PARTE 4: Desconcierto É Incomodidad.
Al final de las clases Buruki se retiró bastante incomodó, todos miraban sumamente extrañados al ver el entrecejo del estudiante de penultimo año, nunca lo vieron con una mueca así en horas escolares a no ser que fueran por las chicas de último años de su antiguo club de cocina. Sus hombros se encontraban tensos y sus pasos eran pesados, sin demora alguna había tomado su mochila, puesto los zapatos para salir de la institución, al poco tiempo vieron que hablaba por llamada bastante molesto debido a sus manos blancas empuñadas.
—¿Qué le habrá pasado a Buru-kun? —se preguntaba una de las chicas que era compañera suya.
—Ni idea, tal vez peleó un Ryutatsu-kun. —se mordió el labio otra chica, pensativa.
—O tal vez sean problemas personales. No sean metiches. —alegó otra callando los chismes.
Sin embargo, Makoto y Haru iban saliendo de sus clases bajando por las escaleras hasta que se encuentran con alguien que particularmente usaba el honorífico «chan» en ambos nombres pero el tono de voz les dio un efecto dejavu sacando la conclusión de que era Nagisa-kun, otro de sus amigos de infância de su escuela primaria de Iwatobi, los tres se habían reencontrado después de tanto tiempo. Aunque Haruka se encontraba disperso, Makoto lo notó en cuanto estaban dirigiéndose a sus hogares.
—¿Ha pasado algo, Haru? Estas bastante pensativo.
—Uhm...—aún perdido su mirada en el camino, suspira—, No me cierra...
—¿Eh? ¿Qué cosa? ¿A qué te refieres? —pregunta totalmente desconcertado Makoto.
—No me deja tranquilo la presencia del ayudante de Amakata-sensei.
—¿Ah? Si es extraño, pero, no entiendo tu punto, Haru.
Haruka se queda en silencio, indiferente pero en su consciência se muestra incomodó al notar la conexión entre sus miradas, como si su libertad se extendiera a mayores territorios, como si algo tirara de él para que investigara más de Buruki Maná, el chico que también tenía nombre de chica o es que acaso... ¿Fuera diferente el caso?
—Aunque fue extraño que la Ama-sensei le dirijera con «san» en vez de «kun», su rostro es más de rasgos femeninos si, pero... —las mejillas de Makoto se ruborizan en vergüenza al admitir—, viste como un chico por el parentesco varonil inferior, supongo.
Haruka levanta la mirada y se dirije curioso a observar a Makoto, al escuchar aquello pero no comprende porque este pudiera tener las mejillas así, por lo que sólo lo deja pasar con el silencio camino a sus casas.
—Bueno, nos vemos mañana Haru.
—Buenas noches, Makoto.
Ambos se dividen en caminos hacia sus hogares pero se queda estático en camino a la puerta de su casa al ver una silueta humana nadando a lo lejos en el mar cerca de los barcos pesqueros. Con escalofríos ingresa a su casa, suspira y se prepara nuevamente algo de caballa. Todo el día le había dado hambre de saborear su deliciosa comida, tal vez caldo de caballa sería lo ideal.
[...]
Mientras tanto por otro lado, en un muy lejano lugar lejos de Japón se encontraba caminando de un lado a otro, una chica delgada, pálida y con un outfit de moda tan juvenil.
—¿Alice...? —el joven de cabello rubios, con porte militar se preocupa un poco por su amada.
—Las decisiones de Maná son tan indecisos, por dios, está jugando conmigo. Se ha enojado, lo vi venir. —camina de un lado a otro, mordiéndose el labio inferior, hasta detenerse frente a su pareja—¿Por qué Jas...? ¿Porqué le cuesta tanto aceptar que lo encontraría?
Jasper la observa con la mirada suave hacia su amada, abrazándola y apegandolo a él, intentando usar su don para tranquilizarla. Mientras besa su sien en cuanto logra que está se acurruque en él.
—Debes tener paciencia. Se que le hemos dado una segunda oportunidad de vida, pero recuerda que tiene problemas complejos aún con su autoestima fisica. No es fácil aceptar que alguien que es normal, hermoso y bueno sea capaz de ser tu pareja eterna después de ser... Una abominación tanto como de la raza que somos como lo es ella físicamente.—añade buscando expresar sus propios sentimientos con el que se ve identificado con su hija adoptiva.
Si, Maná era hija adoptiva de Jasper Hale mucho antes de conocer a Alice, motivo por el cual la nombraba no la reconocía como madre sino que como una mejor amiga y solo a la cabeza maternal del Clan Cullen reconocía como madre.
La vida de Mana no era para nada fácil, desde sus principios como humano, hasta la segunda vida como vampiro. No tuvo problemas con su sed de sangre pero sí con su autoestima, valoró a su madre humana hasta que ya no le dio el cuerpo para seguir viva, está sacrificó todo para que la vida de su pequeña hija fuera normal en lo cabe. Jasper sabía que la madre biológica de Maná estaba encontra de las operaciones para eliminar cuerpos que padeciera la mala "abominación" de haber nacido con ambos sexos femeninos y masculinos íntimos. Debido a su condición y muchos percances más, su hija adoptiva le costaba aceptar ciertas cosas que sucedieran en la vida que el mundo le dio como segunda oportunidad.
—Jas, yo quiero también que ella sea feliz, así como nosotros. —dice Alice.
—Y lo será, solo dale tiempo. Sabrá aprovechar las oportunidades que se presenten, solo es cuestión de tiempo.
Alice se calmó, asintiendo al ver una visión distinta, de dos figuras nadando en una competición de natación, luchando por estar libres. Tan solo deseaba que esas dos figuras fueran pronto a conocer. Estaba emocionada de saber como era a más profundidad la pareja de Maná.
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