PARTE 20: Susurros problemáticos.

Después de aquel pequeño viaje al mar abierto, que había durado muy poco para el gusto del ojidorado, ya que extrañaba las costumbres norteamericanas, la vida normal sin tener que estar haciendo reverencias. O tal vez las costumbres, tener la habilidad de adaptarse a la situación no quería decir que amaba estar a cada momento rodeado de costumbres tan... ¿monótonas? Ya de por si provenir de una época lejana a la actual, tener celulares tecnológicos y competencias más organizadas era ya un gran esfuerzo pero no le gustaba tanto la popularidad, ni poder alguna vez expresarse cariñoso ante el público, vestir distinto y "normal", sin sentir que hacía todo mal. Maná nunca iba a mostrar abiertamente lo mal que lo hacía sentir ocultar sus disgustos, o molestias al no ser libre. Tal vez hacia lo que le plazca, vivía donde quería, envejecía hasta donde podía. Pero nunca encontraba aquel lugar al cual poder decir «hogar»

Ojala pudiera tener la misma libertad que sentía al nadar como en la vida real, sin embargo, ser un "fenómeno social" en el mal gusto de la palabra, le traía más vacío que felicidad.

Flotar en el agua, relajar el cuerpo, escuchar como sus piernas y pies se movían sincronizados para sacarlo a la superficie y moverse era un arte tan liberador. Sentir como el agua taponaba sus oídos, no podía escuchar una y otra vez frases del pasado, del presente y de su alrededor.

{Una abominación de la naturaleza no debería siquiera estar vivo}

{¿Porqué lo dejan participar en esa categoría si tiene más rasgos femeninos?}

Cuando había comenzado a participar de los torneos de natación en sus primeras épocas de novedad, había sido tan agotador la situación. Pero en cuanto empezaron a llegar solicitudes de lugares que lo querían por su agilidad en el agua, no faltaron las frases de:

{Solo lo están usando como mascota, como un trapo, que claro luego terminará a la basura}

{¿Porqué no decide ser solo hombre o solo mujer? Que le cuesta ser solo una persona normal?}

Y no era una opción para ella decidirse ser uno o lo otro. El sacrificio de su madre biológica no sería en vano, seguiría siendo así hasta el fin.

{Es un bicho raro, mejor que ni te toque, mira que si se pega eso en ti, iugh.}

Las palabras denigrantes que algunos hombres y jóvenes le decían a las chicas que lo miraban con tanta atención y no a los hombres nacidos sin ninguna abominación, eran la mejor forma de sentirse superior al ojidorado. Logrando que con ciertas palabras lograran espantar a ciertas personas y alejarlas.

Respira, saca aire por la nariz, por consiguiente escuchar su burbujeo en el agua. Mete la cabeza en cuanto a una braza izquierda y luego derecha.

{É-eres un monstruo... ¡Asqueroso! ¡No me toques! ¡Bastardo!}

Escuchó al llegar con su mano a la pared y mirar al cielo respirando entrecortado. Dejando su cabeza rozar ligeramente la pared de la piscina. Cerrando sus ojos, e intentando no hiperventilar, quitar ese recuerdo de la primera mujer que la atrajo de verdad, mas allá de una simple atracción, que fue su primer amor.

—¡Haruka-senpai, impresionante!

La voz de Gou-San se escuchó, romper ese tormentoso momento.

Maná volvió a caer en cuenta que no estaba en aquella época, sino que estaba en un futuro y presente distinto a ese momento. Haruka y Nagisa están compitiendo por tiempo en resistencia para ver cuanto habían mejorado con las prácticas al Mar Abierto.

Después de todo ya faltaban cinco días para torneo provincial.

[...]

Después de las prácticas, tener clases, entre un buen grupo se marcharon a disfrutar de sus comidas, cada uno haciendo uso de sus palitos chinos. Mientras que el ojidorado terminaba de comer el último corte de cacho, para luego comenzar con su saludable postre: rodazas de banana con un poco de mermelada de uva.

Makoto iba sentado del lado izquierdo, Haruka a su lado, Nagisa del lado derecho del ojiceleste, por penúltimo Rei a laod del rubio y último Maná. No estaba muy acostumbrado a estar en manada por más que un tiempo tuviera que experimentarlo gracias a Alice, pero hasta el momento no debía ser ningún genio el motivo de porque ahora lo hacía. No quería levantar sospechas, porque Haruka lo miraba de soslayo, como si estuviera preocupado.

La puerta de la azotea se abre, dejando ver a la pelirroja de Gou.

—¡Chicos, revelé las fotos del campamento!

Algunos se emocionaron, el primero había sido Nagisa al querer ver con insistencia. Rei se encontraba muy curioso de saber como había salido en esas fotos, sin embargo, el ojidorado estaba muy relajado para el gusto de Gou. Después de todo, se había quedado dormido, o tal vez encontrado una que otra excusa para no salir en las fotos, pero al único que dejaba que le sacara fotos (claro, fingiendo que no se daba cuenta) era a Haruka.

NAGISA: ¡Deja ver! Son muchas.

MAKOTO: Se ve que la pasamos bien.

NAGISA: ¡oh! ¡Miren esta! ¡Haru-Chan tiene una cara graciosa!

Haruka observaba pacíficamente las fotos, aunque estaba bastante pensativos en muchas otras cosas.

MAKOTO: Pero es extraño que esté mirando la cámara.

Haruka lo mira ligeramente con un tic a su mejor amigo. Mientras que Rei fruncia el ceño tras ver una foto.

REI: ¡¿Y está foto nada hermosa!?

GOU: ¿De acuerdo?

NAGISA: Bueno miren esto.

Así se pasaron viendo fotos graciosa y entre otras cosas, sin darse cuenta de que el ojidorado se quedaba más dormido o aburrido, simplemente era algo que no ya no entendía porque los alegraba. Tal vez era la juventud así.

[...]

Justo en esa tarde, Maná se había escapado de compartir más tiempo debía alimentarse y realmente...olvidar esas frases malditas de su vida. Por lo que, los chicos no lo habían encontrado y solo terminaron yendo a un templo para pedir por bendiciones, suerte o inclusive esperar que todo saliera bien en el torneo.

Mientras que Haruka se encontraba mirando el papel que le había salido. Sin embargo seguía pensando: «¿qué debió pasarle a Maná esta vez?»

Era extraño notar hoy las ondas incómodas en el agua, mas aún por su silencio para nada cómodo. Por lo que decidió que una vez estuviera solo le pediría que fueran a hablar en su casa. Porque aun no sabía como la casa del ojidorado.

Me:
━━┓
   Maná... Te estaré esperando en casa.
   18:45pm
━━┛

Maná:
┏━━
   ¿Faltan caballas?
   18:50pm
┗━━

Claramente, aún le sorprendía el hecho que notara sin ser muy cercano los detalles que iban a su rutina. Aún le costaba digerir esa noticia de que Maná fuese un ser sobrenatural, aunque podría sentir que ese motivo explicaba la situación que lo había mareado aquella noche antes de lo sucedido con Rei.

Me:
━━┓
   Aun tengo, ¿te encuentras mejor?
   18:51pm.
━━┛

No perdía nada con preguntarle, le había quedado claro que por más que esté parecía reacio a compartir sus pensamientos en voz alta, por medio del mensaje de texto parecía no tener inconvenientes para serle sincero.

Maná:
┏━━
   Me pregunto en qué otros detalles te habrás dado cuenta, aprecio que te preocupes por mi salud, Haru. Pero... Estaré bien, llegaré para las ocho y media, posiblemente.
18:59 pm.
┗━━

Aquella respuesta sin duda había logrado hacer que trague saliva, algo pesado había pasado. No le afirmaba que lo estaba, era sincero siempre. Pero tampoco le daba mucha confianza que pudiera estarlo. «¿que tan pesado era la vida de Buruki Maná? »pensaba mientras caminaba con el grupo, y guardaba su móvil en los bolsillo.

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