Yoongi había cumplido su palabra, en los dos días siguientes había llovido, y no salio, se quedo con él, por una parte Jimin se sentía un poco más, pues creía que le había quitado a Yoongi algo que en verdad le encantaba.

Jimin observo como Yoongi se la pasaba recortando imágenes de una revista, según él, quería realizar un collage, no sabía porque, tal vez era otro de sus pasatiempos.

Conocía pocos, y algunos también eran de su gusto propio, pero era seguro que Yoongi no era de las personas que les gustase estar juntos a la hora de hacer alguna clase de ejercicio, soltó el aire que estaba reteniendo y se acerco a él, sentía que debía pedirle una disculpa.

- Yoonie.

- ¿Qué sucede? -el mencionado contesto mientras recortaba la ultima imagen y la colocaba en la mesa de centro.

- Perdona si es que te moleste la ultima vez.

- No, descuida, soy yo quien debe pedirte disculpas -Jimin negó-, no lo niegues, es la verdad, por mi culpa hice que uno de tus miedos se hiciera aún peor, no me gusta hacer llorar a alguien, y más sobretodo que eres alguien muy especial para mí, Jiminie.

Jimin recargo su cabeza en el hombro de Yoongi.

- Solo... me gustaría que dejarás de salir así, solo para estar en la lluvia.

- Te dije que el olor me encanta.

- Puedes abrir la puerta.

El de tez pálida negó.

- No lo haré, y menos si es una tormenta eléctrica.

- Perdón que mis temores hayan causado esto.

- Jiminie, no digas eso, tal vez solo necesitaba algo que me gustará más que el petricor -Jimin sonrió-, y eres tú... me gustas más que el olor a tierra mojada.

- Y tú a mí...

Yoongi levanto el mentón de Jimin, ambos se miraron a los ojos sonriéndose mutuamente, era todo lo que ambos necesitaban, estar en los brazos del otro, sin nada más de por medio, no importaban los gustos de cada uno, lo importante aquí era que estaban para el otro y eso nadie más lo cambiaría.

La distancia poco a poco fue acortándose entre ambos, y por fin habían logrado conectar sus labios, en un beso que poco a poco se fue haciendo cada vez mucho más profundo y duradero.

No había algo más que les gustará más que probar el sabor de sus labios juntos.