Capítulo III

Habían pasado cuatro días desde la última vez que Baekhyun vio a su mejor amigo, en esos instantes de su vida, él pasaba por una situación difícil en la que necesitaba de la ayuda de un Baekhyun para alegrar su día.

Así que se dio la tarea de visitarlo, llevar un par de cosas a su casa, se había enterado gracias al chismoso de Chen que Jongin no estaba en casa, así que alistó una pequeña valija en la que incluyó mascarillas, cremas y juegos para animar a Kyungsoo.

Hacer una mini pijamada de mejores amigos estaba en su lista de deseos, aunque ya sabía que terminaría por amenazar a Kyungsoo para que éste accediera.

Saludó a Jr, el hijo del dueño del edificio, a quien le gustaba hacer de casero algunas veces, saludó a la chica del primer piso y al verla acompañada de un chico en el elevador, de repente extrañó a su novio.

Sehun era cariñoso a más no poder, pero también era un universitario demasiado loco como para confiar en él al cien por ciento. Lo quería demasiado, pero sabía que no todas las relaciones duraban para siempre, el ejemplo más claro es el matrimonio de Kyungsoo y de Jongin, jamás esperó que ese lazo tan fuerte se rompiera y así pasó.

¿Qué le esperaba a él y a Sehun?

No lo sabía y tampoco tenía muchas esperanzas.

Tocó la puerta del 312, una, dos, hasta tres veces, pero nadie abrió. Una vez que se recargó en la puerta, se dio cuenta de que estaba abierta, entró y cerró la puerta con pasador esta vez.

Subió las escaleras, y entró a la recámara más grande sólo para ver a Kyungsoo recostado en la cama, bastante cómodo para poder abrir la puerta.

—¡Hey! —gritó cuando Baekhyun apagó la televisión—. ¡Estaba viendo eso!

Kyungsoo le lanzó una almohada y Baekhyun la esquivó de forma casi boba, fingió ser de los tipos de matrix, y se aventó a la cama.

—Se dice "Hola Baekhyunnie, ¿cómo has estado?" y después me das la explicación de porqué no me has llamado en días, no te cociné para que me pagarás con algo como esto, te quiero, pero no tanto —recriminó a Soo quien sólo soltó un leve quejido.

—No he salido de casa desde que Jongin se fue, quería tiempo a solas, eso es todo —le dio un abrazo eufórico después de pedir disculpas y dijo—. Gracias por venir, estaba algo preocupado.

Baekhyun se acomodó de forma rápida en la cama, sabía que esa mirada de Soo gritaba muy fuerte "chisme" a los cuatro vientos. 

—No, espera allí, he traído palomitas, las prepararé allá abajo, pero quiero que me acompañes —tuvo que jalar a Kyungsoo por la fuerza ya que ese chico no quería salir de la cama, en pleno medio dia—. Además, he traído maquillaje y un montón de cosas para que hagamos hoy.  Me quedaré a dormir y...

—¿Vas a qué? —preguntó mientras bajaban por las escaleras—. Adiós estimado silencio —se quejó ante la noticia y Baekhyun le dio un pellizco en el brazo.

Ambos prepararon toda clase de snacks, botanas y uno que otra bebida reanimante, pero eso sí, con muy poco grado de alcohol, tampoco eran tan borrachos.

—Así que... ¿Sehun? —inició la plática al sentarse en las sillas junto a la barra de alimentos—. ¿Qué tal todo con ese chico? 

—Es lindo y muy dulce... —de alguna manera inexplicable, eso sonó como si no fuese suficiente para Baekhyun—. Pero es un chiquillo que no tiene idea de lo que quiere, o todavía no lo sabe, no sé, es muy agradable.

Ambos cambiaron toda la comida de lugar para dejarla en la mesa de cristal frente a la televisión de la sala, se sentaron en el sofá más grande y comenzaron a ver un maratón de American horror story, por petición de Soo, pero la verdad es que Baekhyun gritaba a cada quince minutos.

La comida se acabó y la noche se hizo presente. Baekhyun no había preguntado qué era lo que haría Kyungsoo con su vida, pero es obvio que le dijera lo que dijera, lo apoyaría, aunque no hizo falta que cuestionar a Kyungsoo, éste comenzó a hablar después de apagar Netflix. 

—Necesito saber qué hacer con mi vida, soy joven ¿no? Puedo ser soltero de nuevo. Aunque no tengo idea, Jongin fue mi novio desde siempre —confesó angustiado— no hay un antes.

—Yaah, de eso no te preocupes, yo he sido soltero desde siempre y sé cómo manejarme —se hizo un cumplido a sí mismo sin parecer hablador y continuó—. Podrás hacerlo con mi ayuda.

—Hay algo peor... —Baekhyun esperó con detalle—. ¿Recuerdas al tipo del bar de esa noche? —su amigo asintió—. Ahora vive abajo.

Baekhyun no sabía si reír o llorar, tan mala suerte tenía su amigo que no pudo engañar a su esposo con otra persona, terminó por reír hasta que Kyungsoo le aventó palomitas y casi se ahoga con una.

—También hay otra cosa... no le dije que estaba casado.

Su reacción de verdad no la esperaba, Baek se quedó inmóvil por medio segundo, después se puso de pie, gritando y muy molesto.

—¿Estás loco? —se pasó las manos por el cabello, muy estresado—. Qué pasaría si se entera, Kyungsoo... tú...

No pudo terminar la oración porque el timbre de la puerta principal sonó. Kyungsoo brincó del sofá pensando en que esa campana lo había salvado de la regañada de Baekhyun, pero casi se va de espaldas cuando puso su ojo en el marco de la puerta.

¡Era ese chico! Era Chanyeol quien estaba justo ahí, esperando para que alguien abriera la puerta.

—Está en la puerta —habló sin poder creerlo, Baekhyun corrió emocionado hasta donde estaba y también vio por el orificio.

—Tienes razón, atiende —le dio un pequeño empujón a lo que Kyungsoo respondió molesto.

—No seas idiota, ayúdame en esta, por favor —suplicó a Baekhyun.

—Vale, pero me prestas tu colección de discos de Kyuhyun.

Con todo el dolor de su corazón de fanboy, prestaría sus discos.

—Yah, está bien —asintió y se movió para que Baekhyun abriera la puerta, mientras que Kyungsoo se escondió detrás de ella.

—Hola —saludó simpático al chico que parecía recordar perfectamente, muy amable abrió la puerta—. ¿Qué se te ofrece?

Chanyeol intentó sonreír recíprocamente, Baekhyun era un chico que también tenía muy buenos atributos visuales.

—Vine por una taza de azúcar, me hace falta comprar algunas cosas, soy nuevo en el edificio —mantenía un toque de razón, como si todo lo que hacía estaba bien, o en su defecto, dejar en claro que tenía buenos motivos—. ¿Tiene azúcar mi nuevo vecino?

Baekhyun vio la taza azul marino en las manos del chico alto y asintió no sin antes soltar un comentario gracioso. 

—Claro, y subiste todo un piso para poder tener azúcar, super lógico —Chanyeol notó la falta de concordancia en sus palabras y se sonrojó por ser descubierto—. Pasa.

—Mhmm... —musitó por lo bajo—. Creo que es algo indebido que yo entre en el espacio de alguien más, pero gracias, lo haré de todas maneras.

Baekhyun quería reír por semejante tamaño de la indirecta tan bien dicha, pero se resistió, le dejó continuar.

Kyungsoo rogó al cielo para que no cerraran la puerta, para que así él pudiese mantenerse entre el espacio que existe entre la puerta y la pared.

Chanyeol avanzó, cruzando lentamente la sala, buscando la razón por la cual había llegado a ese departamento en primer lugar.

—Soy Baekhyun —una risita salió de los labios del más alto, pues razonó la manía que las personas cercanas a Kyungsoo tienen por decir su nombre a desconocidos—. Aunque en este punto, creo que ya lo sabías.

—Soy Chanyeol —dijo cuando llegaron a la cocina, una barra que tenía la estufa fuera del alcance y era de madera, simulando tablas para picar vegetales, Baekhyun se distrajo buscando el azúcar, esa ni siquiera era su casa—. Park Chanyeol.

Hasta los intestinos se le revolvieron al escucharlo compartiendo esa información con Baekhyun, cuando él tuvo que implorar por saber su nombre. Kyungsoo sacó un poco la cabeza para poder tener una vista perfecta de los dos chicos en su cocina.

Baekhyun revisó los compartimentos de arriba, dado que su estatura es algo reducida en comparación con Chanyeol, tuvo que ponerse de puntitas, cosa que el más alto aprovechó para observar desapercibidamente su trasero apetitoso.
Kyungsoo estaba verde del coraje que casi se magulla el pie con la puerta y cerró la boca para no soltar ningún ruido por el dolor.

—Mira, los dueños no se encuentran en casa, pero creo que puedes pedirles lo que quieras cuando vuelvan —anunció libremente después de servir el azúcar—. Ya que ninguno se encuentra y ya me arriesgué dejándote pasar creo que yo te pediré con mucha pena que te retires. 

Chanyeol no creyó nada de eso, es más, estaba cansándose.

—¿Dónde está Kyungsoo? —volteó hacia todas partes—. Sé que está en casa. Necesito que me dé la cara.

—Ya te dije que no está. Quiero que te vayas —Chanyeol caminó en dirección opuesta a la salida y se dirigió a las habitaciones, Baekhyun preocupado, corrió hasta alcanzarlo, y al no contar con la fuerza necesaria para detener al gigante, desistió de jalarlo del brazo e improvisó. Baekhyun saltó a la espalda del poste con patas y se aferró con mucha fuerza de su cuello—. ¡Basta! ¡Deja a Kyungsoo en paz!

Chanyeol comenzó a girar muy rápido, tirando muchos objetos al suelo y desordenando la sala, tratando de deshacerse del macaco que tenía encima, pero sin resultado alguno, sus energías se agotaron.

Kyungsoo se armó de valor al escuchar todo ese barullo, salió de su escondite de emergencia y habló.

—Ya es suficiente. Querías verme, aquí estoy.

Eso tomó a Baekhyun y Chanyeol por sorpresa quienes se detuvieron después de escuchar esas palabras. Baekhyun bajó de la espalda del alto tan lento que se volvió bochornoso.

—Estás casado —un tono de decepción se sintió en el aire, de forma tan densa que casi obligó a Baekhyun a salir de allí.

—Sí —reconoció abiertamente.

Chanyeol esperó unos segundos para reunir todo lo que quería decirle, pero no lo logró; caminó hasta la puerta para salir.

No tenía ningún motivo razonable, "sin compromiso" acordaron. No tenía ningún derecho de irrumpir en su vida ni en su departamento. Salió de allí para adentrarse en el ascensor.

Kyungsoo no sabe porque demonios lo siguió, bien pudo mandarlo al carajo por hacer desplantes cuando no eran más que desconocidos, pero interrumpió el uso del ascensor y entró también. 

—Te dije que lo que hacíamos estaba mal —le vio directo a los ojos, sosteniendo su postura—.  ¿Qué creíste que quise decir?

—¡Que habías roto con alguien! ¡Que estabas pasando un mal momento! ¡Pero que estabas soltero! —quizás no tenía ningún sentido reclamar ahora, pero verlo besando a alguien más lo sacaba de sus casillas—. ¡Pero joder! ¡Estás en un matrimonio!

—¡Estaba pasando por un mal momento! —alzó la voz al igual que Chanyeol—. El divorcio.

—¿Y cuándo le dirás eso a tu esposo? —preguntó con mucha seguridad—. Ese día parecía querer todo contigo menos la separación.

—¿Estás celoso? —no pudo evitar sonreír por ello, con mucha satisfacción en su rostro.

—¿Celoso, eh? —habló después de presionar un botón en el tablero del elevador, uno que lo llevaría a su departamento en el segundo piso, pero que también dejaba más reducido el espacio que existía entre ellos—. Fuiste sólo una noche más.

Eso dejó sin palabras a Kyungsoo. Esperaba todo menos que eso saliera de los labios de Chanyeol, aquellos mismo que acariciaron su cuerpo y se posaron sobre su blanquecina piel.

Igual no sabía que era lo que esperaba, realmente había significado algo para Kyungsoo, y en su locura, imaginó que también lo había sido para Chanyeol.

Verlo paralizado, casi congelado le dio una punzada en su corazón, no debió haber dicho lo que dijo, pero no quería exponerse ante Kyungsoo, no quería que éste supiera que él estaba sintiendo más que un simple gusto por el chico de baja estatura.

Lo había echado a perder, pero ya no podía echarse para atrás.

Al final las puertas del ascensor se abrieron en el momento más oportuno para escapar de tan incómoda situación.

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