Capitulo 4

Los personajes de Naruto no me pertenecen, solo los uso para dar vida a esta historia sin fines de lucro.

Ya entrada la noche, todos se fueron a dormir. Hinata despertó de golpe unas horas mas tarde, recordando que dejó su mochila cerca del lago—Tendré que ir por ella, tal vez mañana no tenga tiempo—se dijo y decidió salir sin hacer ruido para dirigirse al lago.

...

El Uchiha no podía dormir debido a la rabia que sentía, se levantó y salió a caminar, sus pasos lo llevaron hacia el lago, donde horas antes miró a la Hyuga, se quitó toda la ropa y entro a tomar un baño para relajarse y conseguir dormir. Estuvo como media hora dentro, hasta que salió. Se vistió y camino hacia el campamento, pero a la orilla de uno de los árboles encontró una mochila color violeta, la levantó sabiendo a quien pertenecía y no pudo evitar sonreír.

...

Hinata dio vueltas a las orillas del árbol donde dejó su bolso, pero no estaba. Buscó en otros árboles sin resultados.  Soplo el aire contenido con frustración—No puedo perderla—se dijo a sí misma. Todas sus pertenencias estaban en ella y lo más importante, eran los presentes de sus amigos.

Puso los brazos en un árbol y junto su frente con el tronco—¿Perdiste algo princesa?—preguntó una voz ronca, muy cerca de su oído y cuello.

Se sobresaltó y rápidamente giró quedando a pocos centímetros del líder Uchiha que la miraba intensamente.

Cuando pudo reaccionar, se alejó unos pasos lejos de él—U-Uchiha-Sama...perdí mi bolsa—llevó su mirada hacia abajo y pudo ver la mochila sostenida por la mano derecha del azabache. Hizo una pequeña reverencia y con miedo, agradeció por encontrarla, pero el Uchiha no hizo ningún movimiento para entregársela. Cómo si esperará que ella la tomara por su cuenta acercándose a él.

Madara la miraba desde su altura y le parecía tierna la forma en que temblaba por causa suya. Le recordó cuándo encontró a Akuma herido—¡Vamos Hyuga..! No seas tan formal conmigo, después de todo, cuando tomes el liderazgo de tu clan nos miraremos "muy"seguido—la tuteó sin ningún tipo de vergüenza y la miraba con una sonrisa de medio lado. La ojiperla levantó su rostro aún más asustada por sus últimas palabras.

Él se acercó a ella peligrosa y lentamente, hasta casi rozarse con el cuerpo femenino, se inclinó hasta su altura, quedando a escasos centímetros de su rostro, miró fijamente las perlas, que no parpadeaban al también mirarlo.

Madara sintió cómo si Sasuke lo tocara con el chidori, su cuerpo se sintió arder. Se acercó hasta su oído derecho rozando su mejilla—Toma princesa...y no pasees sola por el bosque, nunca sabes a quien puedes provocar—lo dijo con una voz baja y seductora.

A Hinata se le erizaron los vellos debido al miedo, tomó su mochila y corrió sin mirar atrás, el corazón latía con furia y sus piernas temblaban, llegó a su casa de campaña entró y rápidamente cerró, se metió bajo sus mantas buscando protección. 

Ese hombre la asusto mucho, pudo sentir el aura oscura que despedía.  No entendía como un hombre como el Hokage, tan amable y gentil, podía ser el mejor amigo del Uchiha.

Durante años escuchó historias acerca del líder Uchiha y en todas lo describían como muy poderoso, pero también hablaban de su crueldad y egoísmo. Ella no prestó atención a esas leyendas, pues ni siquiera lo conocía, además, él era el hermano de Mikoto-san, la mejor amiga de su fallecida madre y para ella, la dama Uchiha era muy querida.

Después de la muerte de su madre, Mikoto la  llevó muchas veces a su casa, cuando sus hijos no estaban, a veces, cocinaban, otras ocasiones salían de compras, hasta que los miembros del consejo le prohibieron visitarla, argumentando que solo perdía el tiempo.

Ahora sólo la veía de vez en cuando fuera del distrito Uchiha. También fue compañera de Sasuke en la academia y aunque el chico no era muy amable, tampoco poseía esa aura tan malvada.

Conocía a Shisui y a Itachi... Shisui era un poco mujeriego, pero buena persona.
En cambio Itachi, oh Itachi, él era por mucho, uno de los hombres mas correctos y respetuosos que ella conocía. Lo empezó a tratar grasias a Neji, los dos trabajaban juntos en el cuartel Anbu. Ella llevaba la comida de Neji cuando él no estaba de misión, con el tiempo llevaba comida también para Itachi, le parecía tan similar a Neji, en su forma de ser, que terminó ganando todo su respeto y admiración.

Fue todo un contraste con la persona que conoció esa noche. Debido a esos buenos Uchihas, las leyendas sanguinarias sobre el líder, no fueron tomadas en cuenta por ella, pero después de esa noche, estaba segura de que no se expondría a estar cerca de él y mucho menos a solas—Ojalá lleguemos pronto a Konoha, para no volver a ver a esa persona—se dijo mientras se quedaba dormida.

...

Madara se quedó con una gran ereccion debido a la cercanía que mantuvo con la Hyuga.  Una cosa era segura y muy a su pesar tuvo que reconocerlo. La mocosa no se sentía atraída por él. Su ego estaba siendo golpeado y no estaba contento con eso. No perdería, otra vez ante un Senju. No esta vez—Rogarás por mi princesa, ya lo verás,  terminas gritando de pacer bajo mi cuerpo, temblarás, pero no será de miedo—murmuro, mientras ella corrió lejos de él. Pero como que se llamaba Madara Uchiha, tendría a esa niña solo par él al precio que sea.

[...]

La mañana siguiente... Naruto y los otros cinco desayunaban antes de regresar a Konoha. Estaban de buen humor, el lugar les gustó mucho, al igual que la aldea, que aunque pequeña, estaba surtida con toda clase de atracciones.

Llevaban, algunos recuerdos para sus familias y amigos.  Cuando terminaron con las compras, partieron hacia Konoha. Caminaban entre conversaciones y risas. Naruto estaba pensativo, sabía que el festival era el día siguiente, pero Sasuke les comento que Itachi, Neji y Sai salieron de misión y no sabía cuándo, estarían de regreso.

El rubio recordó con pesar a Hinata, ella tenía mucha ilusión de que Neji estuviera con ella esa noche. Naruto sentía un gran aprecio por la Hyuga, tiempo atrás  se enteró que ella sentía algo por él y cuando el decidió corresponder ya era tardé, Hinata ya no se sentía atraída hacia él.

Hablaron y terminaron como buenos amigos, Hinata lo ayudó mucho, ella fue de las pocas personas que no lo repudiaron, por contener a Kurama. Naruto era huérfano, sus padres murieron cuando él nació. El demonio era encubado en la madre del rubio y cuando llegó su nacimiento el demonio se liberó, causando gran cantidad de muerte y destrucción en Konoha.

Sus padres murieron al sellarlo dentro del bebé... Creció sintiendo el despreció de los aldeanos, no obstante, con los años todo cambio, Naruto como la hermosa persona que es, se convirtió en amigo de Kurama y juntos pelearon por mantener la paz, ganando la admiración y el respeto de las personas, incluso las otras naciones admiraban al rubio.

Ahora Hinata ayudaba a ordenar su apartamento una ves a la semana y también cocinaban juntos. Él era de los pocos que Neji permitió acercarse a ella sin querer asesinarlo.

—¿Que pasa Naruto? Estas muy pensativo—pregunto el Nara, al sentir que era muy raro que Naruto no estuviera parloteado.

—¿He..?—Naruto se sobresaltó con la pregunta de Shikamaru—No es nada solo pensaba—respondió desinteresado.

—¿Que te dijo Temari? ¿Asistirán al festival mañana?—inquirió Sakura sacando de sus pensamientos al rubio.

—Me dijo que si y esta tarde debería estar llegando junto a Gaara y kankuro—respondió el Nara despreocupado.

—¡Wow el sexy Kazekage nos visita!  Ese hombre es una tentación andante—exclamó  Ino con el rostro sonriente. Choji continuó comiendo sus papas, mientras Shikamaru rodó los ojos ante los comentarios de su compañera.

[...]

Al sentir los primeros rayos del sol. Hinata se levantó para comenzar a guardar todas sus pertenencias. Una vez terminó, salió de su casa de campamento y puso a hervir agua para preparar té.

Tobirama salió seguido de la ojiluna y la miró concentrada, camino hacia ella para darle los buenos días, la Hyuga dio un respingo al escucharlo y se sonrojó al mirarlo tan cerca de ella. El Senju sonrió, le encantaban todas sus reacciones. Se sentaron juntos y mientras tomaban la bebida, Tobirama la miró de reojo, era tan linda, apenas podía esperar para tenerla siempre junto a él, suspiró sintiendo su pequeño cuerpo junto al suyo, pensó que al casarse estaría todos los días compartiendo esa clase de intimidad con ella.

...

Madara salió de la tienda de campamento, estaba de muy mal humor pues casi no pudo dormir, levantó la vista y lo primero que miró, fue la pareja frente a él, los dos estaban dándole la espalda, pudo apreciar el pequeño cuerpo de la Hyuga, junto muy junto al Senju, apretando la mandíbula se quedó un momento pensando la forma de desaparecer a ese maldito.

Unas fuertes voces rompieron el silencio. Kiba, Shino y Akamaru, salieron de su tienda de campamento, iban discutiendo acerca de que Shino roncaba muy fuerte. En seguida se les unieron, Mito y Hashirama. Todos desayunaron ramen instantáneo, antes de partir y de levantar los campamentos.

Hinata desarmaba su casa de campaña. Tobirama, se acercó y la ayudó mientras, ella le sonreía tímidamente. Ese hombre hacia latir su corazón desenfrenado, era tan apuesto con ese cabello color plata y esas marcas en su rostro que lo hacía ver enigmático, sin contar con su bien formado cuerpo. Cada vez que entrenó  con él, terminaba mojado por el agua de la cascada, pegando la ropa a su pecho y brazos, dejando ver lo grandes que eran.

Hinata se sonrojó por sus pensamientos y giró su mirada al suelo. Se reprendió así misma. No podía dejarse llevar por sus emociones, él terminaría notando su interés y se alejaría de ella.

Tobirama que la observó mientras la ayudó, noto el cambio en su semblante y sin ningún reparo se acercó a ella pasando un brazo por sobre los hombros femeninos—¿Nos vamos? —le pregunto cómo si nada, como si fuera normal ese comportamiento entre ellos.

Ella respiraba con dificultad y estaba completamente roja, no quiso mirar hacia dónde Kurenai y sus compañeros la veían, solo asintió y camino con él en silencio.

Mito y Hashirama sonreían observando a Tobirama actuar así, ellos ya habían notado el interés que mostraba por Hinata.

Kurenai se sintió feliz, mientras que Kiba rascó su cabeza sin entender nada y Shino no mostró ninguna expresión.

Madara observó con odio la escena, apretó los puños con furia, sintió que le robaron algo. Estaba encabronado, esa mocosa no lo volvió a mirar desde la noche anterior. Su corazón latía muy fuerte, que hesta dolía. Quería arrebatársela y llevarla a un lugar donde solo fuera suya.

Camino hacia Konoha, sin decir ninguna palabra y con su atención centrada en la chiquilla. Ahora el Senju caminaba frente a todos, ella se encontraba en medio de sus compañeros... Tras ellos avanzaban el Hokage, Mito y Kurenai y por último él.

Unas horas después, se encontraron en las puertas de la aldea. Entraron todos y antes de despedirse el Hokage los llamó.

—Chicos recuerden que mañana es el festival de Konoha. Su reconocimiento será entes de empezar con las celebraciones, deben llegar antes de las 6 ¿De acuerdo?—inquirió sonriendo.

—¡Hai!—contestaron los tres.

—A si, casi lo olvido, Hinata tu padre aún no confirmó su asistencia ¿sabes si asistirá?—pregunto, para estar seguro.

Hinata sintió una gran tristeza—Él me aseguro que si viene y también mi abuelo, pero no se si Hanabi esté disponible— respondió con la voz muy baja.

—¡Ha! Claro que no irá, así muera por estar con Konohamaru, se refundirá en el complejo Hyuga solo para molestarte—soltó Kiba molestó.

—¡KIBA!—lo reprendió Kurenai.

Hinata bajo la cabeza, limpiando una lagrima traicionera que se le escapó. Hashirama se sintió mal por hacer la pregunta, Mito, miraba con pesar, pues no eran ajenos a lo que se hablaba acerca de las dos hermanas.

Tobirama se acercó a ella junto a Kurenai, mientras el Uchiha escuchaba todo con curiosidad.

—Perdóname Hinata a veces, hablo de más—se disculpó Kiba arrepentido de hacerla sentir triste.

—E-está bien Kiba kun no te preocupes—lo animo Hinata.

Shino solo negó con la cabeza y lanzó una mirada de reproche hacia Kiba.

—Entonces los veo mañana. No lleguen tarde—se despidió el Hokage, con una sonrisa

[...]

Sasuke y Sakura llegaron primero a la entrada de la aldea , seguidos por los otros cuatro.
—¿Teme Itachi también estará en el festival?—inquirió Naruto.

—Mas le vale que si, de lo contrario, me vengaré de el—respondió el Uchiha.

Naruto comenzó a reír con la respuesta del Uchiha, el siempre estaba amenazando a su pobre hermano mayor.

—¿Tu tio también irá?—esta vez fue Choji, quien tenía curiosidad, debido a que el lider Uchiha, no pisaba la aldea, solo pocas personas lo habían visto desde que regresó y la mayoría le temía, grasias a su reputación.

—Eso me dijo,—afirmó el Uchiha, dejando a sus compañeros sorprendidos.

Todos se marcharon dejando solos a Sasuke y a Sakura. Ella se sentía con curiosidad y decidió preguntar

—¿Tu crees que tu tío se comporte mañana?—Sasuke lo pensó por un momento.

—No estoy seguro, sobre todo estando serca de Tobirama-san—Sakura asintió y continuó caminando.

[...]

Madara llegó al distrito Uchiha, caminaba en silencio, hasta llegar a su mansión.
Al entrar se encontró a Suki, una de sus empleadas—Madara Sama Bienvenido!—lo recibió con entusiasmo la mujer frente a el,  mientras hacía una reverencia.

—Hmph,—fue su única respuesta.

—¿Izuna esta en su habitación?—preguntó el Uchiha,  lo obvio pues sabía de sobra que su hermano no salía de ella.

—Si esta—contestó Suki sonrojada. Madara subió sin decir nada mas.

Suki se quedó mirando, al Uchiha mientras subió, dejó salir un gran suspiró.
Ella estaba enamorada de Madara, desde que regresó.  Al igual que con otras Uchihas, compartió su cama, pero con ella estuvo en mas de una ocasión. Después de tener relaciones con el no mencionaba nada y ella entendió que esa era la clave para que la buscara de nuevo y así fue.

Cuándo escuchó a Mikoto decir que necesitaban una empleada de tiempo completo en la mansión Uchiha, no dudó en hacer todo lo posible por ganar el puesto, no le importó a cuántas quito de su camino, estaba decidida a ganárselo y llegar a ser la esposa del líder. 
Ella era una de las mujeres mas guapas del distrito, contaba con 29 años, de edad, con cabello negro hasta los hombros y ojos del mismo color, era alta y esbelta.
Trabajaba en la mansión desde hacía seis meses, junto a dos mujeres de mediana edad, pero ella era la única, que tenía una habitación en la mansión. Y era por esa razón que se encargó de maltratar a sus compañeras de trabajo sintiéndose, superior.

...

Madara entró en la habitación de su hermano. Lo miro sentado en su sillón negro, junto a la ventana, se acercó a el y lo llamó. 
Izuna ni siquiera lo miro, su vista estaba perdida, solo mirando a la nada.  Lo llamó de nuevo, pero, siguió sin obtener respuesta. Salió dejándolo solo.  Izuna tenía días en los que estaba de muy mal humor, pero para Madara, los peores eran los que estaba como hoy, perdido en sus pensamientos. Eran esos días cuando mas odio sentía hacia el Senju.
Camino asta su habitación y recordó, que al día siguiente tendrían la cena semanal, con su familia.  Y sin poder evitarlo recordó a la Hyuga. Se llevó una almohada a su rostro enojado, por sentirse de esa manera.

[...]

Hinata llego al complejo Hyuga, sonrió cuándo miro a Ko esperándola. -¡Hinata Sama! me alegra que este de regreso— Ko sonrió al verla llegar.

—¡Ko nii san! —exclamo Hinata , abrazando a Ko—Ya te pedí que no me llames así, solo Hinata —Ko asintió con cariño.

—¿Padre está en su oficina? —quizo saber Hinata , ya que tenía que hablar con el.

Ko desvió la mirada, lo que Hinata no pasó por alto, pero guardó silencio—Su padre y su abuelo salieron esta mañana—respondió con pesar, pues bien sabía que el consejo los mando fuera deliberadamente, para que no estuvieran con ella en el reconocimiento.

—¿Pero ellos regresan para mañana verdad? —temió a la respuesta.
Ko negó con la cabeza—P-pero el me aseguró, que estaría aquí mañana...—no pudo soportar y comenzó a llorar. Ko la tomó de las manos.

—No llore, su padre no tuvo otra opción, eran asuntos de suma importancia—se sentía muy frustrado al no poder ayudar a la pobre niña, odiaba verla llorar, por culpa de los malditos viejos—Vamos, la llevó a su habitación debe estar cansada—ella se dejó llevar, se sentía muy triste, al llegar entró y le agradeció a Ko, quien le limpió las lágrimas antes de marcharse.

—¿Porque pensé que sería diferente?—se pregunto con pesar, tomó ropa limpia y se metió en el baño, pasaría lo que quedaba del día en su habitación.

[...]

El día del festival llegó. Y todos los encargados de las decoraciones, daban sus últimos toques, los fuegos artificiales se acomodaron en su sitio, mientras que los vendedores,revisaban la mercancía.  kakashi y Yamato supervisaban, que todo estuviera en orden.

[...]

En la Mancion  Uchiha, Mikoto , Fugaku,  y Tobi  ya estaben en la sala de estar esperando a que llegaran los otros miembros.
De pronto llegaron Shisui y Sasuke corriendo, para ver quien, era el primero. Fugaku, puso los ojos en blanco. Esos dos siempre estaban haciendo lo mismo.

—Te gane —afirmó Sasuke con superioridad.

—Tobi es un buen chico, Tobi llegó primero. Ustedes perdieron—los dos primos fulminaron a Tobi, con la mirada, mientras que Tobi, saltaba, como un niño, arriba de los sillones.

Madara bajo después de estar un rato junto a Izuna, que al igual que ayer no quiso hablar.  Llegó hacia el comedor y casi todos estaban presentes.

Cuándo terminara la cena, partirían juntos, al festival.

Al sentarse, observó el semblante asesino de Sasuke, miró hacia la mesa y supo el motivo. —¿Itachi no llegó?—pregunto Madara, y como si lo hubieran invocado, apareció un Anbu, con mascara de cuervo.

El joven retiro su máscara, dejando a la vista un apuesto hombre, con cabello y ojos negros, su atlético cuerpo bajo el uniforme, que vestía lo hacían ver irresistible.

Saludo a todos con respeto y beso la mejilla de su madre antes de tomar asiento.

—Si no llegas, te buscaría para traerte arrastrando, nii san—espetó, Sasuke.

Itachi, dirigió el rostro hacia su hermano—Prometí llegar a tiempo y lo conseguí, aunque, surgieron algunos contratiempos, nada impidió que llegáramos. Ya que ambos pensamos lo mismo—declaró Itachi.

—¿Ambos?—preguntó Madara.

—Neji y yo. Ninguno de los dos podíamos faltar, aunque confieso; que el, estaba mas preocupado que yo—aclaró el moreno.

—Mphm.—soltó Sasuke molesto por las palabras de Itachi.

Shisui, comenzó a reír y Madara, trató de recordar, donde escuchó ese nombre. Pero por el momento lo dejó pasar.

La cena transcurrió, entré risas, gritos y platicas.—¿Saben..? Tener a varios Uchihas en un mismo sitio, desviará a mis locas acosadoras. Fijando, algo de atención, hacia ustedes—aseguró Sasuke, atrayendo una mirada divertida y cargada de burla por parte de Shisui, quien no tardo en molestar a su primo.

—Cálmate mocoso, te quejas por nada. Soy mucho mas sexy y atractivo, que tu y aún así, se como tratar a las damas que se me lanzan.

—Mphm, tu no tienes idea, lo que es ser acosado desde; los días de la academia, incluso antes. No podía ni comer, debido al gran escrutinio de todas mis compañeras, todo por ser el MAS GUAPO UCHIHA. Ademas ni siquiera hables, que hasta trataste de salir, con Sakura, y también con la (Yamanaka) y fuiste rechazado, porque, las dos me preferían a mi—
Sasuke se burló al mencionar a Ino, pues sabía, que eso lo afectó.

—¿Supongo; que la heredera, Hyuga también era una de tus acosadoras ?—pregunto el lider Uchiha, dejando a todos sorprendidos por la pregunta, pues el nunca participaba en esa clase de conversaciones. Pero no pudo evitar la tentación, de saber mas acerca de esa chiquilla, que rondaba sus pensamientos.

—¿LA RARA? —se burló, Sasuke conteniendo la risa. Irritando a Fukago y a Itachi, pero en especial a Mikoto, que no tardo en dar una reprimenda, a su hijo menor.

—¡SASUKE UCHIHA!- ya te dije que no llames así a Hinata chan.

—¿Como no llamar rara, a la chica que prefirió estar enamorada del Dobe, que de un Uchiha?. Ademas, nunca cruzó palabra conmigo, hasta hace algunos meses.—reitero Sasuke.

—Ella no tiene nada de raro.—esta vez, fue Fukagu, quien la defendió.

—Hime chan es linda, Tobi es un buen chico, a Tobi le gustan los rollos de canela y los dangos, que hacia. Tobi esta triste, porque ella ya no viene.—se quejaba Tobi encogiendo los hombros, como un niño triste.

—Esos bastardos del consejo Hyuga, le prohibieron, visitarme, como lo hacía antes. Me hacia tan feliz tenerla aquí.  Es la viva imagen de Hikari, yo tenía tantas esperanzas, que Itachi y ella llegaran a enamorarse.

—Por favor Okasan,  ella es inmune a los Uchihas. Ademas ya tiene a alguien, que suspira por ella y no dudó, que pronto este legalmente comprometida—aseguró  Sasuke.

—¿Que quieres decir, con que ella es inmune a los Uchihas? —preguntó, Madara, en tono molesto. Lo que no pasó desapercibido, por Itachi.

—Eso mismo, así como lo escuchas. Ella fue la única niña en toda la academia, que no me tomo en cuenta. Al principio pensé, que solo trataba de llamar mi atención, pero no fue así. La Hyuga fue la única, chica tras el Dobe y con el tiempo, todos en Konoha lo sabían. ¡Todos! Menos el... después de, esperar a ser correspondida, comprendido que Naruto, no correspondería, por estar siempre tras, Sakura... así que para la sorpresa de todos, lo empezó a ver diferentes, ya no con amor, si no con admiración—continuó el joven.

—Tiempo después Tobirama San, comenzó a entrenarla, acercándose mucho a ella. Ahora, la mayoría de los aldeanos y quienes, los rodean saben de la gran química, entre ambos. Por mas que el tonto de Shisui, trato de conquistarla, lo único que obtuvo fue un desmayo por parte de la Hyuga. El único Uchiha soltero, que habla con ella es Itachi...—todas las miradas fueron hacia Itachi.

—¡Oh hijo! Me haría tan feliz, que la hija de mi mejor amiga, y mi primogénito, estuvieran de novios—exclamo la matriarca, con tono dulce, hacia Itachi.

Itachi se aclaró la garganta, para hablar.
—Ella para mi es una, gran persona, pero solo la miro como alguien de mi familia.
Alguien a quien debo proteger. No estoy seguro si eso se debe al tiempo que paso junto a Neji, o por su modo de ser, pero ella se a vuelto muy importante para mi—finalizó el genio Uchiha.

—Es una lástima...aunque la idea, de que Hinata  y Tobirama lleguen a ser, mas que, alumna y sensei, me tranquiliza.  El es capaz de sacarla de ese, clan y no permitirá, que vuelvan a manipularla—concluyó Mikoto.

Madara escuchó, todo sin dar crédito. Se había equivocado, ella no era una fan de los Uchihas, sino de Naruto. Esto, pasaba de nuevo. Al igual que años atrás, cuando Mito prefirió a Hashirama y no a el.  Se propuso hacer de todo por ella, pero nada funcionó.

Llegó a pensar, que jamás podría olvidarla. Estaba seguro que era a quien, amaría toda su vida. Se decía que los Uchihas, solo amarían a una mujer durante sus vidas, podrían estar con decenas, de ellas, pero el amor, solo pertenecería a una. 

Madara no sabía si esta leyenda, era, verdadera o no, pero si así era, estaba mas que seguro de que Mito era esa mujer.  Mas, para su sorpresa, poco tiempo después, de su exilio, se dio cuenta, de que nunca la quiso.  Fue solo un capricho, por competir con su amigo. Una simple, calentura.

—Pero se dice, que por las leyes de ese clan, solo se les otorga, el permiso de un compromiso, a la primer propuesta de matrimonio—Madara se maldijo, por hablar sin pensar y soltar esa información.

Todos giraron hacia el, sorprendidos, pues nadie conocía, esa información.

—Mmm...—musitó, Fugako escéptico. El fue líder del clan Uchiha, durante el exilio de su cuñado y sabía acerca de algunas leyes Hyugas—No creo que Hiashi, permita, algo así. Porque aunque no lo demuestre, si quiere a su hija y no me parece, que acepte casarla, sin ella estar enamorada—aclaró con seguridad.

Todos continuaron, la cena como de costumbre.  Itachi se acercó a Madara, para que solo el pudiera, escuchar. 
—Tío, se lo que estas pensando, y desde ahora te lo digo. Será mejor que desistas, de esa idea—advirtió el chico.

—¿De que estas hablando, Itachi? —preguntó Madara con falsa inocencia.

—Hinata-san, a sufrido mucho, ella no merece, que la involucres en tu venganza—le dijo, tratando de que entendiera.

—Te equivocas Itachi. Yo no estoy, planeando nada. Ten por seguro, que lo que pasé, pasara—concluyó el lider Uchiha, con una sonrisa cargada de advertencia y cinismo, hacia el Anbu.

Itachi chasqueó la lengua.  Su tío trató, de vengarse de Tobirama, por todos los medios, legales y hasta ahora, no pudo encontrar la manera. Lo que paso con su también tío Izuna, fue indirectamente, culpa de Madara, pero este último, se negó a reconocer el hecho.

Izuna, espero a su hermano, durante cinco años, pero este no regresó, lo que terminó llenando su corazón de odio. 

Culpó a Hashirama, de que su hermano mayor no regresara, decidió entonces, que si el perdió un hermano, el Hokage también perdería uno.  Fue de esa manera que se desató, la pelea entre ambos.  Tobirama, intentó razonar con Izuna, pero todo fue inútil, al comenzar con los ataques, se miró obligado a defenderse y así fue, como sin proponérselo, casi terminó, con la vida del Uchiha. Cuando Madara regresó, en vez de arreglar todo, decidió culpar al Senju.

—Solo, te diré algo tío, si decides continuar con esa infamia, que estas planeando, te vas a arrepentir—Madara arqueó una ceja.

—¿Me estás amenazando Itachi? ¿ Acaso también estás enamorado de la mocosa?—pregunto, el lider, en tono de amenaza hacia su sobrino.  Itachi lo miró de la misma manera impenetrable, pues a el, su tío no lo intimidaba.

—¡NO! Yo no te estoy amenazando. ¡Te estoy advirtiendo!  Por tu propio bien. Si te empeñas en seguir, terminarás, atrapado en tu trampa. Tu no sabes nada acerca de ella. Hinata-san es diferente a las mujeres con las que estas acostumbrado a tratar. De ninguna manera, merece ser tu pieza de venganza. Ella no tiene nada que ver con todo esto. Ya bastante tiene con manejar sus propios problemas—aseguró Itachi.

—¡Tonterías!—exclamo Madara—No necesito conocerla años, me bastó un solo día, para saber, la clase de mujer que es. Conozco a las de su clase, ella no me engaña, usa su inocencia y su timidez, para atraer la atención de todos, y si le agregas que es una Hyuga, es de esperar que esté acostumbrada a manipular a quienes los rodean.  Conozco a las mustias, que fingen, amabilidad y a su vez debilidad, Itachi. Te aseguro que ella no es diferente—el joven trato de decir algo, pero ya no pudo.

—¿Nos vamos?—pregunto el lider, poniendo fin a su conversación con Itachi.
Itachi ya no dijo mas, solo esperaba, que su tío no fuera capaz de llegar tan lejos con su venganza. Porqué de se ser así, Hinata, sufrirá, aún mas de lo que sufrió en el clan Hyuga.

[...]

Hinata despertó, sin  animó de nada. La mayor parte del día lo paso en su habitación, permaneció en ella desde que llegó el día anterior.

Miro el tiempo y se dirigió a tomar un baño, para estar lista. Una hora después, veía su reflejo en el espejo.  Llevaba puesto un kimono color violeta, con flores de colores entre púrpura y azul, con mangas que colgaban, el obi de color negro, su maquillaje, era suave. Haciéndola lucir natural, trenzó su cabello en una trenza suelta, que caía del lado derecho del hombro, con algunos mechones sueltos, enmarcando su rostro.
Por último se colocó, una peineta de plata con perlas incrustadas  y algunas colgadas en finos hilos, la colocó al lado izquierdo del cabello, esa fina pieza, perteneció a su madre, su padre se la regaló cuando nació Hinata y fue el mismo, quien se la regaló a ella, cuando cumplió, dieciséis años.  De pronto unos toques en la puerta, la alertaron de que ya deberían  estar llegando por ella.

Al abrir la puerta, estaba, Hanae una de las criadas, pero que Hinata quería cómo su propia familia.  Hanae sonrió al mirar lo hermosa que lucía la chica.
—Hinata-sama, se ve usted hermosa. Es tan parecida a su madre—la ojiperla se sintió feliz por las palabras de Hanae, la enorgullecía que la encontrarán parecida con su madre.
—Sus compañeros Kiba-San y Shino-San la esperan—anunció la femina.

—Grasias Hanae, en seguida voy—abrazó a la mujer y se apresuró a encontrar a sus amigos.

Hinata bajo con los regalos de sus amigos, quería entregarlos antes del reconocimiento.
Los chicos, lucían kimonos masculinos, el de Kiba en color gris con negro y el de Shino en color marrón también con negro.

Cuándo la miraron le sonrieron con cariño.—¡Te ves hermosa Hinata!—exclamó Kiba, Shino no lo dijo en palabras, pero estuvo de acuerdo con Kiba.

—Ustedes se miran muy apuestos también—se acercó a ellos y colocó, en sus brazos, una bolsa con un lazo formado un moño.

Ellos la miraban, con expresión de sorpresa—Es para ustedes, con todo mi corazón, es solo un pequeño detalle, por estar siempre cuando mas los necesito. ¡Ábranlo..!—
al romper la bolsa la expresión de los varones, fue digna de ser fotografiada.

Tenían la boca abierta y Kiba por poco derramó algunas lágrimas, Shino aunque, sin expresiones se sentía muy alagado. —¿L-les g-gusto?—preguntó algo nerviosa.

Kiba la levantó en un fuerte abrazo, mientras que Shino, palmeo
su hombro, haciéndola sonreír sintiéndose feliz por tenerlos, como sus amigos.

[...]

Un guapo rubio, esperaba a sus compañeros junto a la plaza de la aldea. Se sentía con la tentación de comer ramen, podía sentir el olor que provenía de los distintos puestos, aunque ninguno a sido mejor que Ichiraku, ramen, su lugar favorito, para comer.

Estuvo tentado a comer unos dulces, para calmar la ansiedad, por el ramen, pero estaba tan pulcro y elegante, que decidió esperar hasta el final del reconocimiento.

Vestía un kimono de color naranja con negro, tal vez, para las personas,estaba un poco llamativo, pero según su opinión era perfectamente lo que se le llama, buen gusto.

—¡Yo Naruto! —lo llamó Choji, quien vestía un kimono, blanco y al igual que los compañeros, combinado con negro. Shikamaru caminaba tras Choji, vestido con un kimono color verde combinado con negro. Poco mas atrás, llegaba Ino, que vestía un hermoso kimono de color morado, con el obi negro, el maquillaje la hacía lucir mas que perfecta, su cabello estaba suelto y lo adornó con una peineta negra de metal que estaba forrada de piedras moradas.
Naruto la miró enbobado, hasta que sintió un ligero golpe en su cabeza. —Sakura eso dolió tebayo—se quejó, el rubio por el golpe.

Sakura rodo los ojos. Ella estaba encantadora, vestía un lindó kimono de color rojo con el obi negro, el cabello corto estaba adornado con una hermosa y sencilla tiara con piedras rojas.

—¡HINATA CHAN! —grito Naruto atrayendo la atención de todas las personas que ya tomaban sus lugares para el reconocimiento.

Kiba, Hinata y Shino, caminaban hacia la plaza, donde se llevarían acabo la mayor parte de las festividades y también donde se encontrarían a sus compañeros, cuando escucharon la inconfundible vos de Naruto, a quien estaban reprendiendo, entre Sakura e Ino. Todo por ser tan ruidoso.

—Te ves hermosa Hinata chan—afirmó Naruto, haciendo sonrojar a la Hyuga.

—L-lo mismo digo Naruto-kun, te miras muy apuesto—respondió la Hyuga.

Las chicas se miraron, entre las tres y estaban felices, se apartaron para estar a solas unos minutos, mientras se acercaban, Tenten y Rock Lee.

Tenten lucía un kimono, amarillo con el obi marrón, ella no vistió de negro porque no subiría junto a los nueve, novatos, sólo ellos vestian de esa manera.  Rock Lee usaba ropa de fiesta, en color verde, algo llamativa.

Minutos después, se unió a ellos Sasuke, que vestía su kimono en color azul fuerte combinado con negro—Teme al fin llegas—lo llamó Naruto.

—hmpm—musitó Sasuke, mientras veía a sus padres y a su tío, dirigirse a sus lugares.

—Veo que ya están todos. Vengan conmigo—ordenó Yamato, a los nueve jóvenes, quienes lo siguieron, para ocupar sus puestos.

El Hokage, esperaba a los novatos frente a las sillas, ocupadas por los familiares, amigos y los senseis de los chicos. Su esposa y sus dos gemelos estaban junto al Kasekage.

Hashirama se casó con Mito, cinco años después de la pelea con Madara y dos años mas tarde nacieron sus gemelos, Haruka y Haruki, quienes eran la viva imagen del Hokage.
Tobirama estaba seguido de ellos. Kurenai y Azuma, se sentaron junto a Kakashi, los padres de los novatos estaban seguidos de Kakashi.  Solo dos sillas permanecieron vacías, con el nombre Hyuga.

Madara estaba junto a su hermana y su cuñado. Ya se empezaba a molestar, debido al escrutinio de los aldeanos, que no dejaban de mirar hacia el, con miedo, asombro y admiración, esto último por algunas mujeres pertenecientes al distrito Uchiha. Ya, estaba con cara de pocos amigos cuando el Hokage, tomo la palabra para anunciar el principio del reconocimiento. Observó como subieron los chicos al lugar que se construyó para dicho evento.

Dejo de mirar y de escuchar las molestas voces de las personas, cuando la divisó, sintió la boca seca, y su corazón acelerado. Lucia hermosa, vestida de esa manera, parecía una muñeca de porcelana, una, con la cual el quería jugar. No pudo dejar de escudriñarla de pronto sus hermosas perlas se encontraron con sus ojos, pero ella aparto la mirada enseguida, la miro buscar entre los presentes y observó, dos sillas desocupadas con el nombre Hyuga, la niña dirigió su mirada al piso sin levantarla de nuevo.

...

Hinata tenia la esperanza de que tal vez, su padre hubiera regresado y al buscar su presencia, encontró los perturbadores ojos negros del lider Uchiha, se asustó y miró hacia donde estaban los dos lugares vacíos, suspiró con pesar, su familia era la única que faltaba, ni siquiera su primo pudo estar con ella. Estuvo haciendo un esfuerzo sobrehumano por no llorar.

—Daremos inicio a el reconocimiento—comenzó a hablar el Hokage, llamando la atención de todos—Al terminar, se dará inicio al festival.

Empezó, con Shikamaru, al nombrarlo, el público aplaudido y sus padres se pusieron de pie con orgullo.
Siguió con Choji, al igual que con el Nara los aplausos no se hicieron esperar y sus padres gritaron con entusiasmo.

La siguiente fue Ino, al nombrarla se escucharon muchos gritos masculinos, seguidos por aplausos y silbidos, que provenían de un joven, con cabellos algo rizados y ojos negros, quien levantó los pulgares hacia la rubia, Ino al verlo no pudo evitar sonreír y miró hacia su padre que al igual que el Uchiha le sonrió con orgullo.

Los siguientes, fueron los integrantes del equipo, siete, empezando con Sasuke, al decir ese nombre las jóvenes enloquecieron, parecían poseídas por algún jutsu, el solo las vio  sin interés, puesto que la única persona que buscó en el público, fue a su hermano.

El siguiente fue, Naruto y al igual que con Sasuke el público enloqueció, Tsunade Iruka y Kakashi, representaban, a los padres del rubio, ya que lo querían mucho, en especial Iruka, quien lloraba de orgullo al mirarlo como todo un triunfador.
—ESO ES MOCOSO, SABÍA QUE LO LOGRARÍAS—grito Tsunade algo ebria,
poniéndose de pie, levantando los brazos con una botella de sake, la cual Shizune , taraba de quitarle. Naruto, sonrió a todos, con su encantadora sonrisa y guiño un ojo hacia Tsunade e Iruka.

La siguiente, fue Sakura que al igual que con Ino, el público la vitoreaba, y algunos ninjas estaban, babeando por ella, sus padres se sintieron orgullosos de su hija y los padres de Sasuke la saludaron con la cabeza.

Los siguientes, fueron el equipo ocho, Kurenai sonrió con orgullo.
El primero fue Shino, los aplausos no se hicieron esperar y las personas quedaron fascinadas, porque un gran grupo de luciérnagas se movían al compás de los aplausos, iluminando el lugar, Shino asintió al público y a sus familiares.

—Tsk—Kiba chasqueó la lengua—¡Presumido..!—murmuró Kiba, olvidando que el era el siguiente.
Al ser nombrado, se escucharon los aplausos y el sonreía.
—ESE ES MI MUCHACHO, TODO UN GANADOR, YO MISMA LO EDUQUE—la madre de Kiba, se puso de pie y grito en voz alta.
Kiba se encogió de hombros avergonzado, y murmuró—¿Porque siempre mi familia me avergüenza?—se sonrojó por las sonrisas de todos.

—E-esta b bien Kiba kun, ella es muy linda, solo quiere demostrar lo mucho que te quiere. Yo estaría feliz, si la tuviera como madre—sin poder evitarlo unas lágrimas escaparon de sus ojos.  Kiba se sintió mal por ella, miró hacia los lugares vacíos y sintió, furia hacia los familiares de su amiga. Ella tenía razón, su madre lo quería mucho y debería sentirse agradecido, miró hacia Hinata y la abrazo, sin importarle nada ni nadie, a su ves, ella se sintió un poco mas tranquila.

Fue el turno de la Hyuga, los aplausos y muchos  gritos masculinos, no se hicieron esperar, Kurenai se puso de pie, con orgullo, ella les dio una amarga sonrisa, pues se sentía muy triste, sintió que ya no contenía las lágrimas, cuando el Hokage anunció el inicio del festival y avisando que los fuegos artificiales, comenzarán a las 11:45.
Las personas se pusieron de pie, cada familia se dirigió a su novato, para felicitarlo.

...

Madara observó a la Hyuga, durante todo el reconocimiento. Ella no estaba feliz, miró al Senju, que, perecía muy preocupado por la Hyuga —¡Bastardo!—murmuro.

La chica permaneció sola y estaba mas que seguro que faltaba poco para que las  lagrimas se presentaran, se acercó a ella, sintió gran necesidad, de tomarla en sus brazos y sentir su piel. De pronto y para sorpresa de todos, ella se bajo corriendo de la tarima, sin escuchar los gritos de Kurenai  ni de algunos compañeros y se lanzó a los brazos de un Anbu, con máscara de lobo.

El Anbu la abrazó levantándola del piso, mientras ella escondida su cara llorosa en su pecho, cuando la bajo, el Uchiha observó cómo el Anbu se retiró la máscara, dejando a la vista un joven de cabello castaño y largó, estaba amarrado ligeramente en una coleta baja, el tipo poseía los ojos Hyuga, el porte era soberbio y a la vez elegante, la estatura sobrepasó a la niña, por una cabeza.

La tenía tan pegada abrazándola con fuerza, mientras le besaba la coronilla y le hablaba al oído. 

Madara, apretó la mandíbula, al seguir presenciando tal escena.

Continuara

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