Lo peor que le había podido pasar a Jimin había sido salir de su hogar con el corazón triste, nunca debió poner un pie fuera de su habitación cuando su alma extrañaba tanto a su otra mitad porque cosas malas iban a pasar, cosas malas iba a hacer.

Estaba con el corazón hecho pedazos y la conciencia pesandole como un saco de piedras filosas. Desde que había salido del evento no había hecho más que llorar, estaba tan triste que no podía siquiera caminar recto, sentía como su mundo colapsaba frente a sus ojos.

Todo era su culpa, ¿cómo se había atrevido a arruinar lo más puro que tenía en su vida? Su relación era lo que más amaba en este mundo, esa relación le iluminaba en el laberinto de su vida y ahora había arruinado todo.

Se echó a llorar en cuanto llegó a la habitación que compartía con su novio, se tiró en la cama que compartía con él haciéndose un rollito mientras berreaba lo más fuerte que podía.

Su vida había terminado, era una mala persona, no merecía el amor de su Jungkook, no merecía nada bueno en la vida porque cuando está le ofreció la felicidad de enamorarse él solo lo arruinó.

¿Cómo se le había cruzado por la cabeza besar a su compañero? ¿Cómo siquiera dejó que el alcohol le nublara tanto como para compartir suspiros con otro hombre que no era Jungkook? ¿Tanto amaba a Jungkook? ¿Tan mierda de persona era?

Volvió a echarse a llorar mientras se planteaba más preguntas, solo esperaba que cuando se lo diga lo perdonará y si no lo hacía; lo comprendería. Jimin no merecía el perdón del hombre que más le había amado en toda su vida, pero trataría de conseguirlo.

Si tenía que rogar por misericordia, lo haría, se arrodillaría y tomaría su mano para que sintiera piedad de su corazón arrepentido. Y era contradictorio, porque entendería si Jungkook comenzará a odiarlo por lo que hizo; pero tampoco quería perderlo, no quería comprender su indignación y su lejanía.

Rezaba que cuando llegara y hablarán su corazón se ablande. Eso esperaba, lo deseaba, pero no sabía que Jungkook se volvía loco al solo pensamiento de Jimin con alguien más; y que le confiese su pecado solo haría realidad a su peor
pesadilla.

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El sol deslumbrante lo despertó y el sonido de la puerta principal, Jungkook había llegado y su voz era como un martillo sobre su cabeza. Trato de verse bien, quería ocultar el hecho de estar destrozado y ser solo un trapo viejo que se movía con autonomía, tallo sus ojos y
se puso una de sus cremas costosas para bajar a recibir a su novio.

Si creía que podría mantener una fachada sana y cuerda estaba muy equivocado, en
cuanto vio a Jungkook en el living sus ojos comenzaron a aguarse porque esos ojos
redondos eran el recordatorio de lo que había hecho. Sentía que las pupilas de su novio le decían de su pecado, su traición.

“Corazón.” Saludo Jungkook levantándose del sofá para recibir a su novio modelo. Algo extrañado por la falta de afecto de Jimin, siempre lo sabía recibir con un abrazo.

“Kookie….” Susurró con una sonrisa cansada, siendo demasiado malo para ocultar sus sentimientos. “¿Cómo estás?”

“¿Cómo estás tú?” Sostuvo su rostro con delicadeza mientras miraba a sus ojos, Jimin se escondía por la vergüenza. “¿Pasa algo? Por favor dímelo.”

“No…” Susurró, la primera lágrima escurriendo por su mejilla. “Todo está bien.”

“¿Entonces por qué lloras?” Frunció el ceño, algo en él le decía que las cosas estaban mal, muy mal. “Jimin, responde.”

“Jungkook.” Sollozo abrazándolo, escondió su rostro en el pecho de su novio mientras lloraba y lloraba.

“¿Te pasó algo? ¿Alguien te hizo algo? Por favor Jimin dime lo que pasó.” Tomó una vez más su rostro para verlo a los ojos y encontrar lo que pasaba.

“Yo…” Sollozo mirándole. “Lo siento mucho, enserio, Jungkook lo siento mucho no era mi intención, estaba borracho y estaba muy triste, yo-yo no sabía lo que pasaba, por favor—” Fue interrumpido.

“¿Que paso? ¿Qué hiciste?” Sus ojos se quedaron atrapados en un arreglo floral que reposaba en una de las repisas, rosas rosadas.

Si tan solo Jimin se hubiera levantado mucho más antes hubiera tirado el ramo de flores que Eunwoo le había enviado para disculparse, pero Jungkook lo encontró mucho antes.

“Estaba borracho, muy borracho y yo—” Volvió a abrazar a Jungkook.

“¿¡Tu qué!?” Perdió la paciencia así que tomó con fuerza el rostro de Jimin para que le mirara y que por fin le dijera lo que pasaba. “¿Qué hiciste?”

“Lo siento.” Las lágrimas rodaban por los dedos de Jungkook. “Bese a alguien más.”

Y la pesadilla de Jungkook se hizo real, la sintió entre sus manos y en su corazón, su muñeco había sido de alguien más.

Rápidamente alejó a Jimin de su cuerpo como si tuviera repulsión de tocarlo, lo miró de pies a cabeza mientras daba un paso atrás pues Jimin volvía a acercarse a él.

“¿A quien besaste?” Pedía a Dios o a quien sea que le oyera no escuchar el nombre que sabía muy bien.

“Eso no importa, yo…Jungkook en serio lo siento mucho, por favor—”

“¿¡Quién era!?”

“Cha Eunwoo.” Sollozo tapándose la boca, se sentía sucio al decir su nombre.

Jungkook asintió, sonrió sarcástico mientras se acercaba al arreglo de rosas rosadas, tomó el papel que venía en el recado y comenzó a leerlo en voz alta. “Siento mucho que la noche se haya arruinado, espero que podamos hablar. Posdata, el beso me hizo mucha ilusión. Cha Eunwoo.” La sonrisa sarcástica marcaba los poco pronunciados hoyuelos que tenía.

Se volvió a acercar a Jimin quien le miraba con los ojos llorosos y temblorosos, le tiró el pedazo de papel. “¿Y ya hablaron? ¿A ti también te hizo ilusión?”

“¡No! Jungkook para mi no significó nada, estaba borracho, no sabía lo que hacía, por favor—”

“No sabías lo que hacías ¿ah?” Volvió a caminar hacia el arreglo de rosas, lo tomó en sus manos y lo tiró hacia la pared; muy cerca de Jimin quien cerró los ojos creyendo que las rosas caerían sobre su cabeza. “¿Entonces por qué mierda conservas estas flores baratas? ¿¡Ah!?”

“Yo no sabía que estaban aquí, Jungkook, por favor hablemos con tranquilidad.” Su llanto comenzó a darle hipo, aún así se acercó a Jungkook para tomarlo del rostro y pedir compasión. “Hablemos.”

“¿De qué quieres hablar? ¿De cómo aprovechas que esté fuera del país para divertirte con tu amiguito?”

“¡No, Jungkook, no fue a propósito!” Lloro. “Estaba ebrio y…todo se nublo, no sabía lo que hacía. Estaba muy triste porque no estabas conmigo y la tristeza con el alcohol fue lo peor.”

“Jimin, suéltame.”

“Perdoname, por favor.” Pidió sosteniendo con más fuerza el rostro de Jungkook. “Por favor.”

“Suéltame.” Lo tomó de los brazos para que le alejara.

“Perdoname.” Rogó con lágrimas en los ojos mientras Jungkook lo alejaba de su cuerpo.

Cuando el fotógrafo se deshizo del toque de Jimin fue directo a las escaleras para ir a la habitación que compartían, siendo seguido por el modelo tomó sus maletas y comenzó a tirar todas sus cosas en ellas.

“¿Qué haces?” Preguntó con un hipido.

“Me largo.” Contesto cortante y con la voz en alto.

“N-no, Jungkook, no, ¿por qué lo harás?”

“Y aún así preguntas.”

“Por favor.” Le tomó del brazo para detener las acciones del fotógrafo. “No lo hagas, Jungkook.”

“Te dije que me soltaras.” Su maniobra fue tan tosca que al soltarse de Jimin hizo que
cayera al piso, su corazón dolió porque escuchó los sollozos de su novio.

Jimin en el suelo seguía llorando mientras doblaba la ropa que Jungkook tiraba a sus
maletas y las apilaba afuera para que no se fuera. El corazón de Jungkook no pudo más al ver aquella escena, se arrodilló a su lado y tomó sus manos para que dejara de hacer lo que hacía.

“Basta, Jimin.” Acarició con su pulgar la mano suave del modelo.

“No te vayas, por favor, perdóname.” Apretó las manos del fotógrafo mientras le miraba a los ojos. “Perdóname.”

“No sé si pueda.” Mintió, claro que podría, era solo un beso que el estúpido de Cha Eunwoo pagaría. “Déjame empacar.”

“No te vayas.” Sollozo. “Por favor.”

“Terminamos, Jimin, déjame irme.” Dejó las manos de Jimin a un lado y comenzó a empacar toda la ropa que el modelo había sacado, su novio - ex novio - yacía sentado a su lado mirándole sin decir nada, estaba en estado de shock.

Jungkook aprovechó su estado para continuar empacando, cuando terminó cerró las valijas y se levantó, una vez más fue detenido por la desesperación de Jimin quien le impedía el paso para salir.

“Escúchame, escúchame. Podemos hablarlo, Jungkook, por favor.” Sostuvo las manos del fotógrafo e hizo el intento de quitarle las valijas.

“Muévete.” Dijo cansado.

“Podemos arreglarlo, Jungkook, fue un error, por favor.” Sollozo.

Jungkook seguía haciendo el intento de zafarse de la pérdida de dignidad de su novio, el modelo solo lloraba tratando de detenerlo, por poco y se arrodillaba.

“Por favor, mírame, Jungkook, mírame y hablemos.” Sostuvo su rostro a duras penas, el fotógrafo no le miraba, solo mordía sus labios tratando de contener que la pena se reflejará en su cara; no le gustaba ver a Jimin de esa forma. “Mírame Kookie, podemos solucionarlo, no tenemos porqué terminar ese beso no significa nada para mí.”

“¿En serio crees que me voy a quedar contigo después de eso?” Le preguntó por fin mirándolo a los ojos, sinceramente decepcionado del desliz de Jimin. “¿Crees que me quedaré a vivir contigo cuando has dejado que todo el mundo te lama los pies y no respete nuestra relación? Mírate, dejaste que todos pasarán sobre nosotros y esto es la consecuencia.”

“No hice eso, jamás deje que nadie pisotee lo nuestro, Jungkook.” Sostuvo aún más fuerte su rostro, clavando sus dedos en la piel del fotógrafo para que no lo deje. “Hice todo por nosotros, haría todo por nosotros. ¿Que voy a hacer si me dejas? Eres todo lo que tengo.”

“Tus acciones pasadas no dicen lo mismo, ahora muévete que me quiero largar.” Una vez más empujó a Jimin de su camino e hizo que su delgado cuerpo se tambaleara hasta caer en el piso, lo dejó llorando mientras tomaba sus maletas para irse del hogar que había resguardo tantos momentos juntos.

No sería la última vez en aquel terreno, el sufrimiento de Jimin solo era una pequeña parte para la vida que había planificado para ambos. Aunque su corazón se agrie por los sollozos del pequeño modelo era solo un daño colateral para lo que estaba escrito para ambos.

(5/7)