Capitulo 15
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
Tobirama llegó al hospital corriendo y llamó a gritos a Tsunade para que salvaran la vida de Hinata. La rubia se sorprendió ante el precario estado de la chica y rápido se movilizó hacia cuidados intensivos... Sakura llegó rápido para ayudar a salvar a su amiga. Cerraron la puerta dejando al Senju, quien no quería despegarse de la ojiperla, estaba seguro que si algo le pasaba a Hinata, mataría al maldito Uchiha sin importar las consecuencias.
[...]
Madara le contó todo a Hashirama sin omitir ni un solo detalle... excepto lo que sucedió en la intimidad de la habitación. Le fue narrando desde el momento en que la miró por primera vez, hasta el momento en que llegó a golpearla. Hashirama escuchó todo en silencio y de no ser por la delicada condición de Hinata, a estas alturas estuviera burlándose de Madara.
El Uchiha terminó de relatar todo tomando sus cienes, tratando de minimizar el intenso dolor de cabeza que sentía, el castaño suspiró y miró a su amigo—Francamente, no se que te hizo pensar así de ella, las personas de Konoha, no la quieren ni la consienten por ser la princesa Hyuga, todos sabían los maltratos y castigos de los que era víctima en su clan, ella sufrió mucho cuando murió la matriarca Hyuga... Hiashi quedó viudo, con una niña de cinco años y una bebe recién nacida, él no supo cómo manejar esa situación, se cerró en si mismo durante un tiempo y fue entonces, que los miembros del consejo se ensañaron con la niña. Ella por su naturaleza tranquila y pacífica, no le decía nada a su padre y los ancianos comenzaron a fomentar odio en el corazón de Neji hacia Hinata, a tal grado de casi llegar a matarla, afortunadamente, Neji logró abrir los ojos y pasó de odiarla, a defenderla como el mas fiero guardián, al punto de morir por ella—remarcó Hashirama.
—Cuando se quedaron sin Neji, optaron por Hanabi, su hermana menor, llenándola de resentimiento y odio hacia Hinata. Hiashi pidió mi ayuda en repetidas ocasiones, puesto que la mandaban a misiones a las cuales era obvio que no regresaría con vida, de no ser por la intervención de las pocas personas que la querían. ¡Créeme! Hace tiempo ya estuviera muerta. Ko y Neji eran quienes mas trabajo tuvieron para mantenerla a salvo, a veces todos los que la protegían se tenían que ausentar. Hinata no contaba con nadie y era entonces que el concejo aprovechaba la oportunidad de quebrantar su personalidad. La obligaban a realizar tareas imposibles de completar concluyendo en una docena de latigazos—el Uchiha abrió sus ojos sin poder creer lo que escuchó.
—Kurenai me informó la situación y yo mismo tuve que contarle a Hiashi, porque ella no lo haría. Tobirama también fue testigo de todo, al presenciar una discusión entre ella y sus compañeros de equipo. Hinata sangraba de la espalda al terminar un entrenamiento y sus amigos se dieron cuenta que se trataba de un latigazo. Ella trató de minimizar la situación, dijo que todo fue su culpa por leer pergaminos prohibidos o algo así. Ese fue el dia en que mi hermano comenzó a cuidar de ella bajo las sombras y con el tiempo se ofreció a entrenarla con el fin de evitar que nadie volviera a lastimarla... Hinata aprendió mucho, nunca se rendía y por mas cansada que estaba, siempre estaba dispuesta a seguir, sin embargo, después de conocerla se dio cuenta que por mas fuerte que fuera, nunca sería fría ni despiadada como la mayoría de los Hyuga... Dicha revelación lo hizo tomar la decisión de sacarla del clan, para cuidar de ella por él mismo, como su esposo. Sólo pretendía esperar a que Hinata cumpliera la mayoría de edad, para pedir su mano, no por obligación, sino por amor, él estaba y está enamorado de ella desde hace mucho tiempo—afirmó el Hokage.
—Ella...—el azabache sólo balbuceaba.
—Por conocer su vida y por ser un gran ser humano, es por lo que las personas a su alrededor, la aprecian y le tienen cariño—Madara escuchó todo y cada vez se sentía mas y mas miserable, la chica no era nada de lo que él pensó ¿Como pudo estar tan ciego? ¿Como pudo dañarla y no darse cuenta que Hinata era un ángel en medio del infierno? Sonrió con amargura. Itachi tenía razón, terminó atrapado en su propia trampa y ahora no sólo era ella a quien puso en peligro, sino también a sus hijos y si era sincero consigo mismo, nunca pensó en la probabilidad de llegar a ser padre. Siendo un hombre duro lleno de orgullo y odio, eso era algo que no pasó por su mente, pero ahora, ahí esta... su niña está casi muriendo por dejarla embarazada ¿Porque tuvo que portarse como un idiota? Si por lo menos hubiera aprovechado el acercamiento que ella le permitió, aún después de haberla forzado a casarse con él... Hinata todavía le dio otra oportunidad de ganársela, pero también la hechó a perder por su orgullo y arrogancia.
Recordó con pesar cuando la hizo mujer por primera vez, sabía que era virgen y no tomó el tiempo de prepararla aún a sabiendas que la lastimaría, arrogante y egoísta, no pensó mas que en su propio placer, olvidándose por completo de ella... Adolorida y lastimada como la dejo, continuó ensañándose con ella, hizo lo mismo que le hicieron en el clan Hyuga y al igual que ellos, él tampoco la merecía.
Sólo recordar su mirada al ser consiente del embarazo, lo dejaba aún mas hundido en las culpas, sabía que no lo dejarían acercarse, no obstante, quería verla, saber que está bien, pedir perdón por todo, la posibilidad de perderla para siempre y nunca mas mirar sus hermosos ojos no esa no era opción.
—Si te soy sincero Hashirama, el decir que me case con ella sólo por venganza, no fue mas que un pretexto, desde que la miré por primera vez, lo único que hago es pensar en ella—confesó el Uchiha con melancolía—NECESITA VIVIR HASHIRAMA. YO NO PUEDO PERDERLA POR MI SOBERBIA—grito Madara fuera de si.
—Trata de calmarte, Tsunade es la mejor médica de Konoha, Hiashi arreglo todo antes de venir por su hija, pues al parecer, Hanabi estuvo aquí y quedó asustada al percatarse del estado de Hinata. Pero hay algo mas Madara—Hashirama se puso serio—ella sabe todos tus malos tratos y de tu infidelidad y no fue Hinata quien le reveló dicha información—el Uchiha frunció el ceño—Hanabi no quizo decir quien la puso al tanto de todo y Hiashi me pidió discreción, nadie sabe nada, pues trata de proteger a su hija, no desea que los motivos del divorcio se hagan públicos—Madara sintió una puñalada en su pecho al escuchar la palabra divorcio—¿Como fuiste capaz de serle infiel Madara? eso te deja en desventaja, si todo sale bien y si los niños nacen, tu no tendrás ningún derecho sobre ellos y mucho menos sobre ella—reclamó Hashirama, con desaprobación.
—No entiendo de dónde salió eso, yo nunca le fui infiel a Hinata, no niego las barbaridades que cometí, pero eso nunca lo hice—aseguró el Uchiha.
—¿Estas diciendo la verdad? —inquirió el Hokage algo curioso y sin entender.
—Claro que digo la verdad, a ti no tendría motivos para mentirte y lo sabes—respondió seguro.
—Entonces tenemos que investigar, trataré de persuadir a Hanabi para que me diga quien le contó eso, pero te advierto, Hababi no es como Hinata, no creo que pueda obtener información de ella, por lo tanto, te pido que no empeores las cosas con los Hyugas... Hiashi no te permitirá acercarte a su hija y conociéndote, se que harás una locutora de la cual terminarás arrepintiéndote—Madara se preparó para argumentar, pero Hashirama lo silencio antes de comenzar—Espera, hay algo muy delicado que tienes que saber... Hiashi me dijo que el ataque que sufrió de regreso a Konoha, fue liderado por la misma persona que atacó a Neji, su nombre es Toneri, quería hacer un trato con Hiashi, entregarle a Hinata para extraer sus ojos—Madara se horrorizó, al pensar en la probabilidad de que eso pudiera suceder—Toneri es uno de los dos sujetos que Orochimaru trajo de otra dimensión, el nombre del otro es Indra, ambos necesitan el Byakugan de Hinata, para regresar a la vida a kaguya, la diosa de la muerte. Estuvieron raptando princesas porque era toda la información que poseían, hasta que dieron con el chakra compatible... el chakra de Hinata. En ese momento cesaron los raptos de las otras princesas, ya no tienen que buscar y no se detendrán asta obtener el Byakugan. Yo hablé con ella después del atentado de Neji, y me contó todo lo que pasó cuando estaba sola con Toneri, pero se que me oculta algo—concluyó Hashirama.
—¿Y tu me pides que me quede con los brazos cruzados sin acercarme a ella? —reprocho el Uchiha enojado.
—Aún no he terminado—añadió Hashirama—como te conte, Orochimaru está con ellos y al parecer ya se enteró del embarazo de Ino-chan... Esa serpiente, ha estado tras los Uchihas por mucho tiempo. El punto es que fue él quien trajo a los dos extraños sujetos, influenciado por Zetsu otro miembro de la organización y responsable de la emboscada que sufrieron Tobirama, Kakashi y Anko. Este sujeto posee el poder de convertirse en otras personas y me temo, que se haya infiltrado en la aldea sin ser detectado en algunas ocasiones. Por lo que sabemos, después de algunas disputas cada cual obtendrá su parte... Los Otsutsuki, los ojos de tu esposa y Orochimaru, miembros Uchiha, tal vez hasta el mismo Sasuke, así que como puedes ver, la situación es muy delicada. Itachi esta muy preocupado por el bebé de Shisui y sobre todo por Sasuke, incluso, no podemos descartar a Sakura y a Naruto. Orochimaru y Kabuto harán cualquier cosa por atraer a Sasuke hasta ellos, ya puse al tanto a Inoichi Yamanaka, de la situación, también a Sakura y a Naruto. La única que no lo sabe, es Ino, debido a que su padre no quiere preocuparla en ausencia de Shisui.
Madara se llevó las manos a la cabeza con impotencia.
—Discúlpame, no era mi intención decirte todo esto el mismo día que has recibido tantas noticias juntas y con el peso de la gravedad de Hinata—Hashirama, se tomó el trago, para continuar—Te lo pido de nuevo, no empeores la cosas Madara, yo mismo te mantendré al tanto de su estado—pidió Hashirama poniéndose de pie—Pondré vigilancia dia y noche para ella—aseguro antes de marcharse y dejar al líder Uchiha sumido en un caos.
[...]
El hospital de Konoha de nuevo estaba abarrotado de personas. Sasuke fue el último en llegar ¿La razón? era muy simple y a la vez complicada, para él. En cuanto se enteró del plan de Orochimaru, pensó muy bien en su siguiente pasoy mandó un cuervo, a buscar a tres personas, a sus viejos amigos. El equipo taka.
Suigetsu, Jugo y Karin, este último nombre le provocó erizamiento en la piel, al recordar que cada que Karin lo miraba, saltaba sobre él, pegándose como sanguijuela.
Se estremeció y respiro hondo. El fin justifica los medios. A ella es a quien mas necesitaba. Karin era muy buena en percibir los chakras y sobre todo conocía bien el de los Uchihas.
[...]
Izuna estaba junto a Mikoto y Fugaku. Mas a la derecha, se encontraba Kiba, Shino y Obito. Naruto llegó corriendo, Hiashi y Kurenai, ya estaban en espera de alguna noticia.
Neji y Ko llegaron después, junto a Hanabi Tenten, Rock Lee e Ino.
Las horas pasaban sin noticiasy los ánimos de todos, estaban, decaídos. Al rededor de tres horas mas tarde, las puertas por fin se abrieron, dejando ver a Tsunade, Shizune y una muy agotada Sakura.
—¿Como esta mi hija? —preguntó el lider Hyuga, sin contener sus emociones.
—Logramos estabilizarla, Sakura le pasó gran parte de su propio chakra, fue quien mas pudo ayudar, Hinata estaba a escasos dos o tres dias de morir. Milagrosamente los bebés no sufrieron daño alguno y eran ellos quienes se quedaban con toda su energía y sus reservas de chakra, sin embargo, desde que llegó no ha despertado y creo que estará así, por algunos días.
Tobirama se estremeció al escuchar a Tsunade mencionar a los bebés.
¿Entonces ella está embarazada? ¡Maldito Uchiha! Solo pensar el estado en que la trajo, le hacía hervir la sangre—Mi pobre niña, no pesaba nada y pensó que la perdería para siempre—se dijo mentalmente.
Neji se tomó de la pared sorprendido, de hecho todos los que no lo sabían, quedaron muy sorprendidos al entrarse de la noticia. No solo un bebé sino dos.
Hiashi le hizo un gesto de agradecimiento a Tsunade y a Shizune, después se acercó a Sakura—Grasias, por ayudar a salvar la vida de mi hija. Te estaremos agradecidos siempre—Hanabi y Neji, se acercaron y le hicieron una reverencia al igual que a Tsunade y a Shizune.
—Hinata es muy querida por todos—añadió Sakura—Ademas, es una de mis mejores amigas, siempre que me necesite, estaré para ella, como se que también ella lo haría por mi.
—Oye, abuela Tsunade ¿cuantos bebés tendrá Hina-chan? —preguntó Naruto con los brazos cruzados tras su cuello.
—Mocoso... ya te dije que no me llames así—regaño Tsunade, empuñando las manos.
Naruto se sonrió nervioso y comenzaron a reír, pero al igual que Naruto, también querían saber.
—Son dos varones—afirmó Hiashi, tomando el hombro de Tsunade.
—Yo voy a ser el padrino—murmuro el rubio entusiasmado.
—Ni lo sueñes Naruto, soy su compañero de equipo, tengo mas derechos que tu.
—NARUTO, KIBA. Guarden silencio, este es un hospital—les advirtió Shizune.
—¿Creen, que pueda verla? —preguntó Hiashi.
—Mmm... esta bien, pero solo unos minutos, recuerden que permanece en observación—respondió Tsunade al líder Hyuga.
Hashirama y Mito, también llegaron y suspiraban con alivio al saber que Hinata ya no estaba en peligro.
Izuna sintió que su corazón latía de nuevo con regularidad, estaba tan asustando de perderla. Sentía ganas de golpear a Madara, pero en realidad, él era igual de culpable. Si tan solo hubiera escuchado a Mikoto cuando le pidió impedir ese matrimonio.
[...]
Madara pasaba los días cumpliendo sus deberes como líder Uchiha. Pero por las noches, se dirigía al hospital. Tenía que asegurarse que su esposa estaba segura.
No se dejaba mirar por nadie, permaneció siempre entre las sombras en la oscuridad, observando por la ventana, no resistía el deseó de estar con ella, de tocarla, ya habían pasado cinco días y Hinata aún no abrió sus hermosos ojos.
[...]
A metros de la entrada de Konoha, se acercaban tres disparejos ninjas.
Cuando llegaron a las puertas, uno de los guardias pregunto a donde se dirigían.
La chica les entregó el pergamino, que llevaba.
—¿Uchiha Sasuke los llamó? —cuestionó el guardia.
—Así es, mi Sasuke me llamo—afirmó la chica con voz melosa, que hizo poner en blanco los ojos a Suigetsu.
—Karin no sueñes, nos llamo a los tres, ademas, recuerda que debe tratarse de algo muy importante, ya que todos sabemos que no te soporta—Suigetsu comenzó a reírse, pero buen humor no duró mucho, porque de pronto, Karin estaba sobre él, tratado de pisotearlo y en realidad, no le resultaba tan fácil, ya que donde quiera que pisaba, Suigetsu se convertía en agua. Los guardias estaban atónitos ante tal espectáculo.
Jugo dejó escapar unas aves que posaban en sus hombros y sin mostrar expresión alguna, los levantó a ambos—¿Nos vamos? —preguntó con una mirada de amenaza.
Los que peleaban, se lanzaron una última mirada asesina y se sacudieron las ropas antes de seguirlo.
[...]
El sexto día en que la Hyuga ingresó al hospital, despertó. Se sintió algo pérdida, todo lo que miraba era el techo blando... con una inspección mas detallada, pudo darse cuenta que estaba en una de las habitaciones del hospital de Konoha.
Recordando todo lo sucedido, se llevó las manos hacia el vientre, asustada se concentró y pudo sentir el chakra proveniente de dos pequeñitos cuerpos. Un suspiro de alivio salió de su boca, cerró los ojos y se recostó de nuevo sin apartar las manos de su ligeramente abultado abdomen.
Estuvo así por unos minutos, solo pensando. No tenía ninguna duda de la gran felicidad que la abordaba. Sería madre, aunque no podía engañarse, esos niños no eran producto del amor, sino del odio y la lujuria... Su esposo no la amaba y se lo dejó claro, en mas de una ocasión ¿Que pasara ahora con sus planes de divorcio? Algo aún peor golpeó sus pensamientos. Ese hombre dijo que regresaría por ella, se tomó el vientre de forma posesiva ¿Que pasara con sus bebés? No quería que les pasara nada malo, pensaba mientras derramaba lágrimas de amargura y miedo.
...
Obito abrió la puerta y se sorprendió al verla despierta, con expresión de miedo y bañada en lágrimas. Al igual que todos los días, Obito le llevó un ramo de flores, pero en esta ocasión, fue diferente. Tiro el ramo al suelo y corrió hacia ella asustado.
—¡Hime-chan! ¿Que pasa? ¿Te duele algo? ¿Te sientes mal? ¿Porqué lloras?—preguntó todo tan rápido, para lograr obtener una respuesta.
La chica salió de sus pensamientos y lo miró frente a ella, lo único que pudo hacer, fue abrazarlo y hundirse en su cálido pecho, para continuar llorando.
—Obito-kun tengo miedo—dijo de golpe y sin pensar.
—¡Hime-chan! No te preocupes, tu eres muy fuerte—aseguró el azabache.
—Obito-kun, no tengo miedo por mi, sino por los niños, no quiero que nadie los lastime.
Obito comprendió a que se debía su preocupación—No tienes nada que temer, yo no voy a permitir que algo les pase a ninguno de los tres. Ustedes son mi familia y yo los quiero mucho, también piensa, que hay muchas personas dispuestas a cuidarlos al igual que yo.
Hinata lo escuchó y se tranquilizó, su voz y sus palabras llegaron hasta su corazón e hizo lo posible por creerlo, deseó sentir felicidad por algunos momentos y disfrutar sintiendo a sus retoños.
—Grasias Obito-kun, estoy muy agradecida de tenerte, me das luz, cuando la oscuridad quiere vencerme.
—Descansa Hime, avisaré a todos que ya despertaste—se acercó a ella y le dio un beso en la frente antes de marcharse.
...
Momentos después, llegaron Sakura y Tsunade—¿Hinata como te sientes? —preguntó Sakura muy emocionada.
—Estoy bien— respondió tímidamente.
—Nos diste un buen susto niña—afirmó Tsunade sonriendo.
—L-lo siento mucho Tsunade-Sama, no era mi intención—se disculpó la joven avergonzada por preocupar a todos.
—Nee, no te preocupes, lo bueno es que ya están bien—Tsunade y Sakura la revisaron para asegurarse que todo estaba en orden. Al terminar, Tsunade se coloco las manos en sus caderas y comenzó a relatar lo que pasaría durante el embarazo.
—Debido a tu condición y la forma en que te trajeron aquí... lo mejor será que té quedes en el hospital por algunos meses. Los niveles de chakra que presentabas, eran muy irregulares, también esta el hecho que tu embarazo es de gemelos, de dos clanes poderosos... no podemos arriesgarnos a que recaigas de nuevo. Por suerte, los niños se encuentran en perfecto estado, tanto en peso, cómo estatura, para el tiempo de gestión que tienen—explicó la rubia, en modo profesional.
—Si te parece bien, puedes pedir que traigan aquí todas tus pertenencias, por ejemplo libros, ropa, algún sillón, que se yo, lo que desees que haga tu estancia más llevadera—
Hinata asintió algo triste, pero agradecida y conmovida.
—Gra -gracias por todo—susurro entre lágrimas—sólo algunos libros y mi ropa estará bien.
—No te olvides de las flores—enfatizó Shizune, quien en ese momento entró en la habitación, con una sonrisa hacia la joven.
—¡Mira este lugar! Ya parece una florería, todos tus amigos traen ramos a diario, Izuna-San, trae los ramos más grandes, mientras que Óbito trae los girasoles—aclaró la medida mirando todos los arreglos florales de la habitación.
...
Tres Hyugas llegaron poco después, Hiashi, Hanabi y Neji, sonrieron con auténtica alegría al mirar los ojos tan igual a los propios, por fin abiertos. Obito, personalmente les paso a avisar.
El líder Hyuga miro a su hija, ya sentada con color y vida en su pequeño cuerpo.
No espero y se acercó a ella, envolviéndola en un fuerte abrazo, el patriarca beso la frente de Hinata, mientras ella lloraba en su pecho.
Hinata creyó estar soñando cuando su padre la tomo en brazos, fue una sensación muy cálida y ala vez, reconfortante. Sintió seguridad y paz en los brazos de su progenitor.
—¡Perdóname Hinata! Perdóname por no haber sido un buen padre contigo, al igual que con Hanabi—la joven se conmovió aún mas y afirmó con la cabeza, aferrandoce mas a él.
Hanabi y Neji sonrieron y la menor se unió al abrazo. Neji permaneció parado, hasta que sintió un agarre, Hanabi lo estiró para unirlo a ellos en el abrazo.
—Tsunade ya nos dijo que te tienes que quedar aquí por un tiempo, así que trajimos tu comida favorita—Hanabi sacó una caja con roles de canela.
—Será mejor que comas, no quiero que mis sobrinos nazcan con cara de antojo.
—¡Hanabi!—reprendió el líder Hyuga.
Hinata se tensó al escuchar a su hermana, pensó que su padre comenzaría a reprocharle y como si el líder Hyuga, hubiese entendido lo que su hija pensaba, se apresuró aclarar todo—Hinata... estoy muy feliz que pronto, me harás abuelo, no tienes porque reprimirte, después de todo, fui yo quien permitió que terminarás en esta situación.
—Es verdad Hinata, toda la culpa es del bastardo Uchiha.
—¡Hanabi...!—está vez fueron Neji y Hiashi, quienes corrigieron a la castaña.
Hinata comenzó a reír, negando con la cabeza por las palabras de su hermana.
...
Todos los amigos de la ojiperla pasaron un rato a mirarla, durante el día, no la dejaron sola en ningún momento.
Itachi llego al anochecer, en cuanto miro que nadie estaba con ella.
—!Hinata-San, me da mucho gusto que ya esté mejor!—exclamó Itachi.
—Muchas gracias Itachi-San, no pude agradecer antes lo que usted hizo por mi y por Neji, de no ser por usted, tal vez Neji hubiera muerto, por no llegar rápido para que lo salvarán.
—No tiene nada que agradecer, de hecho, también por eso estoy aquí... Dígame la verdad por favor, es muy importante—pidió el joven—¿Que fue lo que le dijo la persona que los atacó antes de marcharse?
La Hyuga miro hacia otro lado, no quería decirle a nadie, ella ya había tomado la decisión de irse con ese hombre para no exponer a nadie mas, pero ahora, ya no estaba sola... Ahora estaban sus bebés y solo dependían de ella, estaba segura, que aunque no eran frutos del amor, de igual manera los quería.
—Hinata-san, no tema, dígame la verdad—Incitó Itachi al verla perdida en sus pensamientos.
Ella suspiró y se dio el valor para decir la verdad—Él me dijo, que pronto regresará por mí—el Uchiha asintió con la cabeza, mientras ella derramaba gruesas lágrimas.
Itachi se acercó a ella para tratar de calmarla—No tema, nadie la lastimara, pero se arriesgó mucho al no decir esto antes—le reprendió el muchacho.
—Yo-yo no quiero que nadie más termine herido o muerto por mi culpa, pensé que cuando él regresará, me iría por mi propia voluntad, para no poner en peligro a nadie—Itachi frunció el ceño y negó con la cabeza, dado que ya se lo imaginaba—pe-pero los niños Itachi-san, yo-yo no quiero que a ellos los dañen, se que sólo necesitan mis ojos, pero no me puedo ir sin dar a luz—la ojiperla terminó, al ahogarse en su llanto.
—No diga eso, usted no irá con el a ningún lado, ni aunque no estuviera embarazada. El chico se quedó con ella, hasta que logró tranquilizarla. Cuando salió del hospital, pensó en todo lo que le dijo Hinata, estaba mas que seguro, que ella trataría de negociar y se ofrecería para salvar a los niños. Tenía que evitar que algo así ocurriera, a fin de cuentas, no serviría de nada, ya que al dar sus ojos y traer a la vida a Kaguya, muchos morirían, incluyendo a los niños, a los que trataba de proteger—Maldicion, tendré que contactar a Konan de nuevo—se dijo para si mismo.
[...]
Sakura salió del hospital. Su turno ya se había terminado y quedó de cenar con Sasuke.
Moria de ganas de verlo después que él estuvo de misión durante dos días.
...
—SASUKE...mua mua , estas muy guapo y hueles muy bien mua—Karin estaba colgada del cuello de un malhumorado Uchiha, que trataba sin éxito de quitársela de encima. Karin no perdió tiempo en llenarlo de besos, amaba a ese hombre, aunque él a ella no. Después que Sasuke tuvo su primer experiencia sexual con ella, Karin se creía su dueña.
Suigetsu y Jugo, comían su ramen ya acostumbrados a tales espectáculos, por parte de la pelirroja.
Cuando llegaron a Konoha, se fueron en busca de Sasuke, no lo encontraron en el distrito Uchiha y la pelirroja comenzó a seguir el olor de su chakra. Lo encontraron sentado en las bancas de Ichiraku ramen y como siempre sucedía, Karin le saltó encima. El Uchiha rodó los ojos ante el fastidio de Karin.
Ayame, la hija de Teuchi el dueño del local, los miraba sorprendida, pues pensaba que Sasuke y Sakura eran novios.
—¿SA-SASUKE ?—el Uchiha escuchó una voz quebrada tras él y Se dio la vuelta, todavía con Karin pegada a su rostro depositando besos, para encontrar a Sakura, quien tenía los verdes ojos, brillantes por la humedad que los llenaba.
—¿Quien es ella Sasu? —inquirió Karin con voz malcriada y melosa. El Uchiha trató de soltarse del agarre, pero no fue lo suficientemente rápido y cuando quizo explicar, Sakura ya se había ido corriendo.
...
La pelirosa sabía que su novio siempre estaba rodeado de mujeres y de igual manera él siempre las mantuvo a raya. No dejaba ni que lo tocaran ¿Porque entonces con esa pelirroja si se dejo? Y hasta lo llamo Sasu. Llegó a su casa y se tumbó en la cama a llorar ¿Eso es todo? ¿Su tiempo con Sasuke se terminó? Se pregunto mientras continuaba llorando desconsolada.
[...]
Madara estaba como loco, se enteró que Hinata despertó y no podía acercarse a ella.
Necesitaba verla, tenía que pedirle perdón, jurarle que jamás le fue infiel, porque para él, ya no existía otra mujer que no fuera ella. Tenía que ganársela y confesarle cuanto la amaba... si, la amaba y ya no le importaba sonar cursi.
Todas las noches permanencia por horas mirando desde la ventana, Hinata seguía dormida, pero con los días gano color y mejor semblante. En dos ocasiones, tuvo que hacer uso de todo su auto control, para no cometer una locutora, al mirar al Senju llegar con flores y permanecer por largo rato mirándola dormir y al marcharse, besarla en su frente.
Izuna era otro que lo tenía confundido, pues todos los días, llegaba con un ramo de flores, se sentaba en la cama, tomaba sus manos y permanencia así, hasta cerca de una hora. No sabía que pensar del comportamiento de su hermano.
...
Kiba y Shino se encontraban con Hinata cuando llego Shizune a revisarla. Después de comprobar que todo estaba bien, les pidió que la dejaron descansar. Ellos se despidieron de ella y se marcharon dejándola sola.
Gran parte de sus amigos habían estado con ella, a algunos no los miro, porque en momentos se quedaba dormida por el cansancio, como le sucedió con Tobirama, Izuna y Mikoto. Shizune le contó que casi todos la fueron a ver mientras permanencio dormida. Solamente "él" no fue a verla, nadie lo menciono tampoco y no sabía porque, eso le causó ansiedad. Recordó como se porto con ella cuando la trajeron al hospital. Lo sintió diferente, tal vez triste con ternura hacia ella, aunque no estaba segura, pues ya antes se había portado bien, solo para humillarla. Luego recuerdo de golpe su infidelidad y sintió el despreció hacia él... Se llevó las manos al ligeramente abultado vientre, e hizo movimientos con las manos en círculos tratando de infundir confianza a sus bebés.
Una lagrima rodó por una de sus mejillas, estaba segura, que ese hombre no aceptaría a los niños y le gritará que no los quiere, por ser hijos de ella. Por no ser una mujer digna de ser la madre de su descendencia. Limpió su rostro y sonrió con amargura al pensar en la probabilidad, que Suki ya estaba ocupado la que fue su antigua habitación, junto a él, definitivamente, eran tal para cual. Después de sentirse algo cansada, se recostó en la almohadas aún con las manos en su vientre, lentamente cerró los ojos y se quedó dormida.
...
El líder Uchiha la miro enbobado, a través de la ventana, siguió todos sus movimientos, escondido en la oscuridad. La observo perdida en sus pensamientos, moría por saber que la hacia sonreír, luego sonrojarse. La vio cuando se llevó sus delicadas manos al vientre y su corazón casi sale de su pecho, dado que esa fue la imagen más dulce y llena de ternura, que hubiera podido mirar. Después todo quedó empañado a notar las lágrimas que sus perlas derramaban, se maldijo al estar seguro que fue el responsable de esas lágrimas. Permaneció en la oscuridad, pensando si debería entrar y hablar con ella, pero sus ojos se cerraron y se recostó para dormir.
Después de asegurar que los Anbu la estaban cuidando, se marchó al distrito Uchiha reduciendo su chakra a que no se pudiera percibir, sabía que de lo contrario, Akuma vendrá hacia él y no quería tener que enfrentarlo... el perro también la extrañaba y buscaba su presencia, algo que lo hacía sentir con más culpa.
Entró en silencio a la mansión, las luces estaban apagadas y cuando caminaba algo lo paralizó... En un sofá de la sala y en medio de la oscuridad, estaba Izuna con varias botellas de sake. Tenía la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y al dar un largo suspiro, dejó escapar un nombre.
—¿Izuna?— lo llamó desconcertado.
Izuna se puso de pie de inmediato, estaba pensando en todo los acontecimientos. La amenaza de Orochimaru y los Otsutsuki, no dejaría que le hicieran daño, él la protegería. Descubrió que ya no la miraba como familia, ahora la veía como mujer. Como la mujer que robo su corazón, aunque ella jamás lo sabría. Al suspirar, no fue consciente que dejó escapar su nombre en vos alta, hasta que Madara estaba frente a él sorprendido.
—Nii san yo...—no terminó de hablar.
—¡Izuna...! ¿Tu la amas? —cuestionó el líder Uchiha. Izuna desvió la mirada por un momento y luego lo enfrentó.
—Madara, no sé cómo pasó, pero no voy a negarlo, no a ti que me conoces mejor que nadie.
—¿Pero desde cuando? Quiero decir ¿como sucedió? —preguntó Madara sin poder dar crédito.
—No lo se, creó que fue después que la golpeaste, la noche que casi muere por Akuma—soltó sin inmutarse.
—¿Que? ¿Cuando no entiendo cómo pasó? —preguntó Madara sintiendo que perdió algo. Izuna activó sus ojos y le mostró el recuerdo a Madara.
El líder Uchiha retrocedió, sintió que le fallaron las rodillas al temblar las piernas. Se sento en el sofá pensando en las imágenes que observó. Nuevas olas de culpa llegaron su ser, mientras él dormía después de tratarla como lo hizo, ella estaba rota. Ni siquiera se preocupó por saber de ella a la mañana siguiente. Claro, ella dormía en la alfombra donde él la obligaba. Esa mañana no estaba y no estaba, porque su hermano después de tráela adentro para que no muriera en el frío bajo la tormenta, curaba de ella en su habitación. Negó una y otra vez con la cabeza, todas sus malas acciones, salían a flote y no sabía como lidiar con ellas. Ahora su hermano, la persona que más le importa en la vida, hasta que la conoció a ella, estaba enamorado de su esposa.
—¿Ella lo sabe? —preguntó con cautela.
—No, y no lo sabrá nunca. No quiero perder la confianza y el cariño desinteresado que me tiene.
—Pero—trató de hablar.
—No Nii san, no lo sabrá... si hasta ahora, no se a percatado del amor de Neji hacia ella, tampoco se enterara de mi amor, después de todo, Hinata no tiene la culpa de nada y tampoco dio pie a para incitar lo que siento—terminó con el argumento de Madara—Te daré un consejo, aunque me duele es lo mejor... Déjala ir Madara, dale el divorcio y déjala ser feliz con Tobirama, él es la mejor opción para hacerla feliz, se que todo lo hiciste por mí, pero ya no puedo ni quiero verla marchitarse sufriendo por los Uchihas.
Prefiero saberla lejos pero feliz, a tenerla cerca de ti, mirando como la destruyes a causa de tus tratos y de tu odio—el lider se quedó asombrado—¡Buenas noches!—eso fue lo último que Izuna dijo, antes de subir a dormir, dejando a Madara sin palabras.
Continuará.
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