39º
Wanda.
—¿Crees que yo quiero hacer esto solo porque James volverá la próxima semana? —pregunté ofendida.
Steven negó, pero luego asintió.
—No, pero... Wanda, ella parece quererte, y entiendo que las cosas sigan evolucionando, pero querías nuestras opiniones, y la mía es que... No deberías tener sexo con ella si vas a lastimarla. Nunca has sentido atracción por otras mujeres, no te excitan, no sabes cómo es tocarlas y vienes aquí, esperando que tres homosexuales te digan cómo sentirlo.
Suspiré. Sé que hasta cierto punto tiene razón, pero no con lo de Natalia. No planeo lastimar a la pelirroja.
—Tal vez no eran los indicados para aconsejarme, pero no sé a quién debería preguntarle por esto. Simplemente... Estoy nerviosa. La deseo, la he visto en ropa interior y no podía aguantar las ganas de... Tocarla.
—¿De tocarla y ya? —dijo Thor sonriente —. Cuando Vis usa la ropa interior de leopardo... Tocarlo es solo una parte de lo que quiero.
Mi mejor amigo se enrojeció de golpe y jaló la camisa de su musculoso novio quien solo sonreía como un idiota enamorado.
—Dios, ¿es un consejo para comprarle algo así?
—Honestamente creo que es algo del sumiso usar algo de leopardo... —dijo Steven.
—Oh, tiene sentido —dije yo.
—¿Quién les ha confirmado que no es Thor el que recibe? —se quejó Vis.
Steven y yo compartimos una mirada que fue suficiente para que el rubio se levantara con su típica actitud de diva y fuese a por otro café. Thor rió.
—Estoy loco por él, tanto que quiero ser el padre de sus hijos... —murmuró. Iba a preguntar sobre eso, sin embargo, él habló —¿No es esa tu amiga?
Me giré a ver en la dirección en que él veía y noté como Carol rodeaba a aquella mujer con la que la he visto un par de veces. Enarqué una ceja, ellas compartieron un beso corto y luego me vieron.
—¿Carol? —dije y me acerqué hasta ambas. Mi rubia amiga se veía emocionada.
—Wanda, no te he visto, por tanto, ¿qué tal va todo? ¿cómo está James? —preguntó abrazándome con fuerza —. Ella es Valkyrie, ¿la recuerdas?
—Oh, sí, la recuerdo... Es un gusto volver a verte —dije estrechando mi mano con la suya.
La mujer morena mantuvo una mano sobre la cintura de mi amiga y sonrió. Analicé su ropa formal y noté lo atractiva que era, y notoriamente mayor.
—Oh, cielo. El gusto es mío. Carol siempre te menciona, dice que eres un ángel. Quien sea un ángel con mi ángel, merece el cielo —susurró y besó la mejilla de la rubia —. Voy por algo al auto, ya regreso...
Carol asintió y la mujer pelinegra se despidió de forma amable. No estoy entendiendo, ¿ellas...?
—¿Desde hace cuánto? —pregunté y Carol suspiró.
—¿Desde hace cuánto salgo con ella o desde hace cuánto lo sé?
—Ambas... —dije acariciando mi cuello con nerviosismo. Nunca nos prepararon para este tipo de charlas. Carol y yo fuimos al mismo establecimiento católico que todas las demás, donde nos enseñaron a ser señoritas dispuestas a buscar un buen marido.
—Desde toda la vida, solo no tenía cómo entenderlo —admitió y nuestras miradas se cruzaron —. No podía decirlo, no había a quién decírselo, hasta que conocí a Val.
—Pudiste decirme, es decir, sabías sobre mis amigos fuera de la escuela. Ellos...
—Lo sé, es por eso que Val sabe tanto sobre ti —murmuró tomando mi mano. Me miró a los ojos con sinceridad excesiva —. Pero no estaba lista, lamento decírtelo, pero sé que la gente ve distinto a un hombre amando a otro hombre, pero no tanto distinto como cuando una mujer ama a otra.
—No es mi caso, el amor es así. No se elige a quién amar —insistí y ella sonrió.
—Es lindo que lo digas de esa manera, porque es lo que siento por ella. La conozco desde hace un año, por accidente. Caímos en cuenta de que nos gustábamos, es decir, es amiga de la esposa de mi prima, ¿no es loco eso? Ambas trabajaron juntas cuando Lena vivió por dos años en Hawái, y ella se casó, tuvo un hijo que vive con su padre, y ella ahora... Está aquí, y llevamos varios meses saliendo.
—Dios, que lindo es oírte hablar así. En serio me alegro de que encontraras a alguien —dije sonriente.
—Todos lo hacemos, ¿no? Eso dijiste el día de tu boda.
Suspiré.
—Eso creo.
Carol me observó preocupada, por lo que elegí optar por levantarme, pero me detuve antes de alejarme. No puedo ser tan idiota.
—No, de hecho, quiero preguntarte algo —dije.
—Por supuesto. Oh, pero... ¿Puedo pedirte algo? No he hablado con las chicas en meses. No digo que no confíe en ellas, simplemente no estoy lista para que lo sepan. Ellas no están listas para saberlo, en realidad...
—Sí, sí. No te preocupes por ellos. Soy una tumba. De la misma manera, quiero que... Escuches con atención, y guardes esto que te diré. No te espantes, por favor... pero hay mucho de lo que ponernos al día.
—Suena serio, ¿no prefieres que sea en otro sitio? Tus amigos pueden ir si así lo deseas. Val tiene un hermoso pent-house en las afueras y...
—Deja que me despida de ellos, estaré con ustedes en unos minutos si eso está bien para ti.
—Buscaré a mi novia fuera y le diré. Te espero, Wanda.
Sonreí. Aún tengo tiempo de arrepentirme, no digo que las opiniones de los muchachos no sean valiosas, pero... Necesito otra visión de esto. Necesito que alguien intente entenderme un poco, porque sé que la única persona capaz de comprenderme totalmente es mi madre, y no puedo ir a contárselo. No podría soportar su rechazo.
Mis mejores amigos reían mientras Steven hablaba animadamente de un hombre. No fue hasta que me acerqué a besar el rostro de Thor que oí el nombre del mejor amigo de Natalia.
—Es un gran chico. Hemos hablado un poco, creo que si logro impresionarlo, podría invitarlo a salir.
—¡Enhorabuena! —festejó Thor —. Traigan un grupo flamenco aquí, debemos festejar esto.
—Amor, cálmate —dijo Vis con una sonrisa sincera —. Me parece lindo que te sientas así, cielo. Tómalo con calma.
Sonreí. Aunque no sé si Clinton sea... Bueno, creo que tiene más de un hijo. Natalia no habla demasiado sobre él, solo ha dicho que lo quiere como a un hermano y que eso es todo lo que cree que debe decirle al mundo sobre el castaño.
ೋღ 🌺 ღೋ
Natalia.
Kara caminaba de un lado a otro con Lucy riendo, la pequeña intentaba huir para acercarse a mí. Ella me ama con la misma locura que yo la amo.
—¿Por qué no dejas que mi pequeña venga aquí? ¿Qué no dice la biblia "dejad que los niños vengan a mí"?
—No cites a la biblia en mi casa —dijo Lena mientras peinaba su cabello —. Dios, estoy harta de la empresa de tu ex. Se han vuelto demasiado estrictos con todo. El cabello debe estar peinado y con laca todo el bendito día. Esto es agotador, Mobius se enojará conmigo.
—¿Sigues yendo con él? Creí que ya no vivía por la zona.
—Sigo yendo con él. Es el único peluquero que da con el tono de negro que necesito para no preocuparme por las canas al menos durante un mes entero —se quejó Lena.
—Yo creo que deberías dejarte las canas. Son lindas.
—Lo dice la rubia que jamás sufrirá un golpe de vejez —insistió la pelinegra en sus quejas. Reí.
Lucy llegó hasta mis brazos y besé sus mejillas regordetas mientras ella jugaba con mi cabello, hundiendo sus cortos dedos entre las ondas pelirrojas que tenía en las puntas.
—¿Te gusta mi cabello, preciosa? —pregunté y ella rió.
—A todo esto, ¿qué hace MI hija en brazos de esa? —dijo Lena —. Llegué hace una hora, me di una ducha y ni siquiera me ha notado, pero llega su tía Nat y no la deja en paz. No es justo.
—Nat es quién le cantaba en sus primeros meses de vida. Creo que se entiende.
Reí. Lucy seguía pegada a mí sin querer soltarme. Sus brazos me rodearon con cuidado.
—En mi defensa, Lena tenía la mala costumbre de dejarme aquí, engañada y sola con su bebé mientras iba a recogerte, solo porque deseaba tener un revolcón contigo antes de llegar a casa —dije molesta —. Y yo jamás he tenido niños cerca, no tengo experiencia, ¿cómo se supone que iba a hacerlo?
—El problema de la gente que no tiene niños cerca, es que cuando el sistema de bebés elige que eres una persona de energías positivas, ellos comienzan a llegar como resfriado en otoño. Cada semana hay un nuevo brote —se burló Lena —¿No es así, Lucy?
—¿Es una manera metafórica de decirme que me darán otro sobrino? Porque Lucy es mi favorita y no es negociable.
Kara rió.
—No, mi pequeña es suficiente para mí.
—¿Qué? ¿y el pequeño Kieran? —se quejó mi otra mejor amiga.
—Mejor dinos que te trae por aquí —dijo Kara ignorando a su esposa.
Suspiré.
—Quiero tener sexo con Wanda, y no sé cómo.
—No sostengas a mi bebé mientras dices eso. Es asqueroso —dijo Lena e intentó quitarme a Lucy, pero la pequeña la alejó de un manotazo.
Reí.
—Esa es mi chica. Déjala en paz, quiere estar con su tía Nat.
Recordé que Pietro estaría una semana fuera, y le preocupaba la situación de su madre. Mordí mi labio pensando en ello. Irina necesita apoyo, y es lo que menos ha estado recibiendo. Peter intenta cuidarla, pero sigue siendo un adolescente... Pietro solo llega a dormir a mi casa, pues está con su madre a diario, y su padre... Ni siquiera la mira a la cara, prefiere fingir que ya se han hecho cargo, pues la solución ha sido pedir una hora en una clínica abortiva para ricos. Irina por supuesto no ha ido, y se encuentra encerrada en cuatro paredes de cristal, pues su esposo la ve, pero no la escucha. Es como si no existiera.
—Noto la tensión.
—Pensaba en otra cosa, pero no es por lo que he venido. Realmente quiero pedirles consejos sobre Wanda y... Bueno, todo eso.
Lena sonrió.
—Estás en el sitio indicado. Kara es grandiosa con la boca, y mírale las manos —dijo Lena levantando las manos de su esposa.
—Oh, yo... Siempre creí que tú eras quien...
—Actualízate, Romanova. Los roles de género en torno a la expresión ya están obsoletos. Además, Kara parece muy dulce, pero es una bestia.
—Dios, no tengo tiempo para esto. ¿Qué deseas saber, cielo? —dijo Kara golpeando a Lena con un almohadón en el rostro.
—Quiero sabes cómo hacerlo, cómo no hacerlo, quiero entender que desea y no sentir que lo arruinaré. Con los chicos es más sencillo, ellos simplemente necesitan tener a su amiguito arriba y eso se logra con un par de gemidos y ya —me quejé —. Pero... ¿Y si Wanda no se excita al verme? Es decir, creo que sí, creo que lo he conseguido, pero jamás...
—Lo pondré en términos Lena Luthor —dijo la pelinegra —¿Has sentido que su ropa interior se humedezca estando contigo?
—Sí, eso creo. Tengo recuerdos vagos de la primera vez en que... —bajé la mirada.
Kara suspiró.
—En mis términos, e ignora a mi esposa. Debes charlar con ella en todo momento. Eres una chica, conoces tu cuerpo, y si no lo haces, hazlo. Conócete, cuando te conoces a la perfección puedes permitir que el resto te conozca y permitirte conocerlos. Debes saber cómo te gusta ser tratada, y luego preguntarle cómo desea que la trates. La parte más difícil de que el sexo no sea solo sudor y un orgasmo es que conectes con alguien, porque es allí cuando lo llamamos hacer el amor.
Suspiré.
¿Y qué es lo que buscamos nosotras? ¿Qué busca ella?
—¿Y cómo sabré qué desea ella? —pregunté ofuscada.
Kara se sentó a mi lado, entonces Lucy estiró sus brazos para ir con Lena. La pelinegra mostró entusiasmo, pero decidimos ignorarlo para que la pequeña no supiese lo sorpresivo que nos resultaba verla junto a su otra madre.
—No quiero decir que te estoy abriendo las puertas a una vida tranquila, pero... Comunícate —dijo sonriente —. Y espera a que ella lo haga, ambas son adultas. Funcionará.
Sonreí. Ella tiene razón. Kara siempre sabe de lo que habla.
Nota.
¿Cómo están? Gracias por seguir la página de IG que les recomendé. Una persona que me lee hace mucho y siempre ha sido muy amable conmigo, y con el trato por aquí, estuvo un tiempo luchando para que no cierren la carrera que estudia. Me parece que hay que visibilizar el trabajo que la gente hace con vocación y ética, así que gracias por bancarle también. Recuerden que siempre que necesiten ayuda con algo de ese estilo, pueden hablarme por IG, formamos una comunidad piola y sé que podemos apoyarnos con esas cosas.
Btw, ¿usan discord? estoy pensando en abrir allí un canal de difusión y donde podamos charlar sin comprometer privacidades, pues alguien propuso un grupo de Whatsapp, ya que tengo un canal de difusión por allí, pero honestamente sigo teniendo mis reparos en la idea del grupo de Whatsapp, así que el canal en discord me parece mucho más pacífico y nos permitiría charlar sobre los fanfics antiguos y sobre los capítulos nuevos. Eso, piénselo, es una aplicación piola.
—Apolo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top