“Cada pétalo del trébol de 3 hojas trae consigo un deseo; buena salud, buena suerte y felicidad. Para hoy y todos los días.” — Irish Blessing.

Es increíble como avanza el tiempo, cosas se superan y adquieres otras nuevas. La vida es así, uno decide si quedarse estancado por mucho tiempo en algo que en su momento dolió demasiado, o no pensar más en ello y aprovechar mejor el tiempo.

Al principio no se notó en lo absoluto. Tampoco es que fuesen amigos o dos chicos muy cercanos que cada que se ven se saludan amigablemente. Nadie se percató de alguna particularidad entre Zhan Zheng Xi y Mo Guan Shan, después de todo, pocas veces compartían palabras o espacios juntos, pero siempre estando acompañados de otros, como Jian Yi y He Tian.

Mo incluso agradece de cierta forma el no haberse topado de muy cerca con el castaño, y esto se debe a qué su tiempo está siendo opacado por sus estudios, su trabajo de medio tiempo, el aseo de la casa o tareas del hogar, y claro, nunca falta He Tian. Así que la incomodidad o vergüenza no se han acumulado en un solo lugar y tiempo. Mo no se estancó en aquel día nublado donde lo rechazaron, siguió adelante ignorando cualquier tipo de emoción deprimente.

Los primeros días no niega que fue fatal, preocupante e incómodo para él. Especialmente si Jian Yi o He Tian sospecharán de algo, pero por suerte no sucedió algo de eso y podía distraer al azabache para que no preguntará jamás sobre que ocurrió exactamente aquel día, ¿Cómo distraer al He? Sencillo, solo dándole su atención y compañía suele bastar.

Debe admitir que al principio le parecía tan absurdo, pero en realidad fue muy efectivo para su asombro, además que Tian siempre demuestra quererlo y apreciarlo como un verdadero amigo.

O al menos Mo, lo veía como alguien que quiere ser solamente su amigo o mejor amigo.

Al llegar a casa se prepara mentalmente para el día de mañana, que es ya es el dichoso y famoso festival de la escuela. Si bien terminó aceptando formar parte del evento participando en grupo con Jian Yi y los demás, técnicamente le dijeron que no hacía falta aprenderse el diálogo o libreto que los otros tres si hicieron, que sólo debía quedarse ahí y dejarse llevar por las acciones de los demás. Que todo sería fluido y real por lo que no debía preocuparse en aprenderse ninguna sola línea y con su sola presencia es más que suficiente, cosa que le pareció un poco extraño pero tampoco se puso a pensar demasiado en ello.

—¿Cómo van tus amigos con la obra que me contaste?— pregunta una emocionada madre mientras cenan juntos en la mesa, la cuál es pequeña y cuenta con apenas tres sillas.

Le había comentado hace no mucho que él participaría en el festival junto a sus amigos, cosa que a ella le interesó bastante pues le pone feliz que haga amigos y participe más en cosas de la escuelas, además que ya no se ha metido en problemas como antes.

—Mañana ya es el día. Ya alquilaron los trajes y todo parece ir bien. — le responde encogido de hombros y tan tranquilo. Obviamente no quiere revelar que él no tiene ni un sólo guión en toda la obra o ya levantaría sospechas de su madre que ni él sabría responder.

—Como me gustaría ver la obra y el vestuario que eligieron. — sonríe contenta pero a su vez lastimera por no poder ver a su hijo participar en tan emocionante evento escolar. —Se que lo harás bien Momo.

Estos momentos los disfruta mucho con su madre, sin preocupaciones, sin nada que temer. Ella está feliz y para él eso está perfecto. No quiere dejar que ella cargue con todo, ya es un hombre y puede ayudarla con lo que sea necesario. Los gastos del lugar y el aseo.

Mañana es otro día.

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—El Festival cultural es increíble. ¿No? Creo que nos fue bastante bien. — dice un sonriente He Tian cargando a un pelirrojo por encima de sus hombros sin intención de soltarlo todavía.

Es obvio que el más joven se remueve en su lugar e intenta gritarle para insultarle. Tian lo lleva hasta un lugar del escenario oculto por varias cajas y cortinas, un poco estrecho pero totalmente solitario donde Tian aprovecha para bajarlo con cuidado y soltarle del amarre de las sogas en todo su cuerpo.

—No vuelvo a confiar en ustedes malditos perros de mierd—, dice apenas su boca es liberada, con los labios humedecidos y siendo una vista tentadora para el azabache.

—Pequeño Mo, no seas tan grosero. — le reprocha con ternura hacia el colorado, a quien todavía no ha liberado por completo. Quizás quiere contemplarlo un poco más de esa forma.

Verlo así de "sometido" le calienta. Además que el vestuario le sienta demasiado bien, es un nuevo look que le gusta de Mo. Quisiera tenerlo así por más tiempo, con sólo su boca libre y besarlo en esos momentos, él contrario no podría hacer mucho al estar amarrado más que mover sus labios y lengua, correspondiendo el beso. Es algo que Tian desea tanto. Besarle el cuello y pecho, morder un poco por allí y por allá hasta-

—¿¡Luego de toda la mierda que me hicieron!? ¡Desatame ahora mismo!— le exclama rompiendo todo el ambiente cachondo que solo el He había planteado, además que hace tanto ruido que hasta varios ya debieron darse cuenta que están ahí.

—Nadie te obligó a no leer el guión.

—Tsk, son un para de idiotas.

Por fin lo desata, Mo sorprendente no lo golpea. Solo lo pasa de larga saliendo de aquel pequeño lugar escondido e ir a ver a otras personas detrás del escenario, moviendo sus manos y brazos que se habían entumecido por estar tanto tiempo amarrados con la soga. Tian lo sigue y cuando está apunto de decirle algo, Mo se queda inmóvil tan de repente.

—¿Qué está pasando?— pregunta en un volumen que tan sólo el He puede escucharlo.

El azabache mira hacia donde los ojos de Mo se dirigen, y después de unos segundos puede comprender el porque se detuvo tan de repente. Se ve angustiado en cierta forma.

—Al parecer una profesora tosió pétalos.— se escucha decir a una alumna no muy lejos de donde ellos están.

—Se ve grave, de seguro ya lleva un tiempo así. — comenta otra.

No pasa mucho tiempo para que algunos alumnos de ahí ayuden a llevar a la profesora a la enfermería. No es tan común ver algún maestro así de enfermo.

—Ella está...— Mo no sabe que decir. Una cosa es oír y otra ver por su propia cuenta y en persona, a alguien toser pétalos de una flor.

Solo lo ha visto en la televisión, ya sea en documentales o películas de romance-tragedia. En su entorno nunca nadie ha tenido esa enfermedad, no que él sepa o que recuerde claramente.

Aunque hace un buen tiempo, había escuchado el rumor de que She Li estaba enfermo de eso, pero nunca supo si eso era verdad. De cualquier forma, lo sigue viendo en los pasillos de la escuela, de lejos. No se lo ha topado de cerca.

—Enferma.— le a completa.— Por lo que escuché, no es tan grave, el tipo de flor tampoco parece ser de alto riesgo. Lo que si es preocupante es que parece llevar ya mucho tiempo con esa enfermedad.— explica brevemente el He. Ha leído varios libros de información sobre el tema, sobre esa enfermedad en específico y a comparación de algunos, si presta mucha atención en sus clases acerca del tema.— Hey, ¿Te sucede algo? De repente de quedaste ido.— le dice un tanto preocupado ahora por el pequeño Mo.

El colorado parecía estar tan sumergido en sus propios pensamientos que reaccionó tarde ante la pregunta de Tian. Suspira fatigado.

—Solo que estar enfermo de eso debe ser horrible. — le contesta Guan Shan para irse rumbo a otra dirección en lo que busca a los otros dos chicos para reunirse los cuatro.

—¿Hablas del Hanahaki?

No sabía que Mo está tan temeroso del tema. Él es de las personas que poco demuestran emoción en algo en particular. Por ejemplo, hasta el día de hoy, He Tian sabe que Mo tiene una especial fascinación por los sandwiches, la guitarra y motocicletas. Más allá de eso, no ve que tenga interés en la escuela, y está un tanto obsesionado en trabajar en vez de estudiar. Ni siquiera le importa quedar resfriado.

—No preste mucha atención a mis clases de historia y ciencias naturales, así que apenas sé lo básico de la enfermedad, como el síntoma genérico.— admite él haciendo una mueca en su rostro. No evita sentirse preocupado de qué a él le suceda algo como eso o que le dé la enfermedad. Aunque en estos días no se ha sentido para nada mal y mucho menos escupido algún pétalo de flor.

—Oye, ¿Quieres comer algo? Invito yo. — le propone para cambiar el tema. Cosa que parece hacer sentir cómodo al colorado.

—Aceptare, pero que sepas que sigo molesto por lo que hicieron. — le dice con su característico ceño fruncido, aparentamente indignando, cruzándose de brazos. Aunque a Tian solo le hace lindo el gesto.

—Prometo compensarlo. Pídeme lo que quieras y lo invitaré. — dice sonriendo como un bobo, a menos a vista de Mo.

Claro que Guan Shan no tiene ni idea que esa es una sonrisa de un bobo enamorado.

—Tsk, tampoco tienes que exagerar. — le contestar sin darle mucha importancia a las cosas que dice el azabache.

—Pensamos ir a comer en la tarde, después de la escuela. Debes ir también.

—Tengo trabajo en realidad. — dice no muy seguro, tiene miedo de seguir faltando. No sabe hasta dónde tiene paciencia su jefa. — No creo tener tiempo...

Mo a veces tiene que sacrificar momentos de su juventud para trabajar.

—Espero algún día, tengas tiempo para nosotros. — le sonríe.

Mo no sabe si "nosotros" se refiere a los cuatro como grupo, o solo a ellos dos. Pero a veces, también le gustaría no tener tantas preocupaciones y deudas en su día a día.

«Fin del tercer acto»

Palabras: 1,700
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: sábado 10 de julio del 2021.
Fandom: 19 Days.
Au: "Hanahaki"
Nota del escritor:

Este capítulo lo escribí antes de que saliera la actualización donde He Tian ayuda a Mo a ir al baño.
Y la actualización de hoy me hizo llorar 😢

Nos vemos la próxima!