16°
Wanda.
—Es lo que digo, no entiendo el motivo por el que discuten tanto. Papá ha dormido en su despacho... —dijo Peter mientras yo le peinaba el cabello.
Hice otra pequeña trenza para él, peiné el sobrante de su cabello y jugué con sus rulos húmedos.
—Los matrimonios son complejos. Mírame a mí, estoy viviendo con mis padres, mientras para todos debería estar en casa con mi esposo —hice una mueca.
—A la mierda tu esposo, Wanda. Ni siquiera deberías pensar tanto el divorciarte, ve y hazlo.
Me quedé en silencio. Me gustaría que fuese así de fácil como elegir las cortinas del baño, pero no. James y yo tenemos una vida juntos, años a su lado debían culminar en un hermoso matrimonio e hijos, la vida que soñé desde que soy pequeña. Un hogar tan lleno de amor como el que mis padres crearon... O eso creí.
—Papá y mamá son adultos, sabrán como resolverlo.
—¿Por qué creo que ya sabes, ¿eh? —Peter insistió.
—Si fuese así no te lo diré, enano —dije jalando un mechón de su cabello.
—¡Auch! Eso duele, no seas así, ¿por qué ocultarme esto? También son mis padres.
—No necesitas saber aún. No es algo mío, ellos deben elegir cuando decírtelo.
Le oí soltar un gruñido mientras se quejaba por lo bajo, me generó ternura ver su reflejo a través del espejo, está molesto por no saber.
—No es justo, no soy un niño.
—Para ellos lo eres, Peter, y aunque no quieras aceptarlo, siempre serás mi niño pequeño, te guste o no — pellizqué su mejilla y dejé un sonoro beso en ella.
Lo vi sonreír, quizá por reflejo o porque realmente le gusta ser mi niño pequeño. Adoro a Peter con todo mi corazón, y puedo asegurar que él también me adora a mí. Desde pequeños nuestros padres nos crearon con dos cosas claras, la familia y el honor son lo más importante, y no importa que tan mal estemos, si nos tenemos unos a otros, eso hará que valga la pena.
—No soy pequeño, ya tengo 19, saldré de la escuela y seré un gran músico, recuérdalo. No podrás decir que soy tu niño pequeño o mis fans te matarán.
Reí. Mi lindo chico.
—No dejes de ser como eres, por favor... Serás un gran músico, lo sé. Pero también un gran hombrecito —tomé sus mejillas
—Ya, Wanda, déjame.
—Promételo, Peter —pedí.
—No, suéltame.
—Promételo.
Él negó, besé su mejilla repetidas veces hasta cansarlo y que acabara aceptando la promesa. No me gustaría verlo siendo como mi esposo. Sí, es justo eso.
He tomado un té antes de salir, planeaba pensar en cómo afrontar la situación de James, pero no puedo, quizá suena absurdo, porque hemos discutido por lo mínimo, pensándolo con la cabeza fría, aquella tarde en la playa, él no ha hecho nada sino ser amable con la mujer de las bebidas ¿eso es un crimen? No lo creo.
¡Dios! ¿por qué debo justificarlo? ¿por qué debo sentir que todo lo que hago es justificarlo? Si me defiendo, soy demasiado dura con él, pero si trato de suavizar la situación, siento que no soy honesta con todo. Es difícil, porque lo amo. El amor no debería ser tan complejo, es decir, es un sentimiento, eso lo vuelve complejo. Pero todo se veía tan fácil cuando éramos dos niños, James y yo solo teníamos ganas de estar el uno junto al otro, tomarnos de la mano era suficiente para saber que nos volvimos locos de amor. Tenía solo diecinueve años, ¿por qué el amor tuvo que cambiar tanto desde entonces?
He elegido lo mejor que encontré dentro de mis guardarropas, estoy realmente triste porque mi ropa está en el que se suponía sería mi nuevo hogar, entonces no tengo nada demasiado de mi gusto en mi ex habitación.
—Dice mi abuela que le devuelvas sus cortinas de baño —Vis hizo una mueca.
Giré los ojos.
—Sé que no soy una modelo de Victoria Secret, pero podrías al menos ser amable —me quejé cerrando la puerta de su auto.
Él sonrió, besó mi mejilla y puso en marcha su 4x4.
—Te ves linda, amor. Es solo que no es lo que acostumbro a verte usando, por lo general eliges mejor tus conjuntos.
—Mi ropa está en casa con James, yo sigo donde mis padres —aclaré.
Vis no comentó nada sobre eso que lograra hacerme sentir incómoda, es mi mejor amigo por dos razones, me gustaba en la escuela y me rechazó contándome lo más profundo de su corazón, él es gay, no podía sentirse atraído hacía mí de ninguna manera, y también porque me conoce. En estos años de amistad, él me ha demostrado que puede leerme sin siquiera intentarlo. Si no fuese gay, él tendría que ser mi hombre.
—Thor está cuidando de sus sobrinos en Londres, así que he estado bastante solo estos días.
—¿Te ha dejado sin novio por una semana?
—Dos y media. Espero que pronto regrese, terminaré por cerrarme allí atrás —se quejó.
Reí.
—No eres el único sin mantenimiento.
—Lo tuyo tiene arreglo, estás casi soltera.
—Casada.
—Casi divorciada.
Tiene un punto...
—¿A qué quieres llegar, Vision?
—No estaría mal que si tu bendito esposo utilizó un comodín, tú también lo hagas. No serías culpable de cometer un delito que ya se cometió.
Suspiré.
—Deja de decir eso. Yo no podría engañar a James, lo amo.
—¿Y él te ama aún después de engañarte? —aparté la mirada —. Lo siento, amor, pero soy honesto contigo. ¿Puedes seguir con un hombre que te ha sido infiel? ¿Incluso si va contra tus valores?
—Mi padre lo ama, no podría simplemente huir de esta relación, incluso si eso quisiera.
—¿Y qué quieres?
—Dejar de sentirme miserable, y olvidarme de todos esos problemas por un minuto. Solo eso.
Vis estacionó su auto y sonrió.
—Pues vamos de compras. Abrieron tiendas nuevas y tienen descuento. Usemos la tarjeta de mi esposo —dijo sonriente.
—Sabes como hacer feliz a una chica.
—Y sin tocarte.
Recorrimos un par de tiendas buscando atuendos indicados, pero no lograba dar con algo que realmente me convenciera, soy pintora y jamás sé que colores utilizar en mí, es ridículo.
—Me rindo —dejé escapar un suspiro.
—Oh, vamos, solo hemos visto un par de tiendas. Nos queda la mitad del lugar.
Vis es un apasionado de las compras, su guardarropa debe ser más grande que su soberbia, y eso es mucho decir para un rubio con ojos cristalinos.
—No encontraré nada que realmente me haga sentir linda, porque no tengo el autoestima necesario para eso. Hoy no —dije sincera.
—¿Estás bromeando, no? Wanda. Eres la jodida hija del maldito representante del país más atractivo que he visto en mi vida. Homofóbico, pero sexy.
Me reí.
Papá no es homofóbico. Es simplemente... Un hombre de más de 55 años... Militar.
—Tal vez no soy tan atractiva como el resto de mi familia.
—¿Bromeas, no?
—Todos parecen tener pareja. Incluso Pietro. Pasó soltero mucho tiempo y me ha sorprendido con que tiene una novia.
—¡¿Formal?!
—Formal.
—¿Qué opinamos de ella?
—Natalia es fantástica. No tengo nada malo para decir. Él realmente encontró a una persona maravillosa. Es encantadora, dulce y muy lista.
—¿Natalia? ¿Aquella chica en la fiesta de tus padres?
—¿Cómo sabes de eso?
—Porque una de mis amigas más cercanas es amiga de ella. Es buena chica, es la madrina de su hija.
—¿Tiene una ahijada? No tenía idea.
—Sí, de hecho... —Vis miró tras nosotros.
En dirección a la sección de infantes, divisé a una pelirroja algo perdida.
Sonreí.
—Es ella.
Tomó un par de conjuntos y comenzó a preguntar a algunas dependientas que pasaban de ella, ignorándola.
—No parece tener idea de lo que hace —dijo Vis.
—La ayudaré.
—¿Qué? No. Compraremos tu ropa y luego comeremos un poco en la nueva sucursal de...
Avancé ignorando a mi mejor amigo, y de pronto me encontré frente a la pelirroja quien parecía no notarme.
Hundida en sus pensamientos sobre ropa de bebé, y yo admirando su capacidad para concentrarse.
—Natalia.
Sus ojos ávidos se clavaron en mí con rapidez.
—Wanda, hola.
Una sonrisa se formó en sus labios sin decorar. Es extraño no verla con aquel labial colorido de la fiesta, supongo que me acostumbré a verla así. Suena ridículo considerando que la he visto dos veces así.
—¿Cómo te encuentras? —pregunté.
Nos saludamos afectuosamente. Ella dejó escapar un suspiro y me enseñó la ropa de bebé.
—Teniendo una crisis existencial por no saber si mi pequeña sobrina se verá mejor con un conjunto celeste o verde.
Sonreí.
—¿Y eso por qué?
—Porque tiene el cabello rubio como una de sus madres, pero ojos verdes como la otra, aún así es de piel muy rojiza.
—Como buen bebé.
—En efecto, son tan rosados, no puedo creerlo —dijo y bajó la mirada a los conjuntos —. Llevaría ambos, pero planeaba no obsesionarme con su ropa, ya que tiene demasiada y creí que es mejor comprar juguetes que estimulen sus capacidades, sin embargo no tengo hijos, no sé nada de este mundo.
Ella extendió sus manos y brazos haciéndome gracia. Estaba realmente estresada, pero lucía feliz.
—No es que yo sepa mucho más, pero podría recomendarte el conjunto celeste. Los ojos verdes tienen la capacidad de adaptarse a entornos fácilmente, pueden verse cafés, grises e incluso azules... —dije yo observando los suyos —. Tú tienes unos ojos verdes bastante azulados en este momento.
Ella levantó la mirada, y buscó un espejo con rapidez. Reí al verla observarse.
—Los veo verdes.
—Es la luz del espejo, Natalia.
Ella bufó.
—Soy fotógrafo y aún sigo siendo distraída con las luces —dijo ella.
—Yo sé de colores por las pinturas y aún así, soy mala con ellos.
—No lo creo.
—Sé combinarlos, pero nunca he logrado un cuadro decente, entonces... Te puedo recomendar el color a elegir.
—¿El celeste?
—Ajá. Sería bueno para que sus ojos tengan un poco más de contraste. No lo sé.
Ella rápidamente lo dejó en un carrito para compras.
—Gracias. Lo tendré en cuenta con mis demás compras para bebé.
Sonreí.
—¿Comprarás más?
—Juguetes, creo. ¿Estás ocupada? Me vendría bien algo de ayuda. No tengo tantas manos.
—Estoy libre. Debo despedirme de un amigo y podré ir contigo, ¿estás de acuerdo con eso?
—Muy. Te acompaño.
Avanzamos por los pasillos hasta llegar a la zona de ropa interior donde claramente mi querido Vis se encontraba husmeando. Adora utilizar ropa interior femenina y es por eso que siempre suelo comprar dos de todo. Uno para mí y uno para él.
—Vis.
El rubio se giró y sonrió.
—Natasha, querida. Que placer verte.
—Vision, hey. Tanto tiempo sin vernos. Que pequeño es el mundo —dijo la pelirroja.
—Momento, ¿ya se conocen?
—Claro. Vision es un gran amigo de una de mis mejores amigas y su esposa. Nos conocimos en la fiesta de cumpleaños de Lena —se rió —. Fue el alma de la fiesta.
—No te quedabas atrás, fuiste una gran anfitriona, cariño. Natasha es increíble en cada ambiente, ¿sigues con aquel muchacho Anthony? —preguntó y me giré molesta a verle. ¡Él sabe que está con mi hermano!
—Oh, yo... No. Acabamos nuestra relación hace unos meses —comentó apenada.
—Oh, cariño. Lo siento. La soltería te ha sentado bien, te ves fabulosa —comentó él.
—Espero que no sea cierto, porque acabo de ponerme de novia —dijo y abrí mis ojos espantada por la noticia.
¡¿Novios?!
—¿Qué?
—Oh. Entiendo. Tarde de cuñadas. Amor mío, nos veremos en tu casa un día de estos, debo reunirme con mis suegros. Te quiero. Un gusto, Natasha.
El rubio se alejó luego de desatar esta bomba entre ambas.
La pelirroja y yo nos miramos.
—Tú y yo tenemos mucho de qué hablar, Natalia —dije rápidamente.
Ella tragó saliva, y avancé hasta llegar a una de las cajas esperando que pague las cosas.
No sé que pensar sobre esto, ¿no es algo pronto? ¿Pietro la conoce bien? ¿Yo la conozco bien? ¿Es esto una buena idea o realmente no?
Nota:
Hey. Espero que tengan una linda víspera de año nuevo, y también un buen 2024. Quizá sigamos compartiendo historias y momentos juntos, quizá no, pero les agradezco hasta donde hemos llegado siempre. Son magníficas personas y realmente, de todo corazón, espero que siga siendo así.
Gracias infinitas a quienes me han esperado, apoyado y querido siempre. A quienes aún disfrutan de mis fanfics, y anhelan que no sea la última historia juntos.
Les comento que planeaba hacer un maratón de 4/5 caps, incluso 6, pero realmente los lectores fantasmas son desmotivantes. No escribo por los votos, escribo por mí, porque me gusta y amo los comentarios de quienes realmente disfrutan y viven mis fanfics, pero llevo años escribiendo en esta plataforma y es desgastante no ver un apoyo equivalente al esfuerzo que doy siendo estudiante/docente/escritor, es por eso que quizá últimamente han notado que mis actualizaciones no son diarias como antes, no hay booktrailers ni edits, ni anuncios de nuevas historias, porque llegó un punto en el que creer en continuar esforzándome por el mínimo de apoyo, fue agotador. De igual manera me centro en lo positivo, ustedes saben como soy, me encanta crear una comunidad así de fantástica y grande, me gustaría tener los ánimos para continuar el próximo año, ha sido difícil como 2023, ha sido un año de cambios, crecimientos personales, y lo que más me gustaría es seguir alegrando sus tardes/noches con mis fanfics, pero es algo que veremos con el tiempo y trabajo mutuo, sino alguna vez nos reencontraremos en mi primer libro físico (porque sé que es uno de mis propósitos a largo plazo), sin nada más que agregar. Despidan el 2023 como corresponde, con la cabeza en alto, con el corazón esperanzado, con fortaleza. Los quiero chinchulines, los quiero muchísimo. Gracias por siempre estar, gracias a quienes se quedaron y quedarán, a quienes releen, a quienes me hablan, a quienes se fueron, gracias por seguir aquí buscando un motivo para existir. Gracias. Un beso para todos.
—Apolito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top