— ¡Min EunSeok, cómo te atreves...!— grité por el teléfono.

Hehe, es que sentí que querías saber su opinión~.

—Am, sí, ¡Pero no en contra de mi voluntad!

Sólo eres dramática— se escuchó un suspiro y una risa de garganta —Me recuerdas a mí cuando era una joven de 16 años perdidamente enamorada.

—Ajá, hablas como si fuera menor que tu.

Heheh~ MinJi, debes dejar esa pena con respecto a tu arte.

—Jamás— reímos las dos.

Como muchos días, luego de haber llamado a mi amiga, me quedé sentada en frente de un caballete con un lienzo en este. Mi pincel no tenía pintura alguna, sólo agua. Me encontraba con la mirada perdida, haciendo pinceladas sin color en el lienzo hasta que algo me interrumpió.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top