Las horas transcurrían y Robbin seguía tomando apuntes de su clase, yo miraba facinada todo el salón desde al fondo, oir clases de leyes no era tan malo como mis amigos me habian dicho.

Una risa me desconcentro por un momento, sin mover la cabeza mire de quien venia.

Era un fantasma, cuando llegue él ya estaba alli, pero lo ignore, estaba mirando por la ventana creo que al elenco de danza que ensayaban al aire libre.

Volvi a enfocarme en la clase cuando otra vez esa risa, ahora más fuerte, volvio a sonar.

— ¿Que es tan gracioso? —hable llamando su atención.

Me di cuenta que era la primera vez en mucho tiempo que le dirijo la palabra a otra persona y no fue de manera agradable, creo que estaba muy estresada con todo esto de la amiga de Robbin y lo confusa que quedaba a medida que más los conocia.

El fantasma, al contrario, me hizo un gesto de que me acercara y decidi no rechazar la invitación.

Cuando me levante del asiento vacio que estaba al lado de Robbin pude ver mejor su vestimenta. Traia un polo blanco y por dentro una manga larga negra un jogger del mismo color blanco con la parte de las pantorrillas color negras y zapatillas urbanas.

Era un look casual, relajado, pero sus tatuajes que llegaban hasta el cuello le daban un aire de Rockstar.

Una vez que llegué a la ventana solo vi a un alumno siendo regañado.

— El profesor lo pillo bailando Thriller, todo su elenco lo dejaron bailando solo y les confiscaron la radio por el ruido. — Explico sin dejar de ver por la ventana.

— ¿Y eso te causa gracia?— pregunte mirando con lastima al tipo, estaba rojo de la vergüenza y con esas ropas rasgadas que simulaba ser un zombie.

— Si— se encogio de hombros.— Aunque pierde gracia cuando lo explico. — luego me observó sin dejar esa sonrisa de diversion— Ah no me digas, ¿mi risa te incómodo?

Alce una ceja

—¿Tu que crees?.

— La clase de al lado tambien estan dictando leyes.— respondio de manera despreocupada hasta que vio los alrededores del salón y se percató de algo. — Oh ya veo, es por tu persona, está aquí.

Frunci el ceño ¿mi persona? ¿Se refiere a Robbin?

Sin dejar de sonreir fruncio el ceño añadió.

— Espera, no me digas que no lo sabias.

Segui mirandolo como si estuviera hablando en un idioma extraño y me esforzara por entender.

— ¿Saber qué? ¿A que te refieres con mi persona?— pregunte con aparente desentendimiento.

Ahora él dejo de recostarse en la ventana y se erguio, como si lo que preguntara fuera lo más absurdo que ha escuchado en su existencia y me miro como una cosa rara.

— Oye oye espera, luces como si llevaras más de 3 años aqui ¿y me estas diciendo que no sabes lo que significa encontrar a tu persona? — Iba a hablar, pero no tenia idea de qué decir, por alguna razón senti vergüenza de no saberlo.— ¿Y no te da miedo llegar a convertirte en un ente del vacio? Si que tienes los ovarios de acero bien puestos ah.

Espera.

¿Qué?

¿Convertirme en un ente del vacio? ¿Asi que eso son? ¿Personas que se quedan mucho tiempo en la tierra?

¿Por qué él sabe eso?

— Abri la boca intentando hablar claramente sin trabarme por mi asombro—Tú... ¿Como es que sabes eso? Espera, ¿Como supiste que llevo muchos años aquí?

—Puso sus manos en los bolsillos de su pantalon— La pregunta es, ¿Cómo es que tú no lo sabes? Son cosas básicas que todos los muertos sabemos.

No podia creerlo, ¿A caso he estado perdiendo el tiempo?

Quise preguntar más, pero el timbre sonó, de inmediato todos se levantaron y empezaban a salir del salón a la siguiente clase.

Él tambien se preparaba para hacer lo mismo, pero me puse en su camino queriendo evitarlo. Se rasco la nuca

— Si sabes que puedo pasar atravez tuyo ¿no?

— Lo ignore y exigi— Tienes que... Tienes que decirme lo que sabes, he pasado mucho tiempo y no sé casi nada de lo que hablas y eso me asusta.

Decidi ser sincera, porque fingir rudeza o intimidación para hacerlo hablar  no iba conmigo.

Él solo me miro con esos ojos celestes llenos de curiosidad y pensativos, no dejaba de examinarme como si tratara de decidirse si merezco recibir su conocimiento o no.

Sonrio y negó con la cabeza.

— Tengo mis propios asuntos. — respondio con simpleza— tampoco me queda mucho tiempo, pero si te veo seguido por aquí o nos encontramos de nuevo por casualidad... podria ser, supongo.

Miro a algo detrás de mi y se hizo a un lado.

— Nos vemos. — Se despidio apurado y sin siquiera verme.

Voltee a mirarlo se habia quedado en la entrada del salón buscando a alguien con la mirada.

—¿Oye me alcanzas mi libro?— preguntó uno de los estudiantes a otro quien estaba al lado del misterioso fantasma de ojos azules.

Él escucho el pedido asi que sin dejar su posicion relajada estiró su brazo y arrojo el libro hasta las manos del chico que habia pedido que le alcanzaran el libro.

Un momento, ¿He visto bien?

¡¿Como hizo eso?!

Eso llamo la atención de algunos estudiantes que tras hacer bromas de fantasmas continuaron su camino restándole importancia.

No pude salir de mi asombro, mi boca seguia entre abierta al igual que mis ojos.

Un fantasma acababa de tocar un jodido libro común y corriente y no parecia sorprenderse de hacerlo.

Finalmente él pareció encontrar lo que tanto buscaba con su mirada y se fue sin decirme nada más.

***

Ya eran las 6:00 pm, las últimas clases de Robbin acabaron pero esta vez ya no les tome importancia

Todavía no terminaba de creer lo que ví hace un rato y toda la información nueva que recibi.

Realmente debo volver a ver a ese fantasma y que me enseñe eso que hizo con las manos o que me diga todo lo que sabe.

Robbin, Skyler y yo nos encontrábamos de camino al estacionamiento.

Me di cuenta que ella era su única mejor amiga y no estaba interesado en socializar más ya que en una ocasión ví como un grupo de chicos de su clase lo invitaron a una de las tipicas fiesta universitarias, pero se negó.

Cuando llegamos su rostro se mostro serio y lo miró

— Oye, solo te lo comentaré. Fue en serio lo que dije, te aseguro que sentí una presencia sobrenatural siguiéndote.

Él suspiro y rasco su nuca.

— Si lo que dices es verdad, ¿Que se supone que debo hacer?— pregunto tranquilo como siempre.

— Cuidarte. Debes estar atento a las señales... y no sentir miedo por nada del mundo, eso los fortalece.

No negare que me sorprende que los vivos sepan eso.

Ella procedio a ponerse sus lentes oscuros para luego despedirse y tomar cada uno su camino.

***

El viaje transcurrió con normalidad hasta que llegamos de nuevo a su casa.

Se duchó e hizo lo de siempre , avanzo con algunos trabajos de la universidad, luego se puso a jugar videojuegos en un forzado intento por distraerse, pero fue inútil, como era de esperarse, continuó con sus investigaciones.

Mientras que yo, intentaba de mover un pedazo de servilleta de la cocina, intentaba recrear los gestos, la postura ... o algo del fantasma de hoy, pero fue en vano, para él solo fue un estúpido movimiento para presumir, pero para mi significaba más que eso, para mi eso podia significar esperanza y el descubrimiento de algo muy importante.

Quería saber qué había escrito Robbin de mí en su libro, quería saber cómo iban con la investigación de mi caso y de mi muerte.

Esa habilidad iba ser de gran ayuda.

Finalmente me rendí, no podia mover una simple servilleta.

Apoye mis brazos sobre la mesa del comedor y hundi mi derrotado rostro entre ellas, soltando así un suspiro de frustración.

Volvi a ver la campana que le regaló su amiga y en un intento de desahogarme me levanté de mi lugar e intenté golpearlo presa del coraje.

Inesperadamente ese fue el único objeto que logré mover en el día.