Capítulo 1: Part 2


Vacío.

Si, el local que en un principio había sido imaginado como su medio para salir de su problema estaba más abandonado que un arbusto en medio de un desierto, ilógico pues el cartel sobre sus cabezas brillaba como una linterna nueva; desde el exterior podían ver que el establecimiento contaba también con luz eléctrica pero sin siquiera un alma deambulando.

Ambos zorros se encontraban parados justo en el sendero que daba a la puerta principal del solitario local.

- Que esperas entra- Skye le dio un codazo a Nick insistiendole...o en sus propias palabras, dándole el privilegio de ser el primero en entrar por esa puerta.

- Porque no vas tu primero? Es tu auto- Dijo el canino levemente molesto.

-Auto en el que eh estado paseando tu peludo trasero, deja de ser egoísta y entra!!- Ella se pocisiono tras el y lo empujó para que empezará a avanzar.

Atrás en el coche ambos orejones revisaban las bombas esperando que hubiera combustible en alguna de ellas pero hasta es momento solo eran contenedores vacíos.

- Esto es extraño no te parece- El grisáceo habló.

- Mmmh que cosa?- pregunto la coneja mientras rodeaba detrás de una de las bombas.

- No hay una gota de combustible pero el lugar tiene luz eléctrica y no parece que lleve abandonado mucho tiempo, es más ni parece abandonado-

- Pues no te equivocas, realmente este sitio me da mala espina- Judy coloco la manguera de nuevo y se retiro hacia la última bomba.

- Niño grande y lloron- la canina refunfuñaba mientras caminaba por los pasillos desolados de la tienda. Por su parte el zorro rojo se había ido a la caja registradora y desde esta jugaba y molestaba a Skye cada vez que esta pasaba cerca de su vista.

- Muy buenas noches que desea comprar- preguntaba el zorro claramente de manera burlona.

Ella solo respondía mostrándole el dedo medio.

-Deja de jugar y ayúdame- le exigió la chica arrojándole una bolsa de frituras al rostro.

-Exactamente que estamos buscando?- pregunto el mientras se recargaba sobre el mostrador.

-Necesito un bote grande para poder llevar combustible extra, no me quedaré varada de nuevo- Ella buscaba en cada estante a la vez que tomaba algunos bocadillos.

- Ok, pero aquí no encontraremos nada, iré a la parte de atras- Y así lo hizo, se dirigió a la parte atrás en busca del objeto.

Con suerte habría uno vacío o aún mejor muchos llenos.

Afuera Jack y Judy festejaban que al menos una de las bombas tenía algunos pocos litros de preciada gasolina y ahora el auto estaba listo para seguir adelante.

Encendieron el coche y la aguja indicaba que estaba totalmente lleno, ahora solo tenían que esperar a sus compañeros quienes aún deambulaban en el interior del sitio.

- Por fin!, ahora quizás Skye me de un abrazo por mi buen trabajo- Recostado de espaldas contra el auto, la liebre suspiraba de alivio, su error estaba enmendado y esperaba ahora que la chica volviera y rogara perdón por su agresivo actuar.

Judy por su parte estaba dentro del auto revisando que no faltara nada y que sus provisiones no estuvieran agotadas; de ser el caso podían aprovechar y comprar algunas mientras estuvieran ahí.

Frunció el ceño molesta y lanzando una maldición que pocas veces se le escucharía a alguien como ella, la bolsa en la que llevaba sus galletas de queso estaba vacía y algunas migajas eran evidencia que alguna vez estuvieron ahí.

Ya tenía una idea de quién había sido.

Como fuera ahora podía aprovechar su estancia en el sitio y buscar más.

Justo en ese momento una sensación de intranquilidad le hizo erizan todo su pelaje, se sentía observada, sentía que a parte de Jack, alguien más estaba cerca, su instinto de coneja le advertía del peligro inminente.

Miró por la ventana, y lo que vería le dejaría el cuerpo totalmente paralizado y frio, allá al otro lado de la carretera una figura estaba parada viéndole fijamente, era alto, no más que un lobo, más bien parecía ser la silueta de un zorro pero esta figura extraña tenía sobre su cabeza un cuerno en el lado derecho de su cabeza.

Se empezó a acercar mientras lo hacía se posicionaba sobre sus cuatro patas.

-Jack...eeee entra al auto- balbuceo la aterrorizada coneja.

-Mmmh? Porque? Esta muy fresco afuera- El grisáceo se negó a entrar por petición de la ojimorada.

- Porfavor solo hazlo...se...se estas acercando- Estaba nerviosa pero trataba de mantener la compostura y convencer a su amigo de entrar al vehículo.

- Ah quien se acerca?- Confundió el se irguió recto y  caminó rodeando el coche para ver en dirección hacia donde la coneja también observaba.

El también sufriría un espasmo cuando fue también testigo de lo que la chica estaba observando, su pelaje se erizo y sus dientes castañearon mientras un paso a la vez empezó a retroceder.

Justo entonces aquella cosa empezó a correr hacia ellos a la vez que Judy solo le gritaba a Jack.

- Jack corre!-

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