Recuerda decírmelo mañana.

Después de cerrar la puerta de su departamento, Izuku volvió desesperado a los labios de Shoto, asegurándose de no entorpecer el ritmo que llevaban antes, un beso desesperado que sólo mostraba el deseo acumulado que ambos tenían dentro de sí mismos.

Con un salto, enredó sus piernas en las estrechas caderas del bicolor y apoyando sus manos sobre los hombros del hombre que besaba.

- La primera puerta a la derecha- dijo Midoriya entre jadeos, para indicar su habitación.

Shoto llevó a Midoriya ahí, aún sobre él y lo colocó sobre la mullida cama, separándose sólo para desabrocharse la camisa que llevaba puesta, mostrándole a Izuku su torso níveo y bien trabajado.

Izuku aprovechó el espectáculo frente a sus ojos mientras intentaba regular su respiración, pero no tuvo tiempo para ello antes de que Todoroki, frente a él, se abalanzara nuevamente, subiendo su mano por debajo de la camiseta delgada que llevaba, para masajear su cintura.

Pronto el bicolor abandonó los labios del peliverde y bajó los suyos propios para recorrer su cuello e impartir pequeñas mordidas.

Cesó del acto para sacarle la molestosa prenda superior y tener el paso libre a su delgado torso.

Recorrió su cuello y clavículas con besos húmedos hasta llegar a sus pezones, pequeños botoncitos ligeramente sobresalientes resultado de la excitación, le dedicó sus labios a uno y al otro lo llenó de caricias y débiles pellizcones para estimularlo.

La cadera de Izuku, que estaba cerca a la suya se movía buscando contacto y con el rozamiento, incluso con las telas de por medio, la estimulación era grandiosa.

Un quejido lastimero brotó de la garganta de Izuku y Shoto paró inmediatamente.

- ¿Qué pasa? - Todoroki estaba lo suficientemente cuerdo como para detenerse si Izuku cambiaba de opinión.

- Te necesito - la respuesta recibida entre jadeos, no era la que estaba preparado para recibir, pero era la que deseaba y esperaba.

Un gruñido escapó de su garganta cuando los movimientos desesperados de la cadera del más pequeño generaron en su cuerpo placer y estimulación.

Rápidamente le quitó los pantalones y su ropa interior al peliverde dejándolo en completa desnudez y apreciando su figura con la poca luz que se filtraba por la ventana gracias a la luna.

- Eres hermoso - dijo Shoto acariciando sus muslos y la marca de su cadera.

Izuku sin saber qué responder a un cumplido directo en una situación tan íntima, se incorporó y se propuso hacer lo propio con Shoto.

De manera juguetona y un poco temblorosa por la expectación, sus manos desabrocharon el cinturón y pantalón de Shoto, bajandolo junto a su bóxer.

Al tener a la gran virilidad de Shoto frente a su rostro, sintió una ansia enorme de sentirlo y lo acercó a su boca.

Sacó su lengua y recorrió el glande con movimientos circulares, recibiendo en respuesta un gemido ronco por parte de Shoto, se ayudó con sus manos para recorrer la gruesa longitud.

Sabía que no podía recibirlo todo en su boca, pero esparció por todo el tronco aquel líquido pre-seminal que brotaba de la punta, masajeando el prepucio.

Cuando sintió su miembro siendo recibido por la cálida boca del peliverde, Shoto no pudo reprimir el movimiento de sus caderas buscando más contacto con las húmedas mejillas interiores y la lengua que lo envolvía.

Gemidos roncos escapaban de su garganta al tiempo que tomó el esponjoso cabello verde de Izuku y lo guió para que lograra meter más su miembro en aquella hermosa boca que poseía.

Izuku, intentando respirar para no ahogarse miró hacia arriba y lo que sus ojos percibieron fue la más satisfactoria expresión de placer.

Shoto fruncía el ceño y arrugaba la nariz emitiendo pequeños gruñidos.

La imagen era como un afrodisíaco que reavivó los bajos deseos del más pequeño.

Inconscientemente emitió un gemido dulce que despertó los sentidos del bicolor quien con una mirada lujuriosa barrió su rostro y cuerpo, tomando su cabello una vez más.

Esta vez, los movimientos de su cadera eran un poco más erráticos, como muestra de que estaba cerca al clímax, intentó alejarse para no generarle problemas al peliverde, sin embargo unas manos se acercaron a sus caderas y no se lo permitieron.

Cuando bajó la vista, una mirada aturdida del peliverde con los ojos húmedos lo recibió y aceleró su orgasmo.

Lo vió tragar tanto como pudo y aún escurrir algunas gotas por las comisuras de sus labios.

Cuando se separó, un sonido húmedo resonó en la habitación junto con los jadeos de ambos.

- Por favor, dejame sentirte - dijo Izuku en medio de la excitación.

Shoto negó con la cabeza.

- Te devolveré el favor primero - dijo y emitió una sonrisa que hizo que el peliverde sintiera su cuerpo derretirse.

El bicolor agachó su cabeza hasta los muslos del más pequeño y mordió la suave carne que tenía a su alcance, provocando pequeñas corrientes de excitación hacia la entrepierna del peliverde.

- Ngh! - un gemido involuntario brotó de sus labios cuando sintió su miembro siendo atrapado en la boca del bicolor e incapaz de apartar la vista, observó cómo su lengua recorría toda su longitud y sintió como los largos dedos del otro acariciaba su entrada eventualmente.

Cuando sintió un tirón en su estómago y un placer embargador, emitió un gritito de placer mientras su caderas se alzaban sin darle tiempo al bicolor de separarse -cosa que no hubiera hecho incluso si se lo ordenaban- y al bajar la vista, lo notó limpiándose los labios sin dejar mucho rastro de su eyaculación.

Cuando se volteó, ofreciendo su entrada, el bicolor nuevamente negó con la cabeza.

- No sé si realmente estas sobrio o si yo lo estoy, si voy a tomarte, quiero que estemos completamente cuerdos y poder sentirnos, mejor ponte a gatas y aprieta tus muslos tanto como puedas- ordenó Shoto.

A Izuku eso lo volvió loco, porque generalmente Shoto era demasiado taciturno para decir una o dos frases sin una mueca de incomodidad o sarcasmo de por medio.

Y ahora hasta daba órdenes.

Rápidamente hizo lo que le dijo y levantó su respingón y suave trasero hacia el cuerpo de Shoto.

Shoto empujó su miembro entre la suave piel de sus muslos y al hacerlo rozó también con el miembro del más pequeño, generando suspiros de parte de ambos.

- T-te quiero adentro Sho-chan - Ngh! - un gemido escapó de los labios del peliverde mientras hacía aquel lascivo pedido.

- Si me lo dices mañana, estando cuerdo, me tendrás tan dentro de tí como desees- Dijo Shoto en medio de embestidas.

Al sentir el climax acercarse, Shoto se agachó a besar la espalda de Izuku y morder sus hombros que tenían pequeñas pecas, mientras que con su mano, bombeaba el miembro del peliverde.

Aunque Shoto llegó al orgasmo primero, el sonido morboso de la piel chocando, su gutural gemido mientras lo lograba y la presión en su cadera ejercida por la otra mano de a shoto, lograron que Izuku se corriera poco después y sólo entonces ambos quedaron echados sobre la cama.

Entre jadeos agotados, Shoto acercó sus labios al oído del peliverde y le susurró con una voz profunda producto del acto:

- Recuerda decírmelo mañana.

Sin limpiarse y sin limpiar las sábanas se quedaron dormidos uno junto al otro, con ansias del día siguiente.


No puedo creer que lo hice omg.

Es la primera vez que escribo smut/yaoi/contenido +18.

La verdad me costó mucho porque sentía que estaba ofreciendo descripciones muy vagas, después lo sentí muy explícito y sucio, depués sentí que era muy... Científico? Muy lógico diría, todo era muy frío y casi solemne, y más que una escena sexual, parecía clase de sexualidad en una escuela.

Finalmente quedó ésto, sé que debo mejorar mucho pero espero les haya gustado, lamento la tardanza, debía subirlo el sábado pero como dije, lo que tenía escrito no me convencía.

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