⑤
— ¡Alabemos a Jin Hime!— exclamó Tae mientras aplaudía, con los ojos muy abiertos. Por otro lado, HoSeok no tenía palabras.
—Oh, gracias, es mi naturaleza.
—Uhm... — llamé la atención de los chicos — ¿Vamos ya o...?
Los dos chicos que estaban sentados en mi sillón se pusieron de pie con una sonrisa.
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