Epílogo 2: El tercer artefacto


La torre se elevaba fría y brillante contra el cielo invernal de HOuçç, ocupando el área de lo que hasta hacía un par de meses había sido el sector olvidado de UHrb ZAmargduç. Fabricada con materiales desconocidos en Phantasya, el portento de ingeniería no era obra sólo del instinto y la incansable labor de los zánganos demangs, sino de la magia, magia que, para colmo, aquellas criaturas habían aprendido... o robado del Tercer Artefacto, el Mapa.

Dentro, el MHagg seguía los pasos de la que desde hacía 39 años se había convertido en su dueña y señora, aquella criatura de luz y sombras que había encontrado en sus años de juventud, mientras exploraba, sin guía ni supervisión, mundos y reinos ocultos para el común de los mortales y que lo había seducido y fascinado con promesas de poder y placer.

A su alrededor, mientras avanzaban por una gigantesca bóveda en los subterráneos de la titánica edificación que los demangs habían erigido en apenas unos meses, miles de cuerpos, convertidos en poco más que "vasijas" para los siniestros propósitos de Thuro-Tee, yacían hechos compactos ovillos rodeados por halos luminiscentes, que pulsaban al unísono con un ritmo tan hipnótico como inquietante.

Eran los más de tres mil prisioneros, a los que habían agregado muchos miles más, que habían sido sacrificados en la lidurigga del MHagg INvictou. Y aunque en cierto sentido no habían muerto, los oscuros rituales demang habían destruido la voluntad y la consciencia de aquellos desdichados, guardando el cascarón vacío y usándolo como un recipiente para albergar cantidades casi increíbles de magia con un propósito que solo aquellas criaturas conocían y entendían.

Arriba de ellos, una esfera de coral-cuarzo brillaba como un sol diminuto, del cual se desprendían haces de luz que, cual tentáculos ondulantes, se posaban sobre las cabezas de algunos de los prisioneros, cuyas auras brillaban con mayor intensidad además de pulsar ligeramente más rápido que las demás, pero sin perder la armonía con el gran conjunto de "recipientes".

Delante de él, la reina Thuro-Tee caminaba sin siquiera prestar atención a sus "vasijas", como ellas las llamaba, las cuales se apartaban de su camino conforme avanzaban por entre aquel mar de cuerpos, la mayoría de ellos élficos, hasta que, finalmente, se detuvieron frente a uno en particular.

-Este servirá, está a toda su capacidad e incluso un poco más- dijo la criatura con aquella voz que causaba un escalofrío en el MHagg cada que la escuchaba, no solo por sus extraños matices sombríos, sino porque no viajaba a través del aire, sino a través de la magia.

La reina estiró la mano hasta posarla en la frente de la aelf que había elegido y al retirarla, el signo de unas alas quedó dibujado con diminutas gotas de sangre. Enseguida, las alas de la reina demang vibraron y el ovillo que era la aelf se elevó hasta quedar a la altura de su cara. Una nueva vibración y el aura se comenzó a disolver en un vapor luminiscente que poco a poco se fue acumulando entre el cuerpo y la demang, donde comenzó a arremolinarse hasta convertirse en una esfera perfecta que quedó ahí, flotando frente a ambos.

Otra vibración y un par de gotas de sangre brotaron de la nariz del MHagg, aquella magia que se había convertido en una necesidad tanto física como emocional, se había llevado lo mejor de él, convirtiéndolo en una marioneta al servicio de aquella criatura.

De repente, con un rápido ademán de Thuro-Tee, la esfera se tornó algo turbia y en su interior comenzaron a surgir formas y siluetas extrañas, que poco a poco se fueron condensando hasta formar un rostro, un rostro casi idéntico al de la criatura frente a él.

-Saludos, reina Thuro-Tee, es grato ver que no olvidaron cumplir con su parte del trato- dijo la imagen.

-Saludos, reina Dseeb-Hugs, de ninguna manera olvidaríamos un pacto de luz y sombra. Vemos con agrado y con sorpresa que su colmena ha logrado una rápida victoria y estamos ansiosos de que cumplan con su parte del trato-

El rostro de la segunda criatura, si bien borroso por las corrientes de vapor mágico que lo formaban, dibujó un claro gesto de disgusto ante el no tan velado desprecio en las palabras de Thuro-Tee.

-No hubo un gran reto aquí, sin embargo- respondió Dseeb-Hugs con un apenas perceptible gesto de contrariedad -algunas de estas extrañas criaturas lograron escapar y creemos que alguna de ellas pueda haberse llevado el artefacto-

-Es comprensible que ustedes estén enfrentando problemas. Es por eso que nosotros hicimos el primer contacto, se necesitaba que la colmena más fuerte abriera el camino. Aun así, no podrán decir que no se los advertimos, reina Dseeb-Hugs, las criaturas humanas son escurridizas, traicioneras y suelen tener recursos por completo inesperados-

Gracias al pequeño tamaño de Thuro-Tee, quien apenas le llegaba al abdomen, el MHagg pudo ver el más abierto odio concebible desfigurar el rostro de Dseeb-Hugs, quien, no obstante, logró dominar una respuesta más violenta y, en cambio, con rostro ahora inexpresivo se limitó a asentir.

-Nuestros cazadores ya están tras de ellos, reina Thuro-Tee, y ellos demostrarán que nuestra fuerza y ferocidad son superiores a cualquier "recurso" que las criaturas humanas puedan tener-

-Así lo espero, reina Dseeb-Hugs, el pacto de luz y sombra exige que las dos colmenas aporten en igual medida al objetivo-

-No es necesario repetirlo, reina Thuro-Tee, sabemos a la perfección lo que el pacto exige de ambas partes, así que créannos cuando les decimos que cumpliremos con nuestro deber y sabremos reclamar el de ustedes, a su debido tiempo-

La esfera de vapor emitió un pulso de luz rojiza y la imagen de Dseeb-Hugs se desvaneció en la nada, mientras el vaporcillo se dispersaba.

-Patético, ¿no es cierto, mi niño? Es patético cuando los débiles tratan de compararse con los fuertes, como un zángano tratando de medirse con un cazador, un cazador tratando de pelear con un guerrero o un guerrero que cree poder luchar contra una khaerubem. Patético-

-Cada quien tiene su lugar, reina mía- respondió el MHagg con voz y actitud zalameras, mientras veía cómo la demang colocaba su mano delgada y blanca sobre la frente de la aelf, quien abrió los ojos a toda su capacidad, en un gesto mezcla de miedo, sorpresa y dolor.

En cuanto la criatura retiró la mano de la joven aelf, el signo de las alas fue sustituido por uno parecido a un par cuernos y, enseguida, un rayo de luz se desprendió de la esfera y fue a posarse sobre la cabeza de la elvian, quien volvió a cerrar los ojos y pareció caer en un pesado sueño.

-Es casi una lástima haber desperdiciado tanta y tan deliciosa mahna en hablar con un desecho como Dseeb-Hugs, pero era inevitable y necesario, solo espero que esta vasija resista ser llenada de nueva cuenta, las criaturas aelf son resistentes, pero incluso ellas tienen un límite-

El cuerpo inconsciente de la aelf volvió a su posición en el piso de la caverna y, tras contemplarla un segundo, la reina demang alzó el vuelo, sus alas agitaron la magia alrededor y el MHagg la vio elevarse hacia lo alto de la torre, seguida por un par de khaerubems, sin decir palabra y dejándolo solo en medio de aquel mar de cuerpos desnudos y vidas destruidas con un propósito que él trataba desesperadamente de adivinar.

Con paso rápido, furioso, el MHagg alcanzó un umbral abierto en una de las paredes de la caverna, donde unas escaleras ascendían hacia el primer nivel de la torre en sí. Ahí, en la base del edificio, la caja del padre de Cyan, el Mapa, el Tercer Artefacto, yacía sobre un pedestal rodeado no solo por cuatro khaerubems, sino por una luz que evidentemente era mucho más que simplemente decorativa.

Al mismo tiempo, una especie de bruma dorada surgía del delicado objeto y descendía en sutiles cascadas hasta el piso de la edificación, donde aparentemente se disolvía. No obstante, el MHagg sabía la verdad, con celos, envidia e ira contenida, el gran gobernante de los eelphi recordó que Thuro-Tee había sabido aprovechar que él y su Círculo Interno habían logrado debilitar las defensas de la caja para extraerle algunos de sus secretos.

Entre ellos, recordó, la forma en que la magia interactuaba con el resto de los elementos en aquel punto específico de HOuçç y gracias a ello era que habían logrado levantar aquella construcción imposible, que ya era la envidia de knoms y thuarfs, responsables directos o indirectos de casi todas las grandes edificaciones de Phantasya desde el nacimiento del Quinto Aeón.

Ahora, la bruma que surgía del Artefacto era, en gran parte, lo que sostenía la titánica construcción y el MHagg tuvo que resistir con toda su voluntad la tentación de tomar la caja y llevarla de regreso a MHagg PAlaç, no solo para tenerla otra vez bajo su resguardo personal sino para derrumbar aquella construcción impía sobre las cabezas de Thuro-Tee y toda su horda de abominaciones.

No obstante, no lo hizo, y no por la centena de guardias que caerían sobre él no bien estuviera a menos de medio metro del pedestal, ni por la trampa que representaba aquella luz que rodeaba la caja, ni siquiera por el temor de un enfrentamiento directo con la reina demang (cosa que, en realidad, le habría encantado para poder medir su poder con el de ella), sino por el temor, un temor tan oscuro y profundo que habría de llevarse con él en secreto a la tumba.

Era el temor de perder el placer que obtenía no solo de la criatura y su maldito toque, sino el placer de las cosas que le permitía hacerle a las khaerubem, cosas indignas no solo de ser habladas, sino incluso de ser pensadas, cosas que iban en contra de toda noción de amor, cariño o incluso placer, cosas que lo avergonzaban profundamente y que lo atormentaban por las noches.

Al final, el MHagg tuvo que dominar la tentación y, recuperando su porte y arrogancia, se encaminó hacia la salida, con un par de gestos llamó a dos khaerubem que parecían estar desocupadas, subió a su palanquín que lo esperaba a las afueras de la torre y se encaminó a sus habitaciones en MHagg PAlaç, donde le esperaba una tarde repleta de los más impíos y oscuros placeres.

***

A ti que llegaste hasta aquí, mil gracias por tu paciencia y tus lecturas, si votaste o comentaste, el doble de gracias y si piensas seguir con la tercera y última temporada, pues el triple de gracias. :-)

Por lo pronto me despido, no sin antes invitarte a pasar por mi perfil aquí en Wattpad o en mi página de Facebook, donde encontrarás otros de mis trabajos y, quién sabe, quizá alguno pueda gustarte.

https://aztruyen.top/tac-gia/AdrianGarcia73

https://www.facebook.com/AdrianRavenGarcia

www.facebook.com/EcosDeMundosLejanos/

Saludos y ¡feliz lectura!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top