25

Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Habían transcurrido tres meses.

Tres meses desde que Ravel murió en vida.

Tres meses de aquel fatídico día donde vio a Goku, a quien amaba y quien había cambiado su existencia plena, besándose con otra persona.

Una persona que admiró, la maou Serafall.

Todo se derrumbó dentro de ella, así había estado Ravel durante el último tercio de año.

Último mes del año.

Últimos días del año.

-¿Hasta ahora? -preguntó Sheera mirándola con bastante incredulidad y Ravel asintió.

-Hasta ahora -la diablesa parafraseó.

-O sea, desde que le confesaste tus sentimientos, ¿no se han vuelto a hablar? -preguntó Sheera queriendo cerciorarse.

-Así es, no tengo nada más que decirle -habló Ravel cruzándose de brazos mientras abrazaba a su peluche, que se llamaba Foxy.

Después de todo, le dijo lo que sentía.

Unos sentimientos no correspondidos.

-Eso es grave, tú todavía sientes algo por él, ¿y no le vas a hablar? -Sheera afirmó más que preguntando- Argh, no debiste confesarte.

-¿Qué? ¡Pero si fuiste tú quien me animó a hacerlo! -exclamó Ravel en tono acusatorio.

-Ya lo sé, pero fue un grave error de cálculo, tenías que haber esperado -contestó Sheera con la mano en la barbilla- De eso no cabe duda.

-¿Esperado a qué? Sabías que en el fondo era imposible -susurró Ravel hundiendo su cabeza.

Imposible que Goku sintiera lo mismo.

Ya que, ni siquiera la veía como una mujer.

-Vamos, anímate, conocerás más chicos -habló Sheera en tono de consolación- Y esos serán de tu edad y no van a ser pretendidos por la Maou.

Más que consolar, eso la hundió.

Puesto que ninguno sería como Goku.

De repente, la puerta se entreabrió.

-Hum, ¿mamá? -preguntó Ravel, percatándose que se trataba de la matriarca del clan Phenex.

-Ravel, esta noche organizaremos un evento importante aquí en la mansión -habló Reaven.

-¿Un evento? ¿De qué se trata? -inquirió Ravel con curiosidad, acomodándose sobre su cama.

-Ya lo verás -respondió su madre con una sonrisa- Les recomiendo que vayan a comprarse un vestido, el chófer está abajo esperando.

Ravel asintió sin muchas ganas y le indicó a Sheera que le siguiera. -¿Vamos a ver a Goku?

-Ojalá que no -murmuró Ravel desviando la mirada y su rezo fue escuchado ya que era otro chófer el que les estaba esperando.

-¿Dónde estará? -preguntó Sheera curiosa.

-Con su novia, pero eso no nos importa -habló Ravel entre dientes mientras se subía al coche.

Sheera suspiró, viendo cómo estaba Ravel.

Ocultando lo que verdaderamente sentía ella.

Con Goku.

"Corten, grandiosa escena"

El director de rodaje exclamó aplaudiendo y Serafall suspiró después de grabar su serie.

-Go-chan, ¿qué tal lo hice? -preguntó Serafall corriendo hacia su novio Goku, yendo a besarle.

Goku carraspeó ante eso y Serafall paró.

Puesto que todavía no habían hecho oficial su relación ante nadie, y esto traería bastante ruido.

-Ups, lo siento -susurró Serafall avergonzada.

-No pasa nada, lo hiciste genial -habló Goku enseñándole el pulgar- ¿Y si nos vamos a comer?

-¡Sería perfecto! -exclamó Serafall feliz.

Sí, habían sido los meses más felices de su vida.

Jamás pensó que el amor podría causar tanta felicidad en ella, Serafall se sentía en el paraíso.

Sí, un demonio en el paraíso.

Ya de camino a la salida Serafall se giró.

Quería asegurarse de que nadie veía, para después ponerse de puntillas y besar a Goku.

-¿Un beso a traición? Pensé que ustedes los reyes eran justos -comentó Goku, sarcástico.

-Sí, pero soy una diablesa también -respondió Serafall sacándole la lengua, un poco juguetona.

Goku le pellizcó las mejillas mientras ella se reía.

Como el sitio de rodaje estaba en pleno centro, se fueron andando hacia un restaurante o local.

-Go-chan, ¿cuándo contaremos lo nuestro? -preguntó Serafall mirando a su novio Goku.

Honestamente, estaba cansada.

Cansada de no poder besar o tener gestos amorosos con su pareja en público por eso.

Quería que el mundo viera su felicidad.

-Sera, entiende que bueno, saber que la Maou tiene pareja traería revuelo, especialmente a mí -

-Y por ende a los Phenex, pero yo no quiero ocasionarles molestias después de lo bien que me han tratado -respondió Goku mirándola.

-Entonces, ¿tendremos que estar siempre ocultándonos? -preguntó Serafall, no conforme.

-Siempre no, solo durante un tiempo, unos meses -respondió Goku con una sonrisa- Vamos Serafall, sabes que esto no es nada fácil.

Serafall miró los ojos de su novio.

Claro que no era fácil, nada era fácil.

-Está bien, lo entiendo -contestó Serafall suspirando resignada- Pero con una condición.

-De acuerdo, te escucho -dijo Goku.

-Quiero que pases estas fiestas conmigo, en mi casa -declaró Serafall con una pequeña sonrisa.

-Espera, ¿quieres que conozca a tus padres? -preguntó Goku recordando una vieja película.

Conocer a los suegros casi siempre salía mal.

-No, al menos no de momento -contestó la diablesa- Tú y yo solos en mi gran mansión.

-Hmm, ¿qué es lo que planeas? -preguntó Goku con curiosidad, por más evidente que pareciera.

-Pasar un tiempo a solas con mi novio -respondió Serafall- Dime, ¿qué te parece?

-Me parece genial, aunque claro tendré que decírselo a mis jefes -habló Goku rascándose la nuca. Quizá los Phenex tuviesen algún plan.

-¡Bien! ¡Te aseguro que será divertido! -exclamó Serafall tomándole de la mano, feliz.

-Si con divertido te refieres a poner un maratón de tu serie serán unas fiestas formidables -declaró Goku con sarcasmo.

-¿Qué pasa? ¿No te gusta mi serie? -preguntó Serafall enfadada, aunque con los ojos llorosos.

-C-claro que sí, la adoro -respondió Goku rápidamente- ¿Pero Sona o tus padres no querrán estar contigo en estas fechas?

-Por un par de días no creo que pase nada, y además ya lo hablé con Sona -respondió la Maou sonriendo recordando aquella conversación.

-Oh, ¿y cuándo empezamos? -preguntó Goku.

-¡Esta noche! -exclamó Serafall ilusionada.

-Anda que no pierdes tiempo -susurró Goku con una gota de sudor- ¿Ya acomodaste tu mansión?

-Sí, pero faltan algunas cosas -habló ella.

-Entonces comamos, así terminas y yo voy a avisar a los Phenex -declaró Goku mirándola.

Sin saber que Reaven ya tenía un plan.

Tiempo después.

Terminaron de comer y Serafall se fue a su mansión, y se fue con toda la ilusión del mundo.

Goku volvió a su vez, a la mansión Phenex.

Se sorprendió al ver que la mansión estaba siendo decorada, justamente vio a la matriarca en la entrada. A ver si ella le decía.

-Oh, Goku-san, necesitaré de tus servicios esta noche -comentó Reaven dejando curioso a Goku.

-¿Habrá una fiesta? -preguntó mirando el sitio.

-Así es, será un acto multitudinario así que te pediré que controles a Ravel -respondió la mujer.

-Ese es mi trabajo -respondió el saiyan.

"¡NO hará falta eso!"

Tanto la matriarca como Goku se giraron en dirección de aquella voz, no era otra que Ravel.

-Yo puedo cuidarme sola -argumentó Ravel.

Ravel confrontó a Goku con unos ojos llenos de odio y de sentimientos contrariados hacia él.

"Ravel..."- pensó Goku, intentando descifrar la mirada de Ravel, y recordó algo de aquella noche, feliz para él, y muy triste para Ravel.

"¡NO, te odio! ¡VETE! ¡No quiero verte jamás!"

Todavía le dolían aquellas palabras de Ravel.

Estos meses no se hablaron salvo para cosas básicas cuando tenía que llevarla a clase y eso.

Pero por lo demás no, y lo extrañaba.

Extrañaba molestar a Ravel, que ella le llamase plebeyo, pero esto parecía ser irreversible.

¿Era su culpa? Claro que no, no lo era.

¿O sí? ¿Y si en verdad, él era el culpable?

¿Acaso era culpable de intentar ser algo feliz, con una mujer que le amaba? Por supuesto que no, estaba en su derecho de buscar el amor.

Diablos, Ravel no era una mujer, no podía tener esos sentimientos hacia ella, era algo imposible.

-Jum -murmuró Ravel volviendo a su cuarto.

Reaven miró esto, y suspiró. Como lo suponía la situación entre ellos dos estaba bastante tensa.

Pero esta noche se arreglaría.

-Si me disculpa, estaré revisando mis cultivos -respondió el rubio con un rastro de seriedad.

-No te preocupes, todo saldrá bien -respondió Reaven regresando ya al interior de la mansión.

Esta enigmática respuesta dejó pensativo a Goku, como si esta mujer estuviese planeando algo. Ella siempre era bastante misteriosa.

Pensativo, dio una vuelta alrededor de los campos de cultivo, regando donde veía que hacía falta. Esto le trajo algo de nostalgia.

Los primeros días aquí trabajando.

El tiempo había pasado volando desde aquel entonces, o quizá porque sucedieron bastantes cosas en su vida durante ese lapso de tiempo.

-Hace rato que no hablo con Azazel, ¿cómo estará? -se preguntó Goku con la mano en la barbilla- A ver si después me voy a Grigori.

"¡No te irás a ninguna parte!"

Un grito vino desde atrás acompañado de una oleada de fuego, que el saiyajin esquivó retrocediendo un paso. Se trataba de Raiser.

-¿Pretendes un ataque sorpresa y lo haces gritando? -le preguntó Goku con una sonrisa.

-Sí, ¡esa era exactamente mi intención! -dijo Raiser apretando los nudillos de sus dedos.

Raiser empezó a lanzarle ráfagas.

Goku esquivó y se dio cuenta de algo.

-¿Qué sucede? ¡Te noto dormido! -exclamó Raiser yendo contra Goku y extendió su puño.

Goku cerró sus ojos intentando recurrir a la técnica de la doctrina egoísta pero su mente se bloqueó y recibió pues el ataque de Raiser.

Goku reculó ligeramente, no le había hecho daño ni más ni menos, pero su cuerpo no pudo esquivarlo automáticamente como debería.

-Hmpf -incluso Raiser pareció darse cuenta de que algo no iba bien- Definitivamente estás dormido. Ve a descansar, la noche será larga.

"No, no es eso, no tengo la mente en calma"- discurrió Goku mirando la palma de su mano.

Este problema ocasionaba que su cuerpo se bloquease y no pudiese moverse a su voluntad.

Pero, ¿por qué tenía la mente nublada?

Se suponía que ahora debería tener la mente tranquila, más feliz que nunca tras ser pareja de Serafall, pero ahora parecía estar más nublado.

-Quizá tenga razón Raiser, debería descansar -habló Goku negando con la cabeza y entró a su cabaña, donde se recostó inmediatamente.

Lo mejor en estos casos era consultarlo con la almohada, aunque esa no iba a ser la solución.

Con Serafall.

"Kyaaaaaaa"

Serafall gritó tirándose sobre su cama.

-Así que van a pasar las fiestas juntos, ¿se lo has dicho a nuestros padres? -preguntó Sona con una ceja arqueada.

Pues siempre cenaban juntos estas fechas.

-Luego les mando un mensaje -respondió Serafall sacando la lengua- So-tan, quiero afianzar mi relación con Go-chan, esto puede ser clave.

Estos días podrían determinar su futuro como pareja, por eso era importante para Serafall.

Si esto salía bien, quizá el siguiente paso para ambos podría ser anunciar su relación en público.

-Lo entiendo, yo no tengo ningún problema con que te vayas -declaró Sona ajustando sus lentes.

-¿Qué harás esta noche? -preguntó Serafall.

-Hay una ceremonia en la mansión de los Phenex, nuestra familia está invitada al evento -contestó Sona y Serafall frunció el ceño.

-Eso quiere decir que Go-chan estará ahí -habló la diablesa- De todas formas él es consciente de eso.

Por la noche.

La mansión Phenex brillaba ostentosamente, varios invitados estaban llegando en sus coches.

Reaven invitó a los Gremory, a los Sitri, los Agares, los Bael y algunos clanes importantes.

Goku estaba con su gabardina apoyado en un costado de la sala principal, viendo cómo entraba la gente, no conocía a nadie ahí.

"¡Hola Goku-san!"

Goku se volteó al escuchar su nombre

Un chico corpulento estaba yendo hacia él, no era otro que Sairaorg, el heredero del clan Bael.

-Oh eres tú Sairaorg, ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos -comentó Goku con una sonrisa, estrechándole la mano al joven.

-Realmente -respondió Sairaorg emocionado.

"Concretamente unos tres meses"

Luego de esas palabras, apareció una figura detrás de Sairaorg, era su madre Misla, quien venía con un vestido blanco bastante bonito.

-Es bueno verte Misla, se ve que estás bien -comentó Goku sonriendo y Sairaorg asintió.

-Mi madre recibió el alta hace un tiempo, está como si no se hubiera enfermado jamás -dijo el chico y su madre Misla le palmeó el hombro.

-Querido, ¿nos puedes dejar a solas un momento? -preguntó Misla mirando a su hijo, quien asintió y le enseñó el pulgar a Goku.

-Supongo que querrás preguntarme sobre Serafall -habló Goku con una ceja arqueada.

-Oh, ¿cómo lo adivinaste? -preguntó Misla fingiendo sorpresa, y luego se rió- Supongo que las cosas entre ustedes van bien, ¿verdad?

-La verdad es que sí, aunque Serafall tiene ganas de hacerlo público -respondió el rubio rascándose la cabeza- Pero dije que espere.

-Me lo esperaba, a veces Serafall es muy impulsiva -habló Misla ocultando su risa y Goku asintió, ya lo sabía de sobra por experiencia.

De repente Goku abrió sus ojos.

-Argh, quedé con ella esta noche es verdad, espero que esto no dure mucho -habló Goku mirando la hora y Misla negó ante aquella.

"Oh no, otra vez"- pensó recordando aquella noche en la que tuvo la cita con Serafall y el baile con Ravel. Otra noche que acabó mal.

-Tranquilo, llegarás a tiempo -habló Misla con una sonrisa- Mándala saludos de mi parte.

-Eso haré -asintió Goku y se giró.

Y ahí estaba Ravel Phenex, bajando por las escaleras con un vestido rojo glamuroso, cabello recogido en una cola y unos pendientes de oro.

-Mira como te mira Goku, te dije que estabas preciosa -declaró Sheera con una mini sonrisa.

-Él no me interesa -murmuró Ravel entre dientes.

-No te engañes a ti misma -respondió su amiga.

Reaven vio que casi todo el mundo había llegado a la mansión, o al menos la gente más importante. Y vio también a Ravel bajando.

Entonces, golpeó ligeramente su copa de vino, llamando la atención de todos los presentes.

-En primer lugar, me gustaría agradecerles a todos su presencia en este acto tan importante para mi familia -habló Reaven sonriendo.

Ravel vio que algo olía mal aquí.

Si era tan importante para la familia, ¿por qué ni ella ni Raiser sabían el motivo de esta ceremonia? Su madre les escondía algo.

-El día de hoy, hago oficial el futuro enlace matrimonial entre mi hija Ravel Phenex y el joven Maverick Glasya-Labolas -habló la mujer.

-Pero claro, se esperará a que Ravel adquiera primero la mayoría de edad previo al enlace -agregó.

Todos los presentes empezaron a aplaudir.

Unos volteandose a Maverick, el segundo heredero de los Glasya-Labolas, y otros a Ravel.

Ravel estaba muda, estaba pálida.

Estaba sin palabras, esto era un sueño.

No, esto era peor. Era una pesadilla.

"Mamá... ¿por qué?"- ella no entendía nada. Ravel se sentía muerta, esto no debía estar pasando.

-¡¿Qué?! ¿Por qué? -Raiser se giró hacia su madre, quien se encogió de hombros.

-Nuestro inframundo necesita muchos más demonios de raza pura, tienes que entender eso Raiser -habló Reaven con total tranquilidad.

-¡Pero ella no quiere eso! -le recriminó.

-Tú anulaste el matrimonio con Rias Gremory, entonces en compensación de eso alguien tenía que casarse en tu lugar -respondió Reaven.

-¡Mierda! -Raiser exclamó apretando sus puños.

Sus dos hermanos mayores estaban casados.

Así que si él no quería casarse, la única que quedaba disponible en la familia... era Ravel.

Raiser se mordió el labio inferior, no pensó en estas consecuencias al decidir no casarse con Rias.

Goku estaba bastante incrédulo.

Se giró hacia Ravel, y a juzgar por su cara se notaba que ni ella se esperaba esta situación.

"Esto es demasiado para ella"- pensó Goku apretando los puños, Ravel no se merecía esto.

Y menos después de que él la rompiera el corazón, tenía que hacer algo para repararlo.

"Yo me opongo"

Un silencio absoluto reinó en el lugar.

Todas las miradas se dirigieron hacia Goku, quien había pronunció aquellas palabras.

-¿Te opones? -preguntó Reaven interesada.

-Me opongo a este enlace, y desafío a Maverick Glasya-Labolas a un Rating Game por la mano de Ravel Phenex -comentó Goku mirando a Reaven.

Conocía las leyes del inframundo, un Rating Game era lo necesario para anular o cambiar un compromiso. Por lo que lo usó a su favor.

"...."

Todo era silencio.

Ravel le miró confundida, ¿por qué?

¿Por qué hacía esto? ¡Si él no la amaba!

"Lo hago para ayudarte"- respondió Goku mentalmente y miró por un momento a la chica.

-Está bien, siempre y cuando la familia Glasya-Labolas acepte el desafío -contestó la matriarca volteándose hacia el clan.

El patriarca Glasya-Labolas miró a Goku de arriba a abajo y se rió, por lo que sabía era un plebeyo sin clan, esto iba a ser pan comido.

-Aceptamos -habló el hombre sonriendo.

-Entonces, que continúe la fiesta -habló Reaven sonriendo. Su plan había salido a la perfección.

Goku ganaría el desafío de antemano.

Y después se casaría con su hija, sólo tendría que esperar unos años para ese compromiso.

Ravel corrió hacia Goku entonces.

Y le agarró la gabardina, mirándole a los ojos.

-¡¿Por qué lo has hecho?! -le preguntó.

-Para salvarte Ravel, creo que nadie merece un destino que no le pertenece -respondió Goku con una sonrisa y Ravel se quedó callada ante eso.

-¡¿Eres consciente de que voy a ser tu prometida?! -exclamó Ravel, un tanto alterada.

-¿Das por hecho que ganaré? -preguntó Goku.

-Tú no habrías dicho nada si no tuvieras la certeza de que vas a ganar -contestó la diablesa.

-Y eso es verdad, pero bueno ya veremos lo que pasará, disfruta de tu fiesta -declaró Goku yéndose hacia la puerta- Nos vemos luego.

Ahora tocaba irse donde Serafall.

Goku ignoraba que Sona había visto y oído todo lo que sucedió en esta fiesta. Esto no sería fácil.

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Fin del capítulo.

¿Qué les pareció?

Anteayer subí una historia de DXD parecida a esta, van a leerla y dejar un bonito comentario.

Y sobre este capítulo, pues veremos lo que pasará con Ravel ahora, 400 votos y tendrán capítulo antes de 2026, o eso espere hehe.

Sin más se despide su amigo Destroit-san.

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