Capitulo 11
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso, para crear esta historia sin fines de lucro.
Itachi negó con la cabeza hacia su tío. Takuma y Asuma permanecieron en silencio, mientras los cuerpos de los bandidos ardían en llamas negras.
—¿En verdad crees que esto fue necesario?—preguntó Itachi, a Madara.
—¡Hmph ! —fue lo único que contesto el lider Uchiha sin dejar de caminar.
Un grupo de bandidos apareció frente a ellos minutos atrás, no presentaron ningún desafío para ninguno de los cuatro ninjas de Konoha, sin embargo, Madara no espero, simplemente los ataco con el Amaterasu. Desde que salieron de Konoha, el Uchiha mayor no hablo con ninguno de sus compañeros. Su semblante sólo reflejaba hostilidad.
Lo único en que pensaba era en lo que pasó con su esposa. No lograba dejar atrás las imágenes que venían a su mente. Se tomó la cabeza y respiro hondo al recordar la bofetada que le dio a la joven. Él nunca antes golpeó a una mujer, a menos que se tratara de un combate. No sabía que se apoderó de él para actuar de esa manera, pero cuando recordaba que Tobirama estuvo con ella, se sentía arder en la ira. Por mas que trataba, no podía hacer que el recuerdo de la Hyuga confesando sus sentimientos al Senju, lo dejara de atormentar. Sus ojos perlados brillantes de alegría y admiración cuando estaba con el maldito ese. Sus sonrisas y sonrojos. Pero... esas dulces palabras "Yo yo también siento que lo amo sensei"esas palabras taladraban su cerebro una y otra vez.
Una vez en Suna, se encontraron con el Kazekage, quien les entregó toda la información recopilada desde el intento de secuestro de Temari. Los Shinobis de la hoja estuvieron con Gaara, hasta que terminó con todos los informes.
Gaara los miró a los cuatro y fijó sus ojos en Takuma, al percatarse que se trataba de un Hyuga, hizo una pequeña sonrisa que no pasó desapercibida por Madara.
Unos toques a la puerta hicieron girar a todos y momentos después, entraron Shikamaru y Naruto. Después de saludarse, se dispusieron a exponer el motivo de la interrupción—¡Capturamos un miembro de Akatsuki! —exclamo Naruto emocionado.
Gaara puso los puños bajo su mentón—¿Es uno de los que atacó? —preguntó directamente a los recién llegados.
—Así es, su nombre es Kakuzo y en este momento, está siendo interrogado por Kankuro y por Baki—respondió Shikamaru.
Asuma palmeo a Shikamaru—¡Buen trabajo! —le dijo a su alumno y también a Naruto—Si ese tipo habla, nos será de gran ayuda.
—Estoy de acuerdo, ahora es mejor que vayan al hotel que dispuse para ustedes. Mañana será un largo día y deben estar cansados por el viaje—sugirió el pelirrojo y ellos asintieron, sin embargo, cuando todos estaban saliendo, Gaara llamó a Takuma—¿Como se encuntra la princesa Hyuga? —Takuma se detuvo para responder, pero se percató que Madara también escuchó la pregunta y anudado al pésimo comportamiento que mostró durante el viaje, su aura se veía aterradora.
El azabache apretó la mandíbula furioso. Se preparó para responder al pelirrojo, cuando Naruto intervino.
—Te lo diré después Gaara, por ahora necesito tu ayuda en estos pergaminos—Gaara frunció el ceño sin entender la incómoda atmósfera que se formó a su alrededor, pero decidió ya no preguntar.
El resto se marchó, dejando sólo al Kazekage y a Naruto, quien no tardó en explicarle la actual situación de Hinata, dejando a Gaara muy sorprendido.
Itachi suspiró mirando al líder Uchiha. Sólo esperaba que pudieran obtener información, antes de que Madara se saliera aún mas de control.
[...]
Hinata se fue hacia la cocina y preparó un té. Después que Ino comenzó a llorar, ella y Sakura no supieron que hacer para tranquilizarla. Regresó rápido con sus amigas—Ino tienes que calmarte, te hará daño ponerte así, recuerda tu estado—con mucho cuidado, le entregó el té para que lo bebiera.
La rubia caminaba de un lugar a otro tomando algunos tragos de su té—¿Que voy hacer? ¿Cómo pude ser tan descuida?
—Esto no es solo tu culpa Ino, recuerda que para un embarazo se necesitan dos personas—ánimo Sakura.
—Lo se frentona, pero tengo miedo de la reacción de Shisui. ¿Que pasa si me rechaza a mi y al bebé?
—Shisui-san te ama Ino, él no será capaz de rechazarlos—le animo la ojiperla. Ino continuó llorando, hasta que después de un rato comenzó a calmarse—¡Miren tengo una idea! ¿Que les párese si avisan a sus familiares que pasarán la noche conmigo? La mansión es muy grande, estoy segura que Izuna-san no tendrá ningún problema con eso. Así piensas mejor las cosas y de pasó me hacen compañía. ¿Que les párese?—preguntó la morena con las manos junto a su pecho.
—¡Es buena idea! Eso te dará tiempo para pensar bien como decirle a Shisui-san—ánimo Sakura. Ino estuvo de acuerdo y ya más calmada, decidió que se lo diría a su novio, lo mas pronto posible. En caso de ser rechazada, estaba segura que su padre siempre la apoyaría y ni hablar de sus amigas, que también estaban siempre para ella.
...
Cuando los Uchihas entraron a la mansión, Hinata se llevó a Izuna a la cocina para pedir permiso de invitar a sus amigas, Izuna le sonrió y negó con la cabeza. La chica pensó que se estaba negando, sin embargo, pronto vio que no era así.
—Esta también es tu casa, tú puedes disponer lo que quieras sin contar conmigo.
—Yo -yo -no, yo no tengo ningúna autoridad, ni tampoco privilegio en esta casa, ni en ninguna otra—aclaró la ojiperla con la mirada hacia abajo y mordiendo su labio inferior. No podía sentirse de otra manera luego de recordar las filosas palabras del líder.
Izuna levantó su barbilla con delicadeza para que dejara de mirar hacia el suelo.
—¡Escuchame! Se lo que te dijo mi hermano y lo que yo mismo te dije cuando nos conocimos, pero ahora los hechos son diferentes. Como dueño de la mansión al igual que Madara, te doy plena libertad de hacer lo que mejor te parezca en ella.
No me importa si Madara está de acuerdo o no ¿te quedó claro? —pregunto aún sosteniendo su barbilla. La joven se conmovió por las palabras del Uchiha y derramó una lágrima que fue capturada por el pulgar del azabache —¡Anda! Vamos a la sala, para mostrar las habitaciones a tus amigas—animo el varón mientras Hinata afirmó feliz.
Ni siquiera en el complejo Hyuga se le permitió nunca tomar una sola decisión. Hasta para invitar a sus amigas, tenia casi que rogar, razón por la que nunca lo hacia, era mejor pedir permiso para dormir en casa de ellas.
Sonrió para ella, al caer en cuenta que después de rogar por tener un cachorro, ahora lo tenía y era una de las mejores experiencias, aunque no se podía decir que Akuma era precisamente un cachorro, para ella lo era y ya sentía casi lo mismo por él, que lo que sentía por Akamaru.
Cuando regresaron con sus amigas y los otros Uchihas, Tobi se despidió de todos, prometido volver a la mañana siguiente.
Izuna rodó los ojos, al escuchar a sus dos sobrinos auto invitándose para quedarse cada uno con su respectiva novia.
La morena sonrió divertida con la situación. Después de acomodar a cada pareja en las habitaciones. Hinata, Izuna y Akuma, también se fueron a dormir.
[...]
Los Shinobis de la hoja regresaron a Konoha despues de casi un mes de ausencia. La misión fue terminada con éxito. Aunque no dieron directamente con Orachimaru, lograron averiguar parte de sus movimientos.
Asuma estuvo a punto de morir por Hidan, uno de los miembros de Akatsuki. Shikamaru lo ayudó y logró desacerase del ninja renegado, que se decía inmortal. El Nara lo enterró, desapareciéndolo para siempre, no tuvo piedad de él, puesto que casi le quitó a su sensei.
Itachi tuvo que intervenir en repetidas ocasiones, debido al instinto asesino de Madara. El lider Uchiha estaba mas sanguinario que de costumbre.
El camino a la aldea, fue entretenido gracias a las ocurrencias de Naruto, contando sobre sus "conquistas "
El intento de obtener información por parte del prisionero de Akatsuki fue un fracaso, el poderoso y extraño ninja, escapo no dejando mas remedio que matarlo.
Naruto fue quien se encargó de él y ahora cargaban con el cuerpo para estudiar la mente con ayuda del padre de Ino.
El lider Uchiha estuvo callado durante el camino. Sólo una persona ocupaba todos y cada uno de sus pensamientos. Trató de pensar en algo diferente, pero el miembro del clan Hyuga que viajó junto a ellos, no hacía mas que recordársela a cada momento.
Mantuvo una acalorada conversación con el Kazekage, que por poco y se convierte en una pelea, todo por dejar en claro a quien pertenecía la princesa Hyuga. Bufo al recordar como uno de sus peores defectos salió a la luz... Los celos, no obstante, quería pensar que sólo eran por orgullo a perder lo que le pertenecía, no por amor ¿verdad? Se decía a sí mismo, tratando de convencerse que así era.
...
Al llegar a Konoha, Itachi y Takuma se dirigieron al cuartel Anbu con el cuerpo que trajeron.
Shikamaru se fue al hospital, para que revisaran a su sensei y Naruto junto al líder Uchiha, se fueron hacia la torre del Hokage, para entregar el informe.
El recorrido fue en silencio. Al rubio no le agradaba el Uchiha debido a la forma mezquina en que se caso con Hinata y el azabache tampoco tenía la intención de socializar con el rubio.
Tenía muchas cosas más en que pensar. Durante todo el mes no supo absolutamente nada acerca de su esposa, después de golpearla y tratarla como una cualquiera, no volvió a verla y mientras más tiempo transcurría, más inseguro se volvía. No tenía idea de como se iba a comportar frente a ella.
¿Cuando él se sintió inseguro ante alguien? Tan marcadas fueron sus expresiones fáciles, que el rubio lo veía de reojo, mientras entraron en la torre y esperaban ser anunciados.
El primero en entrar fue el Uchiha, Naruto entró después, encontrándose con el Hokage. Luego de dar los detalles y pormenores de la misión, el rubio se retiró dejando a Madara con Hashirama.
...
—¿Que te pasa Madara? ¿Porqué discutiste con el Kazekage?—Hashirama negaba con la cabeza.
—Hmph, ese imbecil se atrevió a preguntar por mi esposa—Hashirama suspiró mirando a su amigo—¿Quien te lo dijo? —cuestionó molesto.
—El Kazekage mandó un mensaje, donde explicó el incidente y también para disculparse por el hecho. El punto es que no puedes ir haciendo esa clase de espectáculos a donde vayas. Él fue muy amable al mostrar sus disculpas, pero de haberse tratado del Raikage, las cosas no hubieran sido fáciles—reprendió el Hokage.
—¿Acaso crees que me importa?—inquirió el azabache con indiferencia.
—¡Madara...! Tu comportamiento en las últimas semanas, se ha estado saliendo de control. La situación con los secuestros se está poniendo mas delicada, deberías controlar tu furia y pensar con claridad. La cantidad de hombres que mataste no fue necesaria, no quedó manera de estudiar los cerebros debido a que los carbonizaste—reprochó el Hokage.
El lider Uchiha puso los ojos en blanco por la reprimenda de Hashirama. Tenía que admitir que su amigo tenía razón, pero estaba tan inestable y furioso, que ni siquiera pensó en obtener información, sólo quería matar a todo el que se atravesara en su camino—Por lo menos trajeron un cuerpo. Ojalá que podamos sacar lo más que se pueda, acerca de los planes de Orochimaru—concluyó Hashirama.
...
El azabache salió de la torre del Hokage ya entrada la tarde. No quiso regresar al distrito Uchiha, no sabía cómo lo recibirá su esposa ¿Que tal si le contó a Hiashi acerca del golpe que le dio? Descartó esa probabilidad, dado que Hashirama le hubiese dicho algo, siguió perdido en sus pensamientos, cuando Itachi lo alcanzó para invitarlo a cenar y de paso tomar unos tragos antes de volver a sus hogares.
Entraron en un restaurante con bar, se fueron hacia las mesas menos ocupadas y pidieron las órdenes, junto con unas botellas de sake. Cenaron en silencio, disfrutando del clima y belleza de Konoha. No es que Suna les pareciera desagradable, pero no estaban acostumbrados a la arena, ni al calor tan fuerte.
La puerta del lugar se abrió, anunciando la presencia de más clientes. Luego de mirar de quien se trataba, saludaron con un movimiento de cabeza a Kakashi, Genma y a Yamato, quienes llegaron y se sentaron algunas mesas lejos de ellos.
El lugar era donde muchos Shinobis se reunían a cenar y conversar después del trabajo, o de misiones.
Los Uchihas continuaron pidiendo bebidas, mientras más y más clientes llegaron.
Madera un poco entrado en tragos, observó hasta lo mas lejos y escondido de la barra. Sonrió con malicia, al visualizar a la persona que bebía en soledad. Se puso de pie y se dirigió hasta él, bajo la atenta mirada de Itachi.
[...]
Tobirama llegó al bar desde temprano. Se sentó en lo mas solitario de la barra, donde pocas personas se acercaban. Al igual que los días anteriores, ese día seguía sintiendo el dolor en el pecho por no poder estar con su niña. Terminó rápido los deberes y se fue a ahogar sus penas en silencio y sin espectadores. De pronto, sintió que alguien se sentó cerca de él y ni siquiera se molesto es voltear a mirar de quien se trataba. Continuó bebiendo sin prestar atención.
—¿Ahogado las penas Senju? —cuestionó el Uchiha con una diabólica sonrisa. Tobirama escuchó al molesto intruso y siguió sin mirar, aunque por dentro, quería asesinar a ese bastardo—Me dijeron que estuviste en mi casa con "mi esposa" y sin ser invitado.
—Yo no necesito ninguna invitación, para asegurarme que Hinata esté bien.
Iría al mismo infierno sólo por ella y por su bienestar—respondió sin mostrar expresiones.
Madara apretó la mandíbula molesto por escuchar el nombre de su esposa, siendo mencionado con tanta confianza—Parece que no te explicaron bien, ella es mía, me pertenece y no quiero que te le acerques—enfatizo el azabache.
—Me la robaste a la mala Uchiha... Pero te aseguro que ni tu, ni nadie, impedirá que la vea, te guste o no, ademas ella puede contar conmigo en todo lo que necesite—espetó el albino.
Madara comenzó a reír atrayendo las miradas de los clientes—Te aseguró que soy bastante viril, como para que ella te necesite. Te garantizo que la dejó más que satisfecha en la cama—alardeó, mientras seguía burlándose de Tobirama.
El Senju apretó la mandíbula ¿como se atrevió ese mal nacido a hablar así de su inocente niña? Él no era un santo y por supuesto que imagino muchas veces, como sería hacerle el amor a Hinata. Cuando terminaban mojados al entrenar en el agua, sus curvas se marcaban de una manera, que tenía que hacer uso de todo su autocontrol para no desnudarla en ese mismo momento, pero a la vez, deseaba hacer todo de manera correcta y darle la noche de bodas más hermosa de su vida. Él quería que ella recordara esa noche, como la mejor del matrimonio a su lado. Sus sentidos estaban al máximo por escuchar la forma en que ese bastardo hablaba de ella—¡Eres un poco hombre Uchiha..! ¿Como te atreves a hablar así de una dama?—reprochó apretado el vaso en su mano.
—Hmph—el Uchiha se carcajeó ante la reacción de su rival. El albino tuvo suficiente de la estupida cara divertida del Uchiha y decidió que era hora de borrar su sonrisa y bien que sabía cómo hacerlo.
—No se porque me sorprende tu actitud... ¿Que se puede esperar de alguien como tú?—dio un largo suspiro antes de continuar—Pero a cómo lo calculo, en menos de lo que te imaginas ella estará a mi lado y muy lejos de ti—Madara dejó de reír, pero no dejó su buen humor.
—¡No me digas Senju..! Porque a menos que sea yo quien se canse de ella, no pienso dejártela—garantizó con arrogancia.
—Es ahí, donde te equivocas Uchiha...¿Acaso firmas documentos sin leer?— su táctica dio resultado, ya que la pregunta descoloco al azabache.
—¿De que demonios hablas?—cuestionó ya no tan seguro como antes
—De hecho Uchiha, estoy seguro que para estas alturas, es cuestión de tiempo antes que ella quede oficialmente divorciada de ti—el Senju continuó antes de que el Uchiha pudiera intervenir—Infidelidad, golpes, maltrato... son solo algunas de las cláusulas que se encuentran en el contrato matrimonial. Un solo rasguño que ella tenga y todo se acaba Uchiha—Tobirama sonrió para si—No estoy seguro en que clase de jutsu la tienes, porque me trató de convencer que esta bien, cuando fue más que evidente, que me mintió. Pero no pienso rendirme, se que tarde o temprano, fallarás en algo, o quizás ya lo hayas hecho. No me importa el tiempo que deba esperar yo siempre estaré ahí para ella cuando te la quiten—el Senju lanzó la amenaza con determinación en su voz.
Madara borró su sonrisa, pero de inmediato se recompuso.
—No te será fácil quedártela, puesto que debido a los largos maratones de sexo que mantenemos, lo mas seguro es que ella quede embarazada y si aún no lo esta, créeme que haremos muy bien el trabajo para conseguirlo. Embarazada de mi, ya no te será de utilidad Senju—Madara sonrió con arrogancia, después de soltar lo que dijo.
Tobirama se puso de pie frente al azabache—Eso... es precisamente lo que nos diferencia a ambos...Yo la querré con uno, o con ocho hijos, sin importar si son tuyos de igual manera los amaría como si fueran míos, solo por el hecho de ser parte de la única mujer a la que amo y amaré por siempre—dicho eso, colocó el dinero sobre la barra, levantó el vaso hacia el Uchiha tomando el contenido y con un asentamiento de cabeza, salió del lugar.
Madara apretó tanto el vaso en su mano que terminó rompiéndolo, derramando licor mezclado con sangre. Itachi llegó a su lado y lo tomó del brazo para sacarlo del ojo público. Pues todavía estaban siendo observados por todos.
Itachi miraba a su tío por el rabillo del ojo. Madara caminaba a su lado sin decir ni una sola palabra. Itachi que escuchó la mayor parte de la discusión, pensó que su tío se merecía lo que Tobirama le dijo. A él también le molesto la forma en que se expresó de Hinata.
Cuando entraron en el distrito Uchiha, cada uno tomó caminos diferentes. Madara seguía perdido en sus pensamientos y bajó su chakra al máximo. No quería ser detectado por nadie. Tenía que ser una maldita broma. ¿Como, pudo pasar por alto todas las cláusulas? Estaba tan fastidiando, que no pensó en nada más que terminar rápido. Necesitaba llegar y leer ese acuerdo matrimonial, aunque algo le decía, que el Senju no estaba mintiendo.
De ser cierto, todo estaba perdido. La forma en que trataba a la chica desde que se casaron, sumado al golpe en la mejilla y muchas otras barbaridades que la obligó a llevar a cabo. Como dormir en una alfombra y ser su sirvienta entre otras cosas.
Se tomó el puente de la nariz. Algo dentro de él se estaba quebrando con solo pensar en que le quitaran a Hinata. ¡HINATA! Repitió su nombre con una sensación de calor dentro del pecho.
El Senju no se pensaba rendir, se lo dejó en claro, ni siquiera le importaba cargar con los hijos de otros hombre, aún así, él la quería y lo que era peor, ella también lo quería a él.
Entró en la mansión Uchiha sin llamar la atención de nadie, el olor a comida fue lo primero que sintió, después se quedó perplejo al escuchar una sonora carcajada. Sabía muy bien a quien pertenecía, ¿pero como.?
[...]
Izuna y Akuma, se encontraban con la ojiperla preparando la cena. Tobi no los acompaño esa mañana, debido a que Mikoto lo llamó a desayunar con ella. Hinata lo echo de menos, aunque la mansión estuvo animada esa mañana con sus amigas y los novios de ambas.
Izuna se paró recargado en la barra observando a la chica, mientras ella continuaba preparando los dangos para Tobi.
Akuma estaba dentro de la cocina junto a ella, recibiendo de vez en cuando, trozos de carne o algunas zanahorias.
—Yo no tuve problemas, Akuma y yo no escuchamos nada—aseguro Hinata mientras ponía el glaseado sobre los rollos de canela.
—Por lo menos ustedes si pudieron dormir, porque yo pase la noche en vela—se tallo la frente mortificado—De verdad que Sasuke y su novia son ruidosos— Hinata se sonrojó y sintió su rostro arder—Shisui también es muy efusivo, pero aún así, comparado con la rubia... ¡bueno! Él se quedó corto. La Yamanaka si que estaba...estaba desatada—la morena abrió mucho los ojos—la joven es bastante efusiva, mira que todavía puedo escuchar sus exagerados gemidos en mi cabeza.
—¡Izuna-san! —la Hyuga estaba muy sonrojada y llena de vergüenza por la información del Uchiha.
Una fuerte carcajada resonó en toda la mansión. —¡Hina-chan! Eres tan inocente.
—No no es gracioso—lo reprendió ella.
Izuna continuó con sus carcajadas—Claro que si. Deberías mirar tu rostro Hina, te sonrojas con todo. ¿Verdad que si Akuma? —el perro movió la cabeza y lamió el rostro de la joven, quien lo veía molesta por ser el centro de sus burlas, sin embargo, él continuó y ella comenzó a contagiarse. Segundos después, ambos se reían, aunque Izuna sonaba mucho más fuerte. El varón se limpió las lágrimas que involuntariamente salieron de sus ojos al reírse tanto.
—Yo creo que Ino sólo se sentía feliz—añadió Hinata cuando logró ponerse seria.
—Yo diría que esa no es la palabra para describir su estado de ánimo—la ojiperla lo reprendió de nuevo. Izuna trató de no reír de ella otra vez, pero falló al verla molesta e intentando reprenderlo.
...
Madara se acercó sin ser notado hacia dónde provenían las voces. Estaba atónito escuchando a su hermano, al que nunca antes escuchó reír de esa manera. Cuando se acercó más , escuchó una dulce voz reprendiendo a Izuna.
Era ella, era su esposa, la cual cocinaba algo mientras su hermano conversaba con ella y como si no hubiera sido suficiente con la sorpresa de encontrar a Izuna junto a ella. Akuma estaba literalmente comiendo de su mano, como si de un cachorro se tratara.
Escuchó la conversación de ambos, pero no entendió bien de que hablaban. De nuevo su hermano comenzó a reír y ella lo siguió, en un sonido tan agradable al oído.
Su hermano que por largos meses no mostró ningún tipo de expresión, estaba feliz junto a ella.
Se acercó más, hasta que Akuma se percató de su presencia. Izuna y la Hyuga miraron hacia donde se dirigió Akuma. Cuando finalmente lo visualizaron. Izuna no mostró expresión, mientras que la ojiperla se llenó de miedo.
Madara miró directamente a Hinata y una punzada se instaló en su pecho, al percatarse del miedo que se apoderó de esas perlas, las que momentos atrás, brillaban alegres. Optó por acariciar a Akuma, al mismo tiempo, que se acercó a su hermano.
—¡Izuna..!—exclamo con gran entusiasmo—¿Tú...desde cuando?—cuestionó, muy sorprendido.
—¿Desde cuando salí de mi encierro? — pregunto Izuna y Madara asintió—Bueno, desde la fuerte tormenta que azotó Konoha. ¿La recuerdas nii san? —preguntó con sarcasmo hacia Madara, quien de inmediato captó a lo que su hermano se estaba refiriendo.
Izuna ignoró a Madara y se percató del miedo en la mirada de Hinata debido a la presencia de su hermano. Ella camino tras la pared que dividía la cocina del comedor y regreso segundos después, con la mirada vacía.
Antes de que Madara pudiera decir algo, ella se dispuso a seguir con sus obligaciones, de las cuales no tenía el poder de escapar—Buenas noches Uchiha-Sama... Bienvenido a casa, la cena esta casi lista—pronunció todo sin titubear.
Tanto Izuna, como Madara, miraron el cambio repentino de la joven Hyuga. Madara se quedó sin palabras, las perlas que primero brillaron, después mostraron temor, ahora no mostraban absolutamente nada, incluso lo miraron directamente sin parpadear.
Eran muchas emociones para una sola noche—No te preocupes ya cené—dijo sin dejar de mirarla. Ella asintió, después hizo una reverencia y continuó con lo que hacía, sin prestarles atención a ninguno de los dos—Estaré en mi oficina—anuncio Madara, quien fue ignorando por su hermano.
Izuna continuó observando a la morena sin escuchar a Madara.
El joven frunció el ceño mientras la veía. Sabía que algo estaba mal con ella. Pasaba todos los días junto a la chica y era literalmente un libro abierto respecto a sus emociones, fue muy fácil para él, conocerla.
Cuando estaba nerviosa, mordía su labio y jugaba con los dedos, cuando estaba avergonzada, se ponía roja como un tomate y cuando estaba feliz, su alegría contagiaba a todos a su alrededor. Emociones como esas, lo hicieron conocerla bien. Se levantó del banco en el que estuvo sentado y se colocó justo tras de ella tomándola de los hombros.
—¿Hinata me escuchas? — no obtuvo la respuesta esperada, ya que ella lo miró sin emociones. Entonces se acercó justo en su oído—¡Será mejor que regreses o yo mismo iré por ti! —ordenó con la esperanza de que sus palabras hicieran efecto y así fue.
La Hyuga sintió el cálido aliento masculino muy cerca de ella haciéndole regresar y ponerse roja debido a la cercanía de Izuna.
El muchacho se apartó un poco de ella para poder mirar sus ojos, los cuales estaban llenos de lágrimas—¡Hinata calmate! Estoy aquí—la abrazó sintiendo como temblaba aterrada. La apretó sin causarle daño—No temas, no permitiré que vuelva a lastimarte, no estas sola yo cuidaré de ti—aseguró mientras le palmeaba la espalda.
Akuma también se acercó a la chica haciendo sonidos lastimeros y refregándose contra ella, para llamar su atención.
Respiro hondo y se limpio las lágrimas, Izuna apagó la estufa y la tomó de la mano—¡Ven..! Salgamos de aquí, te invito a cenar fuera—la miró esperando respuesta.
—Pe-pero yo...—se quedó en silencio.
—Pero nada, vamos... llevaremos a Tobi también ¿quieres?—ella asintió sonrojada y salió con él.
...
Madara entró en su oficina, ni siquiera cerró la puerta, sus pensamientos lo estaban ahogado, se sintió muy abrumado. Abrió el cajón donde se encontraba el contrato, lo sacó y de inmediato empezó a leerlo.
Era cierto. Todo era cierto, el Senju se quedó corto con todo lo que acababa de leer. Incluso, tenía que permitirle salir de misión cada vez que fuera requerida. Se llevó las manos a su cabeza que recargo en la silla con frustración. El Senju tenía razón, pronto se la quitarían.
No podía comprender porque ella no lo delató, seguramente no sabía nada de las cláusulas y también estaba el hechó de su hermano y Akuma. ¿Que paso en su ausencia? ¿Como su hermano salió del confinamiento en el que estaba? ¿Y como es que Akuma, parecía un cachorro junto a ella? Tsk chasqueó la lengua molesto por no tener respuesta a sus preguntas.
Escuchó a su hermano y a su esposa hablando sobre algo, luego la puerta se cerró y las voces se dejaron de oír. Los dos se mancharon sin avisar, pensó desanimado.
[...]
Los días pasaron. Madara ya no permitió, que la Hyuga durmiera en el piso, le cedió la cama con todo y habitación, él sólo entraba en raras ocasiones, para buscar algún, objeto personal.
Ima, su nana junto a Mikoto, lo reprendieron por los golpes a Hinata. Mikoto le contó con gran entusiasmo, como fue que Izuna salió de la depresión, no sabía bien los detalles, nada más, que de un día para otro, se presentó frente a ellos, al lado de Hinata, Tobi y Akuma. Aparentemente, se entendieron muy bien, al punto de estar siempre juntos.
Su hermano le contó que en su ausencia, Tobi y él, invitaron a todos los amigos de Hinata y que algunas veces, las chicas se quedaban a pasar la noche con ella.
Izuna, prácticamente le exigió, que no se atreviera a intervenir con las visitas de la ojiperla. Desde esa conversación con su hermano, Hinata recibió visitas a diario.
Quienes mas la miraban fueron, Kurenai y la Yamanaka. Hinata se sintió muy feliz de saber que Kurenai estaba embarazada, al igual que Ino, quien por cierto le contó a Shisui sobre el bebé. El joven Uchiha enloqueció de felicidad, calmando la inseguridad de Ino.
La rubia también le confesó a su padre sobre el embarazo, al principio se descoloco , pero después se llenó de alegría. Shisui quería casarse de inmediato, pero para sorpresa de todos, Ino se lo tomó con calma. Ella quería que su boda fuera perfecta, así que comenzó a planear todo sin prisas.
El lider Uchiha apretó los puños mientras miró a Neji, junto a su esposa. Ko también estaba con ella, pero no le causaba el mismo sentimiento que Neji.
Izuna y Mikoto, quienes también observaron desde la mansión, le impidieron salir o portarse grosero y arrogante con los familiares de Hinata. El Uchiha tuvo que aceptar, sin protestas que todos los días alguien invadiera su casa.
Lo único en lo que no quería ceder, fue en dejarla salir del distrito Uchiha.
Aunque procuraba no hablar con ella para no asustarla, no daba la oportunidad de que ella pidiera permiso para hacerlo, porque de ser así, no podría negarse y una vez fuera de su alcance, ella estaría en manos del Senju.
Estaba mas que seguro, que si ella se marchaba, nunca volvería a verla y esa posibilidad le provocaba algo que no podía identificar algo como ¿dolor? ¿Tal vez, miedo? No lo sabía, pero tampoco quería experimentarlo. Hinata se había convertido en el alma de la mansión, entre ella, su hermano y el perro, convirtieron la mansión en un lugar brillante y alegre. Ahora se le podia llamar hogar y no solo una gran casa fría y oscura.
[...]
Madara estaba en el dojo de entrenamiento junto al jardín, cuando se percató de la presencia de la Hyuga y de Izuna, quienes se sentaron en la banca de la fuente.
...
Desde que la chica llegó al distrito Uchiha, paso de ser la persona mas odiada, debido a los chismes de Suki, a convertirse en la mas buscada por las chicas, quienes no perdían oportunidad en quedar bien con ella, para poder llegar al apuesto Izuna.
A diario recibía a muchas jóvenes, pidiendo interceder por ellas en el corazón del Uchiha.
Izuna tenía los ojos en blanco al mirar la caja llena de sobres, que llevó la ojiperla para él, Hinata comenzó a reír debido a que ese enorme hombre, tenía la expresión de Sasuke cuando era un niño. Con los brazos cruzados y sus labios enfurruñados, sin olvidar el ceño fruncido.
La morena continuó riendo. —¿Ahora te burlas de mi he? —preguntó el Uchiha, fingiendo estar molesto.
—N-no-no-yo-yo...—Hinata borro la risa de inmediato pensando que había ofendido a Izuna, trató de decir que no era así, pero no pudo juntar las palabras.
Una sonora carcajada se escuchó en todo el patio, haciendo que la joven, frunciera el ceño molesta al escuchar a Izuna, riendo de ella.
—Solo bromeo Hina-chan, no te enojes conmigo—pidió el Uchiha, sentándose junto a ella para tomar la caja de cartas—Mas bien, tengo que pedirte disculpas—expresó Izuna.
—¿Disculparse de que Izuna-san? —cuestionó la morena con curiosidad.
—Por todo lo que tienes que aguantar por mi, me refiero a las molestas visitas, los regalos y todo lo que te hacen para llegar hasta mi—respondió mirando hacia el cielo.
—No se preocupe por eso, yo estoy acostumbrada desde hace años—aseguro, con una sonrisa despreocupada.
—¿A que te refieres? ¿Como que estás acostumbrada? —preguntó curioso.
—¡Pues verá..! Cuando éramos niños, Neji y yo siempre acompañamos a mi padre a distintos lugares, por asuntos del clan y a donde quiera que íbamos, las niñas comenzaban a lanzarme objetos, como piedras, huevos, o tomates, entre otras cosas más, sólo porque pensaban que Neji era mi novio. Después se enteraban que éramos primos y todo cambiaba, al igual que con usted. Todas querían mi ayuda, para llegar hasta él... Al pasar los años, todo siguió puesto que para cualquier mujer, mi nii san no les pasa desapercibido. Todas me atacaban y después otra vez lo mismo. Ellas decían, que estaban seguras que él y yo éramos pareja—suspiró la chica al recordar esos tiempos.
—¿Y tu no piensas, que tal vez él si sentía algo por ti? Digo no tendría nada de extraño.
No me lo tomes a mal pero yo se que los miembros de tu clan se casan entre los mismos familiares—concluyó Izuna, después de las preguntas hechas a Hinata.
—Esta bien Izuna-san, de hecho, mi padre siempre quiso que Neji, fuera mi esposo, pero yo no podía hacerle algo así, a él.
—¿A que te refieres? — Izuna arqueo una ceja.
—¿Usted, conoce a Neji? —el Uchiha asintió—Neji, es por mucho, el Hyuga mas poderoso y también talentoso del clan, unido a esas virtudes, también esta ser uno de los hombres mas atractivos de Konoha, todo lo contrario a mi. ¿Como podría yo cegar su vida? Dejado que lo casaran con alguien débil con poco talento y carácter, además fea y sin gracia... Él se merece alguien, a su altura, alguien, con su mismo talento y no yo que siempre sería sólo una carga para él—Izuna, se quedó boquiabierto al escuchar a Hinata hablar así, con tanta convicción.
—¿Neji, te digo todo eso? —preguntó molesto.
—No, claro que no, él jamas me diría algo así. Estoy segura, que mataría si escucha a alguien decir eso.
—Entonces ¿quien te dijo todo eso?—cuestionó.
—He-mm bueno, eso es lo que los miembros del consejo me decían a diario.
Siempre me dijeron, que ni soñara en casarme con él para arruinar su futuro y yo no quiero que él se vea atado a mi por lástima—respondió la joven, con total convicción en sus palabras. Izuna movió su cabeza en negación.
El comportamiento inseguro y sumiso de la ojiperla, se debía a años de maltrato psicológico, por parte de los mayores. Tanto la atacaron, que la hicieron creer que era fea y débil, seguramente esas eran las razones, por las que no se percataba del gran amor que Neji demostraba hacia ella, lo poco que observó al Hyuga, le bastó, para darse cuenta. Suspiró cansado, maldiciendo a los ancianos Hyuga. Lo que le hicieron fue despreciable y con gusto, los torturaría colocándolos en medio de un jutsu.
Continuara.
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