PARTE 10: Charla Familiar.

—Ohayõ Gosaimasu.

Por reflejo, había contestado el ojidorado al escuchar tanta insistencia al celular, pero ni siquiera había visto quién era y realmente ni le interesaba, había estado perdido mucho tiempo en el horizonte de la nada bebiendo las bolsas de sangre. Sin ganas de salir, dadas las circunstancias sólo se había encerrado sin dejar de dar pistas de sus decisiones en el futuro o presente.

Al fin contestas, me tienes muy preocupado, ¿quieres hablar de ello?

Tranquilo papá, no ha sido nada.

Maná, el callarte todo no te traerá buenos resultados. Ya hemos hablado de ello. —reprende la voz aterciopelada y firme del otro lado de la llamada.

—Aprecio que se preocupen, pero en verdad, solo fue un bajón sin importancia. Además he estado pensando intentar volver a la natación y sus competencias regionales. —añade intentando cambiar de tema.

El silencio por varios minutos se escucha pero luego un suspiro se hace presente por la voz del mayor.

Solo participar en las regionales porque las internacionales siguen siendo tu conflicto, ¿verdad? —comenta Jasper tras la llamada mientras ambos cierran los ojos cansados del tema—Solo una vez estuviste debutando para Sidney, no creo que haya alguien que te recuerde. Pero por si las dudas deberás cambiar tu aspecto si quieres participar. No queremos problemas con ellos.

El ojidorado lo escucha y se acerca al basurero para tirar la décima quinta bolsa de sangre.

—Lo sé, en el mejor de los casos me hago pasar por la bisnieta de mi yo de aquel tiempo. Papá... Te quiero mucho, perdona por ser tan mala hija. Se que no soy la mejor pero lo intento, solo que... No es fácil. Lo arruiné y solo tengo que hacerme a la idea de no tenerlo nunca más.

—¿Acaso te estas rindiendo?

No, sólo estoy arrastrando el dolor para que cuando sea viejo me pueda aceptar, los humanos somos así. En el tiempo somos impulsivos pero después en algún momento cercano a crisis existenciales, volvemos a donde fuimos aceptados.

—¿Estarás bien con eso? Sé que no es fácil para ti, pero... Quiero tanto ayudarte a calmarte, me da corage que estemos tan lejos.

—Creo que estaré bien por el momento, solo es algo para remediar mi sincera idiotez. A veces olvido que no todos los humanos quieren recibir las verdades en la cara, y no siempre te creen... Ya estaba olvidando lo que era lidiar con un rechazo. —una mueca triste se dibuja en sus labios— aunque sea triste la situación, creo que al menos puedo decirte que me siento más persona que monstruo. Ser yo, solo es complicado. Pero no imposible. Así que... No hay nada de que preocuparse.

Jasper tras la llamada sonríe orgulloso, a pesar de las cosas tristes y dolorosas siempre Maná encontraba una forma de sobrellevarlo y seguir adelante. Por lo que tan solo queda confiar en ella, después de alguna forma iría hasta el fin del mundo por su pequeña hija.

Está bien, confío en ti. ¿Quieres que te envíe mas sangre? Alice me comentó que se está por terminar tu reserva.

Sería un gran favor, papá. Últimamente no he tenido tiempo para salir fuera del departamento. Además de que tengo que justificar mi motivo de ausencia en estas semanas. —comenta aliviada y consciente del aumento de confianza que le proporciona estos charlas.

Alice ya sabia de aquello, mañana a la mañana deberías de recibir la notificación de la secretaria del Instituto de secundaria Iwatobi, ya nos encargamos de eso por fax. Así que no hay nada más que solo concentrarse en seguir adelante, mi guerrera.

—Gracias, gracias por todo a los dos. Aunque aún así sigo enojado con ella. El perdón se gana por acciones y no soy fácil en ello. Un consejo me hubiera ayudado a evitar el desastre. En fin... Te tengo que dejar, quiero ir a nadar un rato —dice aun con voz dura, y con la molestia palpitante en la garganta.

Recuerda que lo hace por tu bien, aunque no lo parezca a veces. Su cariño a veces es muy exagerado, pero de acuerdo, te llegará en unos días el pedido, te amo, mi niña.

Te amo mucho mas, bye.

Poco después la llamada finaliza, y solo se coloca la chamarra azul marino con verde y detalles dorados para tomar el camino hacia el mar costero. Aunque ya traía puesto uno de sus tanto trajes de baño. Hoy volvería al agua, y está vez no era para dejarse hundir, solo era para disfrutar de la paz que este le otorgaba. Debía estar tranquilo, ya que debía dar la noticia que participaría en nado individual, y con distintos estilos. Solo para seguir al tanto de los movimientos de su compañero y club.

Al menos así estaría ella para cuando los sentimientos y su compañero flaqueara en apoyo emocional. Solo cuando estuviera mal se acercaría y cuando estuviera bien lo cuidaría desde las distancias. Tal vez así... Tal vez así en algunos años lo acepte como pareja sentimental, porque al final de cuentas el solo quería: Tener un lugar al cual llamar hogar, dar amor y solo saber que si se llegara a derrumbar alguien velaría por ella.

Odiaba ser la única contra el mundo. Quería ser capaz de decir: «juntos contra el mundo y más allá» porque el mar, ya era suyo, pero la vida era más divertida cuando la compartías con alguien más.

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