Me congelé.

Como si quedándome quieta fuera a no darse cuenta de mi presencia aunque a estas alturas ya era tarde.

Él se levantó del asiento del piano dispuesto a acercarse hacia donde estaba, empece a sudar frio cuando vi que se posiciono a centimetros de mi  acercaba su mano con la intencion de pasar su mano y atravesar mi cuerpo.

Ahogué un pequeño chillido y aguante la respiración al mismo tiempo que su mano atraveso mi abdomen, era la primera vez que un ser vivo intentara...tocarme y no accidentalmente, pasaba su mano porque de alguna manera sabia que habia algo alli, algo que no podía ver ni tocar.

Y que sea un chico atractivo para mi gusto no ayudaba en nada.

—Qué es...esto.—murmuro mirando con el ceño fruncido la parte hundida de la cama, palpando con sumo cuidado de no estropear nada.

Ya no podia soportar más esto, la manera en la que palpaba la cama daba una impresión de hacerlo sobre mis piernas asi que inmediatamente me aparté de ese lugar de un brinco para luego quedar al lado suyo.

Él al ver que ahora la cama habia recobrado su forma normal retrocedió con los ojos un poco más abiertos que antes.

Fue ahi que empece a comprenderlo.

Creo que consegui materializarme un poco por las fuertes energias negativas de hace un rato.

Sabia que las energias negativas o tambien llamadas auras débiles como el miedo, la tristeza, nervios, ansiedad, vergüenza, vulnerabilidad nos ponian más activos, pero no sabia que a tal punto de materializarnos por unos segundos.

Entre los mitos que circulan entre los No - vivos se decian que esto podia pasar, pero crei que solo era un mito, hasta ahora.

— Cielos que hice...— solté nerviosa por delatarme de una manera tan estúpida, es decir, solo tenia que quedarme quieta en un solo sitio, lo he hecho muchas veces como iba a saber que esto pasaría, si tan solo me hubiera sentado en el piso... No, mejor no lo hubiera seguido.

Pase mi mano sobre mi cabello intentando pensar en como hacer que olvide lo que acaba de ver, mordi mi dedo indice pensativa y volvi a mirarlo.

Tenia el rostro desconcertado. Se quedo asi por unos segundos más hasta que la comisura de su labio formo una leve sonrisa casi imperceptible.

—Necesito dormir más.—hablo finalmente haciendose un leve masaje en su nuca con una mano, luego se aproximó al baño, creo que a ducharse.

Una vez que se fue solte todo el aire contenido; esta ves me apoye a la pared detras mia con alivio, y cerre los ojos exhausta, sentia como si la presión se me hubiera bajado.

Quise dejar de sentirme tensa asi que al ver que la fuerte luz proveniente de la sala llegaba hasta la habitación decidi hacer lo que toda visita hace cuando llega a casa ajena.

Un pequeño roomtour, senti que debia familiarizarme con los alrededores.

Pero para eso debia empezar desde la puerta principal  asi que me encamine hasta la entrada para dar la impresión de que recien llegaba a esta casa, pero me encontré con lo que menos me esperaba.

Un ente maligno, intentaba entrar por la puerta principal; Sin embargo, no lo hacia, solo se mantuvo tieso y recto observando fijamente el lugar donde me encontraba.

No pude mirarlo por mucho tiempo porque era... Horrible e indescriptible.

No tenia rostro. Se asemejaba más  a una masa negra, como un vacio sin fondo, era más oscuro que cuando estamos con todas las luces apagadas y se podia sentir un hedor a carne en descomposición.

Apenas y pude ver sus ojos, eran rojos y un poco más grande y redondo de lo normal. no parecían ojos de humanos, me atreveria a decir que no era humano si no fuera porque tenia la silueta de uno. De un hombre.

Con la mirada puesta en otra cosa que no fuera eso,  retrocedi con cautela hasta adentrarme otra vez en la casa, por la ventanita al lado de la puerta vi que la extraña masa oscura con forma humanoide permanecia alli con su sombría vista carmesí fija en la puerta, ya no parecia verme a mí.

Tragué saliva nerviosa y esperando lo peor, nunca me habia cruzado con uno y no sabia lo que me iba a hacer, pero sí sé lo que podría pasarle al chico que vive en esta casa y sinceramente no lo conozco casi nada, pero al menos sé que esta lo suficientemente agotado con su vida y sus problemas como para lidiar ahora con un ente maligno que solo buscara perturbarlo.

Aun asi, esa cosa podria entrar si quisiera y hacer lo que quiera con ambos,.pero al parecer seguia ahí porque... No podia entrar.

¿Por qué no podía entrar?

Alcé la mirada intentando buscar algo raro en la entrada hasta que vi que arriba de la puerta tenia colgada una especie de campanas doradas ubicadas en forma de espiral, todas y cada una sostenidas por largas tiras de hilos rojos y decorado de piedritas doradas colgando a su alrededor y a lo largo de los hilos, tambien traia uno que otro medallon con un simbolo extraño que parecia de origen asiatico, era una campana de viento.

Incline la cabeza condundida. ¿Esto esta impidiendo que esa cosa entre? Parece más una decoracion trivial. Pero y si ese fuera el caso ¿Por qué este chico tendria un objeto como ese? Es como si creyera en estas cosas paranormales.

Sea lo que sea, no iba a permitir que esa cosa nos lastimara a ambos, ahora note que efectivamente, el espectro no estaba mirando la puerta, sino que miraba esas campanas atravez de la puerta.

—No te acerques más.—No sono como una orden  como quería, sono como petición como si me sintiera indefensa e incapaz de hacerle frente, forzada e insegura.

Ahora Su espantosa mirada color sangre estaba clavada en mi grisácea pupila, su cuerpo empezaba a temblar como un volcan a punto de erupcionar.

Era horrible y macabro, sabia que estaba tramando hacer algo asi que me ergui dispuesta a esperar lo peor.

Si algo puedo hacer ahora por este chico es evitar que esta cosa le haga un cargamonton a su vida,aunque nisiquiera lo conozca.

De inmediato soltó un alarido pequeño que iba incrementandose poco a poco hasta llegar a ser un sonido ensordecedor, tanto que me obligó a cubrirme los oidos, sonaba como si lo estuvieran torturando a algo parecido como a un rugido de león.

Estuve segundos asi.

Abrí uno de mis ojos para confirmar que el ente se apartará de este lugar o por otro lado prepararme para las horribles cosas que me podria hacerme.

Pensé que sería más obstinado, pero el aliento volvió a mi cuando noté que desaparecía haciendo un torbellino que iba mezclándose entre la neblina del lugar.

Para mí buena suerte nos visitó un ente que ni se molesto en encararme.