El asesino al descubierto
-¿Tienes ya a tu criminal? -Brant había subido a la habitación de Adele. Era ya de noche y no olvidó la cita con la joven.
-Aún no. Todos parecen tener motivos para cometer uno o varios de los crímenes, pero al mismo tiempo ninguno de ellos da el perfil. La verdad es que estoy completamente perdido.
-Quizás el asesino no sea ninguno de nosotros -aventuró, Adele -. Quizás no sea...una persona.
-¿Y qué podría ser si no? ¿Un fantasma?
-Yo sé lo que vi, Brant. Aquella cosa era real.
-Creo que prefiero seguir buscando a mi asesino entre los mortales -replicó el joven.
-A veces lo más obvio es también lo correcto.
-No lo pongo en duda, pero no es mi estilo. Seguiré investigando según mi propia línea.
-Eres perseverante, inspector Brant. Me preguntaba si lo serías en otras circunstancias.
Adele que acababa de volver del cuarto de baño dónde había tomado una ducha, se desabrochó el cinturón del albornoz y dejó caer este al suelo. La luz de las llamas de la chimenea se reflejó en su piel desnuda, ligeramente húmeda.
Brant la contempló absorto, recreándose en su cuerpo que parecía absorber toda la luz del cuarto. Se acercó hasta ella y la besó en los labios.
-Compruébalo tú misma.
Ella le desnudó sin prisas, acariciando cada parte de su cuerpo que quedaba expuesta y se puso de rodillas para desabrocharle los pantalones.
-¡Vaya! -sonrió la joven -. Veo que estás preparado.
Adele deslizó su bóxer hasta las rodillas y él se estremeció, después le acarició con suavidad comprobando que el respondía a sus caricias.
Sus labios le besaron aumentando su deseo, hasta que él la levantó en vilo y la arrojó sobre la cama tumbándose sobre ella. La poseyó con ansia, haciéndola gemir hasta volverla loca de placer y no paró hasta que juntos llegaron al orgasmo.
...
Adelese despertó sobresaltada, había soñado algo muy extraño y recordaba a laperfección su sueño. Algo la perseguía por el pasillo de aquella mansión, perono era una de aquellas sombras, sino un hombre, una persona desconocida quesólo deseaba hacerle daño y no podía escapar de él por más que lo intentaba.
Al final de su sueño ese misterioso hombre la miraba y ella pudo reconocerle.Era Brant.
El joven dormía a su lado. Adele se tranquilizó y poco a poco fue deshaciéndosede aquella sensación que la asustaba.
Se incorporó en la cama sin despertar a Brant y decidió ir al cuarto de baño.No llegó a hacerlo. Allí mismo, frente a ella, a los pies de la cama, habíaalguien.
Cuando reconoció la figura que había entrado en su habitación, emitió un sonorosuspiro de alivio.
-¿Rosemary? ¿Qué haces aquí?
-Tienes que venir, Adele. Creo que ya sé quién es el asesino.
Adele estaba desnuda, se levantó de la cama y se cubrió con el albornoz quehabía dejado sobre una silla, al mirar a la jovencita se dio cuenta de que ellano apartaba la vista del cuerpo desnudo de Brant que dormía boca arriba.Rápidamente le cubrió con la sabana.
-Lo siento -dijo, Rosemary -. No imaginé que estabas con él.
-Vayamos a tu habitación y me contarás lo que sucede.
Entraron en el cuarto de la muchacha y se sentaron sobre la cama.
-¿Qué es lo que ocurre, Rosemary?
-Creo que ya sé quién mató a Warren, a Gretchen y a Haley. Fue la misma persona.
-¿Quién crees que fue?
-¿No lo adivinas? ¿Quién, aparte de motivos, tendría la fuerza suficiente paracolgar a mi padre de la soga?
Adele lo meditó un segundo y un nombre asomó a su mente.
-¿Isaiah? ¿Pero, por qué lo habría hecho?
-Yo sé cómo murió su esposa y su hija -confesó, Rosemary -. No fue comoél dice. Su hija no murió de meningitis. Fue Warren Hill quien la mató. Warrenera un pervertido y Mary Sue era una niña preciosa. Te puedes imaginar loque sucedió.
-¿Crees que la mató después de abusar de ella?
-No creo que fuera su intención matarla. Pienso que fue un accidente y cuandose dio cuenta, trato de deshacerse del cadáver, pero Masha, la esposa de Isaiahle descubrió.
-¿Y también la mató?
-Sí y lo dispuso todo como si Masha hubiera matado a su propia hija y luego sehubiera quitado la vida. La niña había muerto estrangulada y la madre también.Tenía el cinturón de un vestido anudado en torno a su cuello. Lo más extrañofue que la autopsia no reveló nada sobre la violación de la pequeña. El juezdictaminó que la madre bajo los efectos de algún tipo de droga había asesinadoa su hija para después suicidarse. Masha dio positivo en el examen de drogasque le practicaron. Se la encontró rastros de cocaína, heroína y somníferos ensu sangre.
-Entiendo porque Isaiah cuenta otra versión de los hechos, pero ¿cómo es que túlo sabes?
-Porque Warren me lo contó jactándose de ello y yo...yo se lo conté a Isaiahhace unos días. Sé que me equivoque y que no debí hacerlo, pero odiaba tanto aWarren que cada vez que le veía tenía que fingir para que no se me notara elasco que me producía. Imagino que tu novio te habrá contado lo que me hizo amí, ¿no es verdad?
-No es mi novio, Adele. Y no, no me ha dicho nada. Pero yo ya lo sospechaba.Supe que habías mentido cuando no quisiste hacerte las pruebas que recomendó elginecólogo. Hubiera descubierto los abusos a los que eras sometida, ¿verdad?
Rosemary asintió.
-Era un bestia. No se contentaba sólo con violarme, también me pegaba y mehumillaba de muchas formas distintas. Me obligaba a hacer cosas repugnantes.Cosas que no soy capaz de olvidar...No puedo quitarme de la cabeza que yo, sin proponérmelo,tuve algo que ver en la muerte de Warren. Si no hubiera hablado con Isaiah, noestaría muerto. Yo le odiaba, pero nunca fui capaz de hacerle daño...
-No sabemos con certeza que haya sido Isaiah -le dijo la joven -. Hablaré conBrant y le contaré lo que me has dicho.
-¡El sospechará de mí! Estoy segura de ello. Cuando habló conmigo me miró deuna forma extraña.
-Nos miró a todos de la misma forma. Brant es una buena persona. No te acusaráde nada.
-A ti no, tú te lo estás tirando, pero creo que a mí me odia.
Rosemary estaba bastante nerviosa, Adele la abrazó para tranquilizarla.
-Toda esa inseguridad solo está en tu cabeza. Respira hondo, relájate y verás cómote sientes mejor.
La muchacha obedeció.
-Lo siento. Tienes razón. Siempre llevas razón. Me gustaría ser como tú. Eresinteligente, atractiva y...
Rosemary la besó en los labios y Adele se retiró confusa.
-No...no te vayas...no es lo que piensas, no sé por qué lo he hecho...
Adele se había puesto en pie y se acercó a la puerta. El comportamiento de lamuchacha le había pillado por sorpresa.
-Me gustas, Adele. Pero no de esa forma. Ha sido un error, no volverá asuceder, no sabía lo que hacía.
Adele volvió a sentarse junto a ella.
-No te preocupes. Estás necesitada de cariño y entiendo que puedas tener unaidea equivocada de mis atenciones. Yo sólo quiero ayudarte, además, hedescubierto algo muy importante...
-¿Qué es?
-He averiguado que somos primas.
-¿Primas? ¡Pero eso no es posible!
-El apellido de tu madre era Jenkins-Blackgables. Johanna era mi tía.
-Warren siempre me dijo que mi madre se llamaba Johanna Clarence, ¿también memintió en eso...? Entonces, ¿somos familia de verdad?
-Eso parece y me gustaría pedirte algo, quisiera que cuando esto termine,vinieras a vivir conmigo. Ahora no tienes a nadie, salvo a mí. Soy tu únicafamilia.
-Me encantaría, Adele. De verdad que me encantaría, pero creo que no va a serposible. No después de lo que descubran...
-¿Por qué? -Adele no sabía a qué se refería -¿Qué van a descubrir?
-La verdad, Adele. Descubrirán la verdad. Ya no puedo seguir escondiéndotelo...Hede decirte la verdad, aunque luego te apartes de mí, no quiero seguir mintiéndote.
-Cuéntamelo.
-No sé si podré...yo...yo maté a Haley Leigthon y a la señora Hayes. Lo hiceyo. Soy una asesina.
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