VI | "Τόσες πολλές ερωτήσεις..." |

| Español : Tantas preguntas... |

John

Un haz de luz de una lámpara golpeó mi faz mientras alguien tocaba la puerta con sus nudillos, molesto giré y me caí del catre en el que dormía, una risa masculina me hizo abrir por completo los ojos de forma colérica.

-¡Bien, hora de levantarse! -exclamó Garrett contento. Volviendo a enfocar el haz de luz de la pequeña lámpara mientras encendía las luces de la pequeña instancia.

-Déjame dormir -protesté, sobándome la cabeza.

-Tengo que mostrarte el lugar. John -explicó Gamma-. Si no te levantas, Omega vendrá por ti y estoy seguro que no quieres que pase eso.

Resoplé frustrado, lo único que no quería era ver la cara de ese tipo y aunque no lo quisiera, poco a poco ese pequeño haz se convirtió en la estela de una estrella que poco a poco consumirá todos los planetas, quemándome la mejilla.

-¡Vamos, tienes que salir de la cama! -volvió a exclamar Garrett, aproximándose a la pequeña ventana de servicio y abriéndola para que dejara entrar el aire.

-¿Por qué debo de hacer? -cuestioné y me giré para confrontarlo-. Hace mucho no podía darme el lujo de dormir hasta después del amanecer.

-Le prometí a mi ma... a Alfa que te llevaría a conocer a Beta -confesó y se detuvo, estaba seguro que se mordió la lengua para no decir de más-. Y posiblemente conozcas una parte importante dentro del Ágora.

Me quedé callado e intenté analizar su lenguaje corporal para saber si mentía. Lo vi de pies a cabeza y lo único que podía detectar era una sonrisa cálida mientras elevaba un poco las mejillas.

-Está bien, está bien. Quita tu cara -dije, incorporándome-. Solo dame algunas mudas de prendas para poderme cambiar.

-Estoy a un paso adelante de ti -Salió un momento de la habitación y dejó una pequeña bolsa de tela sobre mi catre-. Ahí hay algunas mudas, espero haber encontrado tu talla.

Garret cerró la puerta e inmediatamente me dejé caer sobre el catre mientras bostezaba. Sorprendentemente había descansado demasiado bien tras cuatro años en el camino, algo que era extraño en mí ya que no revisé el lugar donde me quedé.

Una pequeña habitación de no más de cinco metros cuadrados que en años anteriores hubiera sido un closet de limpieza pero en cambio, ahora tenía un viejo catre con un perchero anclado encima de la pared contraria a la entrada, un espejo pegado a la puerta y una pequeña ventana que permitía la ventilación del espacio. No había camas ni espejos o tan siquiera un armario dónde guardar mis pertenencias.

Inhalé y exhalé profundamente y me incorporé al notar la presencia de mi mochila en un rincón, esta se encontraba limpia y ordenada. Me agaché a comprobar su contenido y para mi mala fortuna, me despojaron de cada herramienta médica con filo y las armas blancas que llevaba. Golpeé por instinto la mochila por la frustración, ¿por qué decidí confiar ciegamente en estos tipos? Me despojaron de todo lo que podía usar para defenderme y huir.

Inconscientemente mi mente viajó al chico que habían encerrado, ¿qué le había pasado? Era un completo misterio.

Llevé mis manos a mi cabeza y traté de controlar mi respiración ya que, de un momento a otro, se había hecho un caos. Había tantas preguntas pero pocas respuestas.

Cerré mis ojos para manejar mi respiración con las técnicas de Tai-chi que aprendí en la Universidad; esto me servía para volver a tener la cabeza fría, ya que, un buen doctor no puede darse el lujo de desconcentrarse.

Al cabo de unos minutos, abrí de nuevo los ojos más calmados y tomé de nuevo la mochila para sentarme en el catre para hacerle otra revisión más exhaustiva.

Saqué varias cosas de esta hasta que toqué el fondo de la misma y como golpe se me vino de nuevo a la mente el falso fondo. Eureka. Sonreí, ante la idea que el moreno me dio al inicio de la catástrofe climática pero no era el momento de revelar esta carta, quizás cuando supiera más era el momento indicado.

Como sea, volví a meter todo su contenido y dejé la mochila sobre el catre, para así prepararme y cambiarme de ropa que, afortunadamente, era más de lo que esperaba: Un conjunto completo de playera, camisa, pantalón de cargo y zapatillas de color negro anexados con una nota con letra femenina, la cual, guardé para leerla más adelante.

Me quité la ropa rota y vieja, mi cuerpo agradeció esto ya que sentí que por cada prenda que se desprendía de mi cuerpo este se aligeraba. Eliminando las malas experiencias de la senda y esto era liberador.

Sin querer quedé enfrente del espejo. Y me observé.

Los músculos de mi cuerpo se habían marcado por la ausencia de alimento y el exceso de trabajo físico que había hecho. Me sentí diferente al ver mis pectorales, oblicuos y trapecio posteriores marcados; era la primera vez en cuatro años que me veía frente a un espejo de cuerpo completo.

Al cabo de otros minutos embobado, tomé los pantalones y los introduje entre mis piernas, sentí como la tela se adhería a mi cuerpo; era tela simbiótica. Lo mismo hice con la playera y camisa, esta última dejando los últimos dos botones superiores sin abrochar al igual que las mangas, las cuales me las arremangué a la altura de la mitad de mi bíceps.

Las zapatillas entraron con facilidad a mi pie, até mis cordones y lentamente me volvía ver en el espejo. Ahí se encontraba un John universitario que, aunque no le gustara usar el negro, me observaba con superioridad, negué rápidamente y volví a abrir la puerta.

-¿John, ya estás? -preguntó Garrett antes de que pudiese tocar la puerta, me tenía frente a él-. Vaya... pareces una persona diferente. -Como respuesta, simplemente salí y cerré la puerta de mi habitación-. Vaya, te queda el negro -comentó mientras recorríamos el pasillo-. Bien, ahora con ropa nueva y, gracias a que esta es simbiótica, también estás limpio, es turno de que te presentes con Beta, él tiene algunas preguntas que hacerte.

-¿Piensa que soy peligroso? -pregunté intrigado, el chico negó.

-No, no es eso -respondió, metiendo las manos a su pantalón-. Simplemente quiere conocer al nuevo doctor.

-¿Nuevo Doctor? -pregunté al aire extrañado-. Soy un completo desconocido, no tiene sentido.

-Nada con él tiene sentido.

-Y ¿por qué no lo conocí ayer? -volvía a preguntar. Ambos comenzamos a subir una escalera.

-Es recolector al igual que Omega -comentó, girando en un pasillo-. No se encontraba en el Ágora, estaba fuera buscando recursos. Encontró carne y si todo sale como lo piensa Alfa, podrás asistir al Bacanal.

-Dos cosas -Se detuvo enfrente de una enorme puerta de nogal y giró hacia mí-. ¿Dijiste Bacanal? ¿Como el de los...?

-No puedo decir mucho, es difícil que te lo explique y lo mejor es que lo veas por ti mismo -respondió, colocando sus manos en la puerta y empujándola-. Pero puedo decirte que tendrás un buen guía al menos hasta el anochecer.

Antes de que pudiera preguntarle el significado de sus palabras, Garrett abrió completamente la puerta, dejando ver a un hombre moreno de casi un metro noventa con un físico brutalmente trabajado y una actitud seria e imponente; sosteniendo un balón de baloncesto, preparándose para anotar en una canasta.

Gamma! -dijo Beta con felicidad una vez que anotó-. ¿Qué carne fresca me traes hoy?

-Me alegra saber que volviste con bien, Beta. Te presento a John -dijo mientras me empujaba hacia adentro. Entró detrás de mí-. Es un Doctor, es el médico que necesitamos en el Ágora.

-Eso me informaron -continuó, tomando una toalla y secándose la frente-. También me informaron que mataste a Sigma, ¿eso es cierto?

-Pues verás... -Garret iba a responder por mí, mas la figura de poder alzó la mano para detenerlo.

-Le pregunté a... -añadió mientras me señalaba con su mano y la giraba.

-John -respondí firme.

-Eso, le preguntaba a John, no a ti, Garrett. -volvió a decir.

-Sí, lo maté. Pero fue en defensa propia. -Fui directo, si me iban a matar, lo harían de una vez. Al no ver reacción alguna, proseguí con mi defensa-. Yo entré buscando suministros a un lugar abandonado y encontré una pistola. Posteriormente un tipo me apuntó a la cabeza, simplemente me defendí.

»No tenía intenciones de matarlo, simplemente de noquearlo y huir. Pero me hizo un corte en mi brazo. -Elevé mi brazo y dejé mi venda al descubierto, era momento de usar todas mis cartas, hice una pausa y continué-. Actué por impulso, pero aquí Ga... Gamma me salvó porque vio cómo suturé mi herida. Por eso Alfa accedió a darme una cama en un rincón del Gran Teatro Real.

Beta comenzó a caminar a mi alrededor, analizándome en silencio mientras me esforzaba lo suficiente para ocultar ese sentimiento en mi interior, estaba nervioso por lo que podía ocurrir.

-Está bien -dijo finalmente después de un rato, se puso frente a mí a un metro de separación y se quitó los lentes oscuros que llevaba, pude observar su fría y dura mirada; estos eran del típico fenotipo humano, café oscuro. Llevó su mano derecha a la barbilla, gesto suficiente para darme a entender que seguía evaluándome-. ¿Cuáles son tus credenciales, John?

-Último año en la Especialidad de Cirugía Bioquímica -respondí, confiado en mis conocimientos-. Y Médico Cirujano titulado por la Universidad Internacional de Nuevo México.

-¿Podrías pasarme lo que hay dentro de la tercera gaveta de mi escritorio, Gamma? -dijo que más que preguntar, estaba ordenando. El susodicho cumplió su cometido y al acercarse de nuevo vi lo que traía, una bata-. Bien, John. -Hizo una pausa para tomar la prenda y Garrett volvió a mis espaldas-. No tenemos una persona que cumpla con el papel de Doctor.

»Aunque pareces dócil, no me termino de fiar de ti; los nuevos acostumbran a hacer estupideces y cometen errores fatales pero aún así, siento que podrías encajar bien aquí; de cualquier modo, Alfa me dio especificaciones de no rechazarte. -Alzó los hombros y me entregó la bata-. Al tomarla, supongo que te conviertes en uno de nosotros... ¿Delta? -Le preguntó a Garrett y este asintió-. Bien, al aceptar esta bata, de ahora en adelante, serás Delta.

No dije nada y tomé la bata en silencio, me la puse bajo la atenta mirada de los presentes y ese día descubrí que el contraste de todo negro con una pieza blanca era espeluznante. Además de que sentía que le vendía mi alma al diablo y no me equivocaba.

-Debería de darte el discurso que el Cirujano y Alfa me obligan a darte pero necesitas recorrer este lugar. -Observó su Reloj-Comunicador y suspiró-. Bien, de ahora en adelante serás el Doctor del Ágora, dejarás de ser parte de un mundo podrido y te convertirás en un Antiguo. Dejarás ese nombre terrenal y te llamarás como Dionisio lo desea, desde este punto serás conocido como Delta y no como John.

-Una única cosa. -Miré sobre el hombro a Garrett el cual asentía, yo no le seguí el juego y aclaré los hechos-. Odio que me digan Doctor, solo Médico, ¿está claro? -Ambos Antiguos me observaron y yo metí las manos a mis bolsillos, necesitaba estar tranquilo. Al cabo de unos minutos, Alfa sonrió y asintió-. Gracias.

-Perfecto. Ahora, Gamma -dijo mientras me esquivaba y se dirigía a la puerta-. Llévalo a su consultorio, en la noche será el Bacanal quiero ver a Delta. Ahí lo esperará alguien para seguir con el recorrido

El pelinegro asintió y salimos una vez que Alfa nos dejó salir no sin antes, detenerme por el brazo.

-Una última recomendación, Delta; no te metas en los asuntos que no te conciernen -susurró Beta y más que amenaza, sonaba como consejo-. Recuerda lo que le sucedió a Prometeo.

Garrett pareció ignorar este hecho y se limitó a caminar hasta las escaleras que habíamos subido pero esta vez, descendimos y después de tres pisos rompió el incómodo silencio que se había formado.

-Pensé que sería un desastre, sinceramente -confesó, girando a un pasillo todavía más largo que el anterior.

-¿A qué te refieres?

-Pensé que te mandaría con el Cirujano.

Era la segunda vez que hablaban de ese dichoso Cirujano, ¿qué clase de persona usaría ese nombre si no fuese para hacer operaciones? Y más allá, ¿cómo era posible que existiese uno pero no dar consultas médicas?

-¿Quién es el Cirujano? -pregunté mientras él se detenía en una pequeña puerta de roble, este agachó su cabeza y alcancé a escuchar un leve suspiro.

-Hablé de más, olvídalo -ordenó tajante, levantando su mano para intentar restarle importancia.

-Son muy misteriosos por aquí -declaré, llevando mis manos a mi cintura-. ¿Llegará el momento en el que me digan todas esas cosas?

-En su momento, quizás, todo dependa de las elecciones de mi madre -mencionó mientras abría la puerta, continuó hablando, cambiando radicalmente de tema- ¡Bienvenido a tu nuevo consultorio! Sé que no es mucho, pero estamos en constante expansión. Pronto vendrá nuevo equipo y nuevas medicinas; tu mochila y pertenencias ya vienen en camino, las traerá alguien.

»Bien, tengo que dejarte. Estarás ocupado durante muchas horas, pero volveré en la noche y te enseñaré lo mejor de estar aquí -continuó, empujándome dentro e intentando cerrar la puerta sin darme una brecha para seguir cuestionándolo-. ¡Nos vemos en la noche"

Suspiré y me encaminé frustrado a la silla, por lo que parecía, había conocido al segundo pez gordo del Arrabal y para mi fortuna salió todo bien. Que sí, estaba intrigado acerca de cómo se iban a dar los hechos porque en este edificio ya no era John, era Delta, uno de los suyos.

-¿En qué lío me he metido? -cuestioné al aire, recapacitando que tenía que analizar el lugar.

A diferencia de la consejería en la que dormí, esta era una habitación ligeramente abierta, que por su estructura, supuse que fue un camerino de alguna estrella pero acondicionado para servir de oficina y habitación privada. Las paredes estaban pintadas de un blanco pulcro que la hacía ver más grande de lo que era, tenía una cama al fondo con un espejo de cuerpo completo anclado en las puertas de un armario y en el centro, se encontraba el escritorio en el que estaba sentado, mientras que, junto a a la puerta, se encontraba algunos archiveros con cajas cuyo contenido era un misterio.

Justo cuando me disponía para revisar las cajas, alguien llamó a mi puerta, inmediatamente me puse alerta para pelear por si todo se venía abajo.

-¡Pasen!

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N. de A. (Edición)

¿Cómo les va la vida? A mí bastante difícil xd. Les confesaré algo: mi salud mental ha estado en decadencia este último año por estar encerrado por la pandemia, extraño muchas cosas de mi vida académica y eso me hizo abandonar la escritura pero a cambio, les traigo uno de los meses más cargados del año.

¡Un capítulo diario hasta terminar! Edición: Phoenix's Madness.

Sí, señores, señoritas y señeres, la historia del Médico volverá a estar completa para Navidad de este año para así seguir con esta bonita Saga Climática.

Espero les gusten los cambios de redacción, he intentado hacer a John un poquito más parlanchín para que sea un poco más comunicativo y el misterio se desenvuelva mejor.

Mientras, ¡nos vemos al rato en seis horas! Que también es el aniversario de LMQNU y habrá también especial.

¡Nos vemos!

PD. La de los guioncitos.

PD 2. ¿Moriré en el intento? Lo averiguaremos xd.

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N. de A. (publicación original)

¡Hola! Han pasado 84 años...

Lo sé lo sé, soy un pésimo escritor. Pero he vuelto más fuerte y poderoso que nunca. Aunque estoy un poco oxidado ya que este capítulo es demasiado flojo.

Les quiero informar que faltan dos capítulos para que acabe la primera parte. Y también uno para que aparezcan viejos y nuevos amigos nuevamente...

Prometo seguir con esta historia porque tengo unas ganas de iniciar la siguiente. Ya que han pasado cosas en estos últimos cuatro meses que han cambiado muchísimo la historia que tenía en mente.

En fin, ¡Feliz día de inicios de fiestas de independencia de toda América latina! Me voy a tomar un café y a terminar mi tarea de calculo.

Porque sí, al final soy estudiante de ingeniería ¡seré ingeniero! Y es un poco pesado por todas las matemáticas que llevó al inicio. Pero bueh, me acostumbraré.

En fin, me retiro.

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¡Farewell!

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