Todoroki, Todoroki Shoto

Midoriya tenía, generalmente, mala suerte para las relaciones amorosas, pero sus ligues y cosas de una noche terminaban bien siempre.

Casi siempre.

Despertó por segunda vez, pasado el mediodía, con un dolor horrible en la cabeza. Recordaba pocas cosas.

Emtre ellas, un número garabeteado en una hoja de papel sanitario, a él tomándose una foto y a él vomitando.

¿Fue al revés?

Izuku tenía en su mente una secuencia de imagenes sin orden aparente, pero por sobre todo, le generaba incertidumbre ver si ante la foto que creía haber enviado, el destinatario le había respondido.

Tomó entonces su celular, lo desbloqueó con los ojos entre cerrados por el brillo y...

Dabi:

Hola, acabo de recibir tu mensaje, pero no puedo evitar preguntarme ¿Quién eres? No creo conocerte.

Enviado: 9:10 a.m


Izuku quería retirarse de la vida.

¿A quién demonios le había enviado ese mensaje?

Se apresuró a revisar la foto, en busca de algo que hiciera fácil que lo reconocieran.

No había nada excepto su marca de nacimiento en la cadera, al ser un lugar poco visible no había problema.

Tan pronto como la idea de bloquear el número vino a su mente, la ejecutó, no quería que aquel extraño intentase contactarlo.

Empezó a dar vueltas en toda la habitación.

¿Estaría bien? No había manera en que descubrieran su identidad ¿verdad?

Al final y a pesar de lo que Izuku temía, aún si se filtraban las fotos, nadie sabría que era él, que era Deku.

Así podía encargarse del asunto desde las sombras y con ayuda de su asesor.

Sus pensamientos y divagaciones se interrumpieron cuando recordó que la fecha límite para el primer capítulo era el día siguiente y aún no lo tenía listo.

¡Demonios!

El editor con quien trabajaba estaría furioso y le avisaría al señor Toshinori y él vendría a darle una charla motivacional y...

Y...

Debía calmarse.

Lo primero era salir de esa habitación, no pensaba darse una ducha ahí, ya tenía suficiente con haber dormido allí.

Nadie quiere saber cuál era el origen de las manchas en aquellas sabanas blancas.

Tomó su celular... un momento...

¿Por qué Dabi no había anotado su número ahí? Le habría ahorrado tantos problemas.

Estar borracho significaba para Izuku ser más torpe que de costumbre.

Terminó de vestirse y salió.

Pasaba por delante de recepción cuando lo detuvieron, la encargada aseguró que la persona que salió antes que él dijo que un muchachito peliverde pagaría todo.

Malditos ligues de media noche.

Pagó lo que correspondía y se retiró avergonzado. ¿Cómo osaba alguien a tratarlo tan mezquinamente?

Tomó un taxi y le dió la dirección de su casa, todo el camino vió por la ventana a la gente agitada ocupando las aceras.

¿Qué hacía él con su vida?

¿Ser escritor le iba a funcionar siempre?

¿Estar en el anonimato de verdad tenía beneficios?

Si.

Al menos podía ser gay sin ser juzgado, podía conseguir ligues, disfrutar las noches y culparse en las mañanas.

No era la mejor vida, pero Izuku se había acostumbrado.

Tan pronto llegó a su casa escuchó el sonido de un teléfono.

Era el celular de Deku. El que tenía Toshinori, su asesor Aizawa y su editor...

¿Cómo se llamaba?

En realidad era tan apático con Izuku que aprenderse su nombre era una molestia. Aunque para su pesar, era demasiado competente.

Se apresuró a responder, encontrándose con la voz de Toshinori.

- ¡Joven Midoriya! ¿Por qué no contestaba el teléfono? - la voz del director sonaba preocupada e Izuku casi sentía venir una charla de responsabilidad y deber en cuanto le dijera todo.

- Yo... Pasé la noche fuera- Midoriya intentó convencerse de que no era una mentira, sólo omisión voluntaria de la verdad.

- ¿En serio? Que bueno que salga a distraerse, llamaba para notificarle que su editor ha sido reemplazado, mañana vendrá a verle un nuevo editor temporal.

- ¿Y qué hay de Katsugo?- preguntó Midoriya intentando recordar el nombre del editor al que poco antes maldecía.

- Bakugo.

- Sí, ese, ¿qué le pasó? -Tenía curiosidad por lo que podría haber pasado con aquel Rubio gruñón tan competente.

- Bueno... Fue reubicado -Toshinori mentía, pero no había manera cortés de decirle al Joven Midoriya que las últimas palabras de su editor fueron:

"No me importa bajar de puesto, simplemente ya no puedo seguir editando los capítulos de un supuesto prodigio incapaz de cumplir las fechas de entrega"

Toshinori vió por conveniente que Todoroki ascendiera y que Bakugo bajara.

Parecía un final conveniente para todos.

- ¿En serio? Espero que le vaya bien, era muy competente -el peliverde no podía evitar la nostalgia, tal vez aquel Rubio no era mala persona y lo apreciaba, pero las cosas se dieron así y debía aceptarlas.

- Joven Midoriya tiene el primer capitulo casi listo ¿verdad?- el tono del director estaba lleno de duda y temor.  

No, me estanqué cuando me falta más de la mitad para terminarlo.

- Sí, por supuesto, ya superé esa etapa de irresponsabilidad, no desconfíe por favor.

Debería ser honesto...

 No, lo mejor era mentir y sacrificarse.

- Me alegro mucho Joven Midoriya, entonces le dejo prepararse para la reunión de mañana.

- Claro, hasta pronto director- A penas sus labios soltaron aquellas palabras, los dedos del peliverde colgaron de manera automática el teléfono. 

Voy a morir, me van a matar, si no me matan ellos, me mato yo.

Izuku podría parecer una persona llena de confianza, pero era una masita de pesimismo, miedo y mucha mala suerte, algo que muy pocas personas sabían.

Corrió a su habitación y tomó su laptop para leer lo que tenía avanzado...

La nueva obra estaba planeada ser una compilación de pensamientos y reflexiones, no se necesitaba una historia apara explicar las cosas que Izuku sentía y quería compartir con el mundo.

"Creer en el destino te limita, significa que las decisiones no las tomas tú, que nada de lo que hagas es revolucionario, que todo lo que pensamos es porque alguien desea que pensemos así y entonces nuestro camino se alineará con lo que se nos ha sido deparado.

Por eso prefiero no creer en el destino, porque me da esperanza de que mi vida es algo más que parte de un plan mayor. Me permite pensar que mi vida es aquel plan mayor, que todo lo que hago  me pertenece, que las consecuencias son mías y que las decisiones también lo son."

¿Qué debería añadirle? Izuku quería averiguar la manera en que las personas entendieran su manera de pensar, contar algo personal hace que todos se sientan más cercanos y en confianza, tal vez ésa sería la clave.

"No crecí en un ambiente ideal, las cosas no siempre me salieron tan bien. La suerte, si es que existiera, jamás estuvo de mi lado. Y sin embargo llegué aún más lejos de lo que pensé que llegaría. Siendo cada momento de cada día un peligro de muerte inminente para todos, creo que los años que se me ha permitido disfrutar de el paraíso terrenal en que me tocó vivir, pueden ser considerados como bastantes.

Pensar que nada de eso fue un logro mío, pero sí una estrategia de quien sea que hila el destino, desamerita mis sacrificios, por que, si estaba destinado a pasar, todo mi esfuerzo daba lo mismo y el resultado habría sido igual, por eso, quiero pensar que los esfuerzos de la gente que me ha acompañado no son en vano, y mucho menos lo son los míos.

Lo que creo y la verdad absoluta que puede o no existir, son dos cuestiones completamente distintas, pero si hay un ser que es capaz de decidir el destino de todos incluyendo el mío, quiero decirle que éste es mi camino. Que todo el tiempo que viví, que todo lo que aprendí, lo que olvidé, lo que siento y lo que  creo, todo me lo debo a mí. Tal vez esté decidido a jugar con las personas cual si fueran simples peones en un juego de ajedrez, pero no conmigo.

Porque lo que he logrado y el lugar al que llegué, fue porque tracé mi propio camino."

Midoriya sentía sus dedos entumecidos, pensar eso le había dejado las neuronas dormidas y sentía que no estaba del todo bien, pero poco pudo hacer antes de que el timbre sonara.

¿Qué hora era y por qué llegaban las personas en ese instante?

- Uraraka, si eres tú, te juro que voy a... -Con la puerta a medio abrir Midoriya se dió cuenta de que esa persona no era Uraraka.

Uraraka no tenía heterocromía ocular y mucho menos el pelo de dos colores distintos al marrón.

Uraraka no era un chico.

Y nunca había sentido la necesidad de saltarle encima a Uraraka para lamerle el rostro de lo lindo que se veía.

- Buenos días, soy Shoto Todoroki, el nuevo editor- la obra de arte delante suyo empezó a hablar y se inclinó en un ángulo perfecto de 45 grados.

- Buenos días- Izuku mantuvo una voz profesional pero amigable, porque podía ser promiscuo y torpe, pero no podía arriesgarse a intentar algo con alguien de su trabajo, menos aún porque no estaba seguro de que fuera gay. Los hetero-curiosos no serían añadidos nunca a la lista de deseos en la tienda llamada "vida de pareja" de Izuku- no esperaba al editor tan temprano.

- Son las 9 a.m- dijo Shoto mirando su reloj.

¿No se consideraba eso cercano a la madrugada? ¡A penas salía el sol!

- ¿En serio? vaya, la hora avanzó más rápido de lo esperado- La mentiras en los labios de Midoriya se sentían triviales y ligeras, las pronunciaba de manera tan suave que no importaba si mentía o no, deseabas que las repitiera una y otra vez, sonaba tan dulce- De cualquier manera, pasa, te serviré algo de café para conversar.

Midoriya se fue a la cocina para servir café, claro que le funcionaría mejor a él que a su nuevo editor, al fin y al cabo, parecía ser él el único sin dormir.

Tomó ambas tazas y se encaminó a la sala, donde Shoto terminaba de sacar algunos oficios y post-it's de su portafolio.

Izuku colocó ambas tazas sobre la mesita y se dirigió a toda velocidad a su habitación, donde el olor a estrés se sentía abrumador y la laptop descansaba después de una batalla agotadora.

Se sentó frente a Shoto y puso la laptop sobre sus rodillas.

- Antes de comenzar, creo que deberíamos aclarar algunas cosas- dijo Izuku con una sonrisa pequeña para parecer amigable y accesible.

- Claro, dígame señor Midoriya- Todoroki estaba haciendo lo posible por no saltar la mesa y arrodillarse ante Deku su gran ídolo, quería parecer profesional y centrado.

- Bueno... lo primero es que no me digas señor Midoriya, pareces tener la misma edad que yo y resulta incómodo. Puedes decirme Midoriya o Izuku- El peliverde se rascaba la cabeza en señal de incomodidad. Era raro que de pronto le dijeran señor cuando toda su vida le dijeron que aparentaba menos de la edad que tenía.

- ¿Qué hay de Deku?- Shoto no perdería su oportunidad de hablarle a su ídolo de la manera en que siempre soñó, él lograría...

- No.

¿Qué? ¿Por qué?

- Todoroki-kun... ¿Puedo decirte así verdad?- Midoriya dudó en el último momento, no quería abusar de la confianza de un joven que se veía tan estoico.

-Por supuesto.

- La cuestión es, si alguien te escucha llamarme por ese nombre, inmediatamente relacionarán mi rostro con el del escritor, y creo que no soy lo que todo esperan- Izuku sonaba nostálgico, era natural para él sentir que la manera en que se veía no era la imagen que la gente tendría de él al leer sus novelas- tampoco estoy listo para mostrarme al mundo, creo que prefiero esperar un tiempo, o tal vez toda la vida.

- Entiendo- Una palabra fría y con dicción perfecta salió de los labios del peculiar editor.

Sin duda es un hombre de pocas palabras.

Izuku tenía tantas cosas que decirle, que esperaba que al menos al acabar la reunión, el nuevo editor fuera capaz de decir más de una frase completa sin sonar tan incómodo.

- El segundo punto es la hora. Si vamos a trabajar juntos por algún tiempo, tienes que saber que mi vida nunca ha estado bien organizada, duermo pasada la media noche y despierto pasado el medio día, las reuniones deben ser por las tardes e incluso por las noches, aquí hay un cuarto que utilizaba el anterior editor para emergencias, si se te hace tarde en las revisiones, puedes utilizar esa habitación, si ocurre algo urgente con las fechas de entrega o se te dificulta venir, puedes llamarme a un número que se usa sólo para la empresa - Izuku iba sacando el teléfono, pero no lo levantó suficiente para que pasara sobre su taza, la esquina inferior empujó la taza y para no tirar el café sobre la mesa, Izuku aflojó el agarré que tenía en el celular.

Resumen: Su teléfono cayó dentro de la taza de café.

Sí, así de torpe era el peliverde.

-B-bueno, podemos utilizar provisionalmente mi teléfono personal- Dijo Izuku nervioso, ser torpe era normal, pero deseaba al menos dejar una buena impresión.

- Claro, hagamos eso- Shoto se apresuró a sacar él su celular, para prevenir un desastre similar - Dame tu número y te marco para que guardes el mío.

El peliverde le dictó su número y sostuvo su teléfono personal para verificar el número de su nuevo editor.

La llamada no llegó.

Izuku no había restringido llamadas de ningún tipo.

La única respuesta es que ese número había sido bloqueado.

Izuku sólo había bloqueado un número.

El número falso de Dabi.

Entonces... ¿Le había enviado esa foto a su nuevo editor?

- ¿C-cómo dices que te llamas? - Midoriya no se había tomado la molestia de aprenderse el nombre completo de su nuevo editor. Pero dadas las situaciones, seguro lo ameritaba.

- Todoroki, Todoroki Shoto.

Ése, señores y señoras, era el nombre de su nueva pequeña pesadilla. Su nuevo sucio secreto.

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Omg, estoy segura de que tenía separadores para ésta historia, pero no los encuentro.

Sienten el pánico del brócoli?? Porque yo sí :o

Btw, mantendré algunos honoríficos japoneses, porque siento que son lo + y merecen quedarse. Si surge alguna confusión, me avisan e intento aclarárselas.

Había olvidado mencionarles que las actualizaciones serán semanales, todos los martes.

En casos especiales, los martes y miércoles :D.

No sé si lo aclaré antes, pero odio el drama innecesario. Ésta va a ser una novela ligera con poco drama pero espero que se a entretenida para todxs lxs que leen.

Gracias :D!

Debía publicar éste capítulo mañana JAJAJAJ pero no me aguanté 😔👍

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