... la primera fue lo dicho por Sasuke, ella estaba enamorada de Naruto en el pasado... y la segunda, que el pelirrojo estaba interesado en ella, pero que la Hyuga le temía. Bufo molesto, ella se estaba dejando toquetear por la arena y hasta le permitió besar su mano. Ahora tenía menos dudas, ella fingía para manipular a los hombres.
Pero conmigo no te funcionará muñequita—susurro mientras la veía entrar con una sonrisa soñadora en el rostro, sin siquiera notarlo.

[...]

Los días pasaron sin ningún contratiempo fuera de lo común. El lider Hyuga regresó junto a su padre y las escoltas. Sabía que tenía una conversación pendiente con su hija mayor y entre mas pronto fuera, mejor.

—Dile a Hinata que la espero en mi oficina—ordenó a uno de los criados.

—En seguida, Hiashi-Sama—el criado se fue a buscar a Hinata, mientras que el lider Hyuga entró en su oficina y se sentó a esperar. Todo el camino estuvo planeado con su padre en como decirle a su hija, lo de el sello, como también lo del matrimonio y ahora había llegado la hora.

Escuchó unos toques en la puerta, respiró hondo para prepararse. Miro a su primogénita entrar, después de pedirle que pasara. Hinata le hizo una reverencia pero no se acercó a él. Ella estaba segura, que hablaría de su ausencia en el reconocimiento, puesto que no tenía otros asuntos pendientes.

—¡Hinata! En unos meses cumplirás 18 años, y será el momento de tomar el liderazgo del clan—ella asintió guardando silencio, para que continuara—Ese día, Hanabi recibirá el sello y será enviada a la rama secundaria.

—¡Pero padre..! ¿Como podría estar pasando esto?—se pregunto más para así misma, trató de no tartamudear y apretó sus puños con fuerza.

—Son las reglas, de lo contrario, tu hermana puede reclamar el liderazgo en el futuro y una de las dos podría morir, o en el peor de los casos, morir ambas, dejando el clan a la deriva sin líder.

—Pero tiene que haber otra salida, la que sea, no podemos permitir que sellen a Hanabi—hablaba desesperada por la amenaza contra su hermana.

Hiashi la miró con tristeza. Su hija era tan predecible—Hay solo una manera de evitarlo, pero no se si estés dispuesta a cooperar—aclaró el patriarca.

—Sólo dígame que tengo que hacer y yo lo haré, si en mis manos está impedir que Hanabi lleve el sello—aseguró Hinata llena de esperanza.

—Tu deberás contraer matrimonio, antes de cumplir 18 años, así tu hermana tomara el liderazgo y tu ya no pertenecerías al clan Hyuga, sino al de tu esposo—soltó Hiashi.

La Hyuga sintió, como si la torre del Hokage le cayera encima, palideció y sus piernas comenzaron a temblar. ¿Con quien la casarían? Ella ni siquiera tenía novio, ni tampoco alguien interesado ¿Entonces como pretenden que lo haga? Pero si no aceptaba su hermanita terminara portando el sello.

—Supongo que te estás preguntando con quien te casarás—le dijo su padre y ella lo miro fijamente, como pocas veces lo había hecho, sin embargo, permaneció sin decir nada.

—Si decides aceptar, se ofrecerá tu mano aquí en Konoha y se dará prioridad, a la primera petición, siempre y cuando, la persona pertenezca a un clan a la altura del nuestro. En caso de que no se acepte a nadie de la aldea, pasara a los Kages y a los Feudales de las otras naciones—concluyó con dicha información.

Hinata permaneció en silencio, pero su cabeza era un lío. ¿Quien de Konoha podría pedirla en matrimonio? Los miembros de clanes importantes era obvio que no lo harían, luego los Kages. Pensó en Gaara, con una pequeña luz de esperanza, pero luego se apagó, ellos apenas y se conocían... así que concluyó con tristeza, que lo mas seguro, es que terminaría con un hombre mayor, como su esposo, ese era su destino

—Aceptó casarme padre, acepto, si con eso Hanabi no es sellada, seguiré mi destino, sin retroceder—hizo una reverencia y se retiró antes de llorar frente a su padre.

Entro en la habitación y como muchas otras veces, comenzó a llorar sin esperanza, solo, con amargura y dolor.

Hiashi, se quedó evaluándola luego de lo dicho y le dolió mirar, cómo su hija, siempre ponía a otras personas, antes que a ella misma. Estaba seguro que Hanabi no titubearía en mandar a sellarla a ella. Su hija no merecía vivir en medio de tanta maldad. Pero con ayuda de Kurenai, mi hija será feliz.
—Mañana mismo informaré al Hokage—se dijo para sí mismo y de pronto unos toques a la puerta, lo hicieron fruncir el ceño—Pase—ordenó.

La puerta se abrió, dejando ver a un enviado del consejo—Hyuga-Sama, los miembros del consejo lo esperan en la sala de conferencias, dicen, que es muy importante—Informó el mensajero, mientras esperaba una respuesta.

—Diles que enseguida estaré con ellos—el mensajero se marchó, mientras Hiashi se tomó el puente de la nariz.

...

—¿COMO? —grito mas tarde, soltando un fuerte golpe sobre el escritorio—No pueden hablar en serio ¿como se atrevieron a aceptar semejante disparate?—el  padre palmeó su hombro, intentando calmarlo, aunque el estaba igual, de indignado que su hijo.

—No es ningún disparate. Él esta al tanto de todas nuestras reglas dentro del clan y hasta amenazó que no está dispuesto a ser rechazado por el clan Hyuga... Frente a usted está el contrato que Uchiha Madara, firmó—Hiashi, lo tomó, para leerlo. Tenía que ser mentira, el no podía entregar a su primogénita en manos de ese demonio, Hinata no sobreviviría junto a ese psicopata.

Lo leyó una y otra vez y no había fallas, no tenía cómo negarse. Maldijo, en vos alta, sorprendiendo a los miembros del consejo. Tomó el contrato y salió sin decir ni una sola palabra mas. Se dirigió hacia la torre del Hokage, sabía que era, poco o nada, lo que el Senju podía hacer, pero tenía que buscar cualquier forma que protegiera a su hija.

Llegó y fue anunciado, unos minutos después, pasó y encontró al Hokage, leyendo unos pergaminos.

Hashirama sonrió con amabilidad—¿En que puedo servirle Hiashi-Sama?

Hiashi lo saludó con respeto y se aventuró a hablar del tema. Cuándo terminó de exponer su problema, Hashirama tenía la expresión de incredulidad. Miró el contrato y los pergaminos, una y otra vez y al igual que el lider Hyuga, no encontró ninguna falla y peor aún, esa era sin lugar a dudas, la firma de Madara, él la conocía muy bien. Pero no entendió algo ¿Como se enteró Madara del interés de Tobirama por Hinata? Porque de una cosa podía estar seguro y esa era, que ese repentino interés por casarse con ella, no era una simple, coincidencia. La noche anterior, Tobirama habló con él para comunicarle sus intenciones con respecto a la joven, le alegró mucho saber que su hermano estaba enamorado y mas aún, sabiendo de quién se trataba.

—¿Encontró algo Hokage Sama? —preguntó Hiashi, con pocas esperanzas.

—Al parecer no, todo esta en orden, no hay manera alguna de revocarlo.
Lo siento, Hiashi-Sama, no tengo el poder de intervenir, pero con gusto le ayudaré y hablaré con Madara, como amigo. Estoy a su entera disposición para lo que necesite, es lo menos que puedo hacer tratándose de Hinata, a quien, tanto mi esposa, como yo, apreciamos mucho.El lider Hyuga, se llevó las manos a su cabello con frustración.

—Quiero, que me acompañe, al distrito Uchiha, pero antes debo redactar el contrato matrimonial frente a usted. Tengo, que proteger a mi hija... No me lo tome a mal Hokage Sama, pero no confío, en el buen juicio de Uchiha Madara y usted mejor que nadie, sabe porque lo digo—Hashirama asintió, estaba de acuerdo, Madara a veces actuaba sin medir las consecuencias, recordó el pasado, cuando su amigo intentó enamorar a Mito, en ese entonces eran muy jóvenes, solo tenía 16 años, le atribuyo todo a la edad. Pero ahora, Madara, es un adulto y sabe perfectamente lo que quiere. No quería ni imaginar lo que su amigo será capaz de hacer, si no consigue lo que quiere y por otro lado, esta su hermano, bufo frustrado, debido a la difícil situación.

[...]

Madara leía y firmaba todo lo relacionado con asuntos del clan en su oficina. (Esos labios, esos senos, esos hermosos ojos) Maldicion, la estaba sintiendo e imaginando de nuevo. Desde que probó esa dulce boca, le era imposible dejar de pensar en esa mujer.
Su sangre se calentaba cada vez que pensó en alguien tocándola y más ahora, que era prácticamente suya. Se recargó en la silla tomando sus cienes, esa  mocosa lo estaba volviendo loco.

Suki tocó la puerta para informar que el lider Hyuga y el Hokage, lo esperaban. Resoplo cansado.

—Hazlos pasar y que nadie nos interrumpa—se enderezó en la silla y miro entrar a Hashirama con el rostro preocupado y al líder Hyuga, con semblante de amenaza hacia él, eso lo divirtió un poco, pero no lo mostró—Tomen asiento por favor—ofreció con voz autoritaria.

—Supongo, que sabe el motivo de mi visita, así que iré directo al punto—frio y directo, ese era el lider Hyuga.

—Asi es Hiashi-Sama, espero que podamos entendernos sin contratiempos—replicó Madara.

—La verdad, no se cuáles sean sus intenciones con mi hija Uchiha-Sama y debe saber, que no estoy de acuerdo con la idea de mirar a mi primogénita casada con unted—sin dejar que Madara tomara la palabra, Hiashi continuó—Si se tomó usted, el tiempo en hurgar en las leyes y hasta secretos de mi clan, debería saber, que soy el único que puede redactar el contrato matrimonial—de nuevo, no espero respuesta del Uchiha
—Fui con el Hokage, aquí presenté y redacté el contrato en su presencia, incluyendo las cláusulas correspondientes... si dichas cláusulas, no se respetan, existen consecuencias—se puso de pie y colocó el papeleo frente al Uchiha—sólo tiene que leerlo y si esta de acuerdo, puede firmar.

Madara se puso en alerta ante la forma en que el lider Hyuga, no oculto su molestia hacia él, incluso dejo muy claro, que no aprobaba que se casara con su hija.
Era evidente, que que el padre de su prometida, no se entusiasmó como los miembros del consejo Hyuga. Tenía que irse con cuidado con él, así que también se dispuso a hablar.

—Explique mis razones a los miembros del consejo Hyuga-Sama, así que ya debe saberlas. Ahora también yo, tengo unas peticiones y empiezo con la primera... no quiero que se le rebele a mi prometida, mi identidad.

—No puedo hacer eso, mi hija tiene derecho a saber con quien se casa, por lo menos para que se haga a la idea, ya que no creo, que ella lo conozca—interrumpió el lider Hyuga escandalizado, por la descabellada petición.

Madara sonrió con arrogancia—Es una medida de seguridad Hyuga-Sama, de esa manera, se evita que mi prometida rechace el matrimonio y pueda casarse en secreto con otro hombre, o también podría huir, para no cumplir con el contrato—Hashirama se llevó la mano a la frente, sabía lo que venía, con lo que Madara acababa de decir.

—¿Como se atreve a calumniar a mi hija? Ella es incapaz de hacer algo deshonroso que pueda avergonzar a nuestro clan y a nuestra aldea el mismo Hokage, puede dar fe de la reputación de Hinata—escupió Hiashi las palabras, con el byakugan expuesto—creó que si no confía usted en mi hija, es mejor que retire la petición, yo como el lider del clan, doy mi palabra, de no tomar ningún tipo de represalias en contra de usted.

—Lo que dijo Hiashi-Sama, es verdad, conozco a Hinata desde que era una niña, mi trabajo cómo Hokage, me a hecho conocerle aún mas y puedo decir, que ella es una de las personas de la cuales nunca tengo ninguna queja. Ella es incapaz de actuar de manera incorrecta y estoy de acuerdo con el lider Hyuga... es mejor que busques a otra dama, para contraer matrimonio—Hashirama respaldo lo que dijo Hiashi.

El Uchiha, suspiró tratando de no perder la paciencia—No me lo tomen a mal, yo no trato de juzgar a nadie y sobre todo, no se trata de que no confío en ella, es en las personas que la rodean, en quienes no confío. En cuanto a retirar mi prepuesta, no hay probabilidad, así que pasaré a la segunda petición... La boda se celebrará aquí en el distrito Uchiha, quiero que una semana antes del matrimonio, mi prometida venga a vivir en el distrito Uchiha, se le asignará una casa para que se prepare con lo necesario, para el matrimonio. También pondré a su disposición, algunas empleadas y modistas, que se encarguen de atenderla y tomar sus medidas para los nuevos kimonos y vestidos, que deberá usar en reuniones importantes como la esposa del líder Uchiha—aclaró Madara—y por último, a ella se le informara, que su prometido es un Uchiha, el día que venga a vivir aquí, pero mi identidad no la sabrá hasta la ceremonia.

Hiashi trató de mantener la calma ante las peticiones del Uchiha, él sabía, que tenían algo oculto, pero no adivinó que y por otro lado, tampoco podía negarse y muy a su pesar tuvo que aceptar.

A diferencia a Hiashi, el Hokage si sabía cuales eran los motivos pos los cuales, Madara, hacía esas peticiones. En cuanto Tobirama, se enterará, los mas seguro es que raptara a Hinata, para llevarla lejos de Konoha y de Madara. Le sería mas fácil sacarla del clan Hyuga, que sacarla del distrito Uchiha, estaba más que seguro, que de eso se trataban las absurdas peticiones. Pobre Hinata... pensó con lastima, pues ella solo será usada por Madara, para vengarse de Tobirama.

Madara se apresuró a firmar los documentos queriendo terminar. Estaba de muy mal humor debido a la actitud del Hyuga y quería finalizar lo antes posible.
Firmado los documentos y sellando con sangre los pergaminos concluyo el contrato, tomando uno, cada uno de los presentes. Hiashi se retiró sin muchas palabras, pero Hashirama permaneció en la oficina del Uchiha.

—¿Que quieres Hashirama?

—Sabes perfectamente lo que quiero—replicó el Hokage—¿Porque ella Madara? ¿Porque de tantas mujeres que conoces y estoy seguro que te aman escoges a la mujer que ama mi hermano?—el Uchiha sintió gran malestar al escuchar la confirmación del amor que el Senju, sentía por su futura esposa.

—No estoy interesado en las mujeres que me rodean. Ella sin embargo, me parece adecuada por su línea de sangre, también es una buena forma de mostrar que los Uchihas somos fieles a Konoha, además, yo no tenía idea que tu hermano estaba interesado en ella... ¡Pero que lamentable!—concluyó, fingiendo estar preocupado por la situación.

—¡Maldicion Madara! Sabes, que nadie duda de la lealtad de los Uchihas, eso pasó hace muchos años y desde la muerte de Danzo, no existieron mas revueltas, y estoy seguro, que sabes acerca de Tobirama.

—Piensa lo que quieras Hashirama, pero de igual manera me casare con ella, para bien, o para mal.

—Por favor Madara recapacita, no le hagas esto a esa niña, te lo pido cómo amigo, no la uses a ella para tus planes, Hinata es diferente ella es demasiado inocente, terminarás destruyéndola y no lo merece, ella ya ha sufrido suficiente.

Era la segunda persona en decir lo mismo,sobre la Hyuga. Hmph, otro mas manipulado por es pequeña embaucadora—Lo siento Hashirama, pero no voy a retroceder y será mejor que tu hermano se mantenga alejado de mi futura esposa.

—Eso será difícil Madara, te recuerdo que tú mismo te negaste a revelar tu identidad ante ella y los demás. Tobirama, planea mandar su petición hoy y por lo tanto, él pensará que la aceptaron y por otra parte, Hiashi le dará la noticia a su hija, acerca de que en un mes se casara. ¿Crees, que la pobre niña piense que es contigo? Ambos sabemos que ella no tiene la menor idea de tus retorcidas intenciones.

Madara bufo molesto, era cierto, lo mas seguro es que ellos pensaran, que su compromiso estaba por anunciarse y permanecieran juntos durante tres largas semanas, hasta que ella se mudara al distrito Uchiha. ¡Maldicion ! Ahora tendría que tenerla vigilada sin que ella lo supiera. No estaba dispuesto a que el Senju tocara lo que ya le pertenecía.

—Me voy Madara—anuncio Hashirama decepcionado por la actitud de su amigo
—Pero te pido, que lo pienses bien—y sin obtener respuesta, se marchó.

[...]

Los días pasaron con rapidez. Hinata miraba el jardín lleno de flores en el complejo Hyuga. Una lágrima escapó de sus ojos, rodó por su mejilla siendo seguida por muchas otras—Eres patética...! Al parecer, llorar es lo único que sabes hacer bien—Hinata, volteó a su derecha, para encontrarse con un par de ojos, tan claros como los suyos.

—¡Hanabi! ¿Necesitas algo? —preguntó limpiando su rostro rápidamente.

—¿DE TI? Por favor, no seas ridícula Hinata, más bien, deberías preocuparte por lo que necesitas tu—soltó con sorna—tu actitud y comportamiento dejan mucho que desear—Hanabi miro a su hermana con despreció, antes de marcharse sin decir nada mas.

Hinata sintió un gran dolor al escuchar las filosas palabras de su hermana. No es que nunca le hablara de manera similar, pero esta vez dolió aún mas, pues desde que su padre le comunicó que se casaría, su ánimo decayó considerablemente.

Sin muchas ganas, subió a su habitación para arreglarse, ese era el día de chicas que planeo Sakura—No quiero ir—murmuró con desánimo, pero pronto recordó que no tenía otra opción, porque si no llegaba a la reunión, estaba segura que Ino entraría al complejo gritando hasta lograr sacarla y obligarla a irse con ella.

Se miro en el gran espejo de su habitación. Se vistió con un lindo vestido color turquesa, el cual resaltaba las curvas y también el color de su piel, aunque no era muy revelador.

El cabello caía suelto y su calzado eran zapatillas de piso en color blanco, dándole un toque sensual y a la vez tierno. Se despidió de Ko, antes de marcharse.

Mientras se dirigió al encuentro con sus amigas, sintió el viento mecerle el cabello, un escalofrío la sacudió a pesar de que el clima aún era cálido. Se sentía observada, cada vez que abandonaba su casa, pero por más que activaba el  byakugan, no logró captar a nadie.

Los pétalos de los árboles de cerezo caían con delicadeza, observó hacia lo alto del árbol y pudo distinguir un cuervo negro, que parecía estarla mirando—No es posible—Se dijo a si misma sonriendo y siguió su camino.

...

—Será mejor que lo cuentes todo Ino cerda. Tu dijiste que jamas estarías con él y ahora, no solo es tu novio, sino que también durmieron juntos, así que cuéntanos todo—exigió Sakura en el restaurante donde se reunieron las cuatro jóvenes.

—Pues no se como pasó, las cosas se fueron dando solas... él fue tan delicado conmigo y a la vez intenso.

—¿Te dolió Ino? —preguntó Tenten con curiosidad.

—Un poco, ese hombre es todo un caballero, se tomó el tiempo de prepararme para estar lista.

¡Vamos Ino...! ¿Que tan grande la tiene? ¿ Cuantas veces lo hicieron?—preguntó Sakura en vos alta, algo irritada por la poca información que soltó la rubia.

—Bastante grande frentona, me dejó llena y lo hicimos mas de dos veces—soltó sin inmutarse.

—¡INO!—Hinata estaba sonrojada, la información tan intima que dejó saber, unida al grito que causó que todos los clientes voltearan a mirarlas, le pareció muy bochornoso.

Entre los clientes estaban, Hayate, Yamato y Genma, los tres varones las miraron desde el momento en que entraron al restaurante, pero ellas no los notaron hasta ahora. Hinata se encogió hacia abajo para no hacer contacto visual, mientras que Ino, levantó su mano en forma de saludo.

—Habla mas bajo Ino cerda. ¿Que acaso quieres que todos se enteren de tu vida sexual?
—la reprendió Sakura algo avergonzada.

Tsk—Ino chasqueó la lengua—Como si me importara.

—Sasuke y yo estuvimos a punto de hacerlo, fue en la última misión, llovía mucho y terminamos empapados, encontramos una cueva, Sasuke encendió el fuego y nos quitamos la ropa para secarnos, pero terminó sobre mí—Sakura se sonrojó mientras continuaba relatando lo sucedido—Me hizo sexo oral y fue delicioso—declaró la pelirosa.

—¿Que mas frentona? Cuéntalo todo—exigió la rubia. Sakura suspiró con desánimo—eso fue todo, porqué Naruto llegó gritando acabando con el romanticismo—comenzaron a reír, mientras que la ojiperla se sentía avergonzada al escuchar las experiencias de sus amigas—y al igual que lo que dijo Ino, Sasuke se portó muy tierno conmigo, tomó su tiempo para que yo me sintiera cómoda. Bueno yo creó que así son los Uchihas, feroces por fuera y tiernos por dentro, antes estuve temerosa de mi primera vez, pero ahora, estoy segura que Sasuke cuidará de mi, llegado el momento.

—Anko senpai nos contó que su primera experiencia, fue con Izuna Uchiha y confesó lo mismo... él la trató con suavidad—añadió Ino.

—Es tu turno Hina ¿cuéntanos que tan lejos has llegado, con el sexy Tobirama? Imagino lo grande que debe tener su equipo, con ese cuerpo y esa altura, él té llenará.

—¿INO?—la reprendió Tenten al percatarse que la ojiperla estaba por desmayarse.

—Cre-creo que yo nunca lo sabré... yo nunca tendré la oportunidad de confesar mis sentimientos hacia él—gruesas lágrimas comenzaron a mancharle el rostro, después de saber que estaba obligada a casarse, lo único que podía pensar, era en su sensei, ya nunca podría estar cerca de él ni siquiera como alumna—Padre me informó hace unos días, que me tengo que casar.

—¿QUE? —gritaron las tres al mismo tiempo, llamando la atención de los clientes de nuevo.
—Pero Hina ¿como vas a casarte? ¿Con quien? —preguntaron, horrorizadas.

Les explico todo y termino por decir—Lo mas seguro es que sea con alguien mayor, posiblemente algún Feudal viudo, o algo así—hablo con tristeza, mientras mas y mas lágrimas mojaban sus mejillas.

—Eres demasiado buena Hinata... ¡Es tu vida! Ademas, tu hermana no se merece un sacrificio como ese—le dijeron las tres.

—Lo se, pero simplemente no puedo, no puedo continuar como si nada pasara, mientras mi hermana es sellada, eso es lo que yo quería cambiar al tomar el liderazgo y ahora, solo podré evitar un sellado, el de mi hermana, la cual me odia.

Las tres chicas se pusieron de pie y se abrazaron a ella con pesar, sin importarles las miradas, ellas querían consolar a su amiga.

Continuara.

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