Los personajes de Naruto no me pertenecen, yo solo los uso para crear la historia.

Neji arribo a las puertas de la aldea junto a Itachi. Antes de despedirse de su compañero, llegó un Anbu del Hokage, quien requería su presencia de inmediato.
Neji se despidió de Itachi y se dirigió hacia la torre del Hokage, llamó a la puerta y después escuchó al Hokage pidiéndole pasar.

—Te llamé porque Hiashi Sama salió de la aldea esta mañana y no regresa, hasta dentro de una semana—Hashirama  pudo percibir un muy pequeño cambio en el imperturbable semblante del joven Anbu—el lider Hyuga, me pidió esperar tu llegada e impedir que llegaras al complejo Hyuga. Iré al punto, dijo que si entrabas al complejo, los miembros del consejo encontrarían la forma de impedir estar con Hinata en su reconocimiento—Neji apretó los puños muy enfadado, movió la cabeza en negación cuándo entendió que no fue culpa de su tío estar fuera, sino de esos desgraciados—¿Crees que puedas mantenerte sin ser notado ni siquiera por Hinata?—pregunto el Hokage
Neji de inmediato respondió con un si, a la pregunta de Hashirama.

—¡Bien! —exclamó Hashirama—ahora te puedes quedar en los cuarteles Anbu y si deseas salir, sólo usa tu máscara—Neji asintió—Mañana enviaré un mensajero hacia el complejo Hyuga, para pedir la presencia de Ko, diré que lo necesito para cuidar la seguridad de esta manera,  los dos podrán estar con Hina-chan—concluyó el Hokage con una sonrisa amable. Neji agradeció y con una reverencia, se despidió.

El joven pasó la noche en una de las habitaciones del cuartel, no dejaba de pensar en ella en cuán triste debería estar. Al despertar tomó un baño, desayuno y se dirigió hacia su oficina, pasó el día llenando informes que permanecían incompletos.

Cuando llegó la hora del festival, buscó a Ko entre todas las personas, lo encontró y ambos se trataron de acercar, pero las personas no abrían paso, así que decidió usar la máscara Anbu, para fingir estar trabajando y funcionó, las personas pronto abrieron el paso para ellos.

Cuando por fin la miro, sintió que su corazón dolía, pues se veía tan triste, solo ella no sonreía, su hermosa cara estaba llorosa y con amenazas de derramar muchas lágrimas. Lentamente se acercó aún mas, hasta que ella lo percibió.

La sensación de tomarla entre sus brazos y consolarla, fue la mejor, él odiaba verla llorar, siempre que la veía hacerlo, no podía evitar limpiarle las mejillas con cariño hasta que estuviera tranquila. La colocó en el piso y le limpio las lágrimas con sus pulgares, le dio un beso en la frente antes de soltarla, para darle paso a Ko.

...

Hinata se sentía tan sola, tan triste, ella fue la única que no tenía a nadie de su familia... sin poder contener las lágrimas, levantó ligeramente el rostro y lo miró entre todas las personas. Sabía quién era el Anbu con máscara de lobo y sus emociones estallaron de alegría. Corrió hacia él, siendo recibida en sus cálidos brazos.

—¡Nii san viniste! —lloro aún más al sentirse segura, después de todo, él era su único familiar que en verdad la quería. Se apartó ligeramente, solo para mirar a la otra persona que también la hacía sentir querida—¡Ko nii san!—exclamo con alegría.
Ko extendió sus brazos y ella se fue hacia él para ser abrazada. Por primera vez en ese día, sintió verdadera felicidad ya no le importó que su padre no estuviera con ella, después de todo ¿cuándo estuvo? Los miró a los dos frente a ella y sonrió.

—Felicidades Hinata-Sama, se ve usted muy bonita—añadió Ko.

—Ko nii san, ya te pedí que no me llames así, a ti también Neji, ustedes son más de lo que puedo merecer... ¡gracias mil gracias por estar conmigo siempre! —Hinata tomo las manos de ambos y las llevó hacia su rostro, sintiendo el calor de ambos.

—Perdón por no llegar antes, pero ya conoce a los miembros del consejo y estoy de acuerdo con Ko, se ve hermosa—agregó Neji admirándola con ternura.

—¡Neji-nii san! No te preocupes yo se que no es tu culpa.

—¡Felicidades Hinata-chan!—Hinata se giró para encontrar a Mikoto y a Fugaku.
La dama Uchiha la tomó en un maternal abrazo, que fue correspondido por la joven. Fugaku la saludó con la cabeza y ella le correspondió con una reverencia.

Itachi se acercó también—Felicidades Hinata-san—ella lo miró, le agradeció y volvió a agradecer por traer a Neji sano y salvo. Itachi le sonrío como solo él podía hacerlo—Al contrario, fue él quien me trajo a mi—aclaró el azabache y después de unos momentos, se despidieron con una reverencia.

Kurenai y Asuma, también se acercaron para estar junto a ella. Tenten se lanzó a abrazarla junto a Rock Lee, mientras los Uchihas se despidieron. Neji permaneció al lado de su prima, hasta que Tenten se colgó a su cuello y entre ella y Rock Lee, lograron alejarlo de la joven. Hinata y Ko miraron divertidos como Tenten arrastró al genio Hyuga sin que él, pudiera evitarlo.

—¡Felicidades a la Kunoichi mas linda de Konoha..!—Hinata escucho esa voz tras ella y de inmediato se sonrojó al saber de quien se trataba. Ko le sonrió al Senju y con una reverencia se despidió de Hinata y del Shinobi, la sonrojada Hyuga enfrentó la mirada de su sensei y se percató del gran ramo de girasoles que llevaba con él.

Tobirama le entregó las flores y la atrajo hacia él en un abrazo... ya no le importó lo que dijeran de él, a fin de cuentas, en una semana a mas tardar, pediría la mano de su niña. La estuvo observando durante toda la presentación del Hokage y de inmediato supo que estaba muy triste, la miro limpiando sus lágrimas antes de que el chico perro le diera un abrazo. En lugar de sentir celos, agradeció a Kiba por tratar de consolarla.

Una vez terminada la ceremonia, no pudo acercarse a ella debido a los llamados de Hashirama. La miró desde lejos junto a Neji y a Ko, pero a diferencia del abrazo de Kiba, el de Neji lo incómodo, sintió una oleada de celos, él nunca se sintió de esa manera, había escuchado algunos chismes acerca del Anbu y de la manera que parecía estar enamorado de ella. No prestó atención, pero cuando Kurenai le informó que él era a quien Hiashi consideraba para esposo de Hinata y a eso agregado la forma en que la abrazó, con una casi sonrisa y la mirada llena de ternura que le dio solo a ella, no pudo evitar ese sentimiento.

Cuando por fin las demás personas se retiraron, se acercó, no pensaba en dejarla sola, ahora solo la tendrá para él, o eso pensó.

Sakura e Ino presenciaron como Hinata estuvo a punto de romperse frente a todos por los desaires de su familia. Ellas no contaban con familia numerosa, pero sus pocos familiares las apoyaban en todos y cada uno de sus logros, mientras que a Hinata, la consideraban como un fracaso. Sakura apretó el brazo de Sasuke sin ser concierte, cuando su amiga corrió hacia el público, por un momento pensó que huiría hacia  algún lugar, pero al verla junto a Neji y a Ko, se  tranquilizó. Lo mismo sucedió con la rubia que suspiró con alivio, al mirarla con los dos Hyugas.

...

Hinata estaba extasiada en el abrazo de su sensei y al mismo tiempo sintió un fuerte agarre en su brazo derecho, no tuvo tiempo de reaccionar, cuando ya era jalada por sus amigas y junto a ellas todos los demás novatos. Le dio una última mirada al Senju en forma de disculpa y este asintió con comprensión. Tobirama se quedó parado mirando como Hinata se perdió entre las personas, sonrió para si mismo y se percató de las miradas que atrajo al abrazarla y de la sonrisa tonta dibujada en la boca de su hermano, camino hasta que fue tomado por ambos brazos.
—Tío Tobi ¿no llevas al carrusel y a los demás juegos?—veía a sus dos sobrinos, que esperaban por su respuesta, suspiró hondo y asintió.

...

Madara no se movió, siguió escudriñando todo lo que paso con la Hyuga, seguía sin gustarle la cercanía del tipo que limpiaba sus lágrimas. Tsk chasqueo la lengua furioso.
Observó como otro Hyuga se acercó y también la abrazó, seguido de su propia hermana y su cuñado y cuando pensó que no podía ser peor, llegó el maldito Sanju con un ridículo ramo de flores, que no sabía ni de dónde sacó, pues apenas unos minutos atrás no lo tenía.

Estaba muy frustrado con esa situación y para colmo, Hashirama lo llamo para conversar con los invitados y presentarle el Kazekage de Suna. Esa sería una larga noche para él.

[...]

—Yo digo ramen—el rubio quería ramen desde la tarde.

—¿Que? Estas loco Naruto, siempre comes ramen, busquemos algo mas,

—¡Pero Sakura! Todo el día he querido eso—se quejaba el rubio por no poder comer su ramen.

—No, escojamos algo mas —ordeno Sakura.

—¿Que se te antoja Hina? —le preguntó Ino.

—L-lo q que ustedes decidan estará bien para mi—respondió sin querer causar problemas.

—Hinata, tú eres la única que nunca protesta. Escoge algo—pidió Kiba con los brazos tras su cuello.

—¡Yo digo carné ! —todos miraron a Choji.

—Pues estoy de acuerdo con Choji ¿ustedes que piensan? —preguntó Ino y todos se miraron, para luego asentir estado de acuerdo.

—¡A la barbacoa entonces! —exclamo Kiba con entusiasmo. Entraron y tomaron asiento, algunos en las bancas y otros en las sillas junto a la barra de bebidas.

Shikamaru llegó con Temari y Kankuro, los tres se sentaron en una de las bancas frente a Neji y a Tenten, Hinata se sentó en medio de Kiba y Shino, frente a ellos estaban, Choji e Ino, Sakura y Sasuke, se sentaron juntos en una mesa mas pequeña, mientras que Naruto y Rock Lee, se fueron a la barra.

Rock Lee propuso un concurso para tomar y ver quien era capaz de beber mas sake. Choji dijo que mejor uno de comer mas carne. Todos conversaban felices intercambiando comida y algunas bebidas.

—Hey Hina-chan, mire tu guapo sensei cuando te regaló esos lindos girasoles—afirmó Ino con una pícara sonrisa—¡Creo que le gustas! —sugirió con picardía. Hinata se ruborizó y todas las miradas se dirigieron a ella—¿No me digas que no lo has notado? Además, es uno de los hombres mas sexys de Konoha, con ese cuerpo, ese rostro y a eso agrégale que no es un mujeriego ¿Dime que mas se puede pedir? —todos esperaban la respuesta de la Hyuga.

—Me vas a poner celoso pensando así de otro hombre ¡hermosa!—Ino que escuchó esa seductora voz tras ella, se sonrojó. Sabía muy bien de quién provenía y al girarse para enfrentarlo, lo miró con una sonrisa encantadora. Junto a él, se encontraba Itachi sin expresión alguna. Shisui se sentó al lado de Ino sin ser invitado. Itachi se sentó con su hermano menor. La noche trascendió entre tragos y risas, sin olvidar algunas peleas entre Kiba y Naruto.

Ino perdió la timidez debido a los tragos. Hinata pudo ver cómo esta, le coqueteó a Shisui, ambos estaban muy juntos, así que minutos después, Shisui se puso de pie y le tendió la mano a su amiga, Ino la tomó sin pensarlo dos veces y los dos se marcharon tomados de la mano.

Sakura y Sasuke se levantaron seguidos por los otros.  Neji camino hacia Hinata, no pensaba dejarla sola, pero Tenten estaba algo ebria y se lanzó a su cuello. Hinata le pidió que cuidara de ella y no la dejara sola.

—Yo-yo estaré b-bien nii san, no te preocupes por mi, lleva a Tenten a un buen lugar para mirar los fuegos artificiales—sugirió la ojiperla.

—Relájate Neji, yo cuidare de Hina-chan, ella se quedará con nosotros—afirmó un ya ebrio rubio.

Neji rodó los ojos, pero no le quedó otro remedio que aceptar.

Shikamaru salió con Temari, Kankuro se quedó con Kiba y los otros chicos. Naruto tomó la mano de Hinata y se la llevó arrastrándola entre el mar de personas, perdiendo de vista a sus compañeros.

—Vamos Hinata te compraré rollos de canela, conozco un lugar a las afueras, muy cerca del lago donde hay poca gente—Hinata asintió y camino a pasos largos tras él.

Se detuvieron en el lugar que solo era un puesto ambulante, al igual que muchos otros de ramen y de bebidas alcohólicas debido al festival. Naruto sacó un monedero, el cuál era una rana verde y se dispuso a ordenar los postres, pero un grupo de chicas de una aldea vecina, lo tomaron para sacarse fotos junto a él. Naruto miró hacia Hinata, pero a ella no le molesto y le envió una dulce sonrisa indicándole que fuera con ellas.

Hinata camino sola. Estaba perdida en sus recuerdos y sin darse cuenta, se hallaba sobre el puente, el mismo puente al que venía cuando era niña y disfrutar de los fuegos artificiales. Siempre camino de la mano de Ko, años mas tarde, junto a Neji. Dio un gran suspiro y se recargó sobre la baranda que estaba en el puente, recordó que de niña se sentaba sobre ella. Sonrió y decidió esperar el espectáculo a solas.

[...]

Pronto Ino y Shisui llegaron a un lugar solitario. Comenzaron con pequeños besos que fueron subiendo de tono, la rubia no supo como, pero ya estaba en la habitación de Shisui, donde continuaron con los besos que ahora bajaron al cuello. Ella tomo la camisa masculina y desabrochó los botones, él hizo lo mismo con el obi, seguido por el kimono. Ino se dijo, que el alcohol la llevó a esta situación, pero no podía engañarse, porque desde hacía un tiempo, tenía sentimientos profundos por el Uchiha.

Pronto los dos se encontraban en la cama desnudos, Shisui con sus manos expertas, la comenzó a tocar, haciéndola gritar de placer, bajo de besar los labios de Ino a besar su cuello hasta llegar a los senos, ella arqueó la espalda perdida en las nuevas sensaciones, Shisui continuó bajando lentamente hasta llegar a la intimidad de Ino, comenzó a introducir dos dedos, seguidos por su lengua, inició despacio y de a poco, fue en aumento.

Ino ya no controlaba sus propios movimientos y mucho menos los gemidos, una sensación de euforia se apoderó de ella haciéndola estallar de placer. El Uchiha sonrió satisfecho al verla jadeando en su cama, Shisui fue hasta sus labios y con desesperó la devoró, al mismo tiempo se acomodó entre las piernas de la rubia.

Pego su frente junto a la fémina y sin dejar de mirarla, comenzó a entrar en ella, Ino grito de dolor al sentir cómo era penetrada por el gran miembro del Uchiha.

Shisui se detuvo para darle tiempo mientras besaba sus lágrimas con cariño. Ino sintió que el dolor disminuyó, miró fijamente a Shisui y él entendió, comenzó a moverse lentamente, hasta alcanzar movimientos mas rápidos y profundos.

El Uchiha estaba perdido en las sensaciones que la rubia le produjo, él estuvo con muchas mujeres y aunque tuvo sexo con todas, él jamás hizo el amor, está era su primer vez. La trataba con delicadeza, como si temiera lastimarla ya no pudo negarlo él estaba enamorado de su rubia y no la dejaría alejarse de su vida.

Minutos mas tarde entre gemidos y jadeos, ambos llegaron a su orgasmo.
Cuando sus respiraciones se normalizaron él se recostó y la atrajo hacía si. No se dijeron palabras, pues ambos sabían lo que sentían el uno por el otro.

[...]

Madara estaba harto de las personas a su lado. Tenía cerca de dos horas escuchando asuntos de política y reglas de algunos clanes. De pronto miró llegar al Senju, acompañado de los hijos del Hokage. Frunció el ceño con desconcierto, puesto que según su último escrutinio, la princesa Hyuga estaba con él, o al menos eso fue lo último que observó cuando se abrazaron sin importarles el sitio donde se hallaban.

Si no está con él ¿entonces donde está? Se pregunto mentalmente, para luego despedirse de todos he ir a buscar algo de beber... Se sorprendió al vislumbrar a su sobrino con una de las compañeras de Sasuke y también de la Hyuga, estaban en la oscuridad de un callejón y por lo visto, se estaban casi desvistiendo. Sonrió con suficiencia ¡hmph! El encanto Uchiha.

Al seguir caminando se encontró con el Hyuga que abrazó a la princesa, pero no se encontraba solo, estaba con una chica colgada del cuello.

En un bar cercano, también pudo observar a Itachi, quien permaneció rodeado de mujeres con una expresión incómoda tratando de escapar. Eso realmente le causó gracia, dado que era evidente la incomodidad del muchacho. Continuó avanzando, quería alejarse de todas las personas, empezaba a desesperarse, así que siguió abriéndose paso hasta encontrar un pequeño bar con bancas al aire libre. Pidió una botella de sake se sentó y suspiró de alivio con el primer trago.

El lugar era tranquilo y con solo algunas personas debido a que hablaban sobre acercarse a la plaza para disfrutar los fuegos artificiales. Momentos mas tarde el lugar quedó desierto.

La primera luz se elevó hacia el cielo reflejándose en el lago frente a él, sin embargo, alguien en medio del puente llamó su atención, no estaba seguro si se trataba de ella o no y con la segunda luz, pudo agudizar bien la vista... Apenas y podía creer su buena suerte, camino hacia ella, como un depredador lo hace en busca de su presa.

...

Hinata miro las luces en el cielo con una gran sonrisa, el rostro se le iluminaba con cada una de ellas. Sintió la presencia de alguien y giró para saber de quién se trataba. Cuando vislumbró al intruso comenzó a temblar, estaba sola y nadie parecía encontrarse cerca, quiso correr, pero sus piernas no respondieron, sólo temblaban.  Al saberse tan cerca y sin conseguir moverse, optó por cerrar los ojos con fuerza, como si eso lograra protegerla.

Al líder Uchiha le parecía tan tierno el inocente comportamiento de la niña. Se posicionó muy cerca de ella y permaneció en silencio observándole. Era tan pequeña y comparada con su anatomía, él se miraba como un titán frente a ella.

Hinata no pudo mas y abrió los ojos. Se sobresaltó al tenerlo tan cerca de ella, sintió terror al mirarlo a los ojos... él vestía completamente de negro, solo con el logo del clan Uchiha en el lado derecho de la camisa.

Ella trató de hablar, porque aunque hubiera perdido el valor, no perdió su educación, pero al parecer, eso también se estaba esfumando frente a ese hombre, el miedo le impidió soltar las palabras y bajo su rostro hacia el piso de madera del puente.

Él la tomó suavemente de la barbilla y levantó su rostro hacia el suyo, se miraron a los ojos sin apartar la mirada el uno del otro. Madara ya no pensaba con claridad, solo se dejó guiar por sus instintos y por esos labios carnosos que invitaron a ser besados, paso su brazo izquierdo por la pequeña cintura de la chica, atrayéndola hacia él, al sentirla tan cerca, se percató de como temblaba y acortando el espacio entre ambas bocas, se acercó tomándola de la nuca pegando sus labios a los de ella.

Hinata jadeo por la sorpresa y Madara no perdió tiempo e introdujo su lengua dentro de la boca femenina. La tomó con mas firmeza y se dedicó a disfrutar de ese momento que tanto había imaginado. Aprovechándose del acto, se encargó de explorar toda la cavidad bucal de la joven. Hinata puso las manos en el duro pecho del Uchiha, en forma de protesta, pero no lograba moverlo ni un solo centímetro, sintió como fue levantada y colocada sobre la baranda de madera, sus lágrimas comenzaron a salir, eso no podía estarle pasando a ella... Ella que ni siquiera le dio su primer beso a nadie, ahora él era el primero.

Los fuegos artificiales iluminando el cielo y logrando un reflejo en el lago, podría haber sido un escenario perfecto para el romanticismo... Si no fuera ese hombre quien la besaba a la fuerza, pensaba la muchacha, mientras más y más lágrimas se derramaron de sus orbes.

Madara se metió entre sus piernas, para ganar mas acceso y cercanía hacia ella, bajo hasta el cuello, mientras sus manos no dejaban de recorrerla por todo el cuerpo, era surrealista como las luces en el cielo iluminaban a esa hermosa niña y cuando quiso besar de nuevo sus labios, la miró bañada en lágrimas, con expresión de miedo.

El Uchiha se sorprendió, tan perdido estuvo sintiendo esa dulce boca, que en verdad pensó que también ella sintió lo mismo. Se negó a soltarla, aún podía sentir el calor que emanaba de ese hermoso cuerpo, pero lo mejor era sentir ese par de senos pegados a su pecho. La ereccion comenzó a dolerle, mientras sus manos la mantuvieron sujeta.

—¿Porque?—esa pregunta y un sollozo lo obligaron a parar de tocarla—¿Porque usted me trata así..? Y-yo-yo no lo conozco y no creo haberlo ofendido para que usted se porte de esta manera—Madara frunció el ceño ¿Acaso lo estaba rechazado? La apretó mas para que dejara de moverse, dado que tenía la intención de bajarse del lugar dónde la sentó—Por favor Uchiha-Sama... suélteme—Hinata estaba sollozado sin querer mirarlo a los ojos.

Él la bajó, pero aún la sostenía de la cintura. Continuó mirando cómo seguía llorando y rechazándolo. Ese beso lo éxito como nunca antes, aun sentía el corazón latir velozmente y lo estaba encabronando escucharla llorar.

—No-no vuelva a acercarse a mi, y-yo no le diré nada a nadie de lo que acaba de pasar, pero por favor, no vuelva a molestarme—Madara la miró incrédulo por lo que acababa de decir. Lo único en lo que el azabache podía pensar era ¿en quien se creía esa mocosa para rechazarlo? Cualquier mujer estaría agradecida de contar con su atención y esta niña no podía ser la excepción. Ella logró hacerlo enojar. La soltó de la cintura y la tomó de las muñecas, mientras ella se mordía el labio inferior en el momento que él ejercicio un poco más de fuerza.

—¡Viaje por todas las naciones..!—afirmó—Incluyendo aldeas, como ciudades y nunca conocí a una mujer como tu ¡SERAS MÍA! TE JURO QUE TERMINARÁS EN MI CAMA BAJO MI CUERPO ROGANDO PORQUÉ, TE DE MAS—amenazó el azabache.
.

Hinata abrió mucho los ojos, se soltó de su agarre sintiéndose muy enfadada
¿quien se creía ese tipo? Él acababa de robarle su primer beso y ahora escucharlo decir esas vulgaridades. Sin contener la furia que se despertó en ella, levantó su brazo derecho y lo abofeteó, no espero la reacción del Uchiha y salió corriendo sin mirar atrás, el corazón latía a gran velocidad, pero no pararía, no, hasta estar a salvo de él.

El cielo era iluminado por todas las luces de los fuegos artificiales que en ese momento alcanzaron el punto máximo, siguió corriendo, ella no podía pensar con claridad, hasta que choco con alguien, levantó la mirada, temía pensar que fuera ese hombre de nuevo, pero al ver a Tobirama se arrojó a sus brazos, lo abrazó con fuerza y lloró, ella sabía que él la protegería de todo, se sintió segura, después todo se volvió negro—¡HINATA! —lo escuchó gritando, pero ya no pudo responder.

...

Tobirama se encontró con los compañeros de Hinata y nadie supo darle su paradero, así que se dispuso a buscarla, caminaba tranquilo por entre las personas y los puestos de ventas, cuando llegó al lugar que estaba menos transitado, sintió que alguien se estrelló con él, se sobresaltó al mirarla tan asustada, su rostro estaba sonrojado y manchado con lágrimas, observó a todos lados, para mirar si alguien la seguía, pero no pudo ver a nadie—¿Que tienes dime alguien te faltó al respecto? —Tobirama, no obtuvo respuesta, porque ella temblaba en sus brazos, la sintió soltar su agarre y le grito al mirar como perdió el sentido, se apresuró a tomarla en brazos para llevarla al hospital sin perder tiempo.

...

Madara no estaba preparado para la reacción de la Hyuga, lo sorprendió la mirada llena de seguridad que mostró antes de golpearlo, la veía con furia, e intentó tomarla de nuevo, pero la chiquilla salió corriendo, decidido a tenerla, se dispuso a seguirla, pero el bastardo del Senju, la tenía junto a él, se escondió y disminuyó su chakra, mientras los observó desde las sombras, apretó la mandíbula y los puños cuando miró como la tenía en brazos y desapareció con ella.

Camino hacia el distrito Uchiha, trató de calmar su creciente ira, pero no lo logró—Maldita maldita y maldita mocosa ¿quien se cree que es para tratarme así?—se pregunto.

Ahora mas que nunca estuvo seguro que la Hyuga, no era lo que aparentaba, ella usaba sus encantos para controlar a los hombres. Pero él no era cualquier hombre, él se dio cuenta a tiempo, antes de caer en las redes de esa manipuladora. Le bastó seguir las miradas de todos en el festival para darse cuenta como los tenía engañados a todos con su papel de víctima, bueno hasta Sasuke, que no se preocupa por nadie fuera de su propia familia y su novia, se miró conmovido por la mocosa engreída, todos en la aldea estaban engatusados por ella, solo por ser "la princesa Hyuga" pero ese rechazo no se queda así—Te vas a arrepentir Hyuga nunca nadie me trato así, ni siquiera Mito, me hizo sentir de esta manera, pagaras por esto—vociferó mientras llegaba a su mansión.

Cuando entró a la casa, decir que estaba enojado, era quedarse corto él estaba endemoniado. Entro en su oficina y destruyó todo a su paso y no logró calmar la creciente ira. Tomó una decisión, no esperaría mas tiempo, sabía lo que tenía que hacer a la mañana siguiente—Suki, Suki—grito enojado, mientras arrojó una botella sobre el piso.

—¿Me llamó Madara-Sama?—el Uchiha respiraba sobresaltado.

—Avisa al consejo que dos de ellos saldrán conmigo mañana a las ocho en punto, diles que no me hagan esperar—Suki se quedó parada sin saber cómo hablar—¿Que esperas?—grito aún mas enojado.

—Madara-Sama, es media noche, los miembros del consejo ya están durmiendo.

—MALDICION—grito con mas furia, no se dio cuenta del horario, levantó la cabeza mirando el techo tratando de calmarse, pero las imágenes de la niña inundaron su mente... el sabor de su boca, su hermoso rostro, esos senos pegados a su pecho, se puso duro otra vez, necesitaba desahogarse, tsk chasqueó la lengua y dirigió su mirada a Suki se acercó tomándola por la nuca para murmurarle al oído.
—Entonces compláceme bien—ella jadeó cuando la tomó con fuerza por el cabello y comenzó a rasgarle la ropa, la giró sobre el escritorio que estaba frente a él y sin perder el tiempo la penetro con fuerza, mientras imaginaba a la princesa Hyuga.

[...]

Hinata despertó algo pérdida, el olor a alcohol la trajo de golpe a la realidad, volteó a todos lados, comprobando que se encontraba en el hospital, volteó hacia la ventana y encontró la mirada preocupada de Tobirama.

—Me tenías muy preocupado pequeña...¿Que paso porque estabas tan asustada?
dime ¿alguien te molesto? ¿Te faltaron al respeto?—preguntó aún muy consternado.

—No no se preocupe sensei, no fue nada de eso—no podía decirle a nadie lo que paso, tenía mucho miedo de las represarías que podrían surgir en el caso de que se enfrentarán por ella. Tampoco deseaba que por su culpa se iniciara una pelea entre Senju y Uchiha como sucedió en el pasado, ella no sabía mentir, pero por el bien de todos tenía que sonar convincente—E-es sólo que me puse un poco nostálgica porque mi familia no me acompañó—mintió, pero no del todo.

Tobirama se acercó, la tomó de las manos y la miró a los ojos—Todo estará bien pequeña, recuerda siempre... Lo que hoy parece no tener solución, mañana será sólo un paso necesario para avanzar a un mejor futuro—le acaricio el cabello sin dejar de mirarla a los ojos, comenzaron a acercarse, ansiosos por lo que venía. Cuando la puerta se abrió sin ceremonias.

—Hinata... ¿que pasó?—preguntó Naruto al entrar seguido por Kiba y Shino, momentos después, llegó Neji con visible preocupación acercándose a ella para cerciorarse que no estaba herida.

Tobirama escuchó con atención lo que el médico de guardia le explicó a Hinata.
Se sintió feliz de saber que ella estaba bien, pero casi estuvo a punto de besarse con su niña si no los hubieran interrumpido. Ahora la tenía que mirar desde la esquina mas lejana en la habitación que estaba llena con todos sus amigos, que para colmo, eran muy ruidosos.

El médico dijo que no era nada de cuidado, sólo estuvo expuesta a muchas presiones y con lo dicho, le dio de alta. Se despidió de todos para ser escoltada por Neji hacia el complejo Hyuga. Cuando Neji la dejó en su habitación, se despidió de él con un beso en la mejilla.

Permanecía muy alterada, tenía una sensación en el pecho, algo que no sabía identificar y sumado todo al gran miedo que sentía, se quebró y comenzó a llorar. No podía entender porque desde que conoció a esa desagradable persona, su vida se sintió aún mas dura de lo que ya era.

Camino hacia el baño y decidió sumergirse en la bañera para poder relajarse y estar mas tranquila. Sus amigos la hicieron prometer asistir a un almuerzo para despedir al Kazekage... Gaara, siempre sintió miedo de él, pero ahora que lo piensa, comparado con lo que siente por el Uchiha, eso no llegó a ser miedo.

No lo miraba seguido, pero las pocas veces que coincidió con él, notó que su mirada ya no era la misma de años atrás en el bosque de la muerte. Las ocasiones en que ella, sus compañeros y Kurenai llegaron a Suna, él siempre la trató como todo un caballero.

Con esos ojos tan bellos y ese color de cabello—¿Que estoy pensando?—se reprendió al darse cuenta el rumbo que tomaron sus pensamientos... y es que en ocasiones, solo con mirar al Kazekage la hacía sonrojarse, claro que eso pasaba antes de sentirse atrapada por esas orbes rojizas  y ese cabello plateado. Sonrió agradecida, porque grasias a los pensamientos alegres y positivos, logró sacar esa sensación que sintió antes.

Regresó a sus recuerdos del hospital y se dio cuenta de algo ¿Donde estaba Ino?
Una pequeña risita se le escapó, pero fue seguida por un gran sonrojo, solo por imaginar donde y con quien estaba su amiga.

[...]

Ino despertó y notó un brazo sostenido su cintura. Miro con asombro que ya era de día, trató de levantarse pero una punzada en la cabeza la atacó junto a otra en su intimidad, se talló los ojos y se miró aún desnuda. Entonces recordó todo de golpe.

Volteó para encontrarse con los ojos negros del Uchiha que la veía divertido.
—¡Buenos días bonita! ¿Como te sientes? —le pregunto dándole un beso en los labios.
Ino lo miró sin decir nada, tratando de acomodar sus recuerdos. No hicieron el amor una, ni dos, sino tres veces y fue increíble. La trató con tanto amor, con delicadeza, como si temiera lastimarla, se sonrojó al recordar que la tercera vez fue ella quien gritó que fuera mas rápido

—¡Cielos..! ¿Que le dire a mi padre?—entro en pánico, mientras corrió tomando el sostén y buscando el resto de su ropa. Shisui la miró desde la cama con el rostro divertido, era la primera vez que ella se quedó sin palabras.

[...]

Hinata se levantó temprano, se dio un baño y se arregló para bajar a preparar el desayuno de Neji. También trajo con ella los regalos que compró. Al terminar el desayuno, mando llamar a Ko, los dos esperaban junto a la mesa de la cocina, les entregó el plato a ambos y también puso unas bolsas con un listón frente a ellos. Los dos la miraron sin entender.

—No no es gran cosa, pero yo quería que siempre me recuerden, por eso les traje un presente...ábranlo—comenzaron a romper la bolsa y los dos se quedaron mirando la caja de madera que contenía el kunai con sus nombres. Ko derramó algunas lágrimas, argumentando que nunca recibió un regalo. Neji dibujó una pequeña sonrisa hacia ella, mientras se ponía de pie para darle un abrazo. Los tres desayunaron y al terminar, se despidieron para regresar a sus obligaciones.

Hinata regreso a la habitación después de lavar los platos, aún era temprano y quería pasar al cementerio para llevar flores a su madre. Se vistió con un vestido azul que le llegaba abajo de la rodilla, no tenía mangas dejando sus brazos al descubierto, se puso un cinturón blanco al igual que las sandalias, amarró su cabello en una coleta alta dejando a la vista su cuello, se veía muy linda. Tomó flores del gran jardín que ella misma cuidaba dentro del complejo y salió hacia el cementerio. Poco antes de llegar se encontró de frente con tres personas.

La joven no podía creer que su suerte fuera tan mala, pues frente a ella estaba el lider Uchiha, con dos hombres algo mayores. Les hizo una reverencia que las dos personas mayores contestaron y sin mirar al Uchiha se marchó apresuradamente, no tenía idea hacia donde se dirigían, pero agradeció que él no tratará de acercarse.

...

Madara salió con dos miembros del consejo, llevaba todos los documentos que necesitaban, no pudo dormir bien y todo se lo debía a la persona frente a él. Se veía tan hermosa con esa ropa y peinada de esa manera, no pudo dejar de mirarla, ella les hizo una reverencia a los miembros del consejo, que devolvieron de inmediato y sin decir nada siguió su camino. Él decidió también continuar con el suyo.

Llegaron al complejo Hyuga y esperaron a ser atendidos. Momentos después salió un guardia, el cual se sorprendió a verlos, pero pronto se recuperó—¿Que desean?—preguntó con la seriedad que caracterizaba a los miembros de ese clan.

—Quiero ver al líder Hyuga—respondió uno de sus acompañantes.

—Lo siento Uchiha-Sama, pero el no se encuentra, estará fuera toda la semana.

—Entonces avisa a los miembros del consejo que, Madara Uchiha está aquí y no me marcharé hasta ser atendido—advirtió sin expresión y esperaron por unos minutos, hasta que un guardia abrió las puertas dejándolos pasar.

—Síganme... los miembros del consejo los esperan en el salón de juntas—dicho eso, los tres Uchihas lo siguieron en silencio.

Continuara