Capitulo 13

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para crear esta historia sin fines de lucro.


Hinata despertó antes de que Tobirama entrará con ella al hospital. Se removió en sus brazos captando su atención.—¿Que paso? —preguntó algo mareada. El Senju se detuvo y la bajó.

—Te desmayaste al salir del complejo Hyuga—respondió mirándole preocupado. La joven recordó todo y miró a su sensei. Pero antes de que pudiera decir algo, él la animo para entrar al hospital—¡Vamos ! Necesitan revisarte para asegurar que estés bien.

—N-no se preocupé, estoy bien, solo-solo yo...—no pudo terminar de hablar, debido a las lágrimas que resbalaron por sus mejillas—Sensei es mi padre, él sufrió un atentado y está herido—confesó sorprendiendo a Tobirama.

—¿Como está él?—cuestionó el Senju alterado. La chica le dio una amarga sonrisa y explicó toda la situación—¡Hinata! —la llamó tomándola de los hombros—Sabes que puedes contar conmigo ¿verdad?—ella asintió—No te preocupes, tu padre es muy fuerte, él estará bien en poco tiempo.

Hinata estuvo de acuerdo con él, pero tenía una duda—¡Sensei! ¿Como supo que yo estaba en el complejo Hyuga? —inquirió con curiosidad.

—Por el mensaje que me enviaste—respondió el Senju con actitud seria.

La morena frunció el ceño. Ella nunca mandó ningún mensaje, esto era muy extraño y lo peor, es que no avisó a nadie en el distrito Uchiha a donde salió—Yo no mandé ningún mensaje sensei—aseguró la joven algo contrariada. El Senju se quedó pensativo tratando de entender que era lo que estaba sucediendo—¿quien le entregó el mensaje? —le preguntó tratando de indagar al respecto.

Tobirama lo pensó por un momento y luego lo recordó—Fue uno de los empleados, solo dijo que alguien llegó y lo entregó para mi... en él, decía que me esperabas afuera del complejo Hyuga—el Senju lo volvió a pensar y llegó a una conclusión, alguien trataba de juntarlos con un desconocido propósito—No te preocupes Hinata, guarde el papel y te prometo que daré con las personas que nos jugaron esta broma, aunque debo decir, que me alegro de haber estado ahí para ayudarte y mirarte de nuevo—le dijo mientras le colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, incomodando a la chica.

Por alguna razón, sintió que no estaba bien estar junto a él sin haber avisado su paradero a los Uchihas y lo último que deseaba en estos momentos, era volver a tener problemas—Yo-yo tengo que irme sensei, no di aviso a nadie y no quiero tener mas problemas.

El Senju entendió la preocupación de la joven y a regañadientes acepto que tenía razón. No que quería darle mas problemas a su niña—Esta bien, vamos, te acompaño, no te puedo dejar ir sola.

—No-no creo que sea buena idea, usted sabe—no terminó de hablar, debido a la presencia de Ino y Shisui, quienes salían de hospital por la consulta de Ino.

—¡Hina-chan, Senju san! ¿Que pasa porque están afuera del hospital? ¿Acaso paso algo?—cuestiono la rubia, soltando rápidamente las preguntas.

El Senju saludó a la pareja y los puso al tanto de lo sucedido a Hinata, por las noticias de su padre y para terminar, les pidió acompañar a la morena hasta su casa.
Ino y Shisui, aceptaron en seguida y se la llevaron justo a ellos.

...

En el camino al distrito Uchiha, la Hyuga les contó detalladamente lo ocurrido a su padre y también sobre el extraño mensaje que recibió Tobirama. Ino insistió en que todo lo que le contó, no era el verdadero motivo de su tristeza. La ojiperla no tuvo mas remedio que desahogarse con ella y contarle lo que su hermana le grito. Ino se puso furiosa y abrazó a su amiga tratando de darle ánimos.

...

Cuando llegaron a la mansión, la joven agradeció a la pareja y los invitó a pasar, ellos agradecieron, pero no pudieron aceptar debido a una cena con el padre de Ino.
La morena entendió y se despidió de ambos, algo apenada por causar molestias.

El sol ya se había ocultado y la casa estaba en penumbras. Hinata quería contarle al Uchiha, no entendió la razón, pero después de la noche que pasó junto a él, sintió la necesidad de estar en sus brazos y sentir su protección.

Siguió y encendió las luces, percatándose de la presencia del azabache. Él estaba parado al pie de las escaleras y en cuanto lo miró frente a ella, se acercó a pasos rápidos, con la necesidad de llegar hasta él y lanzarse a sus brazos. Pensó que tal vez, solo tal vez, su matrimonio podía tener algún futuro, si ambos ponían un poco de su parte y olvidaban los malos momentos que vivieron, quizás llegarían a formar un vínculo.

...

El lider Uchiha permaneció casi todo el día bebiendo en su oficina, pero sin llegar a embriagarse. Pensó en una y mil formas de reaccionar cuando estuviese frente a ella.
Al notar que el tiempo transcurrió y no llegaba, se imaginó las peores realidades entre su esposa y ese maldito.  Los imagino en la cama, haciendo el amor y diciendo cuanto se amaban. Apretó la mandíbula ante los pensamientos que le invadieron la cabeza y no lograba alejar. De pronto, escuchó voces y se dirigió hacia las escaleras para esperar por ella. Sabía que debía calmarse, que por ningún motivo la golpearía. No, no otra vez, pero pensar con claridad le estaba costando demasiado.

La miró acercarse a él, como nunca antes lo hizo, no obstante, su orgullo herido fue mas grande y antes que ella lo abrazara, la tomó de los brazos con poca fuerza para detenerla y alejarla.

—No me toques Hyuga—Hinata se intimidó por el despreció del Uchiha. Sin saber que decir, se atrevió a mirarlo a los ojos, para arrepentirse de haberlo hechó. Las oscuras orbes la veían con despreció y molestia. Ella por instinto retrocedió unos pasos, mientras pensaba que quizás fue demasiado atrevida y terminó invadiendo su espacio personal—¿que te pasa niña? ¿Pensaste que podías venir a lloriquear conmigo? ¿Pretendías contarme tus patéticos problemas como lo haces con todos los que giran a tu alrededor? Te dejé claro que no siento amor por ti, así que no te equivoques. La única razón por la que me case contigo, fue enterarme que el Senju pensaba pedir tu mano ¿de verdad pensaste que alguien tan inútil y débil como tú podría interesarme para ser la única señora Uchiha? Claro que no ¿verdad? Aunque por conseguir lo que yo quiero, tuve que hacer el sacrificio de soportarte— soltó con molestia, aunque por dentro sólo deseaba que ella le diera una explicación válida.

—¿Que?—Hinata abrió la boca por el insulto que recibió y no pudo decir nada mas. El azabache soltó una fuerte risa que terminó por helarle la sangre.

—¿Que pensaste princesa? ¿Que después de como te me ofreciste anoche caería rendido a tus píes?—la ojiperla permaneció en silencio, aún sin poder creer lo que estaba escuchando—Te dije que terminarías bajo mi cuerpo gritando de placer y ya vez, de nuevo tuve que sacrificarme, los Uchihas nunca perdemos—la joven se horrorizó por lo que le estaba diciendo. ¿Entonces solo se había burlado de ella? Se pregunto entristecida—Sólo una persona tan despreciable y conformista como Tobirama, podía estar interesado en alguien como tu, son tal para cual—escupió las hirientes palabras estrellando aún más, el ya dañado corazón de la morena.

El azabache se sintió disgustado con él mismo por la culpa que se estaba formando al mirar la desilusión en los ojos perlados. Pensó que después de humillarla se sentiría bien, pero fue todo lo contrario.  Ahora se sentía el ser mas despreciable de la tierra.

Hinata bajo la mirada con los ojos llenos de lágrimas ¿Como pudo ser tan estupida y dejarse engañar por ese hombre? Sabía desde el principio que no la amaba y no le importaba, total, ella tampoco lo amaba. Pero fue tan tonta, que no se dio cuenta que su acercamiento era sólo una farza para demostrar su supremacía.

Estaba a punto de hacer los sellos para el jutsu, pero se detuvo antes de hacerlo.
Le prometió a Obito tratar de enfrentar los problemas sin escapar de la realidad, a menos que fuera absolutamente necesario hacer uso de él y esté, no era el caso. Él era un Uchiha, de eso no tenía dudas, pero ella, aunque débil y patética, seguía siendo una Hyuga y como tal, no bajaría la cabeza ante nadie.

—Me disculpo Uchiha-Sama, no volveré a molestarlo con mis insignificantes problemas y lamento mucho su sacrificio... En cuanto mi padre se mejore, hablare con él para terminar con el contrato del "SACRIFICADO MATRIMONIO " Cuánto antes terminemos con esta farza, será mejor, después de todo, usted ganó, consiguió su propósito y por ende, ya no me necesita—le dijo sin inmutarse y dispuesta a alejarse lo mas posible de su presencia, sin embargo, antes de retirarse, lo miró directamente a los ojos—Una cosa mas Uchiha-Sama, esta misma noche saldré de la habitación en la que estoy, no quiero seguir incomodándole con mi patética existencia, así que entre menos nos veamos, será mejor y no se preocupe, en caso de que la recuperación de mi padre tarde un poco más, yo misma hablaré con el Hokage y le pediré que nos divorcie lo antes posible—le hizo una reverencia y salió de la mansión dejándolo con una inmensa culpa por lo que acababa de hacer.

...

Hinata salió y se resistió a derramar lágrimas. Estaba muy dolida por su propia estupidez.

—Veo que por fin entendió que Madara no la ama—Hinata reconoció esa voz y se molestó al escucharla.

—¿Que necesita Suki san? —preguntó sin perder los modales, aunque estaba algo sorprendida por la forma en que se dirigió al líder Uchiha.

—Todos sabemos que Madara no la soporta y que sólo se caso con usted por arruinar a Tobirama-san—la ojiperla se sintió aún mas molesta con ella misma—¿Con quien cree que Madara pasa las noches? —cuestionó con sarcasmo—Él y yo hemos estado juntos desde antes que usted llegara y lo seguimos estando. Siempre me busca diciendo que necesita una mujer de verdad—Hinata retrocedió asqueada con lo que acababa de escuchar, se sintió tan manchada, tan usada y traicionada. Luego de pensarlo, llenó de ira, como pocas veces le había sucedido.

—De verdad que son ustedes dos, tal para cual Suki-san... Mientras él se unía a mi sólo por venganza, usted esperaba por sobras. Debe ser humillante saber que el hombre del que recibes "sobras" prefiere una venganza antes que a la persona que lo complementa—se dio la vuelta para irse, pero de nuevo se detuvo—Una cosa mas Suki-san.. mientras no me divorcie y me halla ido de la mansión, no quiero volver a verla cerca. Si mi esposo la desea tanto, él mismo la buscará, evíteme el asco de verlos juntos—sin mas que decir se marchó en busca de Akuma. Necesitaba estar con alguien que le diera algo de afecto después del horrible día que había tenido—Solo espero que él no me rechace—se dijo en voz alta y con ironía.

Cuando llegó a él, Akuma se le acercó y como si el animal sintiera su dolor, se sentó a su lado dejándola desahogarse.

Después de sentirse un poco mejor, regresaron juntos a la mansión. Sacó sus pertenencias de la habitación en la que estaba y las llevó a una pequeña habitación que se encontraba en la planta baja cerca de la cocina. Eran de las habitaciones que se les otorgaba a los empleados y a su vez, tenía mucho menos espacio, pero no le importo, Akuma y ella cabían perfectamente bien y hasta sobraba espacio.

...

El azabache la miró sacando todo, decidida y llena de determinación, sabia que la había herido con lo que le dijo. También estaba el hecho, de lo que dijo acerca de su padre. Quiso preguntarle en el momento que ella se lo menciono, pero ya no tuvo el coraje de interrumpirla. Ahora si estaba seguro que ella no daría marcha atrás, su mirada se lo dejó muy claro.

Por primera vez desde que la conoció, observó la mirada fría de los Hyuga en ella. Paso la noche y no pudo dormir, se levantó temprano al recibir un mensaje del Hokage, donde requerían su presencia. Después de tomar un baño y vestirse, salió de su habitación y al acercarse a la cocina, sintió el delicioso olor de comida. Entró pensando que Hinata estaba allí, pero no fue así. Aparentemente ella se levantó mucho mas temprano que él. Todo se hallaba en orden y esta vez no encontró nada preparado para él. Suspiró y salió de la mansión para su encuentro con Hashirama, necesitaba despejarse un poco.

...

Hinata despertó en la madrugada con mucha hambre, lo pensó y recordó que el día anterior no comió absolutamente nada. Se levantó seguida por Akuma y se preparó algo para ella y para el perro... Izuna se encontraba de misión y a su " esposo " ya no tenía la obligación de atenderlo, para eso tenía a su amante, que ella se hiciera cargo entonces.

Terminó, lavó los platos y dejó dormir un poco más al perro. Ella salió a caminar, se sentía ahogada en ese lugar. El sol ya estaba saliendo y recordó el campo de girasoles que le mostró Obito. Sonrió con melancolía y decidió dirigirse hacia el sitio.

Cuando llegó, se deleitó con el hermoso lugar, al igual que la primera vez que lo miró. Respiro hondo visualizando los acontecimientos que le habían pasado desde que llegó al distrito Uchiha. (Te odio) Su corazón se apretó con dolor, pues las palabras de su hermana seguían taladrando su mente, unidas a las dirigidas por su esposo.

Madara era por mucho, el ser mas despreciable que hubiera conocido. Le arrebató a ella la oportunidad de estar con Tobirama y fue tan lejos con su plan, que aún sintiendo asco por ella, tuvo sexo, sólo para tener éxito en su retorcido plan y lo peor de todo... metió a su amante a trabajar en la mansión, sólo para tenerla cerca y al mismo tiempo, humillarla a ella en su papel de esposa.

De nuevo sonrió con amargura, después de todo, él consiguió lo que quería, puesto que ella y su sensei nunca más podrían estar juntos.

los ojos estaban hinchados por las lágrimas, nunca antes se sintió tan perdida. Las palabras de su padre la tenían pensando, seguido de todo lo demás. En este punto ya no sabía que mas hacer. Extrañaba sus amigos, las misiones, estar activa, salir de Konoha.

De pronto se secó las lágrimas y suspiró, había tomado una decisión. Se levantó de donde estaba sentada y camino lentamente tocando y admirando sus flores favoritas, planeando su futuro.

Estaba decidido, hablaría con el Hokage y le pediría anular el matrimonio, después le pediría volver a estar activa como ninja y por último, una misión en solitario, la mas larga, una que durará años.

Sabía bien que podía contar con Hashirama, él siempre fue muy amable con ella y estuvo dispuesto a ayudarla. Pensó con alegría que por fin encontró su camino.
Sola, ya no molestaría a nadie.

[...]

Neji había permanecido junto a Hiashi en las instalaciones medias del clan Hyuga, no obstante, cuando su tío terminó de contarle todo, salió corriendo hacia el distrito Uchiha.

No demoró en llegar y se dirigió hasta la mansión principal, tocó la puerta, pero nadie respondió. Rodeó el lugar en busca de alguien y el jardín se encontraba un empleado limpiando las bancas. Corrió hacia él y pregunto por su prima, el empleado le dijo que la miró dirigirse al bosque desde muy temprano.

Neji activó su byakugan en dirección a donde se dirigió Hinata y cuando consiguió enfocarla, su rostro palideció. Aún en medio de la desesperación, le pidió al hombre que buscara ayuda rápido y se dirigieran a donde le señaló. El sujeto asintió y corrió en dirección contraria al castaño, el cual ya se había perdido en el bastó bosque.

...

Hinata daba pasos lentos, se detuvo para cortar un girasol que le pareció lindo—¡Hasta que te encuentro princesa Hyuga! Me costó mucho dar contigo.

La ojiluna dio la vuelta, para enfrentar a la persona que la llamó. Esa voz y ese chakra no eran conocidos por ella, se estremeció al mirar a un hombre con cabello blanco al igual que sus vestimentas, sus ojos eran de un color azul, pero no como el de Naruto, estos eran aún mas claros y a la vez atrayentes. —¿Quien es usted? —cuestionó al extraño que estaba a unos metros de ella.

—En realidad, eso no importa Hinata. Lo único que importa, es que te encontré—dijo mientras se acercaba a ella.

—No se acerque...—ordenó con la voz temblorosa.

—No temas, no te haré daño—aseguró el intruso muy cerca de ella—¡Mírate pequeña! Tus ojos están enrojecidos por las lágrimas, te he estado mirando desde que llegaste y solo veo tristeza dentro de ti—la Hyuga lo escuchó, sin poder moverse de su lugar—No te han sabido valorar, lo único que hacen es aprovecharse de ti, de tu buen corazón.

El tipo comenzó a formar una esfera, dónde se empezaron a mostrar las memorias de la ojiperla. Pudo visualizar todos los golpes y maltratos que recibió en el clan Hyuga, cómo también la pelea con Neji. Uno a uno, todos los malos recuerdos se fueron mostrando en la esfera, hasta llegar a los maltratos del líder Uchiha. Sin ser consiente estaba derramando gruesas lágrimas cuando los recuerdos terminaron.

—Lo vez pequeña, nada mas te maltratan nunca te han querido—Hinata escuchaba la voz del varón. Era tan tranquila, tan convincente—ven conmigo y te prometo que nunca mas derramarás una sola lagrima... Yo puedo ofrecerte un mundo lleno de paz, donde las personas que amas, sean felices y nadie mas sufra. Solo tienes que venir conmigo y prometo que olvidarás todos tus malos recuerdos—el extraño extendió la mano hacia ella. Hinata lo pensó por un momento. Tal vez era lo mejor, a fin de cuentas, solo fue un estorbo para todos, no creía que pudiera llegar a ser feliz y a estas alturas, ya no le importaba. Lo único que deseaba era olvidar.

El sujeto sonrió y la miró directamente a los ojos. La ojiperla quedó hipnotizada y camino para tomar la mano del hombre frente a ella—¡Eso es... ven conmigo no huyas de tu destino! —exclamo el desconocido, abriendo los brazos para recibirla.

Cuando estaba por tomarla, una ráfaga azul lo separó de ella. Siguió con molestia a quien se atrevió a intervenir con sus planes—¡Hyuga...!—pronunció con despreció—Sera mejor que te vayas mientras aún conservas la vida. No eres rival para mi y lo sabes.

—Tendrá que matarme antes de llevársela—lo reto Neji, colocando a su prima en un sitio seguro.

—Mala decisión, lo mismo dijo su padre y ya vez como terminó—después de hablar, comenzó a reír y dijo—Será como tú quieras—el peli blanco avanzó sonriendo.

Neji dejó a Hinata cerca de un árbol, mientras se disponía a pelear. Sabía que solo era para ganar tiempo y así, impedir que se llevara a su prima, el sujeto poseía un chakra muy poderoso y por mucho que se esforzara, le sería imposible vencerlo.

La pelea se desarrolló frente a Hinata, quien peleaba por salir del poderoso jutsu en el que la atrapó el extrañó.

Neji se colocó en posición para acertar el puño suave, pero ni siquiera tuvo oportunidad de acercarse, el tipo era muy rápido.

La batalla continuó y Neji ya se hallaba muy herido. De un fuerte golpe cayó al suelo escupiendo sangre, le costó ponerse de pie nuevamente, estaba tambaleándose debido al esfuerzo y la pérdida de chakra. El tipo formó una esfera llena de luz, con la cual le daría muerte. Camino sonriendo hacia él... Neji cerró los ojos y se derrumbó en espera del golpe final.

El sujeto levantó la esfera y antes de lanzarla, Hinata se interpuso entre él y su primo recibiendo un golpe en el hombro.

El extraño trató de desviar toda la esfera para no herirla, pero no lo logró del todo. Hinata quedo de rodillas frente a él y se dispuso a salvar a su primo al cualquier precio —Por favor no le haga daño, yo iré con usted, pero por favor ya no lo lastime—el extraño asintió y le ayudó a levantarse, pero un kunai se enterró en el brazo del peli blanco haciéndole retroceder, enfrentando a los recién llegados... Frente a ellos se encontraban, Itachi, Sai y mas Anbus.

—Aléjate de ella—ordeno Itachi.

El extraño sonrió, se acercó a Hinata y le dijo al oído—Regresaremos por ti, tu lugar esta junto a nosotros—se alejó y desapareció sin que nadie pudiera hacer nada.

Hinata cayó junto a Neji para tratar de levantarlo, sin embargo, él ya no respondía—¡Hinata!—llamó Itachi captando su atención—Vamos lo llevaremos al hospital—se levantó con ayuda de Sai y partieron al hospital.

...

Llegaron y Neji de inmediato fue atendido por Tsunade—Hina también estás herida— Shizune vio como del hombro de la Hyuga brotaba sangre.

—E-estoy bien, no se preocupe por mi, ayuden a nii-san por favor—gritaba desesperada por la condición de su primo.

Itachi mandó un Anbu, para informar al Hokage de lo sucedido. También pudo convencer a la chica de dejarse curar por una enfermera. La morena accedió sin despegarse de la pared que la separaba de Neji.

Sintió que los minutos parecían años, nadie salía para saber la condición de su primo. Ella solo rezaba para que estuviera bien, no podía imaginar vivir sin él.

Itachi le dio una palmada en el hombro llamando su atención. Le informó que debía salir por un momento, la Hyuga movió la cabeza asintiendo y sin parar de llorar.

[...]

En la oficina del Hokage se encontraban Madara, Kakashi, Yamato, Naruto y Sasuke.

—Los mande llamar para ponerlos al tanto de la situación. El lider Hyuga sufrió una emboscada cuando regresaba a la aldea y fue gravemente herido—Madara sintió un sudor frío al escuchar lo que dijo Hashirama—lo peor de esto, es que la aldea a la que viajó, no lo mandó llamar, alguien mas lo hizo con la intención de atacarlo—todos se pusieron alertas.

—¿Que quiere decir Hokage? —preguntó Naruto.

—Que todo fue una trampa para hacerlo salir de Konoha. Aun no hemos podido hablar con él para que nos diga que fue lo que pasó, no obstante, su padre que también lo acompañó, informó que el atentado fue directo al líder Hyuga y sólo Hiashi-san y dos guardias que lo custodiaban sufrieron el violento ataque.

—Que pasó con los guardias? —cuestiono Sasuke.

—Están muertos—respondió Hashirama, dejando a todos en silencio.

Un Anbu se apareció en medio de todos y se dirigió al Hokage haciendo una reverencia.

—Hubo un ataque en el bosque cerca del distrito Uchiha—Madara se puso tenso de inmediato—Hyuga Neji se encuentra muy grabe y Uchiha Hinata también resultó herida, pero se encuentra bien. Aparentemente ella fue el blanco del atentado.

Madara palideció, sintió que sus piernas le temblaban y se llenó de un miedo visceral que no sentía desde que Izuna se enfrentó con el Senju menor.

—¡Hina-chan!—susurró Naruto

[...]

Hinata permaneció sentada en el piso con la cabeza entre las rodillas, sintió un toque en el hombro y se encontró con los cálidos ojos de Ko.

—Ko nii san— lo miró mientras se levantó ayudada por el Hyuga y sin perder tiempo, se abrazó a él.

—¿Esta bien Hinata-Sama? —preguntó el Hyuga preocupado.

—Yo estoy bien, pero Neji esta muy mal y todo es mi culpa—apenas podía hablar debido al llanto.

—No diga eso, no se culpe.

—Pero es verdad Ko, él está así por protegerme ¿Te das cuenta?  Mi debilidad ha hecho que mi nii san esté muriendo... Hanabi me dijo que mi padre también trató de salvarme ¿Cuantas personas más tendrán que pagar por mi incapacidad?

—Ya mi niña no se ponga así, es lógico que su padre no permitiría que se la llevaran.
—reiteró Ko.

—Él trato de advertirme de algo ayer que lo fui a ver, sin embargo, se durmió. Si tan solo lo hubiera sabido—se ahogaba con el llanto al tratar de continuar—Es verdad lo que dicen Ko, no sirvo para nada más que para dar problemas, soy sólo un estorbo.

—Pare por favor, no diga eso, usted es lo mejor que tenía el clan Hyuga—le palmeó la espalda para hacerla entrar en razón.

—¿Porque? ¿Porque tenía que exponerse por mi?  Ese maldito selló hizo que mi nii san se sintiera responsable y ahora le esté causando la muerte.

—Hinata-sama...Neji no se siente responsable por el sello, con o sin él, Neji siempre estará dispuesto a dar su vida por usted... Cuando usted se caso, el sello dejó de tener efecto en él—Hinata lo miró sorprendida—¿Me entiende ahora? Él no la quiere por el sello, él la quiere por voluntad propia y si ahora está luchando contra la muerte, es porque él mismo así lo decidió—la llevó hacia las sillas y la sentó—Espéreme aquí, le traeré un té para que se tranquilice—la chica obedeció y se quedó con la mirada perdida.

...

Madara llegó al hospital usando el rinnegan. Miró a Hinata cuando Ko la levantó del piso. Prefirió no intervenir y dejó que hablara con él.

La culpa lo golpeó al escuchar lo que decía. Cuando se quedó sola, se acercó a ella.
Tenía una herida en el hombro, su ropa estaba manchada de sangre, seguramente de su primo. No soportaba verla tan frágil e indefensa y sintió una gran necesidad de protegerla de cualquier sufrimiento y peligro.

Se acercó y la tomó por los hombros, quería abrazarla para hacerle saber que todo estaría bien, sin embargo y como si de lava hirviendo se tratara, ella se puso rígida al sentir su contacto. No queriendo ser muy obvia, dio unos pasos adelante, para quedar libre de su agarre.

—¿Estas bien? —pregunto con suavidad.

—Si gracias—contesto seca sin mirarlo.

—¡Hime-Chan! —la miró correr y lanzarse hacia Obito, quien la tomó en brazos como a una niña pequeña. —¿Que pasó?—inquirió, preocupado por ella.

—Mi nii san Obito-kun... él se muere.

—Cálmate Hime, Neji es muy fuerte y no se dejará vencer—le acariciaba el cabello mientras ella se aferraba a su camisa sin dejar de llorar.

Obito estuvo fuera con Mikoto y Fugaku y apenas llegaron, Itachi los puso al tanto de lo que pasó.

Un rato después, Izuna llegó corriendo y al igual que Obito, se la llevó a los brazos evaluándola, para saber que estaba bien.

En menos de diez minutos, toda la sala de espera estaba llena de personas.

Madara miraba a Hinata en el regazo de Kurenai, al mismo tiempo que la animaba con palabras de consuelo.

De pronto las puertas de la sala de emergencias se abrieron, dejando ver a Tsunade. Hinata se levantó de golpe y corrió hacia ella —¿Como esta él?

Tsunade la miró con pena por la desesperación y el miedo en sus ojos.
—No voy a mentir, esta muy mal—Hinata sintió que el piso se movía bajo sus pies.
Tenten llegó a su lado y tomó su mano. Tsunade continuó—Hicimos todo lo posible por sanarlo, las partículas de chakra que tenía, eran realmente destructivas... ahora se encuentra en coma, no creo que pase esta noche... lo siento mucho—Hinata junto sus manos y las llevó a su pecho con desesperación.

—Por favor Tsunade-sama, use mi chakra, mi sangre lo que necesite que yo pueda proveerle, se lo ruego, sálvelo. No puedo perder a Neji, por favor no a él—Tsunade la abrazó con fuerza, ella sabía lo duro que era perder un ser querido y podía sentir toda la desesperación de Hinata.

—No se trata de eso Hinata. Todo está hecho, ahora solo depende de sus ganas de vivir y su fuerza de voluntad.

Tenten y Rock Lee lloraban junto a su sensei, Kiba y Shino, tomaron a Hinata y la sentaron junto a ellos, estaban muy preocupados, sabían cuanto su compañera quería a Neji.

La mayoría de ellos se encontraban cabizbajos y preocupados, de pronto unos gritos llamaron la atención de todos—¿Que se siente Hinata.? Primero padre y ahora Neji. ¿Cuántos mas piensas arrastrar a dar la vida por ti? Eres una inútil, esa es la razón por la que nadie te quiere en el clan. Los del consejo tienen razón, NUNCA DEBISTE NACER—Hinata cerró los ojos debido al inmenso dolor que causaron las palabras de su hermana. No logró responder nada y apto por bajar la cabeza.

—Oye ¿que te pasa?  no le hables así a Hina-chan—exigió Naruto, poniéndose frente a Hanabi y resguardando a Hinata—eres la peor hermana, no mereces a Hina y si tu no estas sellada, es gracias a ella.

—Naruto kun—lo llamó la Hyuga, para que no hablara de más.

—No Hina-chan déjame hablar, ya es hora que alguien ponga a esta niña en su lugar—te recuerdo que ella aceptó casarse, sólo para salvarte del sello, de no ser así, en estos momentos estaría cerca de liderar a los Hyugas. Los que no la quieren, es porque ella es humana, no como esos bastardos cadavéricos que no querían que ella eliminara la división de las ramas y también el sello... NO LO OLVIDES HANABI—le dejó en claro, con la voz fuerte sin importar que estaban en un hospital—se caso sin amor, solo por salvarte a ti, aunque no lo merezcas.

Hanabi miro a su hermana que permaneció con la cabeza agachada y salió corriendo sin decir nada mas.

El lider Uchiha se quedó atónito con lo que la chiquilla Hyuga le grito a Hinata.
Las palabras hirientes fueron muy similares a las que él le lanzó. La miró desde su lugar sin atreverse a acercarse. Estaba muy afectada, nunca espero mirarla de esa manera. Ella también se casó por amor a su hermana, se avergonzó al saberlo, pues al parecer, también en eso se equivocó con ella. Luego la forma en que rogó por la vida del Hyuga le erizó la piel... ese joven hizo lo que dijo que haría, dar su vida por la de ella.


—¡Hinata! Estas muy pálida, necesitas descansar, recuerda que también te hirieron a ti.

—Estoy bien Sakura, no te preocupes.

—Vamos, estoy seguro que no has comido nada, te llevo a la cafetería—ánimo Kiba.

—No tengo hambre Kiba-kun, pero gracias.

Tsunade llegó y les dijo que ya tenían que retirarse. La Hyuga tembló, pues no podía irse y dejar solo a Neji.

—¡Tsunade-sama! Dejé que me quede con él, le prometo no molestar, por favor, no quiero que pase algo y yo no esté a su lado.

Tsunade cerró los ojos y se llevó la mano al puente de la nariz—Esta bien, haré una excepción contigo—la joven le agradeció.

Sakura pidió quedar de guardia esa noche y así también estaría al pendiente de los dos Hyugas. Se despidió de todos, los últimos fueron Izuna y Obito, quienes no querían dejarla sola por temor a que el sujeto que hirió a Neji, regresara por ella.

El lider Uchiha se quedó hasta que todos se marcharon y se acercó a su esposa—¿Estas segura que te sientes bien? Te miras cansada—le preguntó parándose frente a ella.

La ojiperla sintió el estómago revuelto al escuchar al azabache ¿Como podía ser tan hipócrita y fingir que estaba preocupado?

—Estoy bien—respondió sin detener su paso y dejándolo parado solo en el pasillo.

Ella entró en la habitación de Neji y cerró la puerta. Miró a su primo con vendajes al igual que su padre. Sin conseguir dejar de llorar, se sentó en una silla junto a la camilla, de donde no se pensaba levantar.

Madara se quedó parado mirando hasta que cerró la puerta. Su corazón latía irregular. La mirada de Hinata hacia él, le congeló la sangre. Había asco y despreció. Recibió esa mirada muchas veces a lo largo de su vida y nunca le importó, sin embargo, recibirla de ella, fue como sentir puñaladas en todo su cuerpo.

[...]

Lejos de Konoha en el escondite Akatsuki, se encontraban reunidos algunos de los miembros—Se trata de ella ¿estas completamente seguro? —preguntó uno de los Otsutsuki.

—Así es, no tengo ninguna duda... es ella. Pude sentir la pureza del Byakugan—aclaro—cuando hablé con su padre, aún tenía mis dudas y quería verla, pero el maldito no accedió, así que decidí matarlo, no obstante, hoy que estuve frente a ella no tuve ninguna duda—aseguró el peli-blanco.

—Lo sabía, lo sentí hace unos meses en ese lago, pero no lo distinguí en su totalidad, debido a los poderosos chakras que también estaban en el mismo lugar—declaró el Otsutsuki.

—¿Y porque no la trajiste?—indago Setzu.

—Estaba a punto de hacerlo, pero un Hyuga me hizo perder el tiempo y llegaron unos Anbus, entre ellos se encontraba un Uchiha, pude darme cuenta por sus ojos—respondió Toneri.

—¡Interesante! —murmuró Orochimaru.

—Pero no te preocupes, te aseguro que pronto la tendremos en nuestro poder y entonces, gracias a sus ojos, podremos dar vida a nuestra diosa—aseguró Toneri.

—¿Que harán con ella cuando extraigan sus ojos?—Orochimaru tenía que saber lo que realmente le importaba.

—Te la puedes quedar, a nosotros sólo nos interesan los ojos. Después de extraerlos para nuestra diosa, puedes hacer con ella lo que desees.

Orochimaru sonrió y miró a Kabuto con complicidad. Esa mujer les servirá de mucho en sus planes, estaba seguro que podía negociar y así tener acceso a los Uchihas. Siendo ella la esposa del líder, algún valor debería tener. Los demás miembros permanecieron en silencio hasta que la reunión terminó y todos se marcharon.

[...]

Itachi se quedó fuera del hospital, en la rama de un árbol con vista a la ventana de la habitación de Neji.

No podía arriesgarse a dejar solos a los Hyugas. Le tomó mucho aprecio a Neji durante el tiempo que llevaban trabajando juntos y ahora eran buenos amigos.

No le extraño para nada lo que hizo por Hinata. Respiro hondo y miró hacia el cielo lleno de estrellas, cuando un cuervo llegó y se colocó en su hombro con un mensaje. Lo abrió y después de leerlo, fijo su mirada en el lugar donde estaba Hinata. Tenia que informar al Hokage. Las cosas estaban peor de lo que imaginaba.

[...]

Hinata seguía en el mismo lugar, permaneció con la mano de Neji entre las suyas, el tiempo parecía haberse detenido. Sakura entró para asegurarse que su amiga estuviera bien, también le trajo un té y unos panecillos que le ayudarían a pasar la noche, conocía a Hinata y estaba segura que no había comido bien. La ojiperla trató de negarse, pero con Sakura no funcionaba un no, por respuesta, así que no le quedó mas remedio que aceptar.

Al quedar a solas, lloro de nuevo, la mano de su primo estaba tan fría, que tuvo un escalofrío al pensar en que no pasara la noche.

Continuara.

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