Podríamos intentarlo.


A partir de ese momento, las revisiones se hicieron de manera más constante.

La presencia de Shoto no era necesaria todo el tiempo e Izuku no tenía avances para cada día en que Shoto llegaba.

Sólo se reunían porque el tiempo era disfrutable y la escena de la foto y el número equivocado habían quedado en el olvido.

O tal vez no tanto.

En el momento en que Izuku se agachó, para buscar en el refrigerador algo que ofrecerle a Todoroki, éste último no podía apartar la mirada de los formados glúteos del peliverde.

Que deleite para la vista.

- Todoroki-kun, ¿Te parece bien una soda de Limón? - preguntó Izuku aún con la cabeza metida en el electrodoméstico.

Shoto desvió un poco la mirada y divisó un cartón de leche de fresa al fondo de la nevera, si era sincero, la última vez que probó una de esas, fue cuando era niño, pero no importó, porque parecía otorgarle la excusa perfecta para continuar su observación y análisis.

- Creo... - se aclaró la garganta, su voz había soñado muy gruesa y gutural, gracias al leve estado de excitación que experimentaba- Creo que estoy bien con leche de fresa, la que está al fondo.

Izuku fijó su vista en el cartón del fondo e intentó alcanzarlo, pero para ello debía retirar algunas bebidas que se encontraban delante.

Shoto aprovechó esos momentos para establecer conclusiones.

Primero, no había nadie con mejor trasero que Midoriya, sus muslos rellenos y su cintura un poco más estrecha lo hacían lucir jugoso y suave.

Segundo, la piel expuesta en los brazos y piernas del menor, que lucía pálida con ciertos toques rosados, se veía deliciosa, seguro olía deliciosa y también se sentía suave.

- Aquí tienes Todoroki-kun- expresó con una sonrisa el peliverde mientras le ofrecía el cartón con el icono de una fresa.

Instantáneamente se sintió mal, era incorrecto pensar así de tu compañero de trabajo y de tu ídolo.

Era a incorrecto objetivizar a las personas y utilizarlas para morbo personal.

- Gracias- tomó un poco decepcionado el recipiente de cartón y fue al sofá a acomodarse.

- ¿Ocurre algo? - dijo Izuku, siendo consciente de cómo el ambiente había decaído de forma abrupta.

- No, creo que sólo... Estoy cansado - dijo Todoroki apartando la mirada.

Y después de un mes de continua convivencia, Izuku supo que el bicolor mentía.

Porque siempre estaba cansado y sólo lo decía en voz alta cuando quería ocultar algo más.

- ¿Podemos finalizar por hoy? - nuevamente habló el de mirada heterocromática.

Lo que sea que haya molestado a Todoroki, no quería comentárselo a Izuku.

- Claro, nos vemos mañana en la tarde Todoroki-kun, cuidate - dijo nuevamente ofreciéndole una sonrisa.

El bicolor se acercó a la puerta y sólo se marchó sin decir más, dejando a un  solitario y confundido Midoriya atrás.

¿Qué le pasa?
¿Fue mi culpa?

Eran preguntas que en ese instante rondaban la cabeza de Midoriya.

Decidió que no era su culpa y que lo que fuera que pasara, no valía la pena preocuparse por ello.

Si Todoroki-kun no le había dicho qué era, entonces suponía que no era algo de su incumbencia.

Poco después de eso, cuando estaba ordenando las cosas que tenían en la sala, recibió una llamada a su teléfono personal, era Uraraka.

- Pensé que no volverías a hablarme ¿me vas a cambiar por tu novio?- Escuchó la risa estridente de su amiga por el auricular y decidió alejarlo un poco de su oído.

- No, bobo, es que Iida y yo tuvimos un viaje aprovechando sus vacaciones, yo me reporté enferma y olvidé avisarte.

- Bueno, pero ¿a qué le debo el honor de tu llamada? - respondió el peliverde con sarcasmo, se alegraba mucho de que su amiga haya conseguido a alguien que le hacía feliz.

- ¡Vamos a un club!

- ¿Quiénes?

- Tú y yo, Iida no puede, y yo tengo que lucir demacrada cuando llegue mañana a la Oficina, sino, no me creerán.

- El olor a alcohol no va a ayudarte, pero acepto, hace mucho que no voy, casi siento que vuelvo a ser virgen.

- ¿Tú? ¿Virgen? Imposible.

- Si sí, lo que sea, pasa a las 10 por mí.

- ¡Hecho!

Cortó la llamada con su amiga.

Tal vez estaba bien ir al club de nuevo, para distraerse un poco.

Después de todo, tenía un avance increíble y la fecha de entrega estaba a semanas de distancia.

Eso no había pasado con su anterior editor, Kabugo.

Así se llamaba ¿no?

Eran aproximadamente las 11:30 de la noche e Izuku estaba cansado de bailar solo o con personas que se pegaban a él sin haber sido invitados.

¿La gente no sabía lo que significaba "consentimiento" acaso?

Estaba en la barra, con una bebida -que no era la primera- en la mano y Uraraka sentada a su lado.

- Bebé por mí Izuku-kun, porque hoy soy tu conductora asignada- dijo apoyando su rostro con una expresión aburrida sobre su brazo - De hecho, es porque tuve que pasar por tí, que ahora tengo que llevarte de regreso- gritó mirándolo con fingido reproche.

- Tu aceptaste eso en primer lugar, además, sería un mal amigo si dejo que te embriagues y cometas un error - Midoriya gritaba cerca al oído de su amiga para poder ser escuchado.

- No lo digas como si fuera una fiera descontrolada - colocó una mano en su pecho indignada falsamente- tu sabes que nunca engañaría a Iida, siento que él es el amor de mi vida- Izuku miraba la pista mientras pegaba su oído a los labios de su amiga, para escuchar mejor, cuando algo en la pista de baile llamó su atención.

Un color peculiar de cabello.

En realidad son dos colores peculiares.

De cualquier manera, dudaba mucho que alguien más en el mundo tuviera el color de cabello dividido y la espalda luciendo tan deliciosa.

- Uraraka, amada amiga de mi corazón, lamento informarte que tu gran sacrificio en realidad podría no valer la pena- dijo mientras ensimismado veía una espalda que seguro quería arañar esa noche.

- No estoy entendiendo Izuku, no hables como escritor conmigo- Uraraka reprochó mientras intentaba entender lo que su amigo había dicho.

- Me refiero a que tal vez alguien más me lleve a casa ésta noche- una sonrisa socarrona se formó en sus labios, casi saboreando lo bien que se la pasaría esta noche si todo salía bien.

En realidad no estaba del todo sobrio, pero tenía en su cuerpo, la cantidad justa de alcohol para dejar de lado la vergüenza y quizás el orgullo.

Nada que no recordara al día siguiente.

Se acercó sigilosamente a la espalda de quien suponía, era Todoroki Shoto.

Puso su mano sobre uno de esos anchos hombros e inclinó su cabeza, llevándose una satisfactoria sorpresa al notar un par de ojos heterocromáticos.

- ¿Midoriya? ¿Q-qué haces aquí? - Shoto estaba sorprendido con la presencia del peliverde.

- Es un club Todoroki-kun, naturalmente, una persona soltera puede venir siempre que tenga tiempo libre - Izuku estaba pensando en cómo atraer a tan maravilloso hombre a sus garras cuando los parlantes cambiaron esporádicamente a la canción favorita de Izuku.

El ritmo sensual de River cantado por Bishop Briggs era seguido a la perfección  por Izuku.

¿Cómo nos enamoramos?
Más fuerte que el impacto de una bala.
¿Cómo nos desmoronamos?
Más rápido que una orquilla enredandose.

Los movimientos de cadera de Izuku se llevaban la atención completa se Shoto y no sólo la suya, por lo que, en un arrebato posesivo, terminó por pegarse al más menudito.

Cierra la boca, cariño, mantente y cumple,
Santas manos, oh, me hacen pecador.

Sus manos recorriendo el cuerpo del peliverde al ritmo de la sensual canción, frenéticas intentando contenerse.

Cierra la boca y recorreme como un río,
Sofoca este amor hasta que las venas comienzen a temblar,
Un último aliento hasta que las lágrimas se marchiten.
Como un río, cierra la boca y recorreme como un río.

Los movimientos tentativos de ambos, habían terminado por encender la llama de la pasión para los dos.

Cuando los parlantes vibraban al ritmo de otra canción, los labios del heterocromático danzaban con los rellenos labios del peliverde.

Un segundo separados para tomar aire y la conciencia llegó, ni lenta ni perezosa.

Son compañeros de trabajo ¿no se volverá incómodo?

- Izuku, no deberíamos hacer esto- dijo en un intento por contenerse.

- Pero ya hasta me dices por mi nombre, Sho-chan.

Y eso había colmado el autocontrol del heterocromático, un apodo inocente.

- Podemos pretender no conocernos- dijo Izuku antes de volver a besarlo.

Y aprovechando un jadeo para recuperar el aire, Todoroki preguntó

- ¿Por qué?

- Por si eso lo hace más fácil para tí.

- Podríamos intentarlo.


EL PRÓXIMO CAPÍTULO VA A ESTAR PUERCO!

Iba a subir el capítulo ayer... Pero no se me ocurría un buen cierre ni un buen título JAJAJAJAJ.

Espero les guste.

Por cierto, salieron las bases para la #TododekuWeek2021!!!

Creo que participaré, ¿leerian la obra? La verdad me hace mucha ilusión aunque recién empieze en junio o julio.

Bueno, eso es todo, Nos vemos el siguiente fin de semana con un  capítulo más -caliente lol- ❤💚.

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