8. Limonada

Smut, Fluff

Office!au

Advertencias: sexo explícito

1724 palabras


Baekhyun se revolvió en su asiento, inquieto. Menudo día para que se rompiera la calefacción.

Baekhyun trabajaba en una empresa pequeña que tenía una planta de un edificio alquilada sólo para ellos. Su trabajo consistía en redactar informes, hablar con clientes por teléfono y colocar esos mismo informes en el archivo que tenían en el almacén.

Precisamente por que no tenía que tratar cara a cara con el público, el joven no tenía miedo de ser algo menos convencional que el resto e ir al trabajo sin ropa interior.

Para ser justos, no es que sólo no la llevara al trabajo. Desde que con dieciséis años se le hiciera una rozadura en la ingle por una mala combinación de accidente y agua salada, no utilizaba ropa interior. Al principio fue simplemente porque aquella rozadura que estaba en carne viva le quemaba como la mierda y no pensaba ponerse los calzoncillos que normalmente usaba, ni ninguna otra clase de ropa interior. Pero después, se dio cuenta de lo cómodo que era ir sin ropa interior, que era liberador en cierto modo y que prefería vivir sin más opresiones.

Normalmente no tenía problemas. A pesar de que le gustaba llevar pantalones ajustados, solía ponerse jerseys anchos y largos que escondieran lo que pudiera llegarse a revelar y él vivía feliz. Pero aquel maldito día se había roto el regulador del termostato y él se había tenido que quitar su jersey y quedarse con la camiseta blanca de manga corta que normalmente llevaba debajo, remetiéndola por dentro de los pantalones para evitar percances al sentarse y que algo que no deseaba mostrar quedara al descubierto. De hecho, iba al baño cada cierto tiempo para mojarse la nuca y las muñecas y tratar de refrescarse, además de hacer sus necesidades, porque no podía permitirse que se le viera el trasero.

Fue después de ir al baño cuando su jefe le plantó una torre inmensa de informes y le dijo que debía llevarlos al almacén y clasificarlos. Sabía que se lo mandaba a él porque en el almacén hacía aún más calor y no tenía ganas de hacer él como siempre. El joven colocó una sonrisa y, suprimiendo las ganas de decirle a su jefe dónde podía clasificarle también los informes, le dijo que lo haría en ese momento.

Nada más entrar al almacén, la bofetada de calor lo hizo parpadear. La puerta tenía un cierre de seguridad, por lo que no podía dejarse abierta y la habitación era un pequeño horno de luz suave. Pero cuando la puerta se cerró a sus espaldas y hubo colocado los informes sobre la mesa para colocarlos, fue cuando maldijo en voz alta. Y no precisamente por el calor.

Park Chanyeol se encontraba también allí, y llevaba un rato por lo que decían su chaqueta sobre una de las sillas alrededor de la mesa y su camisa abierta. Su torso semi expuesto estaba brillante por el sudor, las mangas de la camisa estaban remangadas y sospechaba que no se había terminado de desnudar por decencia. Aunque la mirada que le estaba dando a Baekhyun no tenía nada de decente.

- Vaya, Baekhyun, ¿también te han mandado a ti aquí?

- S-sí, Han no quería meterse aquí con el calor.

- Jang igual, me mandó a mí -le sonrió el tipo, acercándose a él.

Sin embargo, Chanyeol pasó de largo hasta un archivo que había a su espalda, justamente junto a la puerta, sin tocarlo. Pero eso no evitó que Baekhyun tuviera una perfecta vista de sus abdominales y que pensara en cuánto le gustaría poder estirar una mano y tocarlos. Maldita sea, se estaba acalorando y no sólo por aquella habitación infernal.

- Baekhyun -lo llamó el alto, aún de espaldas a él, archivando.

- ¿Hmm?

- ¿No llevas ropa interior?

La pregunta lo dejó helado en el sitio y le cortó la respiración. ¿Cómo lo había sabido? El alto se giró con una sonrisa de suficiencia en la cara y señaló su entrepierna a modo de explicación. Baekhyun miró instantáneamente, descubriendo que se había dejado la bragueta abierta la última vez que fue al baño y que su semi erección era visible, porque no había quien creyera que sus bóxers eran de color piel con diseño de venas.

- Verás -la voz de Chanyeol lo asustó, haciendo que diera un brinco mientras la mano grande del alto se acercaba a acariciar su entrepierna-, llevo mucho rato aquí encerrado, y tengo mucho calor.

Baekhyun gimió lastimosamente y se agarró a los hombros del alto, quien agrandó su sonrisa.

- ¿No tienes calor, Baekhyun?

- Bastardo -murmuró el más bajo, agachando la cabeza avergonzado.

- Tsk, tsk, qué boca más sucia Baekhyunnie.

En ese momento, Chanyeol coló la mano dentro de los pantalones ajenos y sacó la erección al aire. La cabeza de Baekhyun se alzó como activada por un resorte, dispuesto a quejarse, pero los labios del otro atraparon los suyos, sacándole otro gemido vergonzoso, pero no podía quejarse cuando el alto besaba tan bien y su mano estaba haciendo maravillas sobre su erección, frotándola de arriba abajo en un ritmo lento pero que lo tenía al borde del éxtasis.

No sabe en qué momento exacto pasó, pero sus pantalones estaban en el suelo y Chanyeol recorría con su lengua la vena lateral de su pene antes de succionar la punta e introducirlo en su boca. Joder, estaban en el almacén de informes, cualquiera podía entrar y verlos, pero ese pensamiento lo excitaba más que asustarlo. Agarró al alto por el pelo con firmeza pero tratando de no hacerle daño, comenzando a mover sus caderas en contra de sus movimientos en un intento de que lo llevara más adentro. El otro no se quejó, al contrario, pareció satisfecho de que Baekhyun intentara controlarlo y dejó que impusiera un ritmo rápido, follándose su boca con sus ojos fijos en los contrarios y sus respiraciones ajetreadas calentando aún más la habitación.

Se corrió sin avisar en la boca del alto con un gemido que resonó en aquellas paredes llenas de cajones y papeles. Chanyeol tragó como si su semen fuera un manjar delicioso y se incorporó, retirando los restos que habían salido de su boca con los dedos y chupándolos.

- No creas que hemos acabado -le dijo, lamiendo la última gota de líquido blanco de su dedo. Esa vez fue el turno de Baekhyun de sonreír.

- No lo pretendía.

Fue Baekhyun el que le bajó los pantalones y la ropa interior al otro, pero en lugar de mandarla al suelo como habían acabado sus pantalones, apenas los bajó lo justo para dejar salir el caliente y duro miembro de Chanyeol y darle el mismo tratamiento que el alto le había dado al suyo con su boca.

Mientras chupaba el miembro ajeno, el más bajo usó sus dedos para dilatarse poco a poco. El ritmo al que chupaba y lamía la erección ajena era lento, tentándolo para lo que venía después, con sus gemidos mandando vibraciones al miembro del alto, quien gemía y jadeaba mientras lo miraba fijamente. Baekhyun jamás se había sentido así de sexy o de poderoso chupando penes, pero el tipo de mirada que le daba Chanyeol era tan ardiente que sentía que tan sólo con sus miradas y su boca podría hacer que el tipo explotara o algo así.

De hecho, fue Chanyeol quien, al ver que ya entraban y salían tres dedos de su interior, lo levantó y lo inclinó sobre la mesa, de espaldas a él. Usó saliva y el líquido preseminal que Baekhyun había conseguido hacer brotar para clavarse de un solo golpe en su interior, gimiendo roncamente mientras el bajo maldecía de placer y se agarraba a la mesa con los ojos cerrados, el calor de sus cuerpos y el de la habitación sumándose para llevarlos a la locura.

Sin bajarse más los pantalones, el alto comenzó un ritmo estable, probando cuánto era capaz de aguantar el otro, pero pronto estuvo claro para él que ambos querían más y más rápido, y eso hizo.

Se lo hizo rápido y profundo, sin darle ninguna clase de tregua al hombre que se agarraba a la mesa y gemía su nombre, rogándole por más. Las manos del alto se agarraban con fuerza a las caderas de Baekhyun, sujetándolo en el sitio y asegurándose de que cada una de las estocadas daban en el punto adecuado, ese que lo hacía temblar. El miembro de Baekhyun comenzó a gotear, manchando el suelo de líquido preseminal, y Chanyeol le dio la vuelta, subiéndolo a la mesa y entrando de nuevo de un solo golpe en él. Baekhyun gimió su nombre y enredó sus piernas y brazos alrededor del otro, atrayéndolo para besarlo de nuevo mientras el hombre los llevaba al séptimo cielo.

Chanyeol fue el primero en correrse, explotando dentro de Baekhyun y haciendo que el otro se tragara el gemido con su nombre cuando se corrió. La sensación de ser llenado era demasiado para él, y tras un par de estocadas más se corrió, derramando su esencia entre los dos.

Se quedaron así, unidos, mientras se miraban a los ojos y respiraban trabajosamente. Chanyeol volvió a besarlo y él le devolvió el beso con ganas antes de que se separaran, el semen del alto derramándose entre sus nalgas y ensuciando la mesa y el suelo.

- No sabía que te gustaba ir sin ropa interior -comentó el alto, como si no acabaran de tener una sesión ardiente de sexo.

- Y yo no sabía que te lo montabas con otros empleados en el almacén -comentó él, recogiendo sus pantalones del suelo y buscando un pañuelo con el que limpiarse.

- Y no lo hago -sonrió el alto, colocándose bien sus pantalones y ofreciéndole a Baekhyun el pañuelo que buscaba. Éste lo aceptó con las cejas alzadas.

- ¿Ah, no? ¿Y esto qué ha sido entonces?

- Se llama aprovechar los limones que te da la vida, Baekhyun.

- ¿Acabas de llamarme limón? -frunció el ceño el más bajo, pero Chanyeol rió y lo tomó por las mejillas, besándolo de nuevo.

- El limón fue venir a clasificar informes, la limonada ha sido el sexo -le explicó, sonriendo con diversión-. Pero la limonada me gusta mucho, podríamos repetirla otro día después de una cena.

Baekhyun alzó las cejas y sonrió de medio lado con incredulidad.

- Es la manera más rara en la que me han pedido una cita.

- Pero seguro que es la más original -se encogió de hombros Chanyeol-. ¿Entonces es un sí?

Baekhyun rió y lo besó de nuevo, aceptando su invitación.


Me atacó salvajemente esta idea esta mañana y tuve que escribirlo, perdón (?)

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