“Si matas una cucaracha eres un héroe.
Si matas una hermosa mariposa, eres malo.
La moral tiene criterios estéticos.”— Friedrich Nietzsche

Las vacaciones de verano ya han llegado por fin en la vida de nuestro joven trabajador, adolescente pelirrojo.  Han transcurrido desde entonces poco más de tres semanas, cerca de un mes desde que Mo hablo con Zhan Zheng sobre sus sentimientos. Aquello a lo que pocos valientes han tomado valor, la "temida confesión".

A esas alturas, Guan Shan parece que lo ha superado totalmente y ya no siente más preocupaciones o incomodidades con el de cabellera castaña. Ya no se sentirá tan incómodo estando cerca de él y su corazón no le hace sentir raro cuando está cerca o pensando en él.

"Sólo fue cuestión de tiempo para que superarlo." Es lo que pensó, dándose la razón.

Ya ni siquiera siente pequeñas espinas de celos cuando es consiente de que nunca será tan cercano con el castaño como Jian Yi lo es, eso sin mencionar que ese par son más que mejores amigos o compañeros de la escuela. Cómo que hay cierta química entre ellos dos. Mo Ahora puede seguir con su vida rutinaria, disfrutar sus vacaciones y no pensar de nuevo en cosas relacionadas al "amor", mientras esté trabajando duramente por un buen salario.

Incluso firmó un contrato por temporada por el nuevo trabajo en el qué quiere y logró estar. Al ser de temporada, sin excepción alguna, cada temporada de calor lo estarán contratando y realmente es una muy buena paga por día que te dan. Debe aprovechar que está de vacaciones y los estudios no interpondran está vez. La semana que viene comenzará a laborar y al ser un establecimiento pequeño de helados pero muy popular en la zona, no tendrá compañeros de trabajo ni nada por el estilo, así que no tendrá que lidiar con otros, solo encargarse de su trabajo y ser muy amable con los clientes, o lo más que pueda.

Es probable que ahora, varios de sus compañeros o conocidos de la escuela, estén preocupados más por postularse en alguna muy buena universidad, mientras que él, solo se dedica a buscar varios trabajos con salarios considerablemente buenos.

Cambiando de tema; en éstos últimos días se ha sentido un poco extraño o diferente, es algo que no se lo ha contado a nadie de momento puesto considera que no es nada grave o algo que pueda explicar todavía. Ni a su madre, ni su pandilla o al otro grupito de amigos con quienes de vez en cuando habla por medio del grupo de chat del celular que todavía se pregunta quién y como diablos lo agregaron.

Quizás sea por el mismo calor que hay que de vez en cuando se siente tan mareado. Pero él es fuerte y nada lo detiene a seguir trabajando duro.

Al ser época de verano, suelen haber lluvias en cualquier hora del día. A veces en la noche, otras en la tarde y una que otra ocasión en la mañana. Las lluvias son buenas para disfrutar estando acostado en casa, pero cuando uno tiene que ir a trabajar y no tiene un vehículo fijo para movilizarse, las cosas son diferentes.

Descansando una tarde del sábado, luego de haberse puesto a limpiar toda la casa e ir a la tienda a comprar una pequeña despensa. Alguien toca a la puerta, lo que un poco fastidiado, le hace levantarse con cierta pereza de su comodidad del sofá dónde está recostado mientras ve la televisión.

—¿Qué haces aquí?— cuestiona con cierta sorpresa que no deja demostrar fácilmente, y un tono a la defensiva al mirar quien está en la entrada de su hogar.

Debe admitir que se siente muy aliviado en el fondo, que no se trate de She Li. Desde hace varias semanas que se ha estado juntando mucho con He Tian, el albino ya no se acerca a él cuando está en la escuela, pero lo mira a la distancia lo cuál a veces le da escalofríos y molestia. Pero sabe que no siempre correrá con la misma suerte cuando esté en la calle o de camino a casa.

—¿No puedo visitar a mi pequeño Mo?—le responde mientras, sin permiso ni vergüenza, se adentra a la casa del colorado.

—Estamos de vacaciones.— suspira sin poder creer que permitió que Tian entrara como Juan por su casa.— ¿No tienes algo mejor que hacer?

—Nada mejor que verte. — le responde sonriente con un Mo molesto siguiéndolo por detrás luego de haber cerrado la puerta con seguro.

—Eso... Da igual. — desvía su mirada para ocultar su pequeño sonrojo.

—En realidad, vengo a invitarte a salir. — dice por fin, poniéndose frente a frente al pelirrojo.

—¿Qué? ¿A dónde?

—A dónde quieras. — responde sonriendo más por la curiosidad e intriga del chico.— Al zoológico, una pizzería, al parque de diversiones, al cine, una plaza de videojuegos, al acuario, incluso si quieres ir al Museo, podemos ir. — menciona relajado de hombros pero con cierta emoción e ilusión de salir con Guan Shan a cualquier de estos lugares ya antes mencionados.

Iba a agregar también a la playa, pero está seguro que ese lugar es imposible que el chico quiera asistir si son solo ellos dos. Pero tiene planes para un futuro aproximado para que acceda a ir, solo necesita más tiempo para llevarlo a cabo.

—¿Con los demás chicos?— se asegura en preguntar, cruzándose de brazos.

De repente ya no se siente tan seguro de querer ir.

—Eh, no. — niega sin percatarse de la ansiedad del pelirrojo. —En realidad, pensaba que fuéramos solo tú y yo. Solo nosotros dos.

—Eso suena raro. — comenta sin pensarlo pero sin el afán de ofender.

Una cosa es ir en grupo de puros chicos, pero otra diferente ir en pareja.

—¿Estarás ocupado hoy?— le pregunta ignorando su anterior comentario.

Mo lo piensa un poco. No tiene mucho que hacer en casa el resto de su sábado más que dormir y ver televisión. Su madre no viene hasta en la noche y todavía es temprano. Quizás salir a distraerse un poco no sea malo, además He Tian es su amigo. Uno muy idiota y sumamente molesto, pero lo es y también le ha demostrado estar siempre ahí para él en las buenas y en las malas.

—Esta bien, saldremos.— suspira rendido, para emoción del azabache la respuesta ha sido positiva.— Pero dame unos minutos para darme un baño y alistarme.

—Te esperó ansioso y paciente. No iré a ningún lado.— le promete, sentándose educadamente en el sofá más cercano —donde de hecho, antes estaba recostado Mo viendo la televisión— para esperarlo.

—Eso me asusta. — admite. He Tian es tan fresco, sincero y directo con él que a veces su honestidad puede resultar un arma de doble filo.

Y quizás uno puede verle otro significado.

—¿Te doy miedo, pequeño Mo? — le pregunta sin dejar de sonreír. — Solo demuestro mi paciente amor.

Amor es una palabra tan fuerte y confusa para Guan Shan, algo que no tiene medidas ni límites y cualquier persona comete locuras en nombre de aquel poderoso sentimiento, junto al odio. Y aunque ya está acostumbrado a que Tian diga ese tipo de cosas, le sigue asombrando bastante que se exprese a veces de esa forma ¿Romántica?¿Sincera? ¿Profunda? Y más cuando no sabe a ciencia cierta a qué tipo de amor se refiere. ¿De amigos? ¿De hermanos?¿De amantes?

Sin duda teme saber la respuesta. Es algo que prefiere retrasar, ya no quiere tener más preocupaciones acerca de aquel tema. Hasta hace poco creyó superarlo, pero todavía sigue algo sensible si es mencionado cerca suyo.

—Tu amor me asusta.— confiesa Guan Shan, dejando en un profundo silencio la conversación y Tian se torne serio. Pero no se queda callado por mucho tiempo.— Hay una... Película que quiero ver. — añade rompiendo aquel silencio que comenzaba a tornarse raro e incómodo.

"¿Le tienes miedo al amor?" Es lo primero que piensa He Tian, sin saber como tomarse aquella declaración de Mo. Pero el colorado no parece haberlo dicho con alguna mala intención. Y es demasiado inocente como para que haya sido una indirecta.

—El cine será entonces.

El lugar que sea o donde sea, siempre será bueno y divertido mientras esté con Mo Guan Shan.

Ni siquiera permitirá que su propio padre lo separe de él.

💮💮💮

—Por cierto, ¿Y tu madre?— pregunta de la nada apenas llegaron al cine, haciendo fila para comprar los boletos.

Cómo no es para menos, ambos llaman y destacan mucho en el lugar. Ya sea por los altos que son, lo atractivo y como visten. No es de sorprenderse que más de una chica se acerque a preguntarles su número de teléfono o algo más. Cosa que aburre y fastidia mucho a más a Mo quien es de poca paciencia. ¿Acaso esa tipas no tienen algo mejor que hacer que andar de interesadas? Sabe que es inevitable gustar de alguien a primera vista —absurdo, pero no juzga—, pero ser insoportable ya es otra cosa diferente.

—Ella viene hasta la noche. Alrededor de las ocho, siempre pasa a comprar algo antes de llegar a casa. — le responde tranquilamente. En cierto modo, le agrada que Tian le pregunté sobre su familia, como si quisiera ser más cercano a él.

—Ya veo.— dice pensativo. La fila avanza y tan sólo hay ahora, una persona delante de ellos. —¿Ya sabes que película quieres ver? — pregunta con interés, antes de que Guan Shan lo piense y responda, prosigue:—Yo realmente no tengo preferencia especial en alguna. La que tú quieras, está bien para mí.

—Entonces quiero ver...— ve la cartelera no lejos de ahí, y hay una en especial que si que llama mucho su atención, no lo piensa mucho.— Miedo profundo. — lee el título de la película.

—Wow, de verdad que te gustan las películas de tiburones. — le dice de manera burlona al darse cuenta de que va la película con tan sólo ver la imagen de portada de está.

Una mujer rubia en el agua con cara de angustia y debajo del agua la silueta de un gran tiburón. Espera que sea más buena de lo que se ve y no tan cliché.

Después de algunos pocos minutos, por fin salen de la fila al tener los boletos en sus manos. Les tocó la sala 11, y aún quedan de sobra diez minutos antes que comience la función por lo que no deben esperar tanto tiempo, además de los anuncios y comerciales que siempre se ponen antes del inicio de la película.

—¿No será un poco raro que vayan dos chicos solos a ver una película?— dice mientras aleja su mano al darse cuenta que el azabache busca entralazarla con la suya para molestarlo. 

Le pone nervioso cualquier contacto físico con el He.

—Es una película de acción, no de romance. ¿Acaso piensas en cosas sucias? — le toma de la cintura para acercarlo más a él y por supuesto, ser el centro de atención en las chicas.

—¡Claro que no! ¡Tu eres el único pervertido aquí!— se aparta de él mientras lo golpea. Siempre siendo cuidadoso de no perder los boletos.

—Shhh,— le silencia, a veces adora a Mo gritón pero no en ese tipo de situaciones donde están en público.— ¿Acaso quieres que todo el mundo crea que estamos cometiendo un acto indecente?

Claro que por parte de He Tian le gustaría hacer cosas indecentes con su pequeño Mo. En mucho más de una ocasión se ha imaginado teniendo relaciones sexuales con él, hacerlo venir varias veces, escuchar lo gemir, sudar y volver su cuerpo dócil, sensible ante sus toques, besos y caricias.

Está vez lo que dijo, lo hizo en un tono bromista para molestar a Shan y que esté se lo tome solo como una broma para fastidiarlo. Pero no cabe duda que detrás de esa broma, hay verdad.

—TU-... Vete al carajo.— le insulta alzándole el dedo de en medio sin vergüenza alguna.

—Entonces, — le rodea de los hombros amigablemente. —¿Qué combo de palomitas quieres?

Mo espera no arrepentirse después de haber aceptado salir con He Tian. Solo ellos dos en un enorme y frío cuarto oscuro.

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Eran las siete de la noche cuando He Tian y Mo salían de la sala de cines luego de haber terminado de ver la película que con tanta insistencia y fascinación "oculta", quiso ver Mo.

Entre tanta plática de que le pareció al pelirrojo la película, el He dice que lo acompañe a su departamento porque no quiere ir solo, a lo que el de menor edad y estatura, solo asiente sin darle muchas vueltas o importancia al asunto mientras continúa hablando de lo genial de la película y que no se sorprendería que en unos meses más dieran luz verde para una tentativa secuela. O también quizás una sola película está bien, pero deberían haber más de ese mismo género igual de buenas y con una protagonista mujer enfrentándose a un animal peligroso que le doble el tamaño.

La película no resultó ser tan cliché.

Hubo un punto en concreto, poco antes de llegar al departamento del azabache, que Mo se detuvo de hablar tanto y solo se quedó en silencio. Tian pensó que a lo mejor se le seco la garganta de tanto hablar o ya esté cansado.

Aunque en realidad, Mo siente un picor raro o peculiar en su garganta.

"Quizás solo este ronco". Se dice así mismo.

Cuando por fin llegaron a su destino e incluso el azabache invita al pelirrojo a pasar con confianza para sentir algo de calidez del frío de allá fuera de la noche, no pasan ni cinco minutos que Tian le hace el siguiente ofrecimiento:

—¿Por qué no te quedas a dormir?

Aún es temprano, todavía no es muy noche. Mo le puede avisar a su mamá si problema y es un 99.9% seguro de que le dé permiso de quedarse a dormir esa noche. Su mamá cree que He Tian es "buena influencia".

—Yo... No creo poder. — dice intentando aclararse la voz. Aquel picor en la garganta, ahora se siente un poco insoportable. Más fuerte. Decide adentrarse más al lugar y va por agua sin avisarle primero al anfitrión.

A He Tian no le molesta, pero se le hace extraño el compartimiento de Mo.

—¿Te sucede algo?

Mo se sirve dos veces seguidas agua, tomándola rápidamente. Tiene mucha sed al parecer y está fría, fresca. Parece calmarle por unos milisegundos ese picor en su garganta al ingerirla.

—No es nada, en serio. — le responde, intentando ocultar las náuseas que comienza a tener. ¿Qué mierda tenían esas palomitas que comieron?

Pero a He Tian no parece afectarle. El parece normal, tranquilo.

—Sea lo que pase, sabes que puedes decírmelo, ¿Cierto? Puedes confiar en mí.— le dice para tomarlo suavemente de los hombros, acariciando estos para perturbación de Guan Shan, y aún así, todavía no lo aleja. Esta más centrado en calmar ese picor en su garganta y en no vomitar lo que comió en el cine.

Palomitas, golosinas y refresco.

—¿Por qué tienes que ser así conmigo?— toma aire para preguntarle. Es raro como sus emociones de repente, se le acumulan entre si. Confusión, depresión, enojo con un toque de adrenalina, cuando hasta hace un par de minutos atrás se sentía perfectamente bien.—¿Qué quieres de mí?

La picazón no la aguanta, siente que va a llorar, He Tian se dará cuenta muy pronto si lo ve fijamente a los ojos.

¿Está enfermo? Es raro que él se enferme a su edad. Y las contadas ocasiones que se ha enfermado, nunca se ha sentido así de raro. Definitivamente su estómago, siente que algo ahí dentro se revuelve. Y no duda que es la comida del cine.

—Pequeño Mo, yo quiero todo de ti. — le toma de las mejillas para sonreírle sinceramente y juntar sus frentes en un gesto romántico, que claramente no dura mucho.

Y quizás, solo quizás Mo podría haber captado la indirecta. Sino fuera por su estado.

Esa noche, He Tian está decidido a actuar. Se iba a confesar, tenía que hacerlo. Decirle sus sentimientos a Mo Guan Shan. En estos días se han vuelto tan unidos y cercanos, aunque Mo a veces sigue siendo muy orgulloso para tomar la iniciativa, pero él es paciente.

"¿Qué es lo peor que podría pasar?" Mo ya no se niega tanto a sus toques o sutiles gestos románticos, ni le rechaza sus salidas. Puede que si exista posibilidades para un futuro juntos. Incluso piensa que deba cortejarlo o algo así.

He Tian apunto de decir algo más, se aleja cuando siente el cuerpo de Mo temblar, y toser. Toser mucho y tan fuerte que le hace preocupar, parece que va a vomitar.

—Oh no.— dice Mo en medio de lágrimas, sin evitar que más y más de esos pétalos salgan de su boca sin poder controlarlo.

—Tu estás...— el azabache se queda sin palabras, sin poder creer lo que está presenciando.

—Estoy enfermo.— su voz tiembla. Todos los pétalos que ha expulsado, de color naranja están exparcidos en el suelo como si de decoración se tratará.

He Tian no quiere ver a Mo sufrir por amor, ni por ninguna otra razón. Quiere hacerlo feliz, darle protección, calidez y mucho amor, un hogar. Por lo tanto, le duele como desmorona, ver qué el pelirrojo está de esa manera.

Es algo que ninguno de los dos se esperó, e incluso para Mo es algo confuso y le da tanta vergüenza que sea He Tian quien estuviera justo en el momento, tiempo y lugar en qué ha comenzado a toser pétalos de flor.

«Fin del cuarto acto»

Palabras: 2,938
Fecha de publicación: Jueves 15 de julio del 2021
Escritor: JaquiiAleWorld 🦆
Fandom: 19 Days
Au: Hanahaki
Nota del escritor:

Este capítulo me salió mucho más largo de lo que quería (? Pero tampoco quería atrasar más lo esperado.

Para los que no saben casi nada o no mucho acerca de la enfermedad ficticia del Hanahaki no se preocupen, más adelante se dará explicaciones. Cómo por ejemplo, posibles curas, y además cuál es el tipo de flor que tiene Mo.

Porque si, el Hanahaki no es solo una flor, pueden existir diferentes y cada una de ellas puede darte diferentes o similares síntomas, incluso algunas pueden ser más mortal que otras. Pero todo a su momento se dará.

•Datos curiosos de este capítulo:

1- La película que fueron a ver si existe xd de hecho, es de mis películas favoritas ambientadas en ese género.

2- La parte en qué Mo dice "tu amor me asusta", salió inspirado en qué en ese entonces, cierta persona me dijo eso y yo quedé tipo "y eso wey", y luego me comentó que es la letra de una canción. Me gustó y decidí ponerlo en un diálogo del colorado que tampoco está alejado de la realidad.

👁️👁️ Que pasará ahora con el Pequeño Mo?

🏵️