Noche de viernes Parte 2

Notas: Hola de nuevo! Muchas gracias por sus comentarios  y sus corazones <3 Aquí va la parte 2 y creo que saldrán 3!! perdón, no pensé que saliera tan extenso. Espero les guste!~

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—Nos vamos —Contestó el acuariano ignorando completamente sus palabras.

Milo lo fulminó con la mirada. Esto no presagiaba nada bueno.

— ¿Lo ves? ya lo estás haciendo de nuevo, ¿que no te cansas ?—para su sorpresa tomó una expresión dolida más que de enojo. Volvía a ignorar sus palabras, como siempre.

El ambiente se colocó tenso y nadie sabía realmente que hacer o decir.

Camus notó a la perfección como aquella expresión de Milo se transformaba a una de profunda tristeza, aunque sin dejar la molestia de lado. Le dirigió una mira a Mu, descifró su estado etílico y suspiró. Cómo odiaba cuando el escorpio arrastraba a otros a sus excesos cuando ellos tenían problemas.

—Estoy dispuesto a conversar, pero para eso debemos irnos al santuario.

Camus usó su tono menos frío y más amable que tenía en su base de datos. Para todos no tuvo ninguna diferencia con su tono habitual, pero Milo si pudo notarlo.

—Es una buena oportunidad —le susurró el de cabellos lilas— es la oportunidad que estabas esperando, anda, ve.

Milo pareció meditarlo, a decir verdad ya estaba bastante ebrio como para seguir tomando, y necesitaba que alguien lo ayudara de cierta manera a subir hasta su octava casa. Se levantó silenciosamente tomando su chaqueta de cuero negra que había dejado en el respaldo de la silla al llegar.

—Yo me quedar...

—Tú te vienes conmigo —le ordenó a Mu tomando a todos por sorpresa.

—Milo no seas aguafiestas, si Mu se quiere quedar no deberías impedírselo —Le refutó Saga mientras ambos cruzaban miradas. — Yo lo puedo llevar después.

—Que amable Saga, pero Mu llegó conmigo y se va conmigo. —se encogió los hombros para bajarle el perfil a la situación— códigos de noche de viernes.

Milo podía estar ebrio, pero no tenía un pelo de idiota. Sabía que si dejaba a Mu con Saga eso no sería algo más que una tragedia, podía adivinar sus intenciones y no estaba dispuesto a que un lobo se comiera a un pobre borrego nublado por el alcohol.

Mu sin entender muy bien la situación no tuvo otra opción que obedecer, aunque debía admitir que sintió vergüenza al sentirse "cuidado" por el griego, era como si lo estuviera tratando como un niño indefenso.

Saga no pudo disimular su disconformidad. Estaba furioso que Milo le arrebatara una oportunidad como esa.

—Buenas noches a todos —Dijeron ambos despidiéndose de sus compañeros. No bastaron ni dos segundos para que Mu y Milo comenzaran a chocar con las mesas camino a la salida.

— ¿Tú crees que lleguen bien?—preguntó Afrodita tomando su quiensabe Shot.

—Van con Camus, llegarán vivos o congelados —Le respondió Death Mask mientras soltaba una carcajada. Dirigió su mirada al géminis y lo vio totalmente molesto — y tú ya cálmate, ya tendrás otra ocasión.

************

Milo y Mu iban caminado de forma errática y tambaleante por las vacías calles del pueblo y ambos se apoyaban en el otro para intentar caminar. El aire estaba frío, haciéndoles saber qué el invierno estaba próximo. En un intento de doblar por una calle, se cargaron mucho para un lado y terminaron en el suelo.

— ¡Mu! ¡Te dije que no tan a la derecha! —Se carcajeaba Milo mientras intentaba ponerse de pie mientras le tendía una mano al pelilila— ¡No llegaremos nunca!

Camus miraba la escena totalmente neutro. Sabía que dialogar con esos dos en ese estado era totalmente absurdo, y solo se encargaría de llevarlos de vuelta al santuario.

Siguieron su camino por la silenciosa calle hasta que el acuariano sintió una presencia extraña en su espalda. Cuando se volteó cerró los ojos con fuerza para no perder la poca paciencia que le quedaba.

—Mu. —Lo llamó — ¿podrías hacerme el favor de....dejar de hacer eso?

El ariano se dio la vuelta y se percató que más o menos unas cincuenta manzanas y bananas flotaban detrás de ellos en filas, a causa de su telequinesis.

— ¡Manzanas! —Sonrió Milo y fue tras una de ellas.

Camus no se quería ni imaginar el ridículo que habían hecho al caminar quizás desde que momento con una fila de frutas a su espaldas. Rezó internamente para que nadie haya visto aquel desfile.

—Oh, no me di cuenta, es como si ahora mi cosmos tuviera vida propia—Se disculpó sin antes de soltar una gran carcajada por la situación. En un dos por tres las frutas cayeron en seco al suelo.

Mu se colocó una mano en la sien. Comenzaba a sentirse más mareado a medida que caminaba, y de seguir así no llegaría ni a la esquina y perdería la conciencia. Pensó que lo mejor era descansar un poco en el pueblo antes de subir, pero cuando iba a expresar su deseo vio que Camus levantaba del suelo al caballero de la octava casa, quien ya había llegado al grado de no poder levantarse. Sonrió al ver la escena, el francés lo tomó en su brazos a lo princesa con mucho cuidado y ternura, hasta parecía estar sonriendo mientras Milo hablaba incoherencias.

—Camus —le llamó. Este al percatarse de la presencia de Mu, se le esfumó su sonrisa para pasar a un expresión de vergüenza— lleva a Milo a casa, yo me quedaré en el pueblo, necesito reposar un poco más antes de subir.

— ¿estás seguro? ¿Estarás bien? —dudó el caballero de hielo. No estaba muy convencido teniendo en cuenta que saga merodeaba a esa hora el pueblo.

— ¡M-MU! —gritó para su sorpresa el escorpio revolviéndose un poco en los brazos del francés. El tibetano se acercó a Milo, ya que este comenzó con dificultad a buscarlo con la mirada.— Pr-prométeme que no volverás a ese b-bar.

—No, no volveré —le calmó, mientras le regalaba una sonrisa, sonrisa de ebrio — aunque me tendrás que explicar mañana el porqué.

—Eres taaaaan idiotaa...—Fue lo último que dijo antes de quedarse totalmente dormido en los brazos de su querido acuario.

Camus se despidió un poco desconfiado y partió rumbo al santuario. Mu cada vez se sentía más y más sofocado, como si recién ahora le llegara de golpe el efecto de todos los shot de tequila tomados anteriormente. Se dirigió a paso tambaleante a un parque cercano y se recostó en la hierba de espaldas perdiendo su vista en el hermoso cielo nocturno. Ese dia había Luna nueva, por lo tanto los astros se exponían de una forma clara y asombrosa.

—Ahí estas Aries....—balbuceaba buscando las constelaciones— virgo...

De pronto sintió un cosmos familiar, aquel era una energía que intentaba resonar con la suya para comunicarse, pero Mu estaba tan ebrio que lo único que pudo hacer en respuesta fue reír, acción que hizo que todas las piedrecillas del lugar levitaran a su alrededor. No tenía control sobre su cosmos, por lo tanto no pudo contestar "la llamada", pero supuso que había sido de Shion. Comenzó a rodar por la hierba como si de un niño pequeño se tratara, hacía mucho tiempo que no se sentía tan libre...libre del qué dirán, libre de la forzada calma y sensatez emocional que lo caracterizaba que a esa altura no sabía si era innato en su personalidad o solo lo había adoptado por su entrenamiento.

Se le vino inmediatamente a la mente lo que le había dicho Milo sobre los celos enfermizos de shaka con cualquiera que se le acercara ¿de verdad que el daba la impresión de ceder tan fácil a cualquiera? ¿Por qué el caballero de la sexta casa tenía esa percepción de él? ¿Por qué esa falta de confianza?

—puedes irte al carajo virgo...

Repentinamente otro cosmos resonó con el suyo, pero esta vez era uno agresivo, molesto, que sin pedir permiso entró en él y se mezcló con el suyo.

"¿Dónde estás?"

Mu soltó una carcajada al escuchar la voz de Shaka.

"¿Que es tan gracioso? no te lo preguntare otra vez, ¿dónde estás?"

—Tú eres lo gracioso...—balbuceo en voz alta, ignorando si aquello podía escucharlo Shaka o no, a esa altura ya había olvidado como contestar la telepatía cósmica.

"¿estás con Saga?"

Con lo último Shaka invocó al mismísimo Hades.

— ¡SI! Estoy con Saga, y con afrodita y DeathMask en un motel, ¡hasta el señor que nos vende los inciensos está aquí! ¡Oh! ¡Mira! ¡Si es Shion también! ¡Espero que vengan todos por mí esta noche y me partan en dos!— Gritó irónico.

"..."

"vuelve de inmediato al santuario"

Fue lo último que escuchó antes que la conexión se perdiera por completo.

Mu en vez de sentir calma por aquel corte, sintió que un odio nacía en su interior y se colocaba en lo más profundo de sus entrañas. De pronto una confianza descomunal se hizo presente en él, y supo de inmediato que debía de utilizarla para expresarle todo lo que sentía a Shaka en su cara y sin culpas. Se colocó de pie en un solo movimiento y se tele transportó hasta la entrada del santuario.

O eso intentó.

Cuando abrió los ojos no reconoció la entrada, pero si el templo. Se dio la vuelta y vio que estaba su maestro shion y Dohko en la cama, en una actividad que hubiera preferido no ver. Ambos lo miraron sorprendidos de verlo ahí tan repentinamente.

— ¡Mu! —Gritó Shion avergonzado y furioso al verlo allí —!Sabes que no puedes teletransportarte dentro del santuario! ¡¿Qué rayos pasa contigo?! —Le gritó lleno de ira, dejando a Dohko a un lado y dirigiéndose con mirada amenazan a su alumno. Parecía más molesto por la falta a la ley de Athena a que lo haya descubierto en algo íntimo.

— ¡D-Discul-pee!—Gritó asustado. Pero al ver el semblante hostil de su maestro dirigiéndose a él, pidió perdón nuevamente y volvió a teletransportarse fuera de ahí.

— ¡MU!

— ¿Es idea mía o estaba ebrio? —preguntó Dohko soltando una carcajada, pero que no le hizo ninguna gracia a su amante— Ya relájate, no piensa correctamente, mañana podrás castigarlo sin tapujos.

********

—La cultura chupistica pide... ¡Nombre de marcas de perfumes! como por ejemplo Ck one —Dijo Afrodita quien seguía con sus compañeros en el mismo bar.

— ¡Lacoste! —respondió victorioso el cáncer, sintiéndose realizado al poder contestar en los temas desconocidos que siempre ponía piscis en los juegos.

—Shakira —Contestó Saga a lo que sus compañeros quedaron viéndolo— ¿Qué?

Inesperadamente y de la nada, Mu apareció sobre la mesa. Todos pegaron un salto y alcanzaron a sacar los tragos a tiempo para que estos no se derramaran.

— ¿¡MU?! ¡Por Athena! ¿Qué haces acá? ¿No estabas en el santuario? —Preguntó confundido el de cabellos celestes.

El tibetano miró a su alrededor y luego a sus compañeros. Rayos, había vuelto a fallar.

—Hola —respondió como si nada — sí, me equivoqué, lo siento. — y así tal como apareció, se esfumó. Todos quedaron confundidos, y ni siquiera Saga alcanzó a decir algo.

—Segunda vez que se te escapa —Le dijo el italiano mientras le daba una palmada en la espalda al géminis.

—Cállate.

******

Soltó un suspiro de victoria ¡Al fin! ¡Estaba en la entrada del santuario! Sonrió exhausto, el uso de telequinesis y teletransportacion en un estado etílico considerable lo hacían usar el triple de energía.

Comenzó a subir lentamente las escaleras de su templo y suspiró ¿desde cuándo se habían vuelto tan largas? en algunos momento debido a la pérdida del equilibrio terminaba gateando para no dejar de avanzar. Cuando al fin llegó a su último escalón, se dio cuenta de inmediato que había alguien fuera de su templo, no le tomo mucho tiempo identificar quien era.

—Mu de Aries —Le lanzó al verlo que estaba en cuatro gateando. El susodicho se levantó con dificultad y le devolvió la mirada. Shaka sintió que algo no andaba bien, aparte de tener su cosmos inestable como una montaña rusa, algo en los ojos del tibetano le decían que no estaba en frente del lemuriano de siempre.

—Shaka de Virgo. —le respondió con un tono hostil — ¿Para qué querías que regresara?

El caballero de la sexta casa tenía sus ojos abiertos, en cierta forma sentía una amenaza en el pelilila y no sabía el por qué.

—Camus pasó por mi templo y me comentó que te habías quedado solo en Rodorio, estaba preocupado.

Mu comenzó a reírse incrédulo y sonrió maliciosamente.

— ¿Preocupado o celoso? —Volvió a utilizar ese tono amenazante que tenía a Shaka con los pelos de Punta — Yo creo que es lo segundo. —Afirmó.

Shaka entrecerró sus ojos. Jamás había visto a Mu con tal grado de alcohol en la sangre, y no era que le desagradara del todo, ya que aunque sabía que era inútil dialogar con alguien ebrio, también sabía que no solían mentir y podía sacar provecho de la situación.

— ¿tienes algo que decirme?

Y ahí estaban de nuevo, esa mirada que hizo que el Indio se arrepintiera de su pregunta. Mu comenzó acercarse de una forma amenazante, sin quitarle los ojos de encima. Le dio la impresión que era la misma situación cuando un depredador se acerca a su presa, lo que le hizo tragar con fuerza. Por primera vez se sintió como un borrego.

— ¿Hay algo que quieras saber? —Le preguntó con el mismo semblante anterior— ¿quieres saber si me acuesto con Shion? ¿O con saga? ¿O tal vez con el señor de los inciensos? ¿O con mi alumno Kiki?

El pelirubio no pudo evitar colocar una mueca de desagrado y repulsión con la pregunta del último involucrado ¿qué le estaba pasando? Kiki era un niño y el jamás pensaría algo así de Mu ¿qué señor de los inciensos? ¿Quién había hablado de acostarse? Si, era cierto que estaba celoso de Shion, pero por un tema meramente afectivo. Odiaba el hecho de saber que el patriarca sabía todo de él, que lo conocía a tal punto que con solo sus expresiones podía adivinar que quería de almuerzo o en qué momento necesitaba abrazos y mimos. Sentía celos porque el al ser un ser humano afectivamente inexperto pero en entrenamiento, no podía aún llegar a ese nivel con el ariano.

—Yo no hablé de aco...

— ¡No puedo creer que desconfíes de mi de esa manera! —Le interrumpió furioso— ¡Nunca he hecho nada más que amarte con todo mi ser.

—Pero si yo no he dicho...

— ¿Acaso parezco prostituta?

Shaka cerró sus ojos con fuerza, molesto por sus interrupciones y sus palabras dramáticas sin fundamento. Se acordó internamente que no sacaba nada con discutir con alguien en ese estado, y que la mejor opción era dejarlo para el día siguiente. Miró el cielo, quedaban al menos dos horas para que amaneciera, y para ser sincero necesitaba dormir un poco porque había estado en vela toda la noche por la preocupación que sentía por el estado de cosmos de Mu. Si hubiera sabido de un principio que se había ido de copas con Milo, realmente no se hubiera preocupado y habría dormido con normalidad.

Shaka suspiró pesadamente y se volteó.

—Descansa Mu, hablaremos mañana. —Le dijo mientras comenzó adentrarse al templo de Aries hacia la salida para así dirigirse al suyo.

Invocación Hades nivel dos, desbloqueado.

Mu con agresividad lo tomó del brazo y lo volteó bruscamente. Lo tomó por el cuello de su camisa y de un solo movimiento lo tumbó al suelo, quedando encima de Shaka sin soltarle la mirada.

— ¿A dónde crees que vas, rubia? ¿Vas a ver a tu Aioria?

El indio quedó estupefacto al ver al tibetano de esa manera tan agresiva. Podía leer en su cosmos un poder que daba miedo ¿acaso el alcohol producía todo esto? ¿O así era Mu en realidad y el alcohol solo lo desinhibía? ¿Dónde estaba su Aries tranquilo imperturbable? Por primera vez deseó tener a Shion al frente para pedirle consejos sobre esta faceta.

—Quedaste sin palabras... entonces si te ibas acostar con el gato ese.

— ¿Mu de que rayos hablas? —Trató de sacarse al pelilia de encima pero fue en vano— ¿qué tiene que ver Aioria en todo esto, por Athena!

— ¡¿Te gusta?!

— ¡¿Qué?¡ ¡claro que no! —Shaka sintió el agarre en sus muñecas con tanta fuerza que no lo resistió más— ¡Khan!

Aquella defensa hizo que Mu pegara un salto hacia atrás, movimiento que aprovecho Shaka para ponerse de pie. Mu despabiló y lo miró divertido ¿acaso estaba arrancando de él? No supo porque pero aquello le produjo cierto placer. Ver a Shaka asustado por su comportamiento, con sus ropas ahora levemente descolocadas por su culpa, le hizo desear cada vez con más fuerza que ese rubio fuera suyo. El poder sobrenatural del alcohol le había dado estos nuevos poderes y no lo desaprovecharía.


-continuará-

¡Nos leemos pronto! <3

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