Capitulo 3

Los personajes de Naruto,no me pertenecen, solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

En las aguas termales se encontraban seis  ninjas de Konoha. Estaban descansando hablando del festival y la ropa que deberían vestir.

Un grupo de chicas sentadas en el extremo derecho de ellos, comían con la mirada a Sasuke, el Uchiha no prestó atención pues estaba mas que acostumbrado a esas escenas, pero su ahora novia, cerraba los puños de manera amenazante.

Naruto las miro y decidió acercárseles, Ino puso los ojos en blanco, estaba segura al igual que los demás que lo ignorarían, pero para la sorpresa de todos, lo sentaron en medio de las cuatro chicas... Paso alrededor de una hora y las jóvenes se despidieron del rubio, que en ese momento regresó junto a sus compañeros con una sonrisa cómplice—Los vez Sakura chan... me debes una—Sakura tomó aire para contestar.

—Yo no necesito tu ayuda, no soy tan insegura—Ino sonrió y quiso molestar a Sakura.

—Nee frentona, no finjas eres demasiado celosa, si no fuera por Naruto las hubieras mandado al país de la lluvia con tus puños—soltó con burla.

—¡Yo no soy celosa Ino cerda!—afirmo con un sonoro grito.

—Que problemático ahí van otra vez—murmuro Sikamaru.

—Oye Ino ya que el Teme y Sakura son novios ¿que tal si tu y yo seguimos el mismo ejemplo? —pregunto el rubio guiñando un ojo hacia Ino.

—¿Que te pasa Naruto? Yo no soy plato de segunda mesa, yo jamás saldré con alguien que estuvo tras la frentona—respondió la joven muy irritada.

—¿Pero no dices lo mismo cuando es mi primo quien te lo pide?—otra voz, si logró molestarla.

—Cierra la boca Uchiha, yo no salgo con mujeriegos—afirmó irritada.

—No es lo que muestras cuándo Shisui se te acerca—argumento el azabache enfurecido aún mas a la rubia.

—Prefiero salir con Naruto antes que salir con tu primo—volvió a reafirmar la joven Yamanaka.

—¡Ey!—exclamó Naruto ofendido.

—Tu primo es un arrogante y presumido, salir con él, significaría tener cuernos mas grandes que los de los venados de Shikamaru—respondió molesta.

El Uchiha sonrió de medio lado. Ino tenía razón y era cierto que Shisui era un mujeriego, pero desde que la rubia lo mandó por un tubo se notó afectado y lo mas sorprendente, fue que siguió insistiendo, dijo que solo era porque no le gustaba recibir un no, por respuesta, lo cual era falso, ya que Sakura la invito nada mas por competir con él y también fue rechazado, incluso invito a la rara Hyuga, la cual no tuvo tiempo de negarse, porqué apenas termino la propuesta y ella se desmayo.

Sasuke sabía que aunque lo negara, su primo estaba enamorado hasta la medula de la volátil rubia. Sonrió para si mismo... ya encontraría la manera de molestar a Shisui con el rechazo de Ino.

[....]

Hinata seguía abriéndose paso entre las personas, cuando miro una pequeña panadería con mesas al aire libre. Observó a los clientes comer dangos, rollos de canela y trozos de pastel, el olor era embriagante, no pudo resistir la tentación y decidió entrar.

Antes de tomar una mesa, miro a su derecha una armería justo en seguida de la panadería, lo que mas llamó su atención, fue que en el letrero decía que podían personalizar algunas armas. De inmediato pensó en comprar unos presentes para, Kiba y Shino para regalos de graduación.

Entró y se sorprendió por la gran variedad de armas. Estaba segura que Tenten sería feliz en un lugar así. Frente a ella estaba un mostrador de madera con vidrio y a los lados tenía grandes vitrinas llenas de las armas mas raras y antiguas que ella hubiera visto.

Estaba buscando algo pero no sabía exactamente que, cuando una voz llamo su atención—¿Le podemos ayudar en algo señorita?—levantó la vista y se encontró con el dueño, un anciano con semblante amable.

Ella le sonrió—B-buscó algo especial para la graduación de mis amigos—el anciano asintió y caminó tras el mostrador, ella lo siguió y lo miro sacar una pequeña caja de fina madera con vidrio y por dentro estaba afelpado en color negro, justo en medio descansaba un hermoso kunai dorado con un espacio en blanco para grabar el nombre de la persona. Hinata quedó encantada, decidió que también compraría uno para Neji y otro para Ko, con eso siempre la recordarían.

Pidió los cuatro y escribió los nombres de las 4 personas, el anciano le dijo que tomaría unos quince minutos terminarlos, así que los pago y dijo que esperaría en la panadería de enseguida.

Salió y camino unos pasos hacia la panadería, se dirigió a la ventana para pedir su orden, tomó asiento en una de las mesas y mientras esperaba su pedido, observó cómo caían las flores de los cerezos al soplar el viento, mismo que hacia mover su largo cabello, unos minutos después llegó el mesero con la orden, le agradeció y se dedico a comer las delicias que estaban frente a ella.

[...]

Madara estaba terminando de comer cuándo de pronto sus ojos se centraron en un lugar. Entre todas las personas, caminaba la criatura mas adorable que él hubiera visto, estaba vestida de negro, con algunos detalles violetas, la ropa enmarcaba la hermosa figura de reloj de arena, su cabello largo abajo de la cintura, en color negro con destellos azules, la piel blanca daba un contraste encantador con el color del cabello, como también de la ropa.

La miro cada vez mas cerca, el movimiento de caderas al caminar con gracia y a la vez elegancia, lo hipnotizaron por completo y de inmediato, sintió que no podía mirar hacia otro lado.  

Mientras la veía, se percató de que no se trataba de una mujer mayor, sino de una chica de la edad de sus sobrinos. Siguió con sus orbes cada uno de sus los movimientos, se dirigió a un local de comida, luego la miro entrar a una armería, a la cual también él pensaba ir, salió minutos después y se sentó en seguida.

Madara se percató de las miradas llenas de lujuria que algunos hombres le lanzaban. Sin saber porqué, comenzó a apretar sus puños.

Permaneció sentada frente a él pero al otro lado de la calle, lo cual le permitió seguir escudriñandola. De pronto levantó la cabeza al agradecer al mesero dejando a la vista su cuello dónde portaba la banda de la aldea y no era cualquier aldea, sino la misma a la que él pertenecía... Konoha.

Quedó sorprendido, eso quería decir  que vivían en el mismo sitio. Él no salía del distrito Uchiha cuando estaba sin misiones ¿pero como es que una mujer como esa no fue mencionada por sus sobrinos? eso lo dejó con muchas dudas ¿Como nunca escuchó de una chica con esa belleza? Shisui siempre estaba contando historias acerca de las mujeres mas bellas de Konoha y nunca escuchó hablar de alguien con la descripción de esta muñequita ¿Tal vez ya estaba casada? pero a la vez le parecía poco probable.

De pronto recordó a Itachi y lo reservado que era, quizás por esa razón sus sobrinos no hablan de ella, porque estaba con el genio Uchiha. Solo con pensarlo, sintió una gran molestia, lo peor es qué ni siquiera sabía porque, pero entre más la miraba, más se calentaba su sangre y la molestia en su entrepierna se hacía mas prominente, bufo frustrado, esto no le había pasado antes, se estaba sintiendo cómo un mocoso lleno de testosteronas. Se mantuvo perdido en sus pensamientos, cuando la conversación de la mesa de enseguida lo regresó a la realidad.

—¡O cielos que muñequita!—exclamo Atsushi, algo ebrio—la chica a su lado miro hacia donde apunto su compañero

—¡Ella!—preguntó Aiko apuntando hacia Hinata.

Atsushi asintió—¿Saben? creo que me voy a ofrecer para ser su acompañante—aseguró el chico con los visibles efectos del alcohol.

—No se te ocurra, ella es una de los tres ninjas que llegó esta mañana muy preocupada por su compañero que sufrió una intoxicación, la chica se veía desesperada y me pidió ayuda para encontrar un hospital. Son de la aldea de la hoja y estuvieron acampando cerca de la playa—advirtió Aiko, adelantándose a las intenciones de su compañero.

—Wow... pues es un caramelito, creo que me presentaré con ella— insistió Atsushi.

—No te atrevas Atsushi, no podemos tener problemas con Konoha—advirtió el otro joven que también miraba hacia Hinata.

—¿Y quien dijo qué quiero problemas? Sólo trato de ser amable—insistió el varón.

El Uchiha ya mostraba un semblante molesto. Pago la cuenta y se dirigió a la armería mas cerca de ella. Camino mientras la observo mas de cerca. Ella era aún mas hermosa, sus movimientos fueron delicados y elegantes, miro su rostro sonrojado al sentir las mirada de las personas y también él, fue consiente de los llamativos labios rosados y los ojos color miel, entre otros bonitos atributos físicos. Paso tan cerca de ella, que hasta sintió el olor a lavanda y manzanilla... El azabache se maldijo por estar embobado de nuevo.

Se apresuró a entrar en la armería porque si permanecía cerca de ella, estaba seguro de tomarla para satisfacer su creciente ereccion. Entro en el lugar de las armas y de inmediato una espada llamo su atención. Era hermosa con el metal brillante y el mango negro con un espacio para ser personalizada. Seguramente, Sasuke se sentiría feliz, fue con el dueño y pidió grabar el nombre como también el logo del clan Uchiha, el anciano estaba comentando que demoraría como media hora, cuando una campana anunció que un cliente entró, todavía con la espada en sus manos dio la vuelta encontrándose con la niña que lo calentó y permaneció en silencio sin poder dejar de mirarla.

Ella se acercó al mostrador quedando a unos pasos de él y estuvo completamente seguro que lo miro afuera y por supuesto, al igual que todas las mujeres se lanzaría sobre él. Sintió su cuerpo arder ante la expectativa y la espera—La devorare—pensó con su típica arrogancia, sin embargo y para su sorpresa, la niña ni siquiera lo estaba mirando, sonrió al dueño, mientras este le entregó una bolsa marrón, la miró hacer una reverencia y la escuchó pronunciar un grasias, su voz era tan, tan, como toda ella, pensó el azabache y se acercó a la ventana para seguir mirándola. 

De pronto alguien la tomó del brazo, lo que pareció asustarla, miro con disgusto que se trataba del mismo chico borracho. Ella negaba con la cabeza pero el tipo no la soltaba. La rabia se apoderó de él, al percatarse de la expresión de miedo en la joven, activo el Sharingan en automático mientras apretaba la mandíbula.

[...]

Kiba despertó luego de unas horas,  se sentía sediento, tomó la botella de agua que Hinata le compró y cuando terminó se percató de la presencia de Akamaru, frunció el ceño—Akamaru...¿ Que haces aquí? —el perro lo miro ladeado la cabeza, sin entender la pregunta—Se supone que eres un caballero, como te considera Hinata y cómo tal deberías estarla cuidando, sabes que no la dejamos sola—el perro movió la cola feliz y asintió con la cabeza.

—Anda ve tras ella y cuídala , no dejes que nadie la moleste ¿Esta claro? —un ladrido de aprobación salio del animal y se fue siguiendo el rastro de Hinata.

[...]

Hinata salio de la armería con sus regalos, los miro fascinada ya quería ver la expresión de todos cuando se los entregara, los metio en su mochila y se dispuso regresar a la posada para acompañar a Kiba pero casi cae al suelo por el agarre de un hombre, asustada trato de soltarse el brazo, pero él no lo dejaba.

—¡Hola bonita..! Se que no eres de por aquí, así que te puedo mostrar la aldea y sus alrededores ¿que te parece?— pregunto el joven que la tomó del brazo.

—G-grasias es u-usted muy amable pero ya tengo que volver con mis amigos— respondió la joven asustada.

—¡Anda...! Solo déjame invitarte un trago, no me rechaces—insisto.

Hinata no quería causar problemas, si las cosas se hacían mas grandes, podrían poner sanciones a Konoha y todo por su culpa.

Trató de ser lo mas amable posible, pero no la soltaba y su brazo empezó a ponerse adolorido, trato de soltarse de nuevo al mirar que el se acercó mas a ella con la intención de..¿besarla? No estaba segura pero tampoco quería entregar su primer beso a un desconocido.

Su brazo fue liberado y lo único que pudo ver fue al chico tirado en el suelo y a Akamaru sobre él, con los colmillos afuera.

Pronto trato de alejarlo antes que lo mordiera y miro que dos ninjas se acercaban corriendo hacia ellos—Ahora si estoy en problemas—murmuro abatida y desanimada.

—¿Estas bien? —pregunto, la chica que acababa de llegar. Hinata levanto la cabeza y asintió, sonrió al mirar que fue quien los ayudó por la mañana, la joven también sonrió—Te lo tienes bien merecido Atsushi, eso te pasa por molestar a la dama—regaño la joben a su compañero en el suelo.

—N-no fue nada esta bien —Hinata trato de arreglar los hechos,  ya que odiaba causar problemas.

—Me disculpo por el comportamiento de mi compañero, no solemos ser descorteses con nuestros visitantes, lo que pasa es que este cuándo bebe, se siente irresistible... Mi nombre es Aiko, él es Rikku—apuntó al chico junto a ella—y esté ebrio es Atsushi— se presentó la chica con una sonrisa hacia Hinata.

La ojiperla separó con cuidado al perro de encima el muchacho y lo colocó a su lado.
—Mucho gusto,  mi nombre es Hinata y él es Akamaru—el perro ladro en forma de saldo saludo.

—¿Como esta tu amigo?—pregunto Aiko.

—Él está mejor, muchas gracias por todo, esta mañana no pude agradecer correctamente por ayudarnos— respondió la morena, aún sosteniendo a Akamaru.

—Nee no te preocupes lo hice con mucho gusto—Atsushi se levantó apenado por su comportamiento y se disculpó con Hinata, ella le dijo que todo estaba bien que no se preocupe. Estuvieron hablando unos minutos, hasta que Hinata hizo una reverencia de despedida, ellos hicieron lo mismo y partieron en diferentes direcciones.

[...]

El Uchiha estuvo a punto de salir y mandar al joven a otra dimensión, pero antes de hacer el siguiente paso, miro al muchacho en el suelo con un enorme perro blanco sobre él, se detuvo a observar la escena, mas personas se acercaron y pudo constatar que eran los otros dos del restaurante, los recién llegados ayudaron a la chica.

La miro cuando se despido y desapareció entre las personas junto al perro.

Se llevó las manos a su cabello con frustración—¿Que estuve a punto de hacer?—se dijo a si mismo, dado que por poco, cometía una barbaridad por alguien que ni siquiera conocía, alguien que lo ignoró completamente. Esta era la primera vez que le ocurrió algo así. Él siempre fue calculador al actuar, incluso cundo peleó con Hashirama en el pasado. Se molesto por no saber que le ocurrió esta vez y se convenció que todo se debía a la falta de sexo. Si, seguramente eso era lo que le ocurría, así que se dispuso a solucionar ese pequeño problema.

[...]

Hinata llego a la posada junto a Akamaru, antes de entrar a la habitación de Kiba, desactivo el jutsu que cambio el color de sus ojos, cómo hacía cada vez que salía fuera de Konoha, era mejor si nadie sabía que pertenecía al clan Hyuga. Se agachó frente al perro—Akamaru, será mejor que no le digamos nada a Kiba y a Shino de lo que sucedió —el perro lamió su rostro en complicidad con ella.

[...]

Madara despertó temprano y miro a la mujer que aún permanecía en su cama, bufo con molestia, odiaba que se quedaran dormidas junto a él, pero lo permitió sólo porque fue mas rudo de lo normal, se levantó y tomo ropa limpia para darse un baño, la chica estaba despertando, era una mujer entre los 25 años que se le insinuó cuando regresó al hotel, era muy guapa con cabello rubio hasta los hombros, ojos verdes y cuerpo esbelto.

—Tomare una ducha, al salir no te quiero aquí, así que date prisa y lárgate—ordeno fríamente sin voltear a verla.

Entro en el agua fría y se permitió dejar que esta lo mojará por completo. Pensó que con una noche de sexo se olvidaría de la chiquilla que lo deslumbró el día anterior, pero no fue así, ya que no hizo más que imaginar que era ella a quien penetraba, cada embestida fuerte que le daba a la rubia, sentía que se la daba a ella, fue por esa misma razón que se salió un poco de control, dejando algo adolorida a su conquista, cada vez se sentía mas molesto por estar pensando tanto en alguien que no conocía.

De pronto recordó la importante información que poseía, sonrió con malicia y se preguntó ¿que clase de insípida mujer estaría interesada en el Senju?
"princesa" pensó con desagrado.

Si recordaba bien, los Hyugas eran todos parecidos, cabello castaño y horribles ojos blancos que parecían estar ciegos, eso sin contar la arrogancia y frialdad que poseían. Si, solo alguien con esas características sería capaz de estar con el amargado y antisocial ese. Tenía que pensar bien su siguiente paso, por lo que escuchó, la Hyuga también fue enamorada de Sasuke, eso hacia las cosas mas fáciles, claro, nadie se resistía a los Uchihas, lo mejor sería enamorarla, llevarla a la cama y dejar sus sobras al imbecil ese.

Salió y comprobó que estaba solo, la chica ya se había marchado, se vistió todo de negro como siempre, con pantalones de entrenamiento que se ajustaban a sus enormes piernas y una camisa de manga larga con el logo del clan que dejó ver todos los músculos de su pecho, no era de extrañar que todas las mujeres que lo veían sintieran atracción hacia él. Con su gran altura, rasgos varoniles algo duros, cabello largo y negro al igual que sus ojos, su cuerpo estaba formado de puro músculo, era muy atractivo y lo sabía, en parte a eso y a saberse uno de los ninjas mas poderosos del mundo, se debía su gran ego y arrogancia.

Salió con su mochila llena de sus pertenencias, ya que esa tarde partirían. Hashirama les informó que caminarían hasta el anochecer, después acamparían y ala mañana siguiente llegarían a Konoha.

En la recepción del hotel, ya estaba Tobirama tomando una taza de té junto a Kurenai sólo esperaban a el Hokage y a Mito.

Las miradas del Uchiha y el Senju se encontraron por unos segundos. Madara lo miro con suficiencia, mientras que Tobirama lo miro con despreció, no era secreto para nadie que el sentimiento de odio entre esos dos era mutuo, Tobirama no entendía como su hermano podía ser amigo de ese miserable y prepotente.

Momentos mas tarde, llego la pareja. Después de tomar el desayuno y recibir algunos pergaminos para llevar a Konoha, partieron. Hashirama no dejaba de hablar de la boda, Mito y Kurenai lo escuchaban con atención, mientras que Tobirama tenía una mirada soñadora, suspiraba de vez en cuando sin que nadie lo notara, o eso parecía, ya que el Uchiha lo miraba por el rabillo del ojo.

Puso los ojos en blanco ante lo ridiculo que le parecía el comportamiento del Sanju.
Muy pronto sabrás lo que se siente perder ante un Uchiha —pensó Madara mientras seguía caminando en silencio.

[...]

El equipo ocho salió de la posada pasado el medio día. Acamparían en un lugar a pocas horas de Konoha. El lugar era conocido por ellos. Era un hermoso espacio entre el bosque, que contaba con un lago de aguas cristalinas y una cascada.

Shino amaba acampar en ese sitio, debido a la gran cantidad de insectos que podía encontrar. Hinata por su parte, sólo quería que sus amigos se sintieran cómodos. Llegaron pasada la tarde y la ojiperla preparo la cena, mientras los chicos montaban las casas de campaña . Terminaron al anochecer pero no quisieron cenar, cada uno decidió pasear por el lugar por un rato. Kiba y  Akamaru se fueron a correr, para ver quién lo hacía mas rápido. Shino reviso los nuevos especímenes de escarabajos y la Hyuga decidió entrenar el el lago.

Camino hacia los árboles cerca del agua, coloco su mochila en uno de ellos y se encaminó hacia la cascada, junto chakra en sus pies y empezó a formar figuras con chorros del cristalino líquido. Amaba entrenar con agua, se sentía en paz. Comenzó a dar vueltas rápidamente formando una gran esfera que la rodeo, quedando ella en el centro. Parecía danzar por los movimientos delicados y elegantes, pero quien se dejara tocar por la fina brisa, terminaban con dolorosos daños en la piel.

...

Kiba percibió un olor familiar y al parecer, Akamaru también porque empezó a mirar a su amo, mientras seguía el rastro.

[...]

Madara sentía la migraña al cien por ciento, puesto que Hashirama no dejo de hablar en todo el camino, parecía nunca quedarse sin algún tema. De pronto miro al Senju ponerse alerta, el Hokage también lo notó y sin esperarlo, algo, o alguien saltó frente a ellos. Un gran perro blanco con un joven en sus lomos.

—¿Kiba?—lo llamo sorprendida Kurenai. 

Kiba bajo de arriba de su compañero, miro a todos con sorpresa, pues el único olor que detectó fue el de su antigua sensei, sabía que mas personas estaban con ella pero no imagino encontrar al Hokage. Saludo con una reverencia respetuosa y rascó su mejilla con nerviosismo.

El Hokage se puso alerta después de analizar la presencia del Inuzuka , puesto que según lo planeado, debería estar en el hotel que alquiló para ellos .

—¿Pasó algo, en la aldea?—pregunto, con miedo Hashirama.

Kiba se apresuró a negar—Nee, todo esta bien Hokage Sama, sólo estamos acampando cerca de aquí— respondió calmando a Hashirama  qué suspiró con alivio.

El lider Uchiha observo el perro sin poder creerlo—¡Ella esta aquí..!—afirmó Tobirama atrayendo la mirada de todos—Y el  Amburame también—agregó convencido.

Kurenai lo miro, luego miro hacia Kiba en busca de una respuesta y en ese momento, Shino salió de entre los árboles uniéndose a ellos.

—¿Donde esta Hina?—pregunto Kurenai.

—Esta entrenando en el lago, no debe tardar—contesto Shino, mientras los llevaban hacia el campamento.

El Uchiha se sintió ansioso y sin decir ni una palabra se encaminó hacia el sonido del agua, llegó a la orilla de un gran lago con aguas transparentes y en medio de este, se hallaba la figura de la niña en el centro de una esfera formada con finas capas de agua , parecía una ninfa acuática, sus movimientos perfectos al girar, hacían que el cabello se elevará moviéndolo al compás de su cuerpo, era hipnótico y de nuevo sintió un deja vu. No podía apartar la mirada de ella, se sintió dentro de un poderoso jutsu, pues no era normal sentirse tan atrapando en algo desconocido.

Siguió mirando prácticamente embobando. No fue consciente en que momento, el Senju se dirigió hacia la chica sin siquiera molestarse en mirarlo. Entro sonriendo y se funciono con ella dentro de la esfera.

...

Hinata que seguía con su entrenamiento, sintió un olor muy familiar junto a ella y al girarse, lo miro cara a cara. Tenía una encantadora sonrisa, la cual hizo que perdiera el equilibrio, desapareciendo el chakra.
.
Estaba segura que caería dentro del lago, pero no sucedió, cuando se preparó para caer sintió unos brazos que la rodeaban impidiendo que cayera. Levantó la vista hacia las orbes rojizas y se sonrojó con la cercanía entre ambos. Bajo el rostro y se refugió en el pecho masculino avergonzada.

Tobirama sonrió con ternura por la timidez de su niña, la pegó mas hacia él para sentirla, luego la tomó en sus brazos al estilo nupcial y camino con ella fuera del lago hacia el campamento.

El Uchiha se quedó atónito, sin poder creer lo que paso frente a él, se sintió fuera de lugar, con mas preguntas que respuestas ¿Quen era esa chica? ¿Porque el Senju tenía tantas confianzas con ella? Que no dijo estar enamorado de una Hyuga?

Y lo peor, fue la forma en que lo ignoraron, estaba pensando en todo, cuando percibió   un gran chakra, uno, que era desconocido para él, incluso se sentía mas poderoso que el de Hashirama.

Se dirigió en la dirección donde provenía, pero desapareció por completo, fue inquietante, ya que él viajo por muchos lugares y jamás percibió algo tan poderoso, estaba seguro de una cosa, el dueño de ese chakra estaba espiando a la joven.
Al no poder encontrar nada más regresó con los otros hacia el campamento.

[...]

El Senju sintió los nervios y la vergüenza de Hinata al escuchar las diferentes voces en el campamento, así que se detuvo y la colocó sobre el pasto, mientras le contaba como Kiba los encontró. Llegaron juntos a la fogata donde estaban todos. Kurenai camino hacia ella para abrazarla, ella regresó el abrazo con gusto, cundo miro por arriba de su hombro a  Mito sonriendo, se dirigió hacia ella y el Hokage saludó con respeto y una reverencia.

—Hinata... ya te dije que no seas tan formal, nos haces sentir viejos.

—Mito tiene razón Hinata chan— Hashirama se unió a ellas sonriendo.

—Supongo que nos invitarán a cenar ¿verdad? Porque hule delicioso y tengo mucha hambre—soltó sin pena el castaño.

—¡Hashirama! —exclamó Mito. Todos sonrieron por las palabras del Hokage y se sentaron a conversar, mientras Hinata y Shino servían los platos.

Madara llegó y miró a todos sentados alrededor de la fogata, Hashirama construyó bancos de madera usando su técnica. Se dirigió a tomar asiento junto a su amigo.

Hinata entrego el plato de Mito y al girarse para ir a su lugar, choco con alguien, rápidamente se empezó a disculpar, debido a su falta se atención, levantó la vista para saber con quien chocó y se encontró con ojos negros que la miraban fríamente, ella sintió un escalofrío en su cuerpo, tuvo miedo, ese hombre poseía una gran maldad , nunca antes sintió tanto miedo por la presencia de alguien.

...

El Uchiha la sintió chocar contra su cuerpo y cuando ella levantó su rostro, una molestia se apoderó de él al entenderlo todo.

—Que despistado soy ustedes dos no se conocen—dijo Hashirama—Madara, esta linda chica es la Princesa Hyuga Hinata, la primogénita de Hiashi y la futura lider del clan Hyuga... Hina-chan, este gigante malhumorado es Uchiha Madara, lider del clan Uchiha y mi mejor amigo—concluyó Hashirama.

—M-mucho gusto, encantada de conocerlo Uchiha Sama—Madara miro los característicos ojos Hyuga, sin poder apartar la mirada de ellos.

—El gusto es todo mío Hyuga San—la miro temblar como una hoja y bajo la mirada al suelo, para dirigirse a la fogata, lejos de él.

Hinata tembló al saber que el Uchiha aún no tenía plato así que preparó uno y lo llevó hacia él rápidamente. Madara la miro de frente, con la mano extendida sosteniendo la comida.

La observó descaradamente de arriba abajo, se tomó tiempo en tomar la cena mientras ella temblaba, por fin lo tomo y ella se fue rápidamente a sentar en medio de sus amigos.

El Uchiha veía como la pequeña alimentaba al perro, parecía muy cercano a ella y sin ser consiente, recordó a Akuma... su perro. El último año que permaneció fuera, vivió en una cabaña solitaria cerca del país del hierro. Una fría noche de invierno, regresaba después de su entrenamiento diario, observó manchas rojas en la nieve y supo de inmediato que se trataba de sangre, camino hasta encontrar a quien, o a que pertenecían. Unos pasos mas adelante, estaba un gran cacharro herido. Fue mas que obvio, que no se trataba de un perro normal, sino de algún experimento que no resultó en lo esperado.

El animal tenía un corte profundo en el abdomen y otro en el cuello, lo descartaron sabiendo que pronto moriría desangrado y congelado. Sin él mismo saber el porqué, decidió llevárselo. El cacharro trató de arrastrarse lejos, con miedo en sus ojos negros similares a los suyos. Lo llevó dentro de la cabaña, estaba a punto de morir, así que decidió pasarle parte de su chakra para tratar de salvarlo. Esa noche estuvo algo débil y se quedó dormido. Al despertar se sorprendió al mirarlo frente a él. El cachorro estaba recuperado debido a su chakra. Decidió entrenarlo, fue fácil ya que el perro aprendió rápidamente y para los seis meses, ya tenía un tamaño descomunal. Era igual a él, cruel y sanguinario, destrozado los ninjas enemigos con solo una mirada de su amo. Cuando regresó a Konoha, las personas en el distrito Uchiha miraron con horror a Akuma.
El perro no atacaba a ningún Uchiha, pero no se podía decir lo mismo con el resto.
Esa era una de las razones, por las que nadie entraba sin permiso.

La cena continúo entre algunas risas y platicas. El azabache continuó disfrutando del sabor de la comida, no tenía idea de donde la sacaron, pero comió cada bocado gustoso.

Hashirama colocó sus platos vacíos a un lado, tenía un aura deprimente cuando habló en voz alta—Esta fue la mejor comida que probé, estos últimos días—todos lo miraban sin decir nada, asintiendo ante él, cuando comenzó a reír escandalosamente, sorprendiendo a quienes no lo conocían tan de cerca y fastidiando a su hermano y a su mejor amigo—Ahora entiendo porque Itachi y Neji, nunca aceptan mis invitaciones a comer fuera... ¡Hinata chan eres una excelente cocinera!— exclamó Hashirama todavía sonriendo.

Todos estuvieron de acuerdo, sonrojado a la Hyuga, ya que no le gustaba llamar la atención. Agradeció el cumplido y levantó la mirada, encontrando esos ojos rojizos que la miraban con cariño haciéndola sonreír tímidamente hacia él. Percibía la pesada mirada del Uchiha, se sintió muy asustada. Akamaru parecía notar su miedo, ya que se acercó a ella y se recostó en su regazo, se sintió mas segura y decidió ignorar esa mirada.

Si algo sabía hacer era eso, ignorar escapar de la realidad. Después de la pelea con Hanabi, decidió aprender más y tratar de ser útil, aprendió mucho acerca de plantas medicinales y comenzó a formar ungüentos curativos, también pudo hacer el jutsu médico, era sólo el básico pero era mejor que nada, también uso su Byakugan para destapar canales de chakra y encontrar enfermedades tempranas. Su padre la dejaba estudiar los pergaminos para mejorar aún más sus destrezas.

Una tarde entro en la oficina de su padre para regresar unos pergaminos que estudio, al colocarlos en el lugar al que pertenecían, miro que estaban otros y parecían ser muy antiguos. Los tomó y los estudio en su habitación.

Se sorprendió al encontrar decenas de jutsus desconocidos, sin embargo, uno en especial llamo su atención. El jutsu le permitía a quien lo hiciera, despegar la mente de la realidad, la persona permanecía frente a todos en modo automático, siguiendo órdenes y conversaciones, todo evento traumático podía evitarse ya que la parte encargada de las emociones viajaba al lugar escogido, un lugar feliz.

Las personas no se enteraban, porqué el lado del cerebro que se encargaba de calcular, permanecía sin ser alterado, el jutsu poseía algunas advertencias, por ejemplo; que los principiantes sólo podían hacerlo por una hora y que al practicarlo más, podía aumentar la cantidad de tiempo, pero eso agotaba severamente el chakra.

También advertía, que la persona podría ya no querer regresar a la realidad y quedar como un robot para siempre, o en el peor de los casos, morir por falta de chakra. 

Ella lo aprendió rápidamente, aprendió también otros, pero alguien la delató con los miembros del consejo. Fue severamente castigada con latigazos, le gritaron que los jutsus eran prohibidos y ese mismo día lo puso en práctica antes de recibir los latigazos y se sintió orgullosa de si misma, por haber escapado del dolor.

Mas tarde curo sus heridas con ayuda de los criados, ni siquiera su padre supo lo que paso, pues estaba fuera de la aldea, ella y los miembros del consejo, fueron los únicos al tanto de lo que pasó.

Le quitaron todos los pergaminos... todos... menos el que aprendió,  pues no lo tenía junto a los otros. De esa manera, nadie supo que podía realizar el jutsu prohibido.

[...]

Ya habían terminado de cenar y de pronto el Hokage comenzó haciendo preguntas a los jóvenes—¡Chicos...! ¿Porqué están aquí? Se supone que deberían estar en las aguas termales junto a los otros.

—B-bueno lo que yo —Hinata intentó explicar sin éxito, pues se sentía avergonzada de admitir que fue su culpa.

—Hakage Sama, pensé que Sakura le informó, pues yo mismo escribí el motivo en una nota—respondió Kiba rascando su mejilla. 

—Ya veo, seguramente no la leí—dijo Hashirama sonriendo y encogiéndose de hombros.

—Pero entonces ¿que escribiste en la nota?—esta vez fue Kurenai quién pregunto.

—Que Hinata es alérgica a el agua—soltó Kiba como si fuera lo mas normal.

—¿Que...? Kiba Kun  ¿dime que no escribiste eso? —Kurenai estaba alarmada al mirar hacia Hinata que respiraba con dificultad.

—Sabes que es lo mas tonto que has dicho últimamente, todos los otros deben estarse burlando de lo atolondrado que eres ¿como Hinata puede ser alérgica a el agua? Si el agua es su elemento, ademas ¿como se supone que se baña si no es con agua—reprendió Shino sin  mostrar  expresión en su rostro.

Kiba tenía una vena en la frente, listo para contraatacar, se quedó pensando en lo último que dijo Shino  y cayó en lo tonto de su escusa, se llevó los brazos al cuello sonriendo y como siempre sin pensar soltó—¿Y que querías? ¿Que dijera la verdad?
Que los baños eran mixtos y que Hinata jamas usaría bikini debido a sus grandes atributos frente a los demás hombres.

—¡HINATA! —grito Mito, cuando la chica cayó desmayada sobre Akamaru. 

—¡Kiba! —lo reprendió Kurenai, mientras echaba aire a la Hyuga.

La morena despertó, unos minutos después, encontrando a Tobirama junto a ella. 

—¡HASHIRAMA! ¿Fuiste capaz de reservar un hotel con baños mixtos? —pregunto  Mito con un aura que daba miedo.

—Bueno yo pues...¿eso hacia diferencia?—pregunto Hashirama, evitando dar la cara a su esposa.

—Pero claro que hacia diferencia—grito Mito muy enojada—Te di el nombre del hotel que debiste reservar y estoy segura que perdiste esa información. Conozco a Hinata y se lo tímida que es, ella jamás se queja y estoy segura que si estuviese en el hotel, se quedaría en su habitación sin salir.

—Es-esta bien, Mito-San  no-no se preocupe, nosotros la pasamos muy bien de campamento—Hinata estaba avergonzada por el regaño de Mito hacia el Hokage.

—Así es, la pasamos súper—añadió Kiba sonriendo. 

—La hubiéramos pasado mejor, si no te te  hubieras comido esos frutos en mal estado, que nos hicieron llevarte al hospital por intoxicación—repuso Shino con el rostro sin emociones, pero con sarcasmo.

—¡SHINO!— Kiba le grito cabreado y con esto todos empezaron a reír, todos, menos el Uchiha, que observó en silencio las niñerías de esos mocosos.

Esa chica que lo deslumbró y la cual no podía sacar de su cabeza, era la misma Hyuga de quien el Senju hablaba, era de quien estaba enamorado. Continuó mirándole, pero ella en ningún momento lo volvió a mirar.

Sólo lo veía a él, se sonrojaba cuando el Senju, hablaba o le sonreía. El único momento que lo sus ojos se encontraron, ella tembló y fue evidente el miedo que le causó, como si pudiera hurgar en sus negras intenciones.

Escuchó lo dicho por el chico perro y sus oscuras orbes se fueron hacia los senos, pero en ese momento se desmayó. Frunció el ceño, preguntado si en verdad era tan tímida e inocente, o sólo era un truco para obtener atención.

Vio al Senju correr hacia ella, la levantó con delicadeza cómo temiendo romperla, la miro con ternura, la miro como... ¡MALDICION! Maldijo mentalmente y algo frustrado.  Ese bastardo la veía cómo Hashirama veía a Mito, con amor y adoración. En ese momento se dio cuenta que su plan no sería nada fácil, porque ese hombre no la soltaría, así ella quisiera alejarse, él la enamoraría con convicción y paciencia, como lo hizo Hashirama con Mito en el pasado.

De nuevo el Uchiha sintió un deja vu.

Continuará

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