Taehyung

Escuché que se abrió la puerta de la habitación y encendieron las luces.

—¡Arriba partimos en una hora!

—¿A dónde Hyung? Es semana de descanso —me tape con las sábanas — no pienso moverme de aquí.

—Bien, le daré tus saludos a Misa.

Me senté de manera brusca, y observé que estaba enfrente de la cama con los brazos cruzados.

—Iré a una exposición de sus últimas fotografías, pensé que querrías ir.

—Cinco minutos y estoy listo.

Nunca me había alistado tan rápido en mi vida, me vesti con pantalones caqui una camisa simple blanco y el saco a juego. En el avión estaba algo ansioso.

—¿Cuándo dijeron de esta exposición?

—Desde la semana pasada, nos invitaron a todos, pero como tú estabas metido en tu depresión no te diste cuenta.

—¿Y los demás?

—Andan con sus familias, la mía está de viaje por eso no podré irme así que aprovecharé para visitar museos.

Cuando llegamos a Osaka, estaba nervioso por verla, ya tenía dos meses que se había ido para hacer sus proyectos, pero seguía sin poder ir más alla de simples “Holas” y “¿Cómo estás?”.

Al fin llegamos a la galería donde estaría, todo estaba adornado con flores naturales dando un contraste a las fotografías de climas oscuros, estuvimos un rato observando las fotografías, son extrañamente hermosas, en algunas parece ser solo lluvia pero los detalles de fondo es lo que contrasta.

—Nam, Taehyung —nos giramos para verla, venía luciendo una hermosa Yukata azul marino con flores amarillas, su cabello estaba con un tradicional moño adornado con una peineta plateada —me alegra que vinieran —llevaba un cubre boca puesto y no se nos acercó demasiado —perdón si no me acercó mucho, estoy resfriada.

A pesar que estaba con algo de maquillaje su cara de cansancio es muy notoria, pero sigue viéndose hermosa.

—¿Vieron algo que les gustará?

—Yo si —me apresure hablar.

—¿Así? ¿Cuál obra Tae?

Namjoon me miró sonriendo, sabía que no me refiero a las fotos, Misa me veía curiosa. Pero de hecho si había una obra, camine con ellos siguiéndome entonces señale la fotografía.

Era foto de dos árboles que tenían dos ramas cruzadas en medio de ambos pero el tono de las nubes al fondo parecían un par de ojos que miraban intensamente al espectador.

—Tambien es de mis favoritas.

—En verdad es preciosa.

Namjoon de separó de nosotros, y nos dejó hablando de sus viajes y lo que había hecho, pero cada vez la notaba más cansada.

Me acerque y toque su frente, se sentía caliente.

—Tienes fiebre, iré por tu manager.

Me sostuvo de la chaqueta.

—Espera el evento está por terminar, solo necesito descansar un poco, ¿Puedes conseguir algo de agua? Tengo mi medicamento a la mano.

Salimos a un pasillo y la dejé en una banca en lo que conseguí la botella de agua, regrese y ella tomo la medicina, sus ojos se cerraban, me senté a su lado y la dejé recargarse en mi hombro para que durmiera.

Le mandé un mensaje a Namjoon para que le avisará al manager dónde estábamos y el estado de Misa.

Se despertó media hora después en mi regazo.

—Dios que pena —¿Cuánto dormí?

—No lo suficiente.

—Debo regresar al evento.

—Yo debo irme nuestro vuelo sale en unas horas.

—Oh, bueno, me da gusto que pudieran venir aunque sea un poco.

Me quedé quieto frente a ella, ambos nos miramos un momento.

—Tae, ya vámonos.

Namjoon entro al pasillo por mi.

—Te veré después Misa.

—Hasta pronto Tae.

Salimos de la galería, pero antes de subir al auto, Misa venía corriendo, se paró enfrente de mi, recuperando en aliento.

—¿Pasa algo? —la ayude a sostenerse.

—Debo, debo decir esto antes de que me regresé lo cobarde — se tocó el pecho y respiro hondo —me gustas mucho Tae.

Quedé paralizado, no pude responder solo se fue corriendo de regreso a la galería…