Pensamientos Inadecuados.
Jimin
El celo me llegó de pronto, el aroma de Jungkook me enloqueció, tal vez fue la convivencia o lo bien que besaba, pero mi lubricación estaba queriendo manchar mis pantalones.
Deseaba al alfa de ojos enormes.
Lo deseaba tanto, sus manos rasgaron mi ropa interior, sentía sus jadeos cerca de mi oído y su torso musculoso pegarse a mi espalda.
—Solo un poco, porque hueles divino
Se alineó en mi entrada, deslizándose fácilmente, un gruñido salió de su garganta, al igual que el primer gemido.
Un estacionamiento no es la mejor manera para comenzar a satisfacer mi celo
Pero Jungkook sabía lo que hacía.
—Jimin —susurro mientras me embestía —te sientes tan bien.
Mis gemidos recompensabas sus palabras, apretaba los puños contra la pared, sentía como tomaba mis caderas para impulsarse, mi corazón se aceleró, mi cuerpo estaba temblando por su toque y mi respiración dominada por el ritmo de su cadera.
—Jungkook—jadee—alfa.
Sonrió orgulloso al escucharme gemir su nombre, sabía que sería sexo rápido pero no quería, quería más, quería todo el paquete, pero mi orgasmo llegó sin aviso mojando mis pantalones, entonces salió dejando caer su líquido caliente al suelo.
—Jimin —me giro y me acomodo los pantalones para quitar algunos cabellos de mi frente —vamos al departamento, necesito más.
Asentí y me relamí los labios antes de besarlo de nuevo, me acomode un poco la vestimenta, prácticamente corrimos al auto, pero en la puerta de este estaba parado Namjoon esperándonos.
—No por favor Nam, amigo tenemos prisa, después hablamos.
—Jimin, no hagas esto, tu eres diferente a esto—olfateo el aire
—Nam, en verdad ya todo está tranquilo solo danos permiso de irnos ¿Si?
No pudo creer lo que le dije porque, parpadeo un par de veces y observo a Jungkook siguiendo su mano hasta la mía y después mirando la otra dónde tenía mi ropa interior.
—No se a donde quieras llegar con esto Jimin, pero él no te conviene, terminarás lastimado, estás en celo y no razonas.
—Nadie me puede lastimar más de lo que tú lo hiciste.
—¿Ya nos podemos ir? Mi comida se enfría.
—Solo eres un reemplazo Jungkook no se te olvide.
—Namjoon, un omega como Jimin tiene el permiso de usarme lo que desee.
Jk hiso sonar la alarma del auto y Namjoon nos dejó pasar, Jungkook me abrió la puerta dándome su chaqueta para cubrir la mancha de mis pantalones.
—Si así quiere jugar Jungkook, juguemos entonces, Jimin es mio, no te voy a dejar el camino fácil, sabes que no eres competencia para mí.
—Regresa a la fiesta Nam, Hyori te espera.
Yo no dije nada, solo espere que Jungkook se metiera al auto y arrancará. No dijo nada en el camino, llegamos a su departamento, se veía algo deprimido asi que tome su mano para casi arrastrarlo conmigo adentro del apartamento.
—¿Por qué el cambio de humor tan repentino? —empecé a desabotonar su camisa —estábamos muy animados hace rato—un ronroneo salía de mi garganta, mi celo aun no se bajaba.
—Tendrás que golpearme Mochi—quito el saco de mi traje —la verdad si tengo algo de miedo que me compares con Namjoon, tengo miedo de no ser suficiente.
—Jungkook, es la primera vez que deseo a otro alfa alguien más de Namjoon, no quiero que seas igual a él, esto no es el punto de lo que estamos haciendo, ahora ¿Vas a desnudarme o me voy a duchar?
—Vaya, creo que me gusta él Jimin, en celo.
Seguí quitando los botones de su camisa, pero él fue un poco más brusco y simplemente los arranco de un tirón dejándome ver su abdomen definido, quería sentirme mal por desearlo, que lo que estoy haciendo no es correcto. Pero soy una omega sin alfa, que además esta en su celo, sin mencionar que Jungkook es un alfa delicioso, que esta dispuesto a darme lo que necesito en este momento.
Siguió desnudándose para mí, yo imité su acción, la ropa quedó en el suelo, me sentí algo tímido cuando Jungkook me observo de arriba abajo relamiéndose los labios.
—Insisto que no deberías de esconder ese cuerpo tuyo Jimin.
Se acercó y me cargó en hombros.
—Que haces tonto, me voy a caer.
—No será así, solo te llevo la cama, te rendiré un altar ahí.
Me arrojo con delicadeza a la cama y se colocó encima de mi, empezó a dar besos por mi cuello dejando marcas al morder un poco la piel, su lengua recorrió mi pecho y atendió mis duros pezones, yo solo gemia y me retorcía ante sus acciones, fue bajando por mi abdomen y entonces llego a mi entrepierna, le detuve un segundo.
—Tranquilo, se lo que hago.
—Nunca me..
—Vaya, si que es una sorpresa, me siento halagado de ser el primero en probarte.
Jamás había recibido sexo oral, puede decirse que con Namjoon todo era más tradicional, más romántico y generalmente yo era él que realizaba el oral, no es que me queje.
—¡Dios Jungkook!
Todo pensamiento se fue al demonio al sentir la lengua tocar las partes sensibles, mis manos se enredaron en su cabello, subió mis piernas a sus hombros y sentí su mirada sin despegar sus boca de mi entrepierna, su lengua recorria mi tronco y las succiones eran una tortura, me incline un poco para observarlo, la lujuria reflejada en sus ojos, me hizo sentir un cosquilleo en el vientre, deslizó su mano hasta poder meter dos dedos en entrada que seguía lubricando cada vez mas y con un par de movimientos logro que mi cuerpo volviera a convulsionar en espasmos placenteros, aún no terminaba de correrme, cuando se alejo de mi entrando sin darme tregua, apreté las sábanas y maldije para mis adentros, pero no porque me doliera si no porque estaba muy sensible.
—¡Malnacido!
—Me insultas, pero aún así siento como me aprisionas de dentro de ti —se movió más fuerte— quiero que tú voz se cansé de maldecir Jimin, que tú cuerpo siga ardiendo en deseo hasta el amanecer.
Así fue, la ducha, la sala, incluso en la cocina hicimos todo lo que no habíamos hecho este tiempo viviendo juntos, no se a que horas nos dormimos de lo único que puedo estar segura es que se porque las omegas buscaban a Jungkook. Mis tres días de celo fueron de esa manera.
—Mochi —escuche que susurraba —Mochi, llegarás tarde, ya son las 9 de la mañana.
—¿¡Qué!?
Me senté de golpe y un mareo además del dolor de cadera me invadió.
—Te deje un sándwich y fruta picada en la cocina —me dio un vaso con agua y una pastilla —para tu cadera.
Solo abrí la boca pero no dije nada, entre cerré los ojos mirando como sonreía sabiendo el resultado de nuestro encuentro.
—¿Quieres que te lleve?
—No gracias, no quiero que se te haga tarde por mi culpa, tengo una cita a las 10 así que no voy tan mal de tiempo.
—Esta bien, lo bueno es que ya te bañaste.
Le arrojo la almohada, por qué nuestro último encuentro fue en la tina de baño.
—Te aviso si voy a llegar a cenar, hoy toca tu departamento.
—Esta bien, ten un lindo día.
Me levanté con esfuerzo de la cama y me cambié, tomé el sándwich y la fruta la puse en un recipiente para llevármela.
Salí llegando a mi trabajo a la hora exacta, para recibir a mi paciente, cuando entré en recepción estaba mi actual acosador.
—Buenos días Jimin.
—Buenos días Namjoon —asesine con la mirada a mi asistente —Te veo más ahora que cuando éramos algo.
Vi que dejó un café en el mostrador.
—Te traje esto, voy camino al trabajo, dos de azúcar con leche y esencia de almendras— camino hacia la salida.
—Te vas a cansar de esto Nam.
—Nunca, no me cansaré, no voy a dejar esto tan fácil, buscaré tu perdón y te recuperaré.
Salió sin más, yo iba a tirar el café pero necesitaba algo para beber mientras comía el sándwich que me preparo Jungkook.
—Su paciente llegó Doctor.
—Hazlo pasar.
Jungkook.
Hoy estaba de buen humor, bastante diría yo, el sexo siempre me pone de buenas y el buen sexo me pone de mejor humor aún, aún puedo sentir el aroma de su piel en mi. Tengo días luchando con un pensamiento que está prohibido, pero la verdad es que me está comenzando a gustar Jimin de una manera más seria. Mi alfa se emociona cuando lo ve, siento que se ilumina el mundo cuando sonríe y mi aroma se intensifica llamándolo para que me voltee a ver cuando estamos cercas.
Pero eso no puede pasar.
No debo pensar en eso.
Aunque cada vez me es más difícil, Jimin hace cosas que me están llevando a pensar así, desde que estuvo conmigo el día de la perdida de mi paciente, soportar mi lado ebrio no es sencillo, pero él fue sensible, comprensivo y me ayudó.
¿Qué hice al respecto?
Le prepare el desayuno, él no lo sabe pero jamás cocino para nadie, y el hacerle de comer algo es mi manera de agradecimiento por los detalles que ha tenido conmigo, aunque él esta aún más roto que yo, ha sido un pilar en mi estabilidad emocional mas de lo que yo pueda ser con él.
Ahora lo de anoche no tiene comparación con nada de lo que yo pudiese hacer antes, mis sexos de una sola noche, no fueron no la mitad de buenos de su celo. Creo que puedo hacer mil cirugías con la energía que tengo.
—Dr. Jeon Junkook, el Dr. Kim Namjoon necesita que lo ayude con una consulta en el cuarto 308.
Deje de firmar, el papeleo de mis altas y camine hacia la habitación, los pacientes no tienen la culpa de que no me lleve bien con él, sin mencionar que el otro neurocirujano esta en su día libre.
—¿Me buscaba Dr. Kim?
—Si —me da la tablet con el expediente del paciente — hace poco tuvo una cirugía del corazón, pero no se ha dejado de quejar de dolor de cabeza intenso, acompañado de náusea y vómito —me muestra unas imágenes — le mandamos hacer una tomografía.
Trabajamos bien juntos, y hicimos el diagnóstico, me tocaría operar, el paciente tenía un aneurisma. Salimos los dos del cuarto.
—Gracias por la consulta.
—De nada iré a preparar el quirófano.
Camine hacia recepción.
—¡Jungkook!
—Dime.
—¿Estás acostándote con Jimin?
—Un alfa decente no contesta esas preguntas.
—Solo te aviso que lo voy a recuperar.
—Jimin es él que decide, yo no, aunque puedes apostar que estaré en medio de eso.
Saque el teléfono y marque, él contesto de inmediato.
—Mochi, no llegaré a cenar, tengo cirugía, si para esa hora si llego.
Colgué y guardé mi teléfono dando saltitos a recepción.
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