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   5 Llamadas perdidas de Kuroo...
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El ojidorado deja el celular sobre la mesita de noche al ver la hora, 8:30 de la mañana. Se sentía muy cansado como para ir a clases, sus ánimos estaban por los suelos. Solo se volvió a acostar y colocar la almohada sobre la cabeza, ignorando al mundo.

«Hoy no... Hoy solo soy yo»pensó.

[...]

En el Instituto de Secundaria Iwatobi se encontraban dando clases con Amakata Miho, por algún motivo era como si nunca hubiera tenido ayudante aunque algunas chicas preguntaron por Buru, pero solo obtuvieron información de que ni la profesora sabía, sólo había faltado.

Makoto se veía sorprendido ante la preocupación de algunas compañeras hacia el mayor, pero algunos chicos se preocupaban en silencio, sin embargo el resto se alegraba de no ver a esa abominación caminando por su clase.

Mientras que para Haruka la sensación de ser culpable le estaba pesando, «tal vez debí quedarme callado...»pensó.

Después de las clases, Nagisa había venido a compartir momento de grupo con una noticia del posible cuarto integrante para el relevo. Ryugazaki Rei. Un joven de cabello corto color azul oscuro, y ojos morados, junto a un item mas: unos lentes rojos.

El cual era miembro del club de Atletismo, sus saltos eran tan perfectos que Nagisa no pudo evitar invitarlo y pedirle que se uniera al club de natación, pero solo estuvo escuchando las palabras de Rei-Chan que decía la belleza que poseía el atletismo mientras que la natación no notaba la belleza, por lo que se negaba a ser parte de ello. Odiaba el agua. Y cuando compartió aquello, Haruka enseguida dijo que no lo intentara mas, que no valía la pena.

Nagisa no estaba muy convencido de ello, no quería perder la oportunidad de aquello, sin embargo, los pensamientos de los tres fue interrumpido por un llamado de una compañera, diciendo que un alumno de segundo pedía por Haruka Nanase.

Internamente, estaba inquieto, pensando que tal vez si fuera Buruki, pero se llevó la sorpresa de encontrarse con Ryutatsu Kuroo, quien empezó a caminar directo a la azotea, hasta quedar en un ambiente privado, era intrigante saber que este lo buscase.

—¿Qué necesita?

Haruka no entendía porque lo buscaba, pero por algún motivo se sentía incomodo. No era muy conocido como para ser solicitado.

—Me tendrá que disculpar el atrevimiento, pero no puedo quedarme callado. Cualquier amigo suyo haría lo mismo por usted, y eso es preocuparse por el bienestar del otro, así que... —dice el pelinegro de rasgos felinos con una mirada seria, recostandose en la pared de brazos cruzados, mientras lo observa, bajando un poco la cabeza.

Haruka solo se queda espectante al mirar lo que parece que desea decir, aunque de algún lado le parecía conocido el mayor frente a él.

—Lo que le diré no es para que tenga lástima ni clemencia, sino para que este enterado de lo que ha hecho por temor. Buruki Maná, es un joven intersexual, esto quiere decir que nació con la condición de poseer ambas zonas íntimas de géneros contrarios, tanto femenino o masculino. Desde que se transfirió a Iwatobi tuvo muchos problemas, más cuando se reveló tal información en gimnasia. No es una sorpresa que la mayoría de la población lo juzge como abominación para la raza humana por ser dos personas en uno. Pero aunque... Trate de no mostrarse afectado, su actitud general demuestra que si lo hace, es tan despreocupado e ignora sus grandes capacidades para pasar desapercibido en el mundo, odia ser el punto de atención y que hablen tras su espalda. Pero, por sobre todo cuando llegas a verle feliz es como una luz que ilumina aquellos ojos dorados de una manera que ninguno pudo ver antes, y eso, eso conseguiste con solo tenerlo cerca. No sé qué le hiciste, pero quiero decirte que menospreciaste a una gran persona, tal vez se muestre fuerte e imposible de afectar, pero es tan sensible como el mar. Si el ambiente cambia a uno turbio, las oleadas son cambiantes y destructivas. ¿Entiendes? —pregunta agarrando con sus manos bruscamente el cuello del uniforme de Haruka— Ella vale la pena tanto como el agua, ella es calma y espacio.

—No me importa condiciones, solo no estoy interesado. —añade Haruka.

Los puños truenan al escuchar el mismo tono neutral en el chico frente a él, por lo que con molestia lo suelta.

—Es difícil encontrar personas que no tengan miedo a demostrar sus gustos sin tener vergüenza. Adiós.

Kuroo estaba bastante molesto consigo mismo y con este tipo, que si no se marchaba, tal vez lo desfigura el rostro incluído. Tras la puerta y pasillos desaparece, poco después escucha en susurro que es el hijo del Director, y era extraño no verlo con Buruki Maná.

Haruka se quedó pensativo bajando la mirada, e intentó ignorar otra vez esa sensación de dolor, por lo que sólo siguió con las clases normales, pero en cuanto llegó la hora del club de natación solo se dejó guiar por el aislamiento que el agua hacía al mundo que lo rodeaba.

«No entiendo, ¿Porqué le gustaría a alguien?» pensó mientras sentía un poco de inquietud entre el nado libre y sus manos, «¿que me esta pasando?»