FINAL



Años después...

Años habían pasado desde aquellos días de infancia en el jardín de los Park. Jimin y Jungkook, ahora de dieciocho años, habían navegado por los altibajos de la adolescencia, siempre sosteniéndose el uno al otro. La amistad que nació en juegos inocentes se transformó en un amor profundo y maduro, un vínculo que parecía predestinado a ser eterno.

Era una noche cálida y estrellada, y la luna llena bañaba el jardín de los Park con su luz plateada. La familia estaba reunida para celebrar un momento crucial en la vida de Jungkook: la tradicional ceremonia de los Jeon, que marcaría el destino de los jóvenes y su compromiso con su futuro.

El jardín estaba decorado con luces suaves y flores, creando un ambiente mágico. Jimin y Jungkook se encontraban de pie frente al altar improvisado, rodeados por sus familias. La ceremonia comenzaría pronto, y la tensión y la emoción eran palpables en el aire.

Jungkook, vestido con un elegante traje ceremonial, se veía serio pero esperanzado. A su lado, Jimin lucía igualmente elegante, con un vestido que acentuaba su belleza juvenil. Ambos jóvenes se tomaban de las manos, sus miradas llenas de amor y determinación. Sabían que este ritual no solo marcaba el inicio de sus futuros profesionales, sino también simbolizaba su compromiso y unión.

Las dos madres de Jungkook, la omega y la alfa, estaban presentes, observando con orgullo y cariño. La mamá omega de Jungkook, con una expresión tierna, se acercó a su hijo y le susurró al oído.

—Estamos muy orgullosos de ti, Kookie —dijo con voz suave—. Este ritual es una tradición importante, pero lo más importante es el amor y el compromiso que tienes con Jimin. Nunca olvides que el verdadero destino es el que construyes con tu corazón.

La mamá alfa, que estaba al lado, asintió con una sonrisa afectuosa y le dio a Jungkook una palmadita en el hombro.

—Sigue siendo el maravilloso joven que eres —añadió—. Tu capacidad de amar y tu bondad te llevarán lejos. Lo que has logrado hasta ahora es solo el comienzo de un hermoso viaje.

Namjoon, ahora un joven universitario, observaba desde un rincón. Aunque en su niñez había tenido sus reservas, el tiempo y la cercanía con Jungkook y Jimin le habían permitido ver más allá del pasado. Había llegado a comprender y aceptar la importancia de la relación entre su hermano y Jimin. Con una sonrisa de apoyo, se acercó a los jóvenes.

—¿Necesitan ayuda con algo? —preguntó Namjoon, su voz llena de calidez.

—¡Sí, por favor! —respondió Jimin con una sonrisa—. Queremos hacer que todo sea perfecto.

Namjoon se unió a ellos en el altar, ayudando a preparar los elementos para el ritual. Aunque la ceremonia del corte de sangre era una tradición antigua y solemne, el ambiente estaba lleno de una alegre energía.

El ritual comenzó con la lectura de un antiguo poema en el libro de los Jeon. Jungkook y Jimin se miraron con ternura mientras escuchaban las palabras que hablaban de destino, unión y compromiso. Luego, pasaron a la parte más significativa de la ceremonia: el corte de sangre.

El ritual requería que los participantes hicieran una pequeña incisión en sus manos y mezclaran unas gotas de su sangre en un cuenco ceremonial. Este acto simbolizaba la unión de sus destinos y el compromiso con su amor y sus decisiones futuras. Jungkook y Jimin se prepararon para el corte, sus manos temblando ligeramente por la mezcla de nervios y emoción.

Jungkook tomó el cuchillo ceremonial con una mano firme, mientras Jimin miraba con admiración. Con una precisión cuidadosa, Jungkook hizo una pequeña incisión en su palma y dejó caer unas gotas de sangre en el cuenco. Luego, Jimin hizo lo mismo, sintiendo una mezcla de dolor y significado mientras la sangre caía en el cuenco.

El cuenco con la mezcla de sangre se colocó en el centro del altar, y la luz de la luna brilló sobre él, creando un resplandor mágico. Los presentes observaron en silencio, comprendiendo la importancia del momento. Jimin y Jungkook se miraron, sus ojos llenos de una promesa silenciosa.

—Jimin —dijo Jungkook, su voz temblando de emoción—. Nunca pensé que encontraría a alguien que entendiera mi corazón como lo haces tú. Este momento es solo una pequeña parte de nuestro viaje juntos, pero quiero que sepas que cada día contigo es un regalo que atesoro.

—Kookie —respondió Jimin, con lágrimas de felicidad en los ojos—. Desde que éramos pequeños, supe que había algo especial entre nosotros. Cada risa compartida, cada momento difícil superado, solo ha hecho que te ame más. Estoy emocionado por todo lo que el futuro nos tiene reservado.

La ceremonia culminó con un abrazo entre Jimin y Jungkook, rodeados por sus familias. La luna brillaba intensamente, iluminando la noche con una luz suave y promesa. El ambiente estaba lleno de un sentido de paz y esperanza.

Esa noche, después del ritual, las familias se reunieron para una cena especial. El jardín se llenó de risas y conversaciones animadas mientras todos disfrutaban de la comida y la compañía. Jimin y Jungkook, ahora más unidos que nunca, compartieron historias y sueños con sus seres queridos.

A medida que la noche avanzaba, las familias se acomodaron en el jardín bajo las estrellas. La calidez de la celebración y el amor que se compartía en ese momento eran palpables. Jimin y Jungkook se encontraron a solas en un rincón tranquilo del jardín, lejos de las luces y el bullicio.

—Kookie —dijo Jimin, tomando la mano de Jungkook—. Esto es solo el comienzo. Hemos pasado por tantas cosas juntos, y estoy emocionado por todo lo que viene. Nuestro amor ha sido una aventura hermosa, y sé que aún tenemos muchos capítulos por escribir.

Jungkook sonrió, apretando la mano de Jimin con ternura.

—Yo también, Jiminnie. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado. Juntos, podemos enfrentar cualquier cosa. No hay nada en este mundo que pueda separarnos, porque lo que tenemos es algo verdadero y eterno.

La luna brilló sobre ellos, un símbolo de su amor y compromiso eterno. Con el corazón lleno de esperanza y la certeza de un futuro compartido, Jimin y Jungkook se prepararon para enfrentar el mundo juntos, sabiendo que, mientras estuvieran el uno al lado del otro, cualquier cosa era posible.

Y así, mientras se abrazaban bajo la luz plateada de la luna, Jimin y Jungkook supieron que su amor no solo había superado el pasado, sino que también había creado un futuro lleno de promesas y sueños compartidos. Con un vínculo tan fuerte y puro, estaban listos para comenzar el siguiente capítulo de su vida juntos, un capítulo lleno de amor, felicidad y la certeza de que, mientras estuvieran juntos, todo era posible.





♥FIN♥

Terminó esta pequeña y linda historia ♥
Se despide Valeria ♥

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