15
Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.
Sairaorg se limpió el sudor de la frente con un pañuelo, una sonrisa estaba impregnada en sus labios mientras estaba partiendo unos troncos.
"¿Lo dejamos en empate?"
-Es lo mejor Goku-san, si seguimos así ambos perderemos nuestros brazos -habló Sairaorg con una sonrisa mientras dejaba a un lado el hacha.
-Y que lo digas -añadió el rubio sonriendo, le sugirió a Sairaorg una competencia para ver quién partía más troncos y al final quedó en empate. Sairaorg era alguien a la altura.
Recolectaron alguna que otra hortaliza, legumbre y tubérculo que agruparon para más tarde tener que repartirlas entre los aldeanos del lugar.
Goku disfrutó aquel tiempo con el chico, realmente dudaba si fuera un noble ya que era todo lo opuesto a lo que representaban ellos.
No era arrogante ni tenía costumbres refinadas como la mayoría, era más bien un tipo humilde y alguien con quien se podía mantener una charla entretenida sin que estuviera diciendo plebeyo.
-¿Puedo preguntarte algo? -cuestionó Sairaorg mirando al ojiazul, esa pregunta llevaba tiempo en su mente y no pararía hasta tener respuesta.
-Claro, lo que quieras Sairaorg -contestó Goku sonriendo, supo de antemano qué es lo que iba a preguntarle pero aun así espero que preguntara.
-¿Me gustaria saber qué es lo que te motiva a ayudar a todas estas personas? O sea, es una muy buena acción, pero me gustaría saber qué te impulsó a hacerla -preguntó el heredero de los Bael viendo al rubio, quien suspiró sonriendo.
Goku caminó hasta el tronco más cercano y se sentó, tomó una cantimplora y se mojó la cabeza, para seguidamente dar unos tragos refrescantes.
-Es muy sencillo Sairaorg, no me importa el dinero, crecí en un bosque dependiendo de la caza y hasta los doce años no supe lo que era el dinero -le explicó el pelirubio a Sairaorg.
Sairaorg a su vez tomó un tronco y se sentó a la par de Goku para poder charlar con más facilidad, también bebió del agua de su cantimplora.
"Creció en un bosque... como yo"- indagó Sairaorg sonriendo al darse cuenta de lo mucho que podía tener en común con Goku, era extraordinario.
-Lo entiendo, ¿pero por qué trabajas como guardaespaldas de Ravel Phenex? -Sairaorg quiso saber aquello, no se buscaba un trabajo sino para tener dinero y ganarse la vida como se pueda.
Goku obviamente no iba a decirle a Sairaorg que ese trabajo era una tapadera creada por él y Azazel para adentrarse en profundidad en el inframundo con el fin de evitar una nueva guerra entre ángeles y demonios que él había causado.
-Gracias a ese trabajo puedo realizar mi actual pasión que es la agricultura, y los Phenex también me pagan por trabajar sus terrenos -habló Goku.
Sairaorg no entendió aquello, si Goku quería trabajar de agricultor podría haberlo hecho sin necesidad de ser guardaespaldas de Ravel.
Pero lo que más le extrañaba al joven es que los Phenex le pagasen por cultivar en los terrenos del clan... supuso que Goku vendía lo que sembraba y ese dinero iba a las arcas del clan Phenex, por eso le pagaban como una remuneración.
-Si lo he entendido bien tienes un doble salario, es una buena suma de dinero -aseveró Sairaorg, calculó que Goku rondaría entre los seiscientos mil y setecientos mil créditos infernales al mes.
-Exactamente, como los Phenex también me ofrecieron una cabaña en la cual vivir y yo no necesito dinero, pensé en otra forma de invertirlo -comentó el rubio- en uno de esos días, pasé por esta zona y me llevé una sorpresa desagradable.
Goku conoció la zona dos días antes de su visita a Grigori, fue Azazel quien le dio la idea de hablar con Serafall, Reaven y demás para que le ayudasen a salvar a todas esas personas.
"Debería visitar a Penemue"- se dijo Goku llevándose la mano a la barbilla por un momento, realmente llevaba un tiempo sin ver a su amiga.
Sairaorg escudriñó en una rápida mirada su alrededor y era realmente verdad que el paisaje era sumamente deprimente, apretó sus puños más decidido a ayudarles a todos ellos.
-A mí no me serviría tanto dinero, así que pensé que podría ayudar a todas estas personas, estos niños, a soñar con un futuro mejor... -habló Goku mirando el cielo- ¿Qué clase de persona sería si teniendo la posibilidad de ayudarles no lo hiciera?
-Yo me enteré de tu proyecto a través de Serafall-sama y me hice la misma pregunta... es por eso decidí venir aquí y ayudar en lo que podía -profirió Sairaorg viendo a Goku, quien asintió.
-Es algo que agradezco realmente, gracias a Serafall, el clan Phenex, los Agares, Sona, Seekvaira, tú y todos los que nos han apoyado, podremos realizar este proyecto -aseveró Goku apretando su puño junto a una sonrisa.
-Para mí es suficiente con ver las sonrisas de los niños y como tú has dicho: que tengan un futuro mejor así que manos a la obra, el futuro lo construimos nosotros Goku-san -habló Sairaorg levantándose y tendiéndole la mano a Goku.
-Bien dicho, tenemos mucho trabajo que hacer ahora -indicó Goku aceptando aquella mano con una sonrisa- ahora toca repartir los troncos.
Goku señaló la parte trasera de un pequeño camión donde estaban los troncos que habían partido él y Sairaorg unos momentos antes.
-Bien, subamos Goku-san -indicó Sairaorg dando un salto y sentándose en la parte trasera, Goku le siguió y se sentó a su par con una sonrisa.
-¡Renard puedes arrancar! -Goku golpeó dos veces la carrocería del camión para indicarle al conductor que arrancara, y el hombre obedeció.
En cuestión de unos minutos se adentraron en las calles de la aldea y comenzaron a repartir los troncos de madera en cada casa del lugar.
La gente al ver aquello sonreía sumamente agradecida, por fin podrían tener algo de calor en las noches donde se les "congelaba" el cuerpo.
Goku sonreía con alegría saludando a los aldeanos quienes le devolvían el gesto, muchos de ellos ya le conocían y cantaban su nombre.
Rachel al ver los troncos en la puerta de su chabola frunció el ceño y los dejó ahí, no iba a beneficiarse de la bondad de un estúpido idealista de mierda como lo era Goku.
Sairaorg sonrió enormemente viendo el rostro de los niños que le agradecían, con eso su corazón se llenó de una sensación de paz indescriptible.
Más tarde.
"Esta chicos, es mi arma secreta"
Los niños jadearon al ver el báculo de Serafall, quien sonrió haciendo una pose de chica mágica.
-¡Movimiento especial de Levi-tan: Lightining Thunder! -exclamó Serafall alzando su brazo al cielo y los niños sonrieron muy entusiasmados.
Sona quien estaba presente negó con la cabeza mientras una gota de sudor bajaba por su cabeza avergonzada por la actitud de su hermana.
-Porque siempre tiene que hacer cosas raras delante de mí... -murmuró Sona golpeándose la frente con la palma de su mano avergonzada.
Lady Agares quien también estaba presente sonrió al igual que Reaven, Lord Agares se había marchado para atender algunos asuntos.
Seekvaira observaba analíticamente a Serafall, la otra chica que al parecer pasaba más tiempo con Goku aparte de Ravel, y de ella claro está.
"Ciertamente es divertida y carismática, eso habrá podido atraer a Goku"- pensó Seekvaira con una mano en la barbilla mientras pensaba.
Definitivamente quería pasar más tiempo con Goku, pero si habían otras chicas que ocupaban su tiempo sería sumamente difícil hacerlo.
Tendría que ser la primera.
"Levi-tan es súper increibleee"
"¿Verdad que si? Es muy guay"
"De mayor quiero ser como ella"
Serafall sonrió ante aquellos comentarios y se agachó a la altura de los niños, acariciando sus cabellos con gran amor, cariño y ternura.
-Recuerden chicos, lo más importante en esta vida es vivirla, y ser feliz -les habló Serafall a los niños quienes asintieron moviendo la cabeza.
Los niños se marcharon mientras que Goku y Sairaorg volvían con una sonrisa en sus rostros, habían terminado de repartir leña a los aldeanos.
También repartieron la recolecta que hicieron antes en los campos de cultivo, con el agua del río podrían lavar los alimentos y comerlos.
-Me gustaría que conocieras a mi madre, seguro que le caes bien -le habló Sairaorg al rubio, quien enarcó sus cejas ante aquellas palabras.
Recordaba bien a la madre de Sairaorg, puesto que fue él quien curó su enfermedad y le devolvió a la vida, se llamaba Misla si no recordaba mal.
-Sería un placer Sairaorg -Goku aceptó con una sonrisa, después de todo nada podría salir mal.
-Cuando quieras me avisas y pasamos a verla, aunque después de todo pienso venir mañana también con alimentos y ropa -habló Sairaorg sonriendo, ventajas de ser el heredero Bael.
Sabía que ni en sueños Zekram o Lord Bael aprobarían que parte del dinero del clan fuera destinado a las clases bajas, pero simplemente diría que necesitaba dinero para otra cosa, ya pensaría qué luego, y asunto arreglado.
-¡Genial! Pero para mañana recuerda traer una ropa de cambio jajaja -bromeó Goku viendo las manchas en la ropa de Sairaorg, quien bajó la cabeza viendo que efectivamente se manchó.
-Oye Goku-san eso no es gracioso -se quejó un chibi Sairaorg pero su mandibula tocó al ver que la ropa de Goku brillaba como si nada- ¡Cómo es que no tienes manchas en tu ropa! -exclamó-
-Trucos de la vieja escuela, deberías aprender -respondió Goku con una sonrisa y Sairaorg soltó una enorme carcajada ante aquellas palabras.
Siguieron caminando hasta que llegaron donde estaba Serafall, Sona y los demás esperando.
-¡Go-chan regresaste por fin! -habló entusiastamente Serafall con una sonrisa y dándole al rubio un pequeño abrazo- Espera que te limpie la cara un poco -añadió la diablesa-
-No es neces... -Goku no pudo terminar ya que Serafall se le adelantó limpiándole el rostro con un pañuelo sumamente blanco- Gracias.
-¡Tadaaaaa! -Serafall chilló como si hubiera hecho el mayor truco de magia del mundo- y ahora estás igual de lindo que de costumbre... o sea... bueno yo... quería decir que ahora estás mejor.
*Tos*
Goku se giró viendo que Seekvaira había tosido, Serafall le dedicó una mala mirada que incluso Seekvaira fue capaz de resistir, algo increíble.
-Sona y yo trabajaremos junto a algunos arquitectos que buscará mi padre, mañana si toro sale bien podría comenzar la obra -informó Seekvaira y Goku sonrió al escuchar eso.
-Es una buena noticia, ahora que tenemos el apoyo de más clanes seguro que el proyecto sale adelante, además... Sairaorg prometió ayudarnos con alimento y ropa -añadió el rubio sonriendo.
-Así es... Serafall-sama como heredero del clan Bael me comprometo a ayudar y apoyar el desarrollo de este proyecto -habló Sairaorg haciendo una reverencia ante Serafall.
-¡Muchas gracias Sairaorg-san! Ahora mismo necesitamos toda la ayuda posible -agradeció Serafall con su alegre sonrisa habitual.
-Entonces... podemos dar por concluida la jornada de hoy, ahora mismo tengo una entrevista en la radio -habló Sairaorg mirando el reloj, todavía estaba a tiempo de cambiarse de ropa.
-Puedes esperarme en el coche Sairaorg-san, enseguida regreso -Sairaorg asintió ante las palabras de Serafall y se acercó a Goku.
-Es un placer haber conocido a alguien como tú Goku-san -habló Sairaorg estrechándole la mano al rubio, quien correspondió sin dudar.
-Lo mismo digo Sairaorg, cuídate -se despidió Goku del demonio, quien asintió caminando hacia la limusina de Serafall acompañado de Sona.
Sona sabía que su hermana tenía algo que decirle a Goku así que era mejor dejarla sola, de momento su mente estaba ocupada con los planos que tenia que hacer de aquel lugar.
-Lady Phenex, Lady Agares, Seekvaira también puede regresar sin mí -les indicó Goku ya que después de aquí tocaba recoger a Ravel de clase.
Cada uno de los presentes se fue marchando lentamente, hasta que sólo quedaron ahi Serafall y Goku ya que tenían que hablar de algo...
-Y decir que hace tan sólo un par de días estábamos tú y yo sólos en esto -comentó Goku ya que estaba sorprendido con el desarrollo que estaba teniendo aquel proyecto de ayudas.
-Sip, ha sido realmente excepcional que nos ayudarán, por fin las cosas están saliendo bien -habló Serafall sonriendo y el rubio asintió.
-Entonces... ¿cuál era esa sorpresa que me querías dar? -preguntó Goku con bastante curiosidad respecto a aquel tema.
-Pu-pues verás... sobre eso... yo quería... yo... ¡Quería que quedásemos esta noche! -se expresó Serafall- Quedar para hablar y divertirse.
-Me apunto, suena divertido Serafall -Goku aceptó con una sonrisa y Serafall dio un salto de alegría- ¿Paso a tu casa o quedamos en otro sitio?
-Te llamaré cuando haya elegido el sitio, ¿sí? -preguntó Serafall entusiasmada y Goku asintió, ella quería que todo saliese perfecto esta noche.
Sin más Serafall se acercó y le dio un rápido beso en la mejilla izquierda antes de caminar hacia su limusina dando pequeños saltos de alegría.
Con Ravel.
"Podemos dar por concluida esta clase"
Todos los alumnos se levantaron en aquel instante, Ravel no fue la excepción y comenzó a recoger sus materiales para irse a casa.
Lamentablemente el destino había hecho de las suyas ya que tendría que ver nuevamente al plebeyo, esperaba que le llevara a por un helado.
"Hummm... charlar con él aquella vez no estuvo tan mal"- Ravel no sabía el motivo por el cual se aceleraba su corazón cada vez que lo recordaba.
Ravel se llevó la mano al pecho intentando reprimir su ritmo cardíaco, ella era una Phenex sentir algo así hacia un plebeyo sería indigno.
"Pero se siente bien..."- Ravel discurrió por un momento mostrando una sonrisa, que enseguida desapareció-" ¡No, no debo pensar cosas así!"
"Hummm... ¿Ravel?"
-¡AAH! -Ravel se sobresaltó cuando una mano se posó sobre su hombro y al momento salió de sus pensamientos- Oh, eres tú Sheera, ¡qué susto!
-¿Quién pensabas que sería? Además, ¿por qué estás sonrojada...? -indagó Sheera mirando con curiosidad a su amiga, quien negó rápidamente.
-¿Sonrojada? ¿Yo? ¡Qué cosas dices! Será mejor que nos vayamos a casa... -instó Ravel cogiendo rápidamente su mochila y Sheera siguió su paso.
Caminaron lentamente hasta salir de la clase y enseguida llegaron al pasillo que les conduciría a la salida de la academia Lucifer's highschool.
-¿Ya tienes pareja para el baile de esta noche? -preguntó Sheera mirando a su amiga, quien se puso bastante nerviosa repentinamente.
Era normal que Ravel fuese solicitada, no sólo por su belleza sino por su estatus social era el objetivo de varios demonios de rangos menores.
Muchos padres instaban a sus hijos a que buscasen ligues con chicas de elevada posición social como lo era Ravel, en más de una ocasión un chico se llevó una bofetada de la Phenex.
"¿Acaso estás bromeando Sheera?"
Ravel frunció el ceño al escuchar aquellas palabras, rápidamente se giró viendo a una chica de su misma edad quien mantenía impregnada en su rostro una sonrisa superior y arrogante.
Su cabello escarlata descendía como una cascada por su espalda junto a sus mechones cayendo por su frente, sus ojos violetas estaban llenos de petulancia, mayor que la de Ravel.
-Vaya... deduzco que ella es la villana -habló Sheera observando a la chica de pelo escarlata, (Alta referencia), que desde luego le caía mal.
-Caroline Paimon -siseó Ravel con enojo viendo a la pelirroja, quien era la heredera del clan Paimon.
-Parece que por fin sabe pronunciar mi nombre chicas, denle una estrellita a la retrasada favorita de todos -habló Caroline y las chicas que iban con ella se rieron al oír aquellas palabras.
Caroline era la tercera en la clase y una belleza inalcanzable para la mayoría de los chicos de la sala, al igual que Ravel... Sheera ya tenia uno que otro pretendiente en su lista. Toda una crack.
-Hmpf, al menos no necesito ir rodeada de chicas para aparentar tener amigas a las que seguramente has pagado para que anden contigo -habló Ravel con su habitual sonrisa presumida.
-Buena esa Ravel -aseveró Sheera sonriendo mientras que Caroline apretaba sus dientes, signo de que el comentario le había dolido bastante.
-Al menos yo tengo con quien ir al baile de esta noche, niñata -se burló Caroline sonriendo arrogantemente, antes de darse la vuelta y dejar a Ravel con su crispación en aumento- Si no tienes a nadie con quien bailar puedes invitar al conserje, tiene práctica moviendo la cintura con la escoba jajaja -habló burlescamente la Paimon.
-Esa chica, cuando la pille... -Ravel intentó ir tras ella pero Sheera le detuvo, lo que menos deseaba es que expulsasen a su amiga de la academia.
-No merece la pena Ravel, ya sabes cómo es ella -Sheera intentó calmar a la última de los Phenex, quien soltó un suspiro cerrando sus ojos.
"Cierra bien los ojos y cuenta lentamente hasta tres, inspirando y exhalando aire en cada conteo..." -Ravel recordó las palabras de Goku e hizo según le dijo. Quién diría que el plebeyo le serviría.
Fue un golpe bajo que no tuviera pareja siendo de las más aclamadas de la clase, había una superstición que decía que si venias sin pareja el día del baile te quedarías soltero de por vida.
Claro que no creía en eso, pero eso no quería decir que no tenía ganas de tener una pareja para el baile... sólo que no tenía al chico ideal.
-Tienes razón... ¿nos vamos? -preguntó Ravel, sinceramente necesitaba echar una cabezada en su cama, hoy no entrenaría junto a Raiser.
Tardaron unos minutos en llegar a su casa, Sheera se despidió de su amiga adentrándose en la limusina que le llevaría a la mansión Agares.
Ravel suspiró y caminó un par de pasos llegando hasta la limusina que era conducida por Goku.
-Buenas tardes Ravel -saludó Goku con una sonrisa y Ravel no respondió como era habitual en ella, parecía tener un rostro preocupado.
No se lo preguntó directamente y arrancó el motor comenzando a moverse, sólo había una forma de que Ravel le dijese que le pasa.
-¿Qué haces? Te has desviado de la ruta -le indicó Ravel al ver que no giraron a la derecha y luego a la izquierda para dirigirse a los terrenos Phenex.
-Sé que te pasa algo y por eso te llevaré a tomar un helado para que me cuentes qué te ha pasado, tómalo o déjalo -habló Goku con una sonrisa.
-Hmpf, más te vale que en ese lugar hayan helados de calidad plebeyo, tomaré tu oferta -habló Ravel cruzándose de brazos y tratando de ocultar la enorme sonrisa en su rostro.
-Genial, esa es la Hime-sama que conozco -bromeó Goku con una sonrisa y ésta vez Ravel no se la devolvió, sino que soltó una carcajada- ¡Yupi, te hice reír por segunda vez!
-¡No, no, mentira! ¡Esa es la cara que pongo cuando me estoy atragantando! -refutó Ravel con las mejillas infladas, ya no soportaba contener su risa pero si la soltaba ese plebeyo ganaría.
-No veo nada con lo que puedas atragantarte, además será difícil distinguir cuándo te ríes y cuándo te atragantas -habló Goku mientras se rascaba la nuca con una sonrisa nerviosa.
-¡Deberías mirar por donde conduces plebeyo! -exclamó Ravel señalando al frente, un camión se les estaba acercando a gran velocidad.
"¡¿Por qué esto no tiene piloto automático?!"- se preguntó Goku mirando los botones en busca de alguno que tuviera inscrito "automatic pilot".
Eso le recordó al momento posterior en que derrotó a Freezer y buscó desesperadamente en su nave alguna manera de salir de Namek.
Sólo que aquí no tenía sobre los hombros un planeta al borde del colapso, sino un camión que venía de frente viniendo a gran velocidad.
Goku giró rápidamente el volante evadiendo al camión y suspiró, antes de que Ravel le diese un coscorrón en la cabeza con su pequeña mano.
"¡Ayayay! ¿Eso porqué, si no hice nada?"
"¿Cómo que nada tonto? Me has asustado, a mí, la gran Ravel Phenex, ¿cómo has osado plebeyo?"
"Está bien, ahora dilo pero sin llorar"
"¿Cómo te atreves plebeyo ignorante?"
"Oh, ¿la gran Ravel desea a su peluche?"
PAM.
Ravel volvió a darle un coscorrón pero esta vez poniendo poder demoníaco en su dedo para que surtiera más dolor, y lo consiguió pues Goku cayó inconsciente con un fantasmita saliendo de su busca. ¿Y ahora quién iba a conducir?
Ravel al darse cuenta de la gran tontería que hizo saltó girando el volante del coche y evitando a los coches como podía, ¿cómo se le ocurría a este plebeyo dormirse en un momento como éste?
"A ver cómo manejas esta situación chica presumida, te deseo buena suerte"- la diablesa escuchó la voz de Goku en su mente y girándose rápidamente vio que estaba aún inconsciente.
"¡Maldito plebeyoooo!"
Heladería.
Goku y Ravel estaba sentados cara a cara, el primero tenía un gran bulto destacando en su cabeza. La pobre limusina tenía tiritas.
-Aquí tienen su helado pareja, espero que lo disfruten -habló la camarera trayéndoles los conos de helado a cada uno de ellos.
-¡Pareja! ¡No somos pareja él es mi amigo! -explicó Ravel sonrojada y Goku se sorprendió al escuchar que Ravel le calificaba de amigo.
La camarera sonrió al ver la reacción de Ravel y se retiró del lugar, Ravel murmuró "qué camarera más molesta" y comenzó a tomar su helado de chocolate. Sus ojos se hicieron estrellas.
-Sabía que iba a gustarte Ravel, es una gran heladería -habló Goku sonriendo, el territorio Gremory aguardaba alguna que otra sorpresa.
-Bi-bien, admito que no está mal -aseveró Ravel ignorando el hecho de que tenía helado alrededor de la boca algo de lo que se percató Goku.
-¡Jajajaja tienes una barba hecha de chocolate! -se burló Goku al ver la figura de Ravel quien se sonrojó pero del enojo y la vergüenza.
Ravel rápidamente tomó una servilleta y se limpió aquellas mancha tan rápido como pudo.
-Todavía tienes una -Goku a su vez tomó una servilleta y limpió la comisura de los labios de Ravel, quien en vez de protestar parecía alelada- ahora puedes contarme lo que ha pasado.
Ravel no tuvo otra opción que hacerlo ya que un noble siempre debía cumplir con su palabras, así que le dijo a Goku lo del baile y lo sucedido con Caroline, en resumen que no tenía pareja.
-Ese es un gran problema me imagino... aunque yo podría ser tu pareja de baile jeje, bueno ese no es mi fuerte -bromeó Goku con una sonrisa.
"Vale..."
"¿Eh?"
-¡Que te acepto como mi pareja de baile! Tendrás que venir bien elegante -exclamó Ravel sonrojada mientras evitaba intercambiar una mirada con él.
Goku parpadeó sus ojos en varias ocasiones, pensando que Ravel Phenex jamás habría podido decir aquellas palabras... ¡pero las había dicho!
-Hmpf entiendo que no salgas de tu asombro, después de todo la gran Ravel te ha escogido a ti plebeyo -habló la diablesa- ahora vayamos al centro comercial, ¡necesito comprar un vestido!
Goku se dio cuenta de la tontería que había hecho, había propuesto lo del baile sin pensar que ya había quedado horas antes con Serafall.
No quería decepcionarlas a ninguna de las dos, pero faltando a uno de los eventos lo haría. Así que tendría que elegir, así lo dictó el destino.
Serafall o Ravel.
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Hasta aquí llegó mi inspiración, tómalo o déjalo.
Sin más se despide su amigo Destroit-san.
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