Capítulo I

Kyungsoo está casado con uno de los más honorables policías de Busan. 

Estaba tan enamorado de Jongin que el sentimiento se sentía como si el tiempo no hubiese transcurrido, hasta que los días sombríos llegaron. La infidelidad de Jongin lo dejó marcado para siempre, significó una mancha negra en su historial, pero todo ese amor que sentía sirvió como una sombrilla bajo el diluvio. Pasó un tiempo, donde todo parecía haberse arreglado, pero en los últimos meses comenzó a sentir que las cosas en su matrimonio no iban tan bien. Jongin ya no era romántico como antes, ya no lo seducía para hacer el amor como solía hacerlo, simplemente ya no le apetecía tocar su piel.

Olvidaba los aniversarios, los cumpleaños y las fechas importantes, la flama de su matrimonio se apagó; se tornó gris, triste y monótono.

—¿Crees que el departamento de abajo ya está ocupado? —Kyungsoo no estaba poniendo mucha atención, estaba muy cansado de seguir la típica plática vacía de Jongin todas las mañanas—. Amor....

—No sé —musitó casi a susurros y se le ocurrió preguntar segundos después—. ¿Por qué?

Se mantuvo en silencio saboreando su desayuno y después reanudó la conversación. 

—Conocí a alguien en la mañana, creo que va a cambiarse al piso de abajo.

—Ah.

No cree que Jongin haya escuchado la contestación, pero tampoco le importaba demasiado.

—¿Dónde estabas anoche? —inquirió, aunque ya sabía la respuesta.

—¿Cómo que dónde estaba? Trabajando en la oficina hasta tarde, como siempre —rodó los ojos y levantó su plato para dejarlo en el fregadero.

—Eso no fue lo que Jongdae dijo.

Volteó a ver a Kyungsoo, aún más serio que antes.

—¿Volviste a llamarle preguntando por mí? —esta vez levantó la voz—. ¡Te he dicho que me purga que lo hagas! ¡Prometiste que sería la última vez!

—¿Por qué mientes entonces? ¿No qué estabas en la oficina? —en esos días, Jongin tenía asignado patrullar cierta parte de la ciudad con una compañera recién llegada, a los oídos de Kyungsoo se sabía que era muy bonita—. Es esa chica nueva, ¿cierto?

—¡Krystal no tiene nada que ver! ¡Son celos estúpidos, Kyungsoo!

El siguiente ruido que escuchó fue el de la puerta cerrándose, dejándolo solo.

Sus ojos comenzaron a expulsar más y más lágrimas, pensando en los errores que había cometido como para que su relación fuera tan falsa. Después de lamentarse, una idea fugaz pasó por su mente.
Sabía que necesitaba apoyo de su amigo Baekhyun o tan sólo necesitaba que él lo metiera en un problema que le hiciera olvidar lo degradado que estaba su matrimonio.

[...]

—¿Crees que esté engañándome? Es decir, pasa demasiado tiempo en el trabajo y nuestra relación es cada vez peor —suspiró y bebió todo el líquido que estaba en el recipiente que le había pasado el barman—. Ya no sé qué pasa, ¿Soy yo? ¿Fui demasiado lejos?

—No, ustedes se casaron muy jóvenes, quizás allí está el problema —dijo Baekhyun después de pedir otra ronda, era su mejor amigo de siempre, lo vio desde el inicio de su relación hasta estos días, y estaba dispuesto a beber juntos todo el alcohol del mundo hasta olvidar todo.

—No, yo ya sé el problema, y no, no es esa zorra —Baek levantó las cejas al escuchar esa palabra sumamente ofensiva salir de la boca de Kyungsoo—. Él no quiere tener hijos y llevo semanas pidiéndole formar una familia. Dice que no está hecho para eso, es hijo de padres homosexuales, tú mejor que nadie sabes lo mucho que los juzgaron, los tacharon de depravados, fue aún peor cuando aceptó ser gay, creyeron que lo era porque ellos también. 

—La gente es estúpida —rodó los ojos al recordar.

—Hoy se cumplen 3 meses desde que Jongin y yo no hacemos el amor. Quizá por eso estábamos tan tensos. Ya no sé qué cre... —no terminó su oración porque observó perfectamente como la vista de Baekhyun no estaba puesta en él—. Hey, torpe —lo golpeó en el hombro haciendo que éste derramara un poco de su bebida, el chico de la barra se acercó y muy servicial, limpió todo el desorden de inmediato.

—Ese chico de allá, no ha dejado de verte en toda la hora que llevamos aquí —Kyungsoo movió sus ojos hacia la derecha, lentamente, dejando ver así, toda la parte blanca de sus ojos—. ¡Se más discreto! —susurró—. No está nada mal...

Kyungsoo giró, logró ver a la persona de la que Baekhyun hablaba, estaba sentado justo en la mesa de la esquina, bebiendo un whisky, con cabello negro, peinado glamurosamente, él mostró su brillante y hermosa sonrisa cuando levantó su trago en dirección a Kyungsoo. Éste se avergonzó enseguida, volteó con lentitud para ver como Baekhyun estallaba de la risa, ver la expresión de Kyungsoo cuando ese chico del fondo estaba coqueteándole no tenía precio.

—Te dije discreto, no voltea como búho con artritis.

—Ya no me regañes —se arrepintió cuando Baekhyun se quedó sonriendo—. Si no está tan mal, ¿por qué no vas con él?

—Porque no me estaba viendo a mí. Además, estoy contigo y hace unos cuantos minutos tenías una crisis, ¿recuerdas?

—Ah, sí —puso ambos codos en la barra, pidiendo otro trago—. Espera, tengo un mensaje de Jongdae.

Sacó su teléfono en cuanto lo sintió vibrar y lo desbloqueó, sólo para ver como su amigo le había enviado una imagen, que, en definitiva, no quería ver.

No dijo nada, pero sus ojos lo decían todo, algo dentro de él, su esperanza se había roto.

De repente todo lo que había bebido, comenzaba a hacer estragos por todas partes, las náuseas lo invadían, su boca se sentía reseca, sus piernas hormigueaban, y sus energías sólo fueron suficientes para mostrar la pantalla de su teléfono a Baekhyun.

El chico palideció al ver esas imágenes desgarradoras. El corazón de Kyungsoo latía sólo por la inercia y su mirada estaba perdida en alguna de las botellas de ron del establecimiento, el cual tenía bellas luces púrpura y fucsia tenue, pero de manera inexplicable, ahora todo se veía de un sólo color; gris.

—No puede ser él —volvió a ver el teléfono celular sin terminar de creerlo, había conocido a Jongin desde hace tanto, años y años de increíble convivencia. Su mejor amigo era el mejor esposo del mundo y eso simplemente no lo podía dejar pasar—. ¡Aish! ¡Bastardo!

Menos mal que la música tenía buen volumen, o si no todos se habrían enterado de la infidelidad de Jongin.

—Olvídate de él, ¿de acuerdo? Hoy irás a mi casa, no, que se vaya al demonio, esa es tu casa, échalo como un perro a la calle, aún mejor, quemaremos sus cosas, no vale la pena... —vio como su amigo parecía no reaccionar, quizás estaba peor de lo que pensaba—. Kyung~, vámonos a casa.

Lo abrazó firmemente y lo tomó del brazo, pero el chico se jaló rompiendo el amarre.

—No. Soy un imbécil, creí que el error estaba en mí, pero me equivoqué —resopló al darse cuenta de lo estúpido que había sido por culparse a sí mismo por no ser suficiente, pero en qué error más grande estaba envuelto—. Pero en una cosa sí tienes razón, Jongin no vale la pena. No vale la pena que yo no regrese a mi casa. No vale la pena que yo deje de festejar contigo y no vale la pena que por su culpa yo me pierda de conocer al sujeto guapo del fondo —tomó un último trago para darse valor, se refrescó los labios con el resto de alcohol impregnado en sus bordes y sonrió sin motivo aparente, ya se había vuelto loco—. Iré a hablarle.

Baekhyun abrió los ojos como platos, por un segundo ponerle los cuernos a Jongin no sonaba mal idea en su cabeza, pero no podía dejar que su amigo, en el estado en el que se encontraba, se lanzara a los brazos de un desconocido.

—No, Kyungsoo, no puedes simplemente ir a hablarle...

—Obsérvame —fue lo último que le dijo antes de dirigirse al fondo de ese bar.

Caminó entre las personas que estaban en la pista, decidido a llegar hasta las últimas consecuencias, pero su hombro chocó con alguien de repente, volteó a verlo, buscando encontrar su rostro, al parecer ese sujeto había decidido por su cuenta acercarse antes a él, y ahora se habían encontrado en la pista de baile.

—De tanto que te observaba... pensé que ibas a asustarte —él y su voz eran un encanto, demasiado que probablemente las víboras de la India podían olvidarse del flautista y escuchar a ese hombre frente a él, todos los días.

—De tanto que me observabas... vine a conocerte —contestó al ver sus ojos, su mirada hermosa hogareña, y sintió la estabilidad que ésta emanaba, el espacio era reducido, así que estaba algo bastante cerca, pero para ambos, bastante era poco.

Una de las demás personas que allí se encontraban, empujó al chico misterioso, quien por lógica se acercó más a Kyungsoo, éste sintió que por el interior de su piel corría una corriente eléctrica con la sola cercanía de él.

—Ya que estamos aquí, ¿te gustaría bailar?

No. Era indebido, estaba casado.

Y así se hubiese pasado la oportunidad de conocerse, de no ser por la imprudencia de Jongdae y la buena fortuna de estar en el mismo bar, la misma noche.

Asintió torpemente contestando la pregunta y sonrió, bueno, intentó sonreír, porque por ahora no podía.

La música se volvió tranquila, y las luces se volvieron tenues, creando el ambiente perfecto para que sus cargas se encontraran cerca, y eso sintió cuando el más alto acercó su cuerpo un poco más hacia él, posicionó su mano alrededor de su espalda y sonrió descaradamente, sabiendo las catástrofes que esa sonrisa coqueta podían ocasionar.

—¿Está bien si toco tu espalda? —preguntó, pero por supuesto ya sabía la respuesta, el chico asintió mientras mantenía una imagen seria. ¿Qué rayos estaba haciendo? Está "felizmente" casado con el que siempre fue su amor ideal, siquiera emocionarse con las chispas que provenían de las manos del sujeto que no paraba de ver su boca como si fuera el oasis, estaba mal en tantos niveles.

Porque cuando alguien te engaña, lo que no debes hacer es, engañarlo también.

Comenzaron a bailar lentamente, intentando hundirse en el ritmo de la canción, pero desde que Kyungsoo inspeccionó con máximo detalle la mirada del pelinegro misterioso, no pudo detenerse y tampoco quería.

Había algo en ese par de brazos rodeándolo con tanta calidez y cuidado que le ruborizó, se soltó un poco más y comenzó a moverse con toda la energía que su corazón le dejaba usar, el resto están admirando al chico de la sonrisa amplia.

—¿Quién eres? —preguntó con la voz que Kyungsoo no había escuchado con atención, una voz ronca, una con la que definitivamente se dejaría llevar.

Kyungsoo se paró sobre sus puntas para alcanzar el oído del chico alto, pues, la música no le dejaba escuchar.

—Mi nombre es... —pensó en sí debía decir la verdad— Kyungsoo.

—No —giró la cabeza negando, mientras susurraba en su oído—. No tu nombre, quiero saber quién eres. Conocerte, descubrirte y sobretodo Kyungsoo, quiero probarte.

El chico lamió discretamente la oreja de Kyungsoo, provocando un jadeo ahogado y preocupación por sí mismo, ¿hasta dónde sería capaz de llegar con tal de vengarse de su esposo?

—No —se separó abruptamente, ya no podía seguir con eso—. Yo... escucha... —se pasó una mano por la quijada, era obvio que lo hacía cuando estaba dudando sobre algo.

El chico alto no le dejó terminar esa frase, la que con toda seguridad no quería escuchar y se acercó, robó sus labios, sumergiéndolo en uno de los mejores besos de la vida.

Comenzó besando suave, devorando con astucia los labios superiores, humedeciendo con su líquido bucal, para después tomar las mejillas del bajito, las presionó para liberar tensión en él y que éste le diera paso a su lengua para internarse en todo él.

¿Importaban que las personas los vieran? ¿Importaba la cara de molestia que Baekhyun tenía?   ¿Importaba su matrimonio? ¿Importaba Jongin?

No.

Tener los labios de ese completo desconocido en los suyos se sentía como la entrada al paraíso, todas esas atenciones, toda esa necesidad, toda esa pasión.

El alto se separó por fin, dejándolo respirar, saboreando los restos de saliva del chico y sonriendo triunfante por el efecto de sus besos y su tacto en el menor.

—Lo siento, es que continuabas hablando una y otra vez y yo sólo quería probarte, te lo dije.

Lo había besado a él. ¡Ni siquiera sabía su jodido nombre! ¿Qué estaba haciendo allí todavía?

—No puedo seguir aquí ningún momento más —esperaba que en su voz se encontrara la seguridad, pero en estas alturas no sabía ni el significado de "patata".

—Tienes razón, no podemos seguir más tiempo aquí —alcanzó su mano—. Me muero por descubrirte, Kyungsoo.

—¿Descubrirme? —era nervioso, gruñón y a veces hasta grosero, pero no era tonto, sabía a qué se refería.

—Quiero verte sin filtros.

El chico puso una resistencia, el más alto volteó confundido, ¿Es que acaso esas sensaciones embriagantes habían sido unilaterales? Esperaba con todas sus fuerzas que no.

—Debo... despedirme de mi amigo.

Inventó esa tonta excusa y el chico lo dejó ir, es decir, ¿Quién se cree eso? O quizá sólo estaba muy seguro de que regresaría.

Kyungsoo caminó agitado, atravesando la pista de baile, una vez más. El humo y las luces, ahora volvían a ser movidas, se apostó a sí mismo que si volvía a la pista, la música sería lenta de nuevo, sólo eso faltaría para volverse la noche los de colmos.

El colmo de la moral.
El colmo del cinismo.
El colmo de la pasión. 

Kyungsoo trató no pensar en ello hasta cuando su amigo comenzó a verlo con desaprobación. 

—Me alegra que hayas recapacitado —dijo con desdén—. Sabía que no podrías con semejante locura.

¿Uh? ¿Cómo? ¿No sería capaz de ponerle los cuernos Jongin como lo hizo con él?

—Iré con él —la reacción de Baekhyun fue todo un poema, uno confuso y abstracto, pero uno sincero—. Todo mundo piensa que soy predecible y sin chiste. El aburrido Kyungsoo me llaman, si hice la cena, la gente dirá "Típico de Kyung", en cambio si hago esto, oh, si hago algo como esto, los comentarios que oirás serán distintos. "Kyungsoo, ¿seguro? Hombre, que cosa más increíble" Y no, no increíble bueno, sino increíble malo, porque las infidelidades son lo peor, pero no me afectará esta noche. ¿Sabes por qué? —Baekhyun ni siquiera se molestó en responder, sabía que Kyungsoo se moría porque ese chico alto le diera sexo como nunca, pero también estaba al tanto de que la moral siempre fue importante en su vida, así que sólo está tratando de excusarse porque en el fondo se siente culpable—. Quiero saber si yo tuve la culpa de que mi matrimonio fracasara.

—¿Ya lo pensaste bien? ¿No te arrepentirás? —Kyungsoo suspiró, por lo pronto no estaba seguro de nada, pero al voltear a ver al chico que había besado hace unos instantes confirmaba que en serio quería ir con él—. Bien, pero ese sujeto puede ser un delincuente o algo así. ¿No has pensado en eso?  —sólo se encogió de hombros—. Bien. Me envías un mensaje cuando llegues, cuando salgas y de cómo estuvo. Además, irás a mi casa después de eso, ¿ok? No creo que quieras ir a tu casa a las tres de la mañana. O como le vi el tiro, a las 5.

Kyungsoo sonrió agradecido, tenía al mejor amigo del mundo. Se despidió, pero antes de irse, Baekhyun le sonrió y le dio ánimos.

—¡Con todo tigre!

Él sonrió y nuevamente caminó por todos lados hasta encontrar al hombre que le ponía los vellos de punta, éste le tomó la mano, sin dejar pasar la oportunidad de besarla y lo subió a su auto.
Lo único cierto de ese viaje, es que, el más alto hizo contacto visual, porque si iniciaba algo ahora, no creía poder detenerse.
¿Cuándo podría tener de nuevo la compañía de alguien tan majestuoso como Do KyungSoo? Todo él era un paisaje hermoso, digno de ser apreciado.

[...]

Al entrar al departamento, el dueño tuvo que limpiar un poco la sala, estaba repleta de cajas ordinarias, estaba empacando todas sus cosas.

Kyungsoo entró nervioso, por primera vez razonó las advertencias de Baekhyun, podía ser un degenerado, asesino, o un asesino degenerado, pero esa noche no importaba nada de eso, si ese chico iba a hacerlo suyo por la fuerza y a matarlo después, lo único que agradecería es no tener que haber visto la cara de Baek diciendo "Te lo dije".

—Disculpa el desorden, estoy en el ajetreo de la mudanza y es muy pesado, Kyungsoo.

—Entiendo lo de las cajas, pero ¿podrías dejar de decir mi nombre? Es incómodo si yo no sé el tuyo.

El chico alto sonrió, parpadeó y caminó hasta una puerta. La abrió y le dejó pasar.

Era otra habitación bastante común, una cama, un closet, un escritorio, etc., todas las cosas que están en una recámara.

—¿Es necesario que diga mi nombre? ¿No te parece algo enigmático el no saber mis datos personales? —Kyungsoo se sentó sobre la orilla de la cama, para pensar una respuesta objetiva, por supuesto que le parecía enigmático, le parecía tan exquisitamente excitante hasta los cojones, donde comenzaba a sentir un malestar al ver al chico más alto quitándose la camisa. Casi se quedó en shock, no por la vista, bueno sí por eso, pero también porque para él, eso era de lo más cómodo.

Cuando está en casa, se avergüenza de usar shorts.

—Me parece injusto, dado a que tú sí sabes mi nombre.

—Bueno, es cierto. Pero fue una indiscreción tuya decirlo. Así como es una indiscreción mía no haberte hablado antes.

—Tú fuiste quien preguntó quién era —mató el momento—, yo sólo respondí mi nombre.

Ahora el chico también estaba sentado en la cama, justamente a su lado, viéndolo como si lo hubiese estado esperando por mucho tiempo.

—Tu nombre no es lo que te define, lo son tus acciones. Es por eso que para mí el decir o no mi nombre me es irrelevante. Pero si quieres saber...

Él tocó el muslo de Kyungsoo, sonando suavemente.

—No —él tenía miedo.

—Vamos, Kyungsoo, ¿A qué le temes? —después de decir eso, no pudo evitar morder su labio y mover su mano lentamente hacia arriba, hasta su entrepierna.

Los sentidos del bajo se erizaron.
Kyungsoo suspiró dándose nuevamente valor para continuar.

—Haremos esto solo una vez —anunció inquieto—. Sin compromiso.

—Sin compromiso —aceptó levantando las manos. Kyungsoo lo vio, él sólo se moría por saber qué palabras usar para que le dejara darle otro beso, no como el que había robado—. Chanyeol, ese es mi nombre.

Kyungsoo sonrió, no había escuchado lo anterior más que sólo su nombre, ni siquiera era tan indispensable, pero ahora ya lo sabía.

—Bonito nombre, Chanyeol —se puso de pie y dijo viendo hacia la cama—. Quiero ir despacio, y después... quiero tenerte en mí, muchas veces.

Nunca imaginó que de su boca salieran esas palabras, nunca había hablado sucio antes de tener relaciones sexuales. 
Chanyeol agradeció a Kyungsoo para después ponerse de pie, y esconderse tras la espalda fina de Kyungsoo. 

—Como gustes —susurró en su oído, besó y abrió su boca para chupar su cuello.

Se separó unos pasos y se quitó los pantalones, esperaba que Kyungsoo volteara su mirada, pero no lo hizo.

—Quiero que lo toques.

El pequeño se dio la vuelta, tratando de adivinar si era una broma o no, pero cuando el alto jaló su mano hasta la abertura de su bóxer y la introdujo, supo que no estaba jugando. Al principio necesitaba la ayuda de Chanyeol para mantenerse en constante movimiento, pero al sentir esa piel punzante y caliente a más no poder, soltó un gemido seco.

Lo rozaba, pero no llegó a masturbar el pene de Chanyeol, simplemente se ahogaba imaginariamente en él, cerrando los ojos y dejándose llevar por el placer.
El más alto lo detuvo, para después besar sus labios nuevamente, aquellos que había deseado por semanas, meses, desde que lo vio por primera vez. Se prometió a sí mismo conocerlo, pero jamás pensó que estaría en esta situación. 
Kyungsoo mantenía su boca muy abierta, para que Chanyeol se diera el suficiente tiempo de explorarlos, dejándose caer lentamente sobre la cama, Chanyeol se deshizo de la camisa de Kyungsoo, para acercarse más a su piel, besar, lamer, morder, el espacio desnudo entre su cuello y hombro, bajar hasta sus pezones y dejar cariños sobre ellos. Kyungsoo cerraba sus ojos con fuerza, se removía un tanto ansioso por el contacto de sus hombrías, Chanyeol trababa de prepararlo con distracción y juego. Nuevamente se deshizo de otra prenda, el pantalón de Kyungsoo, revelando un tonto bóxer de pingüinos. No pudo seguir dado a que se reía mucho entre los besos y se detuvo.

—Tienes que quitarte eso —con la respiración tan irregular que mantenía, hablar fue casi una hazaña— no puedo dejar de verlo.

Kyungsoo asintió mientras se arrastró hasta la parte más superior de la cama y se reía un poco. ¿Por qué no se sentía así de bien con Jongin? Ah cierto, porque llevan 3 meses sin nada de nada.

Chanyeol los quitó rápidamente, los bajó hasta desaparecerlos, tuvo que reprimirse al ver la polla de Kyungsoo, tan grande, tan pesada, tan gruesa, comenzó a dudar acerca de si ser el dominante era la mejor idea y Kyungsoo era quien sonreía ahora, él también tenía sus encantos. 

Se contuvo y siguió besando los labios de corazón, teniéndolo justo contra la cama, tratando de perderse en ellos, evitando así, estar erecto tan pronto, porque tenía muchísimas ganas de hacerlo suyo por un largo rato, sin ser prematuro.

Kyungsoo notó que era lo que estaba haciendo, así que cambió de posición y se quedó arriba, besó todo de él, incluso acarició sus piernas y lamió los espacios que había entre los dedos de sus manos, mientras creaba una fricción proporcionada su pene contra el bóxer que Chanyeol todavía estaba usando. El alto estaba al tope, no podía soportar más, iba a venirse si no hacía algo, además de que por un segundo le había dejado todo el control a Kyungsoo.

—¿Cómo quieres hacerlo? —preguntó entre jadeos—. ¿Quieres que te vea a los ojos?

—Preferiría que no, estoy~~ ah —Chanyeol mordió su oreja cuando estaba distraído—. Esto es indebido.

Chanyeol paró de hacer lo que hacía, no esperaba ese comentario de ninguna dirección, rayos, quería que esta única ocasión la disfrutaran ambos.
Quizás tenía pareja, pero nunca lo vio acompañado, tal vez tenía una religión que no le permitiera fornicar.

Aunque bueno, ¿cuál te lo permite?

Kyungsoo se dio cuenta de que posiblemente había dicho lo peor en el momento menos adecuado.

—Mhm —alcanzó a salir de los labios de Chanyeol—. Yo no estoy obligando a nada, Soo.

—No, no, no —se apresuró a contestar—. No es eso, sí quiero hacerlo..., es sólo que, no sé por qué siento —no podía explicarlo, había una pizca de sentimientos, Chanyeol, a pesar de su imagen cool e intensa, se tomaba demasiado en serio el disfrute de Soo antes que el suyo.

—¿Muy personal? ¿Te gustaría que intentara siendo rudo?

—¿Puedes? —Chanyeol asintió, ¿cuándo una chica o chico se quejaba por el sexo cariñoso? Trató de no lucir decepcionado, veía a Kyungsoo como una musa, como la inspiración de su trabajo, quería tratarlo con cuidado, pero no podía negar sus peticiones.

—Sólo déjame besarte una última vez.

Kyungsoo cerró los ojos, sintió como la presencia de Chanyeol quedó justo frente a él, acariciando sus labios suavemente con los pulgares. Él se dio un tiempo para observarlos, eran la cosa más extrañamente hermosa creada para que los hombres se deleitaran con ello.

Chanyeol pasó la lengua por su boca, para que Kyungsoo pudiera sentir unos labios húmedos en lugar de unos quebradizos, también cerró los ojos, esperando que ese beso le confirmara que había encontrado al chico que quería, no sólo para una noche.

Los labios de Do eran suaves y embriagantes.

Podían confundir hasta al más sabio, hacer dudar hasta al más valiente, pero también eran capaces de hacer cesar a un huracán y detener cualquier terremoto.

Lo mejor es que esa reacción no se acercaba siquiera a su objetivo, era algo espontáneo.

Se terminó cuando Kyungsoo se alejó, pero definitivamente valió toda la pena.

—Bien —Chanyeol se puso de pie y se alejó unos pasos de la cama y de Kyungsoo—. Ven aquí.

—¿Ehh? —preguntó cuando su cerebro y cuerpo terminaron de recuperarse de ese beso, el primer mejor beso del día, el segundo fue en el bar y los siguientes fueron los que Chanyeol había depositado en su cuerpo.

—Dijiste nada de ser personal. Ahora, quiero que vengas aquí — cuando Kyungsoo estaba levantándose con la sábana alrededor de su cintura, ordenó—. Deja eso, necesito que estés desnudo para lo siguiente.

Kyungsoo tragó saliva, pero terminó por aceptar, se levantó de la cama, sin la sábana, ni nada más sobre su cuerpo, su dorso impecable y su miembro hinchado.

Chanyeol se deleitó con esa vista, el cuerpo completo de ese ser tan bello, sin rastro de ninguna mancha e imperfección, caminando hacia él, todo suyo por una noche. Pensó en el error de ya haber empacado su cámara favorita, y capturar ese manifiesto de perfección ante sus ojos.

Llegó hasta donde Chanyeol estaba y lo miró con una mirada confusa. ¿Ahora qué?

—Date vuelta.

Así lo hizo, y aunque le molestaba el tono de mando en la voz del más alto, ésta también le ponía demasiado duro.

Chanyeol lo empujó de la espalda, en dirección opuesta a su cama, hasta que se detuvo.

—Recuéstate —Kyungsoo obedeció y toda su espalda se erizó al sentir la superficie fría del escritorio de Chanyeol.

Chanyeol disfrutó la entrega como nunca antes.

El primer gemido de Kyungsoo se dio cuando Chanyeol introdujo bruscamente uno de sus dedos en su entrada, se movía en círculos, pacientes y certeros, soltó un par de jadeos involuntarios mientras presionaba sus dientes con fuerza.

Dos dedos en su entrada le hacían pedir piedad y por fin un tercero lo dejó listo y exhausto pero necesitado de más, más y más.

Chanyeol comenzó a bombear su miembro hasta tenerlo completamente erecto mientras entretenía a Kyungsoo con pequeños besos en su espalda y caderas, la verdad es que a él no le importaría acariciar su espalda y muslos toda la noche, pero sabe que Kyungsoo no lo resistiría.

Así que puso un poco de lubricante en Kyungsoo y un poco más en sí mismo, y entró, lentamente, centímetro por centímetro hasta que estaba dentro por completo en el chico que ahora gritaba rayos y centellas, comenzó a moverse de atrás hasta pegarse más y más veces al cuerpo del más bajo, chocando sus paredes en un extraño zigzag que lo volvió loco un segundo, hasta que comenzó a delirar y gemir tanto que juraba que quedaría afónico.

Chanyeol no resistiría tanto, así que incrementó el ritmo una vez más, golpeando fuertemente los testículos del mejor, pero haciéndolo y haciéndose gozar demasiado. Llegaron al orgasmo justo a tiempo. Para cuando el semen comenzó a salir, Kyungsoo ya no tenía conciencia.

[...]

—¿Qué hora es? —preguntó mientras subía su ropa interior.

—Las 9 —enserio detestaba ponerse en ese estado cuando se despedía de Kyungsoo, pero estaba aterrado. Hacerse a la idea de que no volvería a ver esos ojos chispeantes en un orgasmo y no volvería a jalar con dulzura ese cabello negro y sedoso, le daba pavor.

—¡Mierda! ¡Baekhyun va a matarme! —corrió para alcanzar su pantalón que estaba del otro lado de la habitación. 

Chanyeol comenzó a reír, y se dijo a sí mismo no ser tan grosero.

—Es chiste. Probablemente son las 5 de la mañana —rio un poco más hasta que Kyungsoo le lanzó su camisa.

«Estúpido Baekhyun y su medidor de potencia sexual tan exacta».

—¿Quién es Baekhyun? ¿Es tu novio?

—Dios no —se sentó al lado de Chanyeol, quien estaba plácidamente acostado en su cama, sonrió y colocó sus manos en la cintura de Kyungsoo a través de la camiseta que traía puesta—. Es el chico con el que estaba en el bar. Me dijo que fuera a su casa.

—¿No te quieres quedar? —no quería reconocerlo, pero un pedazo de su corazón se iba con él.

—No quiero incomodarte, tienes los planes de la mudanza y todo eso.

—Bien —dijo un poco enojado ante la negativa de Kyungsoo, lo soltó y se dio la vuelta tapándose con esas sábanas que hace horas él utilizó para cubrirse—. Adiós.

El chico sonrió, se puso de pie no sin antes, acercarse al cuello de Chanyeol, dejar un beso allí y susurrar en su oreja.

—Gracias por todo... F-Fue la mejor madrugada de la vida.

Chanyeol no quería que se fuera, pero aun así no lo detuvo, porque se quedaba con el consuelo de las bellas fotografías de Kyungsoo.

[...]

Kyungsoo llegó a casa de Baekhyun, 5 minutos pasada las seis de la mañana. El chico le tenía ya preparado su remedio contra el desamor, resaca, tristezas y decepción a lado de un desayuno de huevos caseros.

"El elíxir de los Byun", o como lo conocían en el norte "Levantamiento Byun".

Todas esas historias de la abuela de Baekhyun se hicieron realidad en cuanto Kyungsoo le dio el primer sorbo. Dolía, pero podía sentir como las nubes grises que abundaban en su cabeza, parecían despejarse, dejándole ver con claridad, todo lo que había hecho.

Le había dado la condena a un matrimonio fallido, pero no podía salvar lo insalvable, tan sólo lo dejó hundirse en las negras aguas de la angustia y la decepción. 

—¿Qué es lo que harás con Jongin? —preguntó su mejor amigo, una vez que vio satisfecho a Kyungsoo.

—Contarle sobre mi aventura —Baekhyun casi escupe su café matutino, esperaba algo como "mandarlo al infierno" o similar, pero eso jamás—, esperar su perdón o algo parecido y finalmente pedirle el divorcio.

—¿Por qué no simplemente lo botas y ya? Decirle que lo engañaste con alguien no es... ¿cruel? —iba a comenzar a explicarse antes de que su amigo lo matara—. Bueno, sí, en la foto que te envió Jongdae se veía a Jongin con Krystal, pero se daban un beso, en cambio tú... bueno, terminaste con alguien dentro.

Esa fue la primera vez que Kyungsoo no pudo contestar nada en su favor, porque no tenía ningún argumento válido, Baekhyun tenía razón.

—¿De qué lado estás?  —preguntó cuando se quedó sin razones para alegar—. Yo sólo sé que no cometí ningún error anoche.

—Uhh —sonrió de repente—. ¿Vas a llamarle alguna vez? Digo, era muy guapo.

—Diablos no, Baekhyun, él fue y será un grandioso recuerdo de una noche increíble. Pero —su semblante se volvió serio— también será la persona con la que engañé a mi esposo. No podría volver a verlo a los ojos.

Baekhyun guardó silencio por un segundo, para después alertar a Kyungsoo, quizá ya lo había arruinado, pero le faltaba saber algo más.

—Hablando de Jongin... ¿cuándo lo veras?  Porque supongo que no querrás verlo por alguna temporada —Baekhyun esperaba que su mejor amigo lo desmintiera— ¿cierto?

—Exacto —dijo para volver a la comida—. ¿Por qué? ¿No quieres que me quede en tu casa? Tranquilo, no te preocupes por eso.

  —No —dijo nervioso, ahora ya había confirmado que cometió una de las mejores indiscreciones de su vida—. Jongin está afuera de mi casa, buscándote, Kyungsoo.


Sí que sí, estaba escribiendo algo nuevo c:
Ya está terminada y me gustó como concluyó, hoy mismo publicaré todo, así que ya tienen para leer un rato💕

Hey tú, si, ¿te vas sin dejar una estrella?
No tienes corazón :c

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